Perro semihundido
(Francisco de Goya,
Pinturas negras, 1819-23)
por Liliana Piñeiro
De la pendiente surge una pequeña cabeza, el hocico alzado olfateando la ausencia. Pero ese vacío es enorme y vertical. Desprendido del cielo, el ocre avanza sobre el animal como cualquier tristeza.
Hay en la pintura una elocuencia de espacio, de color, de magnitud. Acaso la angustia sea justamente eso: una cuestión de proporciones.
tremendo!
ResponderEliminarTremendo Goya! Uno de mis artistas plásticos preferidos de mi más pequeña pequeñez- bue, los 14, cuando lo conocí-.
ResponderEliminarTotalmente. La angustia es una cuestiòn de proporciones...Me abrazo a mis perros y duermo...Ellos ven en esos tonos..Demasiada distancia al cielo...
ResponderEliminarlA HIPERSENSIBILIDAD DE LILIANA ES ADMIRABLE.
ResponderEliminarmARTHA
coincido con todos. tremendo, y admirables las palabras de liliana.
ResponderEliminarbesos.