Tres casos clínicos
por oac
Polanski queda lejos. Quiero decir: él siempre será para mí el de sus primeras películas en blanco y negro, El cuchillo bajo el agua, Repulsión y Cul de sac, de un humor sombrío y sobrio, de una concentración dramática que podía definir el absurdo del mundo en pocos trazos, quizá beneficiado por esa pobreza del cine polaco de entonces, traducida en una textura áspera y noble. Quizá sólo los chinos sean hoy capaces de filmar como filmaban los polacos de los años 60.
Después Polanski entra en una meseta, y en seguida en una pendiente, suave al principio, con algún amago de ascenso: La danza de los vampiros, que tanto gustaba a mi primo Mariano, El bebé de Rosemary (arriba), Macbeth (abajo), Qué? (más abajo), Chinatown (arriba? tendría que volver a verla...), El inquilino (abajo). Hoy, parece mentira, Polanski es un señor mayor perseguido por sus faltas juveniles y eso le da a su persistencia un aire épico.
Pero El escritor oculto no guarda demasiada relación con aquel inicio. Y, si no fuera por la curiosidad de que su autor la filma en arresto domiciliario, quizá no habría despertado la simpatía de tanta gente, ni ganado el primer premio en Berlín. Básicamente se trata de una concepción vetusta del cine, sin que se filtre el menor rasgo de contemporaneidad. Polanski tiene pulso para engatusarnos con un guión increíblemente chapucero sin ofendernos por ello. La excusa del ghost writer que se adentra en los secretos de su biografiado, un Primer Ministro inglés sospechado con motivos valederos, está planteada de una manera increíblemente tosca. El ghost writer la va de investigador y descubre los chanchullos de un estadista corrupto revolviendo en cajas de zapatos y googleando los nombres de sus asitentes. La trama no resiste mayores análisis, así que la intriga consiste en advertir cómo hace Polanski para que todo no se caiga a pedazos. Hay que decir que su destreza lo redime sólo en parte, ya que él es también el autor del guión, en colaboración con el escritor Robert Harris (autor de la novela original).
Pero la eficacia de Polanski radica en el clima melancólico y brumoso del espacio en el que se desarrolla la película: unas playas invernales que pretenden ser las de Massachusetts, en las que dan ganas de pasarse unos días. Los actores (Ewan McGregor, Pierce Brosnan, James Belushi, Olivia Williams) están discretos y simulan algún relieve donde en realidad no hay casi nada. Pese a este carácter decididamente menor, El escritor oculto se ve con cierto agrado con la condición de que se la olvide una vez terminada.
El caso de Haneke es distinto: ¿habrá sido alguna vez un buen cineasta? Si me pongo a hacer memoria, la única película que logro rescatar es La pianista; y no estoy seguro de que no sea un mérito de Isabelle Huppert, la única actriz capaz de encarnar a mujeres rematadamente locas con una economía de recursos que da miedo. ¿Hay Haneke más allá de Huppert? Me hablan de películas que no vi y que no sé si veré: Code Inconnu, 71 Fragmente einer Chronologie des Zufalls... Quizá las vea. Pero ni Caché ni La cinta blanca me merecen el menor interés. Todo lo que en Caché es enfáticamente admonitorio, en La cinta blanca se torna de una trivialidad ofensiva para la inteligencia del espectador. La frialdad que le atribuye la crítica más benévola consiste en realidad en falta de vitalidad: es un cine que nace muerto por sus pretensiones de "importancia". La tosquedad conceptual con la que Haneke pretende poner en escena una genealogía del nazismo, que atribuye a la represión sexual de una comunidad pietista de antes de la Primera Guerra, es decorada por alardes fotográficos y sazonada con una crueldad inyectada arbitrariamente. La maldad congénita de la colectividad que retrata (con la sola excepción de un angélico maestro, que es quien nos anuncia que estas calamidades searán antecedentes de lo que Alemania va a vivir más adelante) sólo puede atribuirse al deseo de Haneke de pasar por un artista terrible. En realidad, sólo logra ser terriblemente mediocre. Hasta es posible que El secreto de sus ojos mereciera el Oscar que muchos lo hubieran dado a La cinta blanca.
El tercero de este trío de europeos que en este momento se muestran en carteleras porteñas es Bruno Dumont. De Hadewijch ayer publicamos una elogioso comentario firmado por Eduardo Benitez; también Roger Koza y Alejandro Ricagno han encomiado esta película. No puedo compartir ese entusiasmo. No encuentro el menor rastro de religiosidad en Hadewijch. Todo resulta grave hasta la solemnidad más hueca. La chica que presuntamente está imbuida de una fe extrema parece más bien una tonta caprichosa e histérica alejada de cualquier espiritualidad. Ella declama una fe y Dumont hace que le cree. Que su impostado rigorismo desemboque en su participación en un acto terrorista de un grupo islámico sólo muestra que Dumont es capaz de quitarle todo espesor tanto a la política como a la religión. Dicen que Dumont se enoja si le nombran a Bresson. Ante este deslucido intento de bressonianismo para principiantes, atiborrado de notas al pie de teología explicada, yo que él no me enojaría, me pondría colorado.
Dumont en el Bafici apareció a hablar con el público después de la proyección de Hadewijch. Una chica estaba muy conmovida por la religiosidad de la protagonista. Dumont respondió, el caradura, que su única religión es el cine.
Bueno todavía reponiéndome de nanas varias, y esperando para vacunarme de la gripe A, abro el blog y veo que ya da para discutir. Sigo defendiendo Hedjwich, incluso, y sobre todo, del propio Dumont( cuya mejor : La vie de JESUS,PERO ESTA SE LE ACERCA y mucho como cneasta, MALGREE LA CINTA BLANCA, que sí. Creo que con Dumont pasa lo mismo que con Serra, escucharla hablar sobre su cine, te aleja de su cine.
ResponderEliminaren esto coincido en parte con Oscar: es un film un tanto inflado y cruel al pedo, pero por cierto mejor que la de Campanella.Creo que con Dumont pasa lo mismo que con Serra, escucharla hablar sobre su cine, te aleja de su cine.
Por favor Oscar! no vas a comparar al secrto de sus ojos con La cinet Blanca! O sí, compará si queres, pero que tu furia repentina antihaneke ( que no te conocia) no te haga decir que Campanella es mejor cineasta. Te diría que revises El séptimo continente, Benny 's Video, 71 fragmentos de una cronlogia del azar, las dos Funny games, Code inconnu, y vuelvas a ver Caché. Todas esas superan con creces a la Cinta Blanca y al cualquier pelicula de Campanella. Y en mi opinion también algunas de ellas a La pianista, que es una de las que menos me interesa, su pelicula más litearia si quereés. Con más tiempo explicaré por qué. Me parece, es una opinion, una intuición, que estás demasiado bressoniano en estos dias. Y medís desde ahí: claro, no es un mal lugar desde donde medir.Ppero también es peligroso, porque los genios ( y Bresson como Pasolini lo son, aunque no todo su obra me llegue de igual modo, o del modo que te llega a vos) la cercania de lo obra de los genios, a veces nos exige que le exijamos a otros esa genialidad. Ni Haneke ni Dumont Ni Polanski me parecen genios del cine, me parecen sí buenos cineastas que han hecho obras singulares con altibajos.Más unos que otros. Polanski se ha venido abajo ultimamente, sí. Pero el pianista, por ejemplo sobre todo en su hora final se acerca mucho a aquella "angustia polaca" casi a lo bruno schultz, que desilaban sus primeras obras. Y esa descalificaciíon a El inqilino no la entiendo. El inquilino es el mejor retrato artístico de la paranoia hecha jamás en cine. O tal vez comparable a El, de Buñuel.
No he visto El escritr fantasma aún. Pero me suena, por lo que leí, a uno de los mayores errores de Polanski: Busqueda Frenética, aquel intento hitchcokeano que le salía mal.
saludos-
que cagada me perdí a Di tella en la radio.
Ale:
ResponderEliminarespero que te repongas del todo. Y sí, tuvimos finalmente la visita en el piso de andrés Di Tella y fue un lujo de invitado. El domingo que viene va a estar Franco Luciani, el armoniquista joven que pinta como el heredero de Hugo Dìaz.
En cuanto a nuestras discrepancias:
- reconozco cuánto les gusta a Roger, Eduardo y vos Hadjewitch. No puedo compartir ese gusto ni mínimamente. La película me parece un bluff y ya me lo parecía antes de que apareciera Dumont en el debate. Le dije a Willy cuando todavía estaban rodando los títulos finales: "chamuyero". Serra es arrogante y sus películas son excepcionales; no creo que sea el caso de Hadjewitch. Y no "estoy" bressoniano, soy bressoniano los 366 días del año bisiesto. La noción de religiosidad que maneja Dumont me parece banal. Está más cerca de Von Trier que de Bresson, a pesar de que cita a Mouchette y no a Dancing in the dark.
Haneke: dije que no vi las que no vi y concedo que puedan ser buenas. La cinta blanca me parece flojísima, pretenciosa, solemne, decorativa, simplificadora, pesada, cruel al pedo, con una escena al borde de la abyección. No digo que Campanella sea mejor como cineasta, digo que EL SECRETO DE SUS OJOS tiene al menos algunos aspectos rescatables y no encuentro NINGUNO en La cinta blanca.
Pero entre las tres que vi, yo hubiera premiado a AJAMI. Pero se sabe que yo nunca formaré parte de la Academia y la Academia difícilmente comparta mis preferencias.
te mando un abrazo
Hola, Oscar !
ResponderEliminarQué maravillosos ejemplos de cómo funciona la subjetividad (iba a decir el gusto personal, pero queda medio anacrónico).
El Escritor Oculto, que disfruté mucho, creo que recupera mucho del mejor Polanski, en especial esos entornos de dudosa urbanidad que encubren lo más siniestro (Repulsión, Rosemary, la gran - aquí me encuentro más cerca de Ricagno - El Inquilino).
Sólo que con un matiz: si anteriormente resultaba arduo discernir si la amenaza era efecto de la psiquis supurante del individuo o provenía de su afuera, ahora no caben dudas de que el miedo es consecuencia de las políticas que tiñen al mundo/tablero donde nos movemos.
En este sentido inclusive logra zafar de la solemnidad oscarizable de El Pianista.
Hay más: crece con ritmo pausado sin recurrir (¡bienvenido!) a la cámara espástica del 90% de los thriller actuales, observa un humor elegante y brutal, demuestra que no es necesario cerrar el plano sobre el personaje para generar un efecto de encierro o claustrofobia y, a mi humilde entender, incorpora brillantemente los adminículos tecnológicos en función de lo dramático y del suspense.
Por otra parte, de las películas que la Academia seleccionó me quedo con Un Profeta de Jacques Audiard, con Ajami sentí que la perniciosa tendencia argumental de films como Babel llegaba a Medio Oriente. Hace pocos días escribí algo en relación a esta cuestión.
Por suerte aparecen cosas como Jaffa, the Orange´s Clockwork de Eyal Sivan para contrarrestar un poco. Y a éstas sí que no las premian con un Oscar.
Abrazo.
La mejor por escándalo era La Teta Asustada, nunca voy a entender a los críticos, les atrofia el gusto ver tanto cine?
ResponderEliminarLa teta asustada no la vi, me asustó el título.
ResponderEliminarPero... ¿quiénes son los críticos? ¿Escribir sobre cine te hace formar parte del conjunto de "Los Críticos"? Detrás de ese dictamen sobre el gusto atrofiado hay un prejuicio insanable, como si todos los que escriben sobre cine fueran "críticos" y, al mismo tiempo, todos pensaran igua. Por último, parece, Inmanente, que tu gusto no está atrofiado y entonces podés distanciarte de "los críticos" y hablar en nombre del Buen Gusto.
Deberías utilizar otro procedimiento para discutir sobre cine. Escribir un renglón no necesariamente te hace más genuino que quien escribe 10 renglones o 10.000 renglones sobre una película.
pablot:
ResponderEliminarlo que se me escapa es lo siniestro en el film de Polanski. Sencillamente no lo encuentro, o no lo encuentro más que en cualquier discurso periodístico sobre la corrupción de los políticos. Que haya una conspiración y que haya algún muerto no hace aparecer lo siniestro. El tipo de asertos sobre "las políticas que tiñen el mundo/tablero" en el fondo no dicen más que "qué barbaridad, a dónde vamos a ir a parar". Para mí, no es eso lo que puede tomarse en serio en El escritor oculto. En realidad nada puede tomarse en serio en esta película: sólo se trata de volver a transitar por los viejos tópicos del doble discurso, las mujeres fatales, la vida oculta de los hombres públicos y los pactos que hay que hacer para ascender. ¿Dónde hay allí algo siniestro? Creo que Polanski se contenta con hacer transitable este brochette de lugares comunes. El tránsito es agradable sin exagerar. Lo mejor son los climas que logra con el espacio invernal de las playas solitarias; lo peor son los procedimientos de la investigación, sencillamente infantiles. Que una película sea agradable no me parece un mérito mayor. A menos que uno pretenda pasar un rato agradable. Un 5 sobre 10 le va muy bien a este Polanski engrillado.
Y en cuanto a la "paranoia" de El Inquilino, capto la intención de paranoia, lo que no capto es la maestría. En EL BEBE DE ROSEMARY el polaco lograba meternos en la mirada de la madre perseguida y convencernos de la conspiranoia indecidible. Creo que nunca logró superar esa performance.
Paranoia, lo que se dice paranoia, es lo que filma Scorsese a la altura de Taxi Driver: ahí hay política, religión, siniestro y todo lo que en otros casos se invoca vanamente.
Alguien puede decir que no todos tienen que ser geniales todo el tiempo. OK, entonces reservemos los superlativos para los casos que los puedan sostener y en el resto manejémonos con amable condescendencia. Es lo que propongo para el viejo Polanski.
Cuervo vos sos groso, te leo siempre y este es un blog de cabecera para mí, yo no puedo discutir de cine con vos por que sería como pretender jugar en una liga que está muy fuera de mis competencias, es como si pretendiera jugar al tenis con un profesional, pero mi ofuscamiento viene al comprobar que tanto background cultural a los críticos no les sirve más que para imponer muy elocuentemente sus caprichos e hipersubjetividades. Quizá la crítica misma sea un ejercicio narcisista e imposible. A mí de las 5 para el Oscar me parece que la peruana es tan superior que si viene un incontinente verbal a florearse con citas de autoridad para decirme que Ajami esto o Un Profeta lo otro me caliento mal, me resulta pasmoso advertir que tanto cine visto no les brinda ni la más mínima sensibilidad, mirala y después decime...un abrazo (estaría bueno que subieras los audios de La Tribu para poder hacer podcast)
ResponderEliminarInmanente.
ResponderEliminarprefiero que intercambiemos ideas de igual a igual, no yo como "grosso" o como parte de "Los Críticos" y vos como representante de los No-críticos. No creo que ese sea una buena base para discutir. Porque, te repito, por escribir mucho sobre cine eso no me hace miembro de una raza aparte ni me hace compartir ninguna sensibilidad con otros que tambièn escriben sobre cine. Ya ves que Eduardo, Roger y Ricagno elogian a Dumont, a pablot y a muchos otros les encanta este Polanski y a mí no. Entonces, ¿de dónde sacàs que todos los que vos llamás críticos piensan iguales? quizá yo pueda ver La Teta y pensar que es fabulosa o quizá piense que es una cagada, en cualquier caso no voy a estar hablando en nombre de los críticos, así como vos cuando decís que la película te encanta no estás hablando en nombre de la "Gente". Así que podemos intercambiar ideas sin formar parte de colectivos, hablando cada uno por sí mismo y por nadie más.
saludos
me voy a dar clases. Después leo el debate, pero a mí la de Haneke me gustó.
ResponderEliminarParece que les gustó a varios; pero también leí a otros que la aborrecen. Yo, aborrezco un par de escenas. Y en general me parece muy sobrevalorada.
ResponderEliminarLa posición de Haneke en este film me parece básicamente mentirosa, calculadora y el resultado cinematográfico paupérrimo (no hablo de la fotografía, obvio, sino de la cinematografía).
En fin, no sigo porque si no me embalo y va a ser peor.
Y me acordé de que Haneke le ganó a Tarantino y Almodóvar en Cannes 2009.
ResponderEliminarOohhh! The horror... the horror...
76 FRAGMENTOS BENNYS VIDEO EL SEPTIMPO CONTINENTE y CODE INCONNU ESTAN EN liberarte.
ResponderEliminarEn cuanto a los críticos contra La cinta blanca (de los que vale la pena leer digo)están Yañes Murillo y Sergio Wolf en esa lista ( buscar en otroscines.com)
Yo sigo sosteniendo que ". el problema radica justo alli: en su programaticidad. Es decir es cineasta de tesis. En la mayoria de las ocasiones su tesis y su obra se hacen una ( Code inconnu, benys video, Funny games dos versiones) sin imposición de una sobre otra. Es decir la tesis se imcluye en su obra y no la antecede. En otras. ciertamnete, puede tender hacia cierta sobreexposicion ( puede qud ello pase en Caché, trendría que reverla, pero en todo caso en esa pelicula en realidad lo que hace es ampliar cuetiones sobre el dispositivo cinematografico, sobre el observar, filmar, ser observado que ya estban presentes en su obra anterior. Quiero decir, más alla de las criticas a la burguesia francesa, la culpa hitórica sobre la cuestión argelina, también habia un diálogo con el espectador, con el rol de la palabra "espectador" en su acepción más amplia y con la propia obra anterior de Haneke, donde este punto es central . En la cinta balnca ese punto esta ausente, y la tesis del "huevo de la serpiente" pesa más, y se hace ampulosa y cruel por momentos. Pero aún así me parece una obra ztendible y discutible. Que merece verse mas de una vez. Hay puntos de fuga, dudas. Quiero decir la obra incomoda más alla de su tesis. En fin, : ¿una obra ampulosa desacredita toda la obra anterior de un cineasta?Pregunta abierta que no solo se remite al caso de Haneke, o de Polanski, o de Dumont.
Sigo reponiéndome. Saludos a todos, si estoy mejor paso el sabado o el domingo voy a la radio. Mientars tanto practico una revisión de Jen Pierre Mellvile chez moi.
Ah, me olvidaba: Caso El Inquilimo. la maestria en esa pelicula es ofrecer la paranoia en crescendo como Espectáculo. La escena del sucidio a repetición es magistral. Entre otras.
saludos a tutti cuanti
Oscar:
ResponderEliminarPaso de la agresión gratuita de Inmanente y de su furia ante el simple hecho de que yo prefiera una película por sobre “la mejor por escándalo”. Prefiero comentarte dónde percibo lo siniestro en El Escritor Oculto.
En los ruidos y gritos detrás de las paredes del cuarto donde alojan al protagonista, una habitación con una preciosa vista que contrasta con las roscas que desde allí se intuyen.
En las miradas que le echan al escritor sustituto los empleados asiáticos del ex Primer Ministro.
Pero, por sobre todo, en la secuencia del cóctel de presentación del libro. Desde el punto de vista de Ewan McGregor, atrás en el salón, descubrimos a los impunes villanos conversando animadamente: el ambiente es amable, al político muerto parecen perdonársele todos los pecados, el mal campea y emerge Lady Macbeth.
pablot:
ResponderEliminarcreo que las roscas políticas y el ambiente amable e hipócrita de la reunión al final no califican para "siniestros", a menos que devaluemos esa palabra para referirnos también a lo indignante, lo corrupto o a lo sospechoso. Que la alta política sea corrupta, sospechosa o indignante no es una gran novedad. Ese es otro lugar común que el amable Polanski se permite transitar.
saludos
Ale R.:
ResponderEliminarpara no desviar la discusión hacia lo que yo no afirmé, vale la pena volver al post: En ninguno de los tres casos se me ocurrió invalidar la obra completa de estos cineastas. Sólo plateé una pregunta sobre Haneke: "El caso de Haneke es distinto: ¿habrá sido alguna vez un buen cineasta?". Es sólo una pregunta y es la pregunta que yo me hago, después de haber aclarado que no las vi todas y que varios amigos me las recomiendan: Juanito, Roger y vos. Pero la pregunta no dejo de hacérmela: es el riesgo de escribir lo que me pregunto sin filtros, directamente al blog y sin hacer una afirmación sobre toda su obra. El dispositivo del blog no sólo me permite sino que me requiere que escriba así, sin esa prudencia. Lo que digo es que aún no comprendo muy bien el prestigio de Haneke.
Pero sí estoy seguro acerca de La cinta blanca; no soporto una segunda visión, no porque me incomoda sino porque me aburre profundamente su monodimensionalidad. Imposible que vuelva a verla. Hay otras dos posiciones muy críticas hacia La cinta blanca, que provienen de dos personas casi opuestas: Prividera y Porta Fouz coinciden en que se trata de una película pésima, palabras más, palabras menos.
Sobre Polanski dije lo que estimo sus primeras películas, así que no hubo una desacreditación global. De Dumont tampoco: vi dos, una me pareció más o menos interesante y la otra mas o menos descartable.
saludos
Hello! Realmente quisiera terciar en esta polémica pero me ciega el odio hacia Hanecke, aunque estoy segura de que él no empezó y no se propone molestarme para nada. Simplemente me empeño en descubrir la genialidad que presuntamente tiene y quedo ahí, tomada por la cólera. Después me sube la presión.
ResponderEliminarEste último film me pareció una mala imitación de los climas de un Bergman de antes.
Así que Hanecke no, incluso creo que corto aquí con él. Y acuerdo con oac que Isabelle Huppert hace creíble cualquier personaje por inverosímil que fuere. Y en cuanto a la última , no veo películas de algo tan demodée como las místicas, a esta altura de la soirée en que lo importante pasa por otros wines. Así que ...RIEN.
Ah! Polanski me decepcionó y no creo que tenga que ver con la edad. No parece un problema de neuronas agotadas . Parece más un tema de frío cálculo. Otro tipo que me decepciona y van...!
Y obviamente , el Oscar - suponiendo que es un honor- se lo merecía La teta asustada, que es una enfermedad. No hay que asustarse tanto de las tetas.
Martha
"No hay que asustarse tanto de las tetas"
ResponderEliminarJaja...!! ¡Genial, Martha!
yo ya lo dije varias veces y cada vez que leo sus mensajes, lo confirmo:
ResponderEliminarmartha es grosa.
a mí la de haneke me gustó... y mucho...
ResponderEliminarOscar, me gustaría saber cuál es la escena que aborrecés especialmente. Tal vez sea el ejercicio de sadismo del médico con su empleada. Una escena hija de puta, especialidad de Haneke: en todas sus películas hay dos o tres de ésas. Yo creo que hay algo profundamente hipócrita en este tipo de "denuncias": el tipo parece que gozara con el sufrimiento ajeno, y más lo parece cuando más levanta su dedo acusatorio. A mí es eso lo que me repugna de Haneke. De todas formas no lo calificaría de mediocre.
ResponderEliminarNicolás: la que vos decís está en esa línea, pero la que a mí me molestó más es la que muestra al chico discapacitado después de haber sido castigado. Algo completamente innecesario. ¿Opina Haneke que la humanidad es deleznable? Quizá. Pero él usa estas escenas para hacer su carrera de cineasta y conquistar un aura de artista terrible. Yo creo que ese tipo de aspiración deriva de un cálculo, no lo siento un artista desgarrado que da testimonio de lo terrible, sino que calcula sus efectos. Eso me lo hace aparecer mediocre.
ResponderEliminarsaludos
La falta de matices en La Cinta Blanca la convierten en una película mediocre. Por favor! Cada tres minutos cuarenta y siete segundos una atrocidad!!
ResponderEliminarLa crueldad se acumula tanto, pero tanto...Es un conglomerado de subrayados que no me logró conmover en lo más mínimo: directamente, no me la creí. En cierto momento, la película ya era graciosa de tan grotesca: apostaba en qué momento vendría la próxima desgracia...Es cierto lo de una especie de Bergman de mala calidad, que alguien comentó por ahí.
La película anterior de Haneke, Caché,en cambio, me había gustado mucho...así que estoy bajo los efectos de una fuerte decepción.
Ahora me queda ver Ajami y La teta asustada. Espero tener mejor suerte.
Bueno, estamos de acuerdo salvo en el calificativo. Hitchcock también calculaba sus efectos y eso no lo hacía mediocre. Mediocre me parece, pongamos, para seguir en la línea sádica, Gaspar Noé.
ResponderEliminarSaludos
Nicolás:
ResponderEliminarquizá se trata de ser simplemente más precisos en el lenguaje. Sabemos que Hitchcock calculaba, pero también que en ese cálculo no se agota este hombre, que hay algo previo al cálculo y que Hitchcock es único.
Inconmensurable con Haneke, quien sin ser Gaspar Noé está bastante más cerca de Noé que de Sir Alfred. Creo que eso también lo compartimos, no?
Entonces lo que hace falta es pensar cómo decir mejor esa diferencia evidente.
saludos
Serra un capo y Haneke un mediocre, el Diego tenia razón: muchachos van a hacer volar las lavadoras!.
ResponderEliminarYo creo que Haneke en sus primeras películas también dialoga con Hitchcock en su intención de trabajar con nuestro morbo y con el punto de vista. ( no así en la
ResponderEliminarcinta Blanca o La pianista, las que yo llamo sus peliculas más literarias) Ojo dije dialoga. No que esté a su altura. Aunque hasta altura, con todo el amor que le tengo, ya esté un poco podrido de la adoración incondicinal a Hitchcock, de parte de todo cinéfilo.
Comparar Haneke con Noé me parece demasiado. Aunque la primera de Noe no estaba mal ( un poco inflada, sí) Irreversible sçi me parece una cagada resuelta muy bien tecnicamente, nefasta en lo ideológico y en todo el resto. Esa sí me parece una pelicula de tesis trucha.
Si querés puede que vea un forzamiento similar en La cinta Blanca, pero menos efectista que en Noe.
Sigo sosteniendo que Haneke es un director más que interesante, y DE NINGUN MODO MEDIOCRE. Que una o dos películas de todo su filmografía sean un poco crues de más o de un esteticismo dela crueldad, no innvalida el resto / esto para Bruno milan. Por el resto Oscar, entendí lo que ssostenias en cuanto al escribir en los blogs y la inmediatez.
Ojo yo dije que está más cerca de GN que de AH, y creo que es bastante indiscutible.
ResponderEliminarY en cuanto a la adoración de los cinéfilos a AH, lo bien que hacen, quién podría no adorar al más grande cineasta de la historia?