(Nota: ni las imágenes ni el sonido pertenecen a la película comentada)
Por Oscar A. Cuervo
Y se largó el festival de documentales musicales In-Edit. De las dos funciones de apertura empecé por ver 100 pájaros (Argentina, Sergio Belloti). La otra película de la gala de apertura es NY 77, The coolest year in hell, que la dejé para mañana.
100 pájaros es un registro bastante crudo de la última gira que realizaron en Argentina Los Rodríguez, la banda de Andrés Calamaro y Ariel Roth, a mediados de los 90. Belloti toma al grupo en el momento posterior a su explosión popular con el mega-hit Sin documentos. Calamaro dice en la película que esta situación de éxito estaba obligando a los miembros de la banda a repensar los roles de cada uno, porque una cosa es empujar todos cuando un proyecto necesita ser empujado y otra distinta es encarar algo que ya ha sido aceptado, se trata de destrezas diferentes. En la película se nota que el éxito ya había llegado pero aún no había tanto dinero para repartir. Incluso se los ve todavía muy pendientes de la difusión previa que consiguieran sus shows en los diarios porteños o de la cantidad de entradas vendidas en algún recital en el interior.
Dije que se trata de un registro crudo y no me refería a situaciones dramáticas, sino a la calidad de imagen y sonido: sub-standard para lo que podría esperarse de una banda de tamaña popularidad. Un sonido apenas aceptable y una imagen low tech, descolorida y de poca definición. Sin embargo, de algún modo estas deficiencias documentan, precisamente por ello, el amateurismo que aún conservaba el negocio del rock local a mediados de los 90. Además, una banda como Los Rodríguez, con sus hits incandescentes, nunca estuvo muy pendiente de la imagen y su sonido siempre conservó una factura artesanal. Quizá porque las canciones fueran suficientemente poderosas como para prescindir del design que ya habían alcanzado en nuestro medio bandas más “calculadas”, como Soda Stéreo o Babasónicos. Por eso es que la rusticidad técnica de 100 pájaros funciona muy bien con el objeto documentado.
Además, la película de Belloti cuenta con uno de los más extraordinarios elencos jamás reunidos por el cine argentino: además de Calamaro y Roth, están Charly García, Fito Páez, Cecilia Roth, Fabiana Cantilo, Bebe Contemponi, Marcelo Tinelli, Diego Armando Maradona. Ah, ¡y Fernando Bravo! Como detalle curioso, en la habitación del hotel donde Calamaro departe amablemente con el realizador mientras toma mate aparece, como por descuido, encima de la cama... un chumbo. Y Andrés comenta con simpatía: “todo esto es muy argentino: mate, fasos y fierros...”. 100 pájaros responde con bastante eficiencia al concepto de documental musical y, en su modestia, es mucho más interesante que el veleidoso Babasónicos x Melero.
En el festival hay varias películas que puedo recomendar:- Joy Division es un documental que tiene, respecto de Control (la ficción sobre la misma banda que se vio en el último BAFICI), una enorme ventaja: la impresionante mirada azul líquida del auténtico Ian Curtis. Viéndolo sacudirse en escena de modo epiléptico se comprende perfectamente qué significa el concepto “rock depresivo”.
- The U.S. vs. John Lennon: dentro de la archiconocida vida de Lennon, uno de los aspectos menos difundidos es su militancia política de principios de los 70 y el pleito y la vigilancia que el estado norteamericano sostuvo contra el beatle John y su esposa Yoko.
- Kurt Cobain: About a son. No es una película extraordinaria y, curiosamente, no incluye música de Nirvana, pero se destaca porque la vida de Kurt está narrada en off por él mismo, e ilustrada por imágenes de los lugares donde Cobain vivió: Aberdeen, Olimpia y Seattle.
Y hay una película argentina que parece que se las trae: La cocina, del novato Jorge Villar. Seguramente volveremos a hablar de ella.
Lo de "hits demagógicos" no iba aca?
ResponderEliminarNo, Calamaro hace grandes canciones, no pop de diseño.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en que andres le da diez vueltas a los baba. Pero un poquito demagógico es.
ResponderEliminarO no?
Bueno, yo creo que una cosa es popular y otra es demagógico. Es una distinción importante no sólo para las canciones sino también para la política. Lo que pasa es que el liberalismo confunde una cosa con otra. Lo contrario de lo demagógico no es lo elitista, sino lo popular. Porque la popularidad de las canciones de Calamaro fluye naturalmente, pero la demagogia de los baba es calculada.
ResponderEliminarErgo: se puede ser demagógico pretendiento ser elitista.
Pregunto (y ya abusando de tu cordialidad), no pensas que hay casos en que artistas populares tambien son demagógicos. No quiero dar nombres por que me parece botonazo, pero dejame uno solo: León Gieco.
ResponderEliminarLo que decís me parece interesante y nunca habia pensado en los babasónicos como una banda demagógica, pero puedes que tengas razón. Eso de darle al niño discolo de after hour lo que el niño discolo quiere, es demagogia.
Pero no creo que el ser popular anule el ser demagógico. Para mi pueden ir juntos.
puede
ResponderEliminarAnónimo:
ResponderEliminarya que querés entablar un diálogo no te costaría nada adoptar u nick, es un poco raro dialogar con nadie.
En cuanto a la demagogia, podría ser, no quiero emepezar a decir: este sí, este no, etc. También existen zonas grises. Babasónicos y Calamaro fueron mencionados justo porque aparecían en este festival.
saludos