Fortaleza y debilidad K

por oac

La notable fortaleza comparativa del proyecto K radica en la férrea sociedad construida entre dos dirigentes políticos con peso propio, como son Cristina y Néstor. No hay otra alianza como esta en la actualidad y vaya a saber uno cuándo hubo otra igual antes. Por separado ya tendrían condiciones superiores a cualquier otro dirigente del arco opositor o del peronismo risidente. Juntos son dinamita. Uno de los errores de diagnóstico del furibundo e impotente antikirhcnerismo consiste en no reconocer la naturaleza de la alianza política que gobierna el país desde 2003. Y, sin un buen diagnóstico, no hay forma de aconsejar un tratamiento eficaz. Por eso opositores y risidentes siempre sabrán qué hacer con los K en el poder (obstruir, cascotear, murmurar, guiñar el ojo, acatar a Magneto) y no sabrían qué hacer si los K no estuvieran.

Una opositora con dos dedos de frente (no con tres, tampoco la pavada) es Diana Maffía. Hace año y medio en La otra.-radio sostenía sin rubor la estupidez de que Cristina estaba sometida al poder de Néstor. Dijo que llegaba a esa conclusión leyendo los diarios. ¿Opinará Maffía ahora lo mismo? Puede ser, tampoco hay que ser tan optimista con la capacidad intelectual del adversario. La versión descerebrada del sentido común anti-K la representa Silvina Walger, un ser evidentemente deteriorado, que llega un poco tarde con su libelo escandaloso con el cuento de la mujer golpeada. Ya el mercado no está tan ávido de semejante narrativa, quizá un par de años atrás habría tenido más perspectivas de venta.

Cristina y Néstor juntos son demasiado para lo que tienen enfrente. Yo los prefiero así, como están ahora: Cristina ya demostró con creces inteligencia y agallas para gobernar; la vamos a extrañar cuando sea que fuera que termine su mandato. La derecha hasta se muestra nostálgica del período Néstor de la era K; y tiene razón: Cristina ha realizado las reformas más profundas y ha soportado los ataques más feroces de esa derecha. Néstor y Cristina son una sociedad política, pero cada uno tiene su especialidad. Néstor puede acompañar con un armado político en el berenjenal pejotista, un universo al que Cristina es algo ajena. Asís -creo- pone en boca de algún peronista risidente la frase "la guerra contra Clarín, con Néstor, habría durado dos meses y ya habrían arreglado". Si no es verdad, es verosímil. Por eso es mejor que Néstor negocie con el PJ, con la CGT, con los intendentes y los gobernadores, mientras Cristina se encarga de la Ley de medios, la Asignación Universal, la liquidación de las AFJP, el matrimonio igualitario, Papel Prensa, etc.

En la noche de ayer termina por quedar en evidencia el flanco más débil de esta alianza: la salud frágil de Néstor es un dato que hoy por hoy ningún análisis político puede dejar de lado. Por el lado de la derecha corporativa, que está bastante desalentada y desorientada entre apostar a Cobos, a Ricardito, a Macri, a Duhalde o al Lole (evaluando no tanto cuál puede ser más dócil a sus intereses, sino quién de ellos podría garantizar un mínimo de gobernabilidad tolerable), es claro que las mayores esperanzas de que se quiebre el proyecto K pasan más por las arterias de Néstor que por la solidez de una fórmula opositora. La operación a que fue sometido Kirchner habría desatado un tembladeral político si fuera cierto que él es el Jefe. Maffía cometió la torpeza de evocar el recuerdo de Isabel Perón cuando estuvo en La otra.-radio. Eso habla bastante mal de la perspicacia de una filósosfa con veleidades políticas. Los meses no han hecho más que ponerla en ridículo: Cristina tiene una calidad política que resulta incomparable con cualquier otro dirigente argentino, hombre o mujer, Néstor incluido. Igual, las usinas corporativas saben que tienen más chances si la sociedad entre Cristina y Néstor se debilita por motivos contingentes, como la salud de uno de ellos. Esa posibilidad no es un destino inexorable, pero es más factible que se quiebre por ese lado antes que el licuado opositor dé a luz un plan de gobierno y un líder político capaz de llevarlo a cabo. No habrá tembladeral, pero uno puede imagninarse que esta intervención quirúrgica va a disparar todo tipo de operaciones en el cuartel de Magneto. El sistema cardíaco de Néstor es para la derecha argentina un terreno más propicio que el sistema nervioso de Lole, Lilita o Mauricio.

Pero esta fragilidad debe ser un dato ineludible también para todos los que apuesten a una continuidad de la etapa K a partir del 2011. Néstor candidato puede estar muy instalado, incluso con chances crecientes de ganar ante cualquier rival opositor, pero Néstor presidente 2011 es alguien expuesto a nuevos episodios cardíacos que dejarían a un vicepresidente cualquiera en condiciones de vulnerabilidad política extrema. Si alguna duda me quedaba acerca de que Cristina es la mejor candidata a presidir el país para el próximo período, se me acaba de ir con la noticia de ayer. Definitivamente el compañero Néstor no parece estar ya para estos trotes. Hará falta sagacidad, aguante y nervios de acero, porque los embates van a seguir siendo duros. Y de todo eso a Cristina le sobra y a Néstor le faltan algunas cosas. La sorprendente capacidad de recuperación que los K exhibieron después de la derrota electoral del 28-J-09 se funda en la eficacia del actual esquema de poder. Cambiarlo en estas circunstancias sería ofrecer muchas chances a la derecha.

Y más allá de eso, hay que pensar que un proyecto político que es fuerte porque está dirigido por dos personas que se complementan tan bien, es por eso mismo débil en la medida en que todavía no hay un tercero que pueda proyectarse como relevo.