Andrés Di Tella Y Cecilia Guerra en La otra.-radio.
por oac
La cosa es así: la Argentina tuvo finalmente su fiesta. Y Buenos Aires, ciudad, la que tiene el electorado más exigente y sofisticado del país, la que odian los blogueros antiporteños, la que gobierna Macri, fue el epicentro de la fiesta. Un día de estos hablamos de cómo la ciudad se transfigura en la fiesta o cómo se vuelve la ciudad toda una obra de arte. No podré olvidar la música de Piazzolla rebotando en el aire de la noche al final de los festejos.
Pero, ¿cuánto hace que acá no había una fiesta así? ¿La hubo alguna vez desde que tengo los pies en esta tierra? Lo más aproximado ni se le acerca: el mundial 78 y el mundial 86. Se trata de festejos, en comparación, unidimensionales. Creo que en la fiesta del bicentenario confluyen más dimensiones. Es tan abierto el texto desplegado por las multitudes en las calles en estos días que se presta a todo tipo de interpretaciones.
La corporación mediática se creía, hasta esta semana, guionista de los humores colectivos y el mismo martes a la mañana aún trataba de instalar como acontecimiento la "Deslumbrante Apertura del Teatro Colón". Sólo a la tarde del martes sacaron el pie de ese acelerador, cuando advirtieron que se trataba de sucesos inconmensurables y que el intento de que la Red Carpet de Mirtha, Ricky Fort y el Pepe Mujica esclipsara a la mayor concentración popular ocurrida en décadas en el país los iba a dejar en ridículo ante sus propios consumidores. Entonces los zócalos cambiaron la Red Carpet por el Festejo Histórico y al día siguiente emepezaron con los Ecos del Fervor Patriótico. No se podía ignorar la fiesta inaudita, entonces quisieron reapropiársela. A esta altura, las abusivas repeticiones de Fito cantando el Himno, el Chaqueño y la Sole en cadena por los canales de cable y la acelerada canonización de Dicky James parecen perseguir el efecto de saturar por aburrimiento. Las imágenes eran descalabrantes en el momento en que ocurrían y esto porque apenas unos días antes no se habían vislumbrado. El manoseo mediático de estos días las termina transformando en nuevas estampitas patrióticas.
La corporación siempre se jacta de "conectar" con los humores de la "gente" (aunque lo que han querido hacer en estos años es diseñar esos humores). Hemos estado sometidos a un experimento orange clockwork de caos vehicular, no se puede salir a la calle porque te matan, la Argentina al borde de la disolución, ya se oyen las aspas del helicótpero, etc. Bueno: la irrupción inesperada de la fiesta popular hizo caducar ese monodiscurso (que aún se seguía esgrimiendo cuando Litto Nebbia tocaba para 300.000 personas el viernes a la noche). Ahí están las pelotudeces del exitoso Jorge Lanata, las guarangadas del crispado Pepe Eliaschev, la canchereada de Barcelona como testimonio patético del clima de época que se desplomó en cinco noches.
En Perfil de hoy, el exitoso creador de Crítica que la semana pasada vaticinaba que el Bicentenario no le importa a nadie, tras emprender una ardua investigación publica dos revelaciones sorprendentes:
- "Calculadora y mapa en mano, me dediqué a hacer la cuenta: no cerraba. Tres millones sólo entran si están a cococho unos de otros. Esta vez, el cálculo policial de millón y medio parecía el más ajustado a lo real".
- "Quien convocó al acto fue la Argentina: ni el Estado nacional, ni el provincial, ni el municipal. Convocó la Nación."
Ahora los intérpretes del oráculo popular han salido a ponerle palabras a ese pueblo que creen que no sabe hablar: dicen que el pueblo indicó que está cansado de confrontaciones, que el pueblo pide que se terminen los conflictos, que dejen de molestar a los pobres chicos, Felipe y Marcela, que el senado no apruebe el matrimonio gay, que bajen las retenciones, que le respeten al monopolio los derechos adquiridos, que nada de los que deba ser del estado permanezca en manos del estado, que se achique el gasto público, que se le pidan consejos al FMI, que los derechos humanos sean para la gente y no para los delincuentes. Es decir: la multitud llenó las calles para decirle a los Kirchner que se dejen de joder.
Pero bueno, la celebración estuvo extraordinaria. No recuerdo otra igual en la ciudad.
El asunto es que yo... ¡no fui ninguna de las noches!
Estaba enfrascado en la edición del número 23 de revista La otra y lo vi por TV. Cecilia Microplancton me mandaba mensajes de texto dando por sentado que yo estaba ahí. Y yo, por una vez en mi vida, no estaba ahí sino acá. Y miraba de reojo. En eso veo la carroza de la industria con el Siam Di Tella y la heladera Siam. Y me acuerdo, de qué otro, de mi estimado Andrés Di Tella. Andrés viene explayando la cuestión de la Patria en todos sus sutiles recovecos a través de sus últimas películas: La televisión y yo, Fotografías y En el país del diablo, entrelazando su historia personal con la colectiva. El miércoles Andrés escribe esto en su blog.
Así que me parece que lo mejor para seguir pensando en esta cuestión patriótica es invitar a charlar a Andrés Fotografías y a Cecilia Microplancton al programa de esta noche.
A la medianoche en La Tribu. 88,7. www.fmlatribu.com
yo tambien ví todo por TV, PERO LO VÍ Y RECIBÍ UN FUERTE IMPACTO, que hizo que me ocupara de la parte teatral, que es lo que yo conozco, en la cual estaba metida lo de Di Tella, de quien creo que no me falta ver ninguna película.Voy a sintonizar ese programa, seguro.Eso lo hago cómodamente desde mi casa y no me pone en situaciones violentas por mi salud. Hay que poder ser menos narcisista y saber que uno debe optar a veces en la vida.martha
ResponderEliminarlA cARRIÓ SALIÓ DE SU CUEVA DESPUÉS DE VARIOS DÍAS EN QUE ESTUVO ENCERRADA. Se paseó por los medios . Uno de ellos le preguntó qué le parecieron los festejos. "Lindos"- con sonrisa amarga- Y...la gente cuando está en crisis sale a la calle".
ResponderEliminarDesde 6-7-8 le contestaron: 2¡ lA GENTE CUANDO ESTÁ EN CRISIS DESTRUYE! ( o UN TÉRMINO EQUIVALENTE)
Ahora es el turno de la descalificación <. Sabés todo lo que se podía haber hecho con esa plata? ( Comerciante de la zona de oNCE). mARTHA
Esta clarísimo: la gente (tres millones mínimo) concurrió para apoyar al gobierno de Cristina.
ResponderEliminarTodavía no entiendo como algunos se niegan a ver algo tan evidente.
Lo bueno es que empezamos con tres lucas con los fans de facebook de 678, despues treinta mil apoyando la ley de medios y ahora tres palos diciendole a Cristina que profundice el modelo.
Artemio ya habla de una primera vuelta "cómoda".
Ojala no le pifie como la vez pasada.
(dos semanitas antes de las elecciones)http://rambletamble.blogspot.com/2009/06/informa-radio-rebelde.html
(mientras contaban los votos!!!)
http://rambletamble.blogspot.com/2009/06/bs-as-20-padron-1345-horas.html
Lo que pasó es por un mandato que tenemos incorporado en la sangre.Es como tu propio cumpleaños que no lo querés festejar y siempre termina pasando algo como para que no te hagás el distraído. A mí me pasó el mismo jueves,sentía que era algo trascendente,durante trece años hice de French,de vendedor de empanadas,de negro vendedor de velas,de Saavedra porque era de los más altos de 1º superior, de payador,de cantor en la fiesta de la plaza. Era como si toda la vida me hubiera preparado para esto.
ResponderEliminarHasta de la colimba me dieron la baja después de dos años y volé corriendo con mis compañeros a tomar el tren hacia la capital.Era 25 y había música y asados por todos lados como si nos festejaran a nosotros.
Yo no podía faltar, había cuatro días como en España, había música de ascensor en la mayoría de los casos y demasiado chori al paso para mi gusto,mucho micrófono y demasiado escenario central para mi gusto,demasiados figurones para mi gusto,pero muchas fiestas mayas habían tenido un chocolate aguado y medialunas de ayer, pero hubo otros que todo lo contrario y la verdad que siempre me gustaron igual.
No podía faltar a la cita con la única oportunidad histórica de encontrarme con todos mis personajes queridos.Todo lo demás me suena a hojarasca.
Lo que no se tragan los que hace dos años apostaban a la caída de Cristina es que para esta alturase imaginaban una transición a cargo de Cobos y esta vez se encontraron con la movilizacion mas grande de la historia argentina. Las elecciones son las elecciones y eso va a ser dentro de un año y medio, pero lo de esta semana fue una satisfacción inmensa para los que no nos prendimos a la prédica de los que esperaban la salida en helicóptero y los que decían que para gobernar hay que arreglar con Clarín, el FMI y la Sociedad Rural. Por más que le duela a los gorilas el artífice de esta fiesta es el gobierno de Cristina. La fiesta que haría Macri se vio el lunes en el Colón, y las fiestas de Duhalde y los radicales ya las vimos en el 2001 en plaza de mayo y el 2002 en puente Pueyrredon.
ResponderEliminarLos contreras como Pitrol solamente pueden sangra por la herida, pero Cristina sigue dando pelea y está dando vuelta el resultado.
Vamos Cristina!
A mi me paso algo raro.
ResponderEliminarNo soy muy afecto a las manifestaciones multitudinarias, desde que me regalaron 3 horas antes del partido, una popular para la final Argentina Holanda, que iba a ver por tv.
Fue un experiencia extraña, fue la única vez que fui solo a una cancha, y justo qué partido.
Después del empate de Holanda, todos en la popu pensábamos que nos pasaban por arriba, cuando terminó el partido y la gente salió de su incredulidad, apareció lo peor de los argentinos "les rompimos el orto" " somos los mejores" una soberbia, un asco, y yo, que a pesar de mis 21 años sabía lo que pasaba en ese país, volví solo, en silencio, caminando mirando el piso, entre los festejos desaforados, pensando "¿Qué carajo festejan? "
Me encerré en casa,ajeno, cerré las ventanas para no escuchar nada, y ahí me quedé, en un país atroz.
Cuanta diferencia con esto que pasó este fin de semana largo.
Me pareció el festejo más genuino de nuestra historia,
sólo la alegría de ser,
mal que les pese a unos, cada vez menos
saludos
luis
Hugo A:
ResponderEliminaryo también me acuerdo de escenas de la infancia similares a la tuya, aunque lamentablemente no tengo registro de esos "música y asados por todos lados". Es más, no tengo ningún recuerdo no solo del 25 de mayo sino de ninguna otra fecha donde la gente se haya volcado en la calle con la alegría de esta vez. Los mundiales mueven mucha gente pero a diferencia de Barcelona no recuerdo que en el mundial 86 se sintiera una emoción tan profunda. Y las fechas patrias que me acuerdo siempre fueron fin de semanas largos para tirarse panza arriba. Y las celebraciones oficiales siempre fueron milicas, protocolares y vacía de héroes de carne y hueso, siempre nos mostraron estampitas de próceres de dos dimensiones, como de papel. Este 25 yo vi a artistas populares moviendo las fibras de millones, no se cuales son los figurones que mencionas. No estaba la Legrand ni Bergoglio, estaban cantantes que desde hace años se ganaron el cariño del pueblo gracias a canciones. ¿Cuáles figurones? Figurones eran la señorita directora recitando un discursito escrito sin vida. Lo de esta semana es la vida en las calles. Creo que es mucho más que los recuerdos del chocolate en la escuela, es algo que también pertenece al presente y al futuro. Y eso es un mérito de los que organizaron esta fiesta, que no es la Nación como dice Lanata, para disimular la pifiada de la semana anterior. Fue una fiesta del tiempo presente, lo demás es hojarasca. Saludos
Por mi parte suscribo ampliamente lo que dice Layla. Y agrego que mucha gente de la que estaba simplemente encantada y laxa , por momentos, no era de acá: eran de las provincias. Aquí tenemos una vocación clasemediera que me da cada día más repugnancia. las tales fiestas mayas siempre fueron de yeso y la prueba es que nuestra única rebelión- yo era bastante varonera- era cantar mal las canciones patrias como modo de tirar la bronca. Además tener que levanrte temprano, ponerte el guardapolvo almidonado, por entonces, justo el día de tu cumpleaños, no digo que fuera traumatizante ¡ Pero era un plomazo! AZULUNALA DEL COLOR DELCIEEELO!!
ResponderEliminarHoy la versión de Huellas del siglo, no me satisfizo del todo porque no investigó del todo y el final fué explicado por Oliván.
ResponderEliminarEn las casa pequeño burguesas - radicales - y desconfiadas del sospechoso coronel en ascenso, se donaba también el dinero que se podía en ese pueblito de Río Negro con el nombre de un gENERAL GENOCIDA. En respuesta a la donación se recibía una gran tarjeta con la firma de "ese Coronel" y una foto, que nadie se animó a destruir. Esa gente fue la que luego, votó a la Unión Democrática.
Los contreras del pueblo- los contras serían años después los nicaraguenses- repetían una copla medio infame que decía:
"Perón,Evita/ adónde está la guita/ que San Juan la necesita"