Acerca de Francia
por oac
Francia es un pequeño milagro.
El de un varón agobiado por su (mal entendida) fama de recio que resulta capaz de soltar ese lastre y se reinventa a sí mismo, ya no como varón, ahora como hombre.
Puedo estar hablando de Carlos, el protagonista de la película. Pero en realidad me refiero a Israel Adrián Caetano, el director. Este muchacho casi que inventó el nuevo argentino, cuando irrumpió a mediados de los 90 con Pizza, Birra, Faso, algo que nadie esperaba. Llegó con un discurso de cinefilia viril, de clasicismo programático que en seguida gran parte de los críticos compraron. Y esa dureza impostada, que se justificaba para darse ánimos a la altura de una primera película tan extemporánea, y que funcionó incluso mejor en Bolivia, se terminó por volver una mochila pesada para el autor prematuro (esa especie de desorden afectivo que puede arruinar a un cineasta incipiente). Caetano se fue volviendo un calco de sus declaraciones y creyó que lo suyo era el cine de género, una cierta adustez hawksfordiana difícil de creer a la altura de Un oso rojo.
Un cine macho quiso ser. Jactancia de testosterona. Muchos críticos festejaron incluso cuando esa impostura se volvió farsesca en un programa de tv ambientado en la cárcel de hombres y producido por Tinelli. No me acuerdo el nombre, pero qué feo era.
Escribo todo esto a las apuradas porque acabo de ver Francia, la última película de Caetano, que se estrena hoy en Buenos Aires, con el protagónico de Natalia Oreiro. Y estoy contento, porque el hombre se ha reinventado como cineasta mediante un gesto de desprendimiento: se desprendió de sí mismo, de su pretendida virilidad, de lo que él decìa del cine y de lo que los demás decían de él.
El milagro parece haberlo logrado con la ayuda de Milagros, su hija, es decir: con la ayuda de una mujer. El varón de Francia no es recio, es un pibe agobiado por la adultez, porque tuvo que hacerse hombre sin serlo todavía. Caetano se distancia del duro mirándose con ojos de mujer: la nena le dice al papá: sos malo, malo. Pero qué va a ser malo. La cámara se vuelve ligera, juguetona, sentimental, femenina. Abandona las veleidades del neo-clasicismo, se anima a ser moderno e incluso algo más incierto.
Grandes aciertos: Natalia Oreiro es extraordinaria, la gran actriz de comedia del Río de la Plata (je). Y el muchacho, el varón agobiado, Lautaro Delgado, es para mí una gran revelación, da el exacto tono de fragilidad potente que Caetano necesitaba. Y la nena, la hija, por supuesto, que podemos sospechar que tiene mucho que ver con el concepto del film.
Creo que hay mucho por decir todavía: por ejemplo, la subtrama del psicólogo policía encarnado por Daniel Valenzuela, un actor emblemático del NCA; de la perfección del elenco que incluye a Mónica Ayos, Violeta Urtizberea, Susana Pampin y Lola Berthet, un sorprendente team femenino para un director de hombres; de la posibilidad de releer todo el cine de Caetano en términos de géneros (masculino/femenino). Podría, pero es que acabo de verla y quería dejar estampada las primeras impresiones, antes de leer nada y antes de pensar más.
La película se estrena en medio de la bambolla mundialista y no convendría que pase desapercibida. Es muy buena, vayan a verla y después la seguimos.
por oac
Francia es un pequeño milagro.
El de un varón agobiado por su (mal entendida) fama de recio que resulta capaz de soltar ese lastre y se reinventa a sí mismo, ya no como varón, ahora como hombre.
Puedo estar hablando de Carlos, el protagonista de la película. Pero en realidad me refiero a Israel Adrián Caetano, el director. Este muchacho casi que inventó el nuevo argentino, cuando irrumpió a mediados de los 90 con Pizza, Birra, Faso, algo que nadie esperaba. Llegó con un discurso de cinefilia viril, de clasicismo programático que en seguida gran parte de los críticos compraron. Y esa dureza impostada, que se justificaba para darse ánimos a la altura de una primera película tan extemporánea, y que funcionó incluso mejor en Bolivia, se terminó por volver una mochila pesada para el autor prematuro (esa especie de desorden afectivo que puede arruinar a un cineasta incipiente). Caetano se fue volviendo un calco de sus declaraciones y creyó que lo suyo era el cine de género, una cierta adustez hawksfordiana difícil de creer a la altura de Un oso rojo.
Un cine macho quiso ser. Jactancia de testosterona. Muchos críticos festejaron incluso cuando esa impostura se volvió farsesca en un programa de tv ambientado en la cárcel de hombres y producido por Tinelli. No me acuerdo el nombre, pero qué feo era.
Escribo todo esto a las apuradas porque acabo de ver Francia, la última película de Caetano, que se estrena hoy en Buenos Aires, con el protagónico de Natalia Oreiro. Y estoy contento, porque el hombre se ha reinventado como cineasta mediante un gesto de desprendimiento: se desprendió de sí mismo, de su pretendida virilidad, de lo que él decìa del cine y de lo que los demás decían de él.
El milagro parece haberlo logrado con la ayuda de Milagros, su hija, es decir: con la ayuda de una mujer. El varón de Francia no es recio, es un pibe agobiado por la adultez, porque tuvo que hacerse hombre sin serlo todavía. Caetano se distancia del duro mirándose con ojos de mujer: la nena le dice al papá: sos malo, malo. Pero qué va a ser malo. La cámara se vuelve ligera, juguetona, sentimental, femenina. Abandona las veleidades del neo-clasicismo, se anima a ser moderno e incluso algo más incierto.
Grandes aciertos: Natalia Oreiro es extraordinaria, la gran actriz de comedia del Río de la Plata (je). Y el muchacho, el varón agobiado, Lautaro Delgado, es para mí una gran revelación, da el exacto tono de fragilidad potente que Caetano necesitaba. Y la nena, la hija, por supuesto, que podemos sospechar que tiene mucho que ver con el concepto del film.
Creo que hay mucho por decir todavía: por ejemplo, la subtrama del psicólogo policía encarnado por Daniel Valenzuela, un actor emblemático del NCA; de la perfección del elenco que incluye a Mónica Ayos, Violeta Urtizberea, Susana Pampin y Lola Berthet, un sorprendente team femenino para un director de hombres; de la posibilidad de releer todo el cine de Caetano en términos de géneros (masculino/femenino). Podría, pero es que acabo de verla y quería dejar estampada las primeras impresiones, antes de leer nada y antes de pensar más.
La película se estrena en medio de la bambolla mundialista y no convendría que pase desapercibida. Es muy buena, vayan a verla y después la seguimos.
bueno iré y la seguimosa acá y en la radio. Solo voy a disentir en algo; Tumberos no era feo y fue bastante renovador en la ficción televisiva, más alla de que lo haya producido Tinelli ( era el tipo de programa que Tinnelli hacia para sacara chapa de culto) Caetano se cagó en ello y produjo ( como en su moento Okupas, de Stagnaro- también producción de Tinelli) un revuelo bastante inusual en el medio ficcional televisivo, con busquedas estéticas muuy persoanles y hasat diría del cine moderno. ( había que verlo todo para ver hasta dónde Caetano retorcio los convecionalismos televisivos, e incluso el mentando realismo sucio que se le adjudicaba. Cómo daba vuletas las nociones de heroismo de los personajes y también las de machismo ( inolvidable pareja Pauls- Urdapiulleta). Y lo mismo digo en referenica a otro produccion de Caetano para Tv ( estab vez creo que la producia Ortega): Disputas, en donde sí se dio el lujo de hacer de cada capítulo un ejercicio de género sin perder unidad. Eso HOY en la tele no existe. Las producciones POLKa más digeribles, es decir los unitarios, no se permiten ni se permitieron nunca tanto juego como las filmadas y firmadas por Caetano. Reivindico absolutamnet el Caetano televisivo.
ResponderEliminarTengo muchas gnas de ver Francia por dos cosas: una por Oreiro, que es sí la comediante rioplatense que está hace tiempo buscando un director de cine que la eleva a la categoria de estrella hermosa del humor y del sensibilidad. Parece que acá lo logró, segun todos los críticos. Y depùes quiero verla porque la pelicula divide aguas: unos ( ya sabemos quienes) la acusan de pelicula "kirchnerista" lo cual hace que se mecen cabellos y barbas y peladas. Caetano dice que es un pelicula peronista. Y muchos no se bancaron, parece, que el personaje de Oreiro se llame Cristina. Y por otro parte (Sin esa lectura gorila), me extraño que Monteagudo le haya pegado bastante en Pagina 12 de hoy.
Pd: vi finalmente la excelente pelicula palestina La sal de éste mar, de Annmarie Jair, que pasaron ayerpor I-sat. COmo la vuelvan a repetir el sabado a la madrugada ( domingo ya) mañana te mando un post referente.
Y viva la selección!
he dicho
Me quedé pensando, qué poca estrategia estranar en pelno Mundial. Hay que ir este fin de semana de arranque para que no se hunda ( y encima le pegan en Página y Clarín con el troglodita del Dr. Scholtz medio que la ningunea.
ResponderEliminarAle R.
ResponderEliminarBueno, puede ser que los programas de Caetano provocaran revuelo, fueran personales, que diera vuelta las nociones de heroísmo y aún así fueran horribles. A mí Tumberos me pareció horrible. La otra no la vi. Y digamos que los programas de tv se benefician por algunas ventajas: uno mira tele con expectativas muy bajas; yo me conformo con poco, distraerme, pasar el rato, algo que te llame la atención sin ofenderte. Por otro lado, uno mira los programas una vez, a veces ni siquiera enteros, difícilmente resistan una segunda visión, entonces uno se queda con una marca en la memoria que no tiene necesidad de corroborar con más miradas. Como espectadores de tv somos impresionistas y fluctuantes. Por eso no podría sostener en el tiempo una discusión sobre un programa que aquella vez me pareció muy feo y que seguramente jamás volveré a ver.
En cuanto la interpretación sobre el kirchnerismo de Francia, es sencillamente un disparrate, producto de una mente desquiciada. Todo cine es político y Francia (como Carancho) lo son en sentido estricto, ahora es ridículo reducirlos a una coyuntura. El disparatado Quintín también dijo que La Tigra Chaco mostraba el paraíso kirchnerista porque el pibe se iba a pasar un verano a un pueblito del interior, se enamoraba y la gente del pueblo era encantadora. Como el padre del pibe era camionero, Q dijo que probablemente la película fuera moyanista... El ciclo vital de una película es siempre mucho más extenso que el de una determinada coyuntura, no vale la pena siquiera discutir esas tonterías.
Yo leí críticas muy dispares sobre la película después de escribir lo de esta mañana. Me parece que Caetano desorienta porque no hay un consenso establecido acerca de este giro que le da a su obra. Si hubiese hecho una película "de género", lo que habitualmente se espera de él, el 90 % de los comentarios hablarían de "la maestría de IAC para manejar el noir" o frases por el estilo. Ya se sabe: Martel es cerebral, Haneke es cruel y Cameron nos hace volver a la infancia. Pero si uno de esos que ya está catalogado de una manera descoloca con un giro inesperado, no hay un consenso preparado y cada uno se agarra de lo que puede. Pienso en Soñar Soñar de Favio, en Moloch de Sokurov: producen desconcierto. Muchos años después todos empiezan a reconocer que Soñar es uno de los mejores Favios, pero en su momento lo destrozaron. Quizá ese sea el destino que le espera a Francia.
ALGUNOS CRÍTICOS QUE creen ser los padres de la criatura, se enojan cuando los realizadores, a los que les había marcado su destino, toman vida propia y hacen lo que les canta.
ResponderEliminarCaetano desde muy joven hizo lo que le cantó, de una manera sobresaliente en TV y en cine. Aunque se equivocara ...para los que no saben evaluar en su contexto histórico a una película argentina. Cuando hizo lo de la Mansión Seré replicó a sus críticos que sus padres negaron la dictadura militar , o sea que no tuvo mucho conocimiento directo ( igual el fragmento de la fuga es maravilloso)
Si algo sabe tambien, es realizar casting así que lo de la uruguayita no debería asombrar: ésta se ha fogueado en novela y en cine comercial. Como Lola Berthet , hace rato que tiene el reconocimiento del público. El crítico va siempre a la zaga del público que ya dió su veredicto.
Lo dijo Dolina al recibir hace pocos años un premio REVELACION!!, CUANDO EL YA ESTABA- DIJO- PARA LAS VELACIONES. ja!
Martha
ehhh ¿por qué se llama Francia??
ResponderEliminarY por qué le habrán puesto cabaios?
ResponderEliminarHay que ver la película para enterarse...
Ji,ji!
ResponderEliminarAyJuli! Para que vos preguntes, nena!
martha
Bueno,
ResponderEliminarNo se como haré..Mañana quiero ver Mdme, Bovary en la Lugones, Francia y La Niebla..dejare grabando la que comenta A.R....
Con respecto a Tumberos y a Disputas, las re banco!! realmente fueron de vanguardia para lo que había en la TV en su momento. Nunca olvidaré al "electric knife" de Mirtha Busnelli...menos de Urapilleta en tumberos.
Ayer vi Por tu culpa, muy buena . Una pelicula de atmòsferas..hace rato que en el cine no me sentia tan incómodo. Un desafio, para el mito de la maternidad . Increíble la actuación de Erica Rivas. Alguien la vio?? alguien se puso tan nervioso como yo en algunas escenas?..El poder policiaco enquistado en las instituciones medicas..La mirada perturbadora de los otros frente a situaciones en las cuales se pierde el eje. El dedito acusador.. Recordé mucho a La mujer sin Cabeza al salir del cine..el grandioso fuera de campo que simplemente te deja perturbado.
No se la pierdan.
Lukas
Luckas: tenía para ver la de Erika Rivas. Gracias por tu comentario.Saludos: Martha
ResponderEliminarLucas; Bien por bancar a Tumberos y Disputas! Acabo de ver Francia, y los comentarios me los reservo para mañana a la noche. Pero creo que incluoso tiene que ver más con Disputas y Tumberos que con su filmogrfía filmica. El domingo, tal vez profundice esta tesis.
ResponderEliminarA la sañida del cine estaba Emilio Bernini- de quien pueden leer el excelente artículo coescrito con Silvia Silvia Schwarzböck sobre Cine y dictadura, en La otra N 23- que opina distinto que yo en unos puntos y otros coincide. Suspenso...).
Y vi la de Bernani, y si bien me gustó me dejo un poco gusto a poco. Es como una Martel de las reservas menores, me parece... De cualquier manera Erica Rivas la descose por donde se la mire.
Hiciste la gran pregunta con "por qué se llama Francia". aCABO DE VER LA PELÍCULA. eL QUE LLEGÓ TARDE A VERLA Y NO PRESTÓ ATENCIÓN A LAS MENCIONES QUE HUBO A fRANCIA, ES PROBABLE QUE LUEGO HAGA UN ESCÁNDALO A LA SALIDA DEL CINE: "qUÉ TIENE QUE VER FRANCIA" CHILLABA UNA SEÑORA RUBIA, COMO SI EN ELLO LE FUERA LA VIDA.
ResponderEliminaruN CRÍTICO POR LO MENOS SE QUEJÓ DE QUE cAETANO ABUSÓ DEL GRAN ANGULAR.
lA MAYORÍA DE LA Gente NO VA AL CINE PENSANDO EN EL GRAN ANGULAR. tAMPOCO VA PENSANDO EN cHEJOV, AUNQUE SI IENE ALGO MAS QUE VER. Porque si Caetano no lo leyó, por lo menos lo intuyó. Decir Francia es lo mismo que decir MOSCU- es la misma quimera inalcanzable, julieta, que despliega Chejov en TRES HERMANAS. Y ésto, que finalmente sí consiguen respecto de su presente, algunas cosas favorables tiene.
( Entonces Caetano cae en el conformismo?) Chejov era Kirchnerista? No hay que darle bola a los grasas!! Busquemos un interlocutos con por lo menos dos dedos de frente! martha
gracias por la respuesta, martha!! me gusta lo que decís.
ResponderEliminarun beso!