por Oscar A. Cuervo
Se trata de fenómenos perfectamente circunscriptos. Euforias microclimáticas repentinas y de rápida obsolescencia. Sucesos de cabotaje. Hace unos años un pequeño grupo de críticos porteños decretó la genialidad de una película llamada Los rubios. Durante una quincena, en ciertos ambientes no se podía hablar de otra cosa. Creo que en ningún lugar fuera de Buenos Aires y de ese círculo de tiza caucasiano (o de ese círculo de baba) Los rubios mereció la menor atención. Volvió a suceder el año pasado con Los paranoicos, aunque en menor escala. Algo parecido sucede ahora con Matías Piñeiro y su segunda película, Todos mienten. A alguien se le ocurrió decir que Piñeiro era Lo Nuevo de Lo Nuevo, La Nueva Gran Cosa, la Gran Esperanza Blanca. Y de a poco otros empezaron a repetirlo.
Lo que Piñeiro tiene para ofrecer es poco. Y nada. Cine tilingo, chafalonías, algo de Godard o de Rivette mal digeridos, emulados en sus aspectos más exteriores, sin frescura, sin inteligencia. Este devaneo alrededor de la tartaranieta de Sarmiento y el descendiente del tirano (así se lo refiere) Juan Manuel de Rosas no llega a boutade. Es una auténtica boludez.
No voy a poder aportar ninguna opinión sobre Todos mienten, no la vi. Pero no sé qué es "cine tilingo" (¿el "cine choronga" de La Otra?) , qué son las chafalonías, cómo puedo entender que hay JLG y Rivette mal digeridos... Y después de una brevísima especie de sinopsis, rematás con que es una boludez.
ResponderEliminarDame un break, o mejores razones.
Tilingo, chafalonías, son palabras que pueden estar en algún diccionario de argentinismos. No hace falta pasar por el cine choronga (ese detestable engendro verbal de Porta Fouz). Lo de la mala digestión es una metáfora, perfectamente interpretable. El resto quedará para cuando veas Todos mienten. Yo no puedo seguir perdiendo tiempo en chafalonías.
ResponderEliminarBueno, las canciones de los Beatles son chafalonías, no tengo tiempo para ellas.
ResponderEliminarY todos contentos.
Exactamente y que la historia nos juzgue a los dos.
ResponderEliminartilingo, ga.
ResponderEliminar1. adj. coloq. Arg., Par. y Ur. Dicho de una persona: Insustancial, que dice tonterías y suele comportarse con afectación. U. t. c. s.
La conozco porque el año pasado usé ese calificativo hermoso para Jim Finn, un pequeño heroe de los tantos inútiles del BAFICI.
Dos personas en las que confío mucho dicen algo parecido de esta película.
Saludos
Chafalonías de Sandrini,y "la sentencia" con una jovencísima Virginia Lago son dos de mi lista de películas fetiche de los martes de cine argentino en el cine del pueblo.Para colmo los personajes de chafalonías recorrían los lugares que yo conocía. Impresionante la escena en que Sandrini le tira las chafalonías sobre la tumba al personaje que encarna Malvina Pastorino.Una mujer admirable según el raconto del personaje de Luis, pero...
ResponderEliminarH.
A mí tampoco me gustó "Todos mienten". Y también me pareció una película frívola y tilinga. Hecha por un grupo de chicos tan lindos y cool que muestran el costado más solipsista del "Nuevo cine argentino". Yo también me sorprendí cuando en los sobreimpresos se trababa arosas como el tirano o algo así... Era una broma no?
ResponderEliminarPero no coincido con vos Oscar con Los Rubios. Esa película me marcó mucho por una situación personal mía. Y me pareció un interesante modo de ver cómo se construye la propia identidad cuando tenés que hacer un salto en el vació porque te quitan de cuajo afectos y relaciones primarias. Cómo podés armar los recuerdos sólo por intuición de los que no están, cómo la propia memoria se maneja a partir de lo que son retazos de la memoria de los demás. Me tocó muy de cerca, en eso de qué es la propia identidad y los recuerdos que quedan cuando no hay material para haberlos vivenciado realmente...
M.
M.
Mariana:
ResponderEliminarcomprendo que Los rubios te haya conmovido por una experiencia personal. Pero yo me refiero estrictamente a la película y creo que no tiene eso que vos encontraste en ella. Un día de estos reproduzco el análisis que en su momento hice de esta película.
saludos
Oscar,
ResponderEliminarA pesar de que no te haya gustado, TODOS MIENTEN demuestra un talento inconfundible e indiscutible en lo que respecta a la puesta en escena.
Esto es algo claro que tiene para ofrecer Piñeiro. ¿Por qué no lo reconocés? Es algo evidente que ni sus detractores dejaron de lado, a pesar de su miopía.
Pero no, cuando no te gusta una película todo se convierte en "tilinguería", "devaneo", etc.
Pocas veces he leído una crítica negativa tuya que sea balanceada, y que rescate algún aspecto positivo de la película. Siempre con tu maniqueísmo pueril.
En fin, ahora Piñeiro ganó premios acá y probablemente dé la vuelta al mundo con la película, así que tu opinión no creo que cambie mucho.
M,
M,
ResponderEliminarsí, tenés razón, TODOS MIENTEN tiene una puesta en escena indiscutible y un catering inobjetable. Yo hablaba de cine.
Y ahora que sacó una mención del jurado, Piñeiro se volvió un genio y pronto el planeta estará rendido a tus pies. Una vez más tenés razón.
Todo lo que decís en los tres párrafos de tu "crítica" son boludeces. Esas son boludeces. Cero argumentos y mucha mierda encima de una película excelente y llena de frescura. ¿Qué tienen que ver la puesta en escena con el catering? La ironía enoja por su poca inteligencia, y te delata como un tipo tan ignorante que cree que la puesta en escena (que en esta película es impresionante) no tiene nada que ver con la calidad de una película. Releo las pocas líneas que dedicaste para describir las supuestas falencias de Todos mienten y tu demagogia, prepotencia y pésima redacción me provocan dolor de estómago. ¿Qué carajo es eso de esperanza blanca? ¿Delirabas mientras escribías esta obra genial de la crítica cinematográfica, vos? Mejor no me contestes, encontré este blog por una mala casualidad (enferma ver cada tipo que escribe tres líneas con ínfulas de genialidad y sin un solo argumento) y no pienso volver.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Mariana!
ResponderEliminarY saludos a los chicos.