por Carmen Cuervo
Elegir algunos poemas de ella es difícil. Todos agregan nuevos rasgos de estilo, una sutileza, una manera de ser el mundo. Pero, bueno, veamos algunos...
Serenata para la tierra de uno
Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Para sembrarte de guitarra
para cuidarte en cada flor,
y odiar a los que te lastiman, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
La tierra donde uno nace y vive nunca es algo marginal. Cuando ella escribió esta canción, e incluso ahora, ser argentina es una cuestión rara. Ella, que quizás pudo vivir en París pero se quedó, expresa todas las contradicciones, las mismas que nosotros sentimos: el dolor,el amor, la música nativa, la rebeldía, la esperanza, el idioma castellano. Pero lo más inesperado para mí es que le abre lugar al odio para los que lastiman esta tierra. Una mujer, otra más de las grandes, defendiendo con dureza nuesto país.
Pero miren esto, qué extraño:
En el país de Nomeacuerdo
En el país de Nomeacuerdo
doy tres pasitos y me pierdo.
Un pasito para aquí,
no recuerdo si lo di.
Un pasito para allá,
¡Hay que miedo que me da!
Un pasito para atrás,
y no doy ninguno mas.
Porque ya, ya me olvidé
donde puse el otro pie.
No tener memoria es quedar desorientado, es perder la conciencia y estar inmóvil. Pero el poema es absurdo y gracioso. Creo que no es una alegoría. ¿Se trata de la memoria política o de la psicológica? Si uno no sabe dónde tiene sus pies, no puede más que sentir miedo. Si uno se lo toma seriamente, puede entrar al ritmo de este poemita chistoso en un estado de conciencia muy raro.
La noticia es que María Elena Walsh se murió.
La cigarra
Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí,
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.
Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez,
y seguí cantando.
Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás,
tantas noches pasarás
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.
El poema no se trata de alguien que vuelve del exilio o que soporta un fracaso, sino que describe que la cantante sobrevive a la muerte. Se desdobla y se mira a sí misma desconsoladamente muerta. Disculpen, pero yo de verdad quiero que sobrevivan los muertos. No su obra, sino ellos. ¿Cómo? La verdad que no lo sé...
Esta poeta tiene todos los recursos técnicos y de personalidad para ser una gran escritora. Pero dedica gran parte de su obra a los chicos. Y cuando, por ejemplo, describe cosas que no existen, el mundo se agranda. Tan poco común en los que les hablan a los chicos como en casi todos los que hablamos, ella no cierra sentidos sino que desarma y libera las cabecitas y las cabezotas. Del mundo que no existe pero que existe, me gustan mucho estos dos pajaritos de Zoo loco:
Un canario que ladra si está triste
que come cartulina en vez de alpiste,
que se pasea en coche
y toma sol de noche,
estoy casi seguro que no existe.
Un pajarito que se llama Blas,
que tiene pico largo y para atrás,
nadie lo ha visto aún
pues parece que es un
pajarito que no existió jamás.
Hermoso carmen!!! Yo te juro que no podria hoy analisar tan sensiblemente ninguno de sus textos. Hace horas que escribo, busco letras en internet, en mi bibliteca Los cuentopos de gulubú, escucho sus canciones en su voz inconfundible, y lloro lloro lloro y no puedo parar de llorar, y escribo, y borro, y la nota me sale triste. Y las letras se me vuelven "plaplas!
ResponderEliminarY es como si todos los recuerdos de mi infancia se hubiesen quedado huefanos, o solos como los castillos.
Y te juro carmen, que yo tembien quiero que sobreviban los muertos.
De cualquier modo, y en medio de esta tristeza de llovizna en el alma y en esta ciudad de Buenos Aires que ella tan bien cantó, soloqueda agradecer que ella haya existido. Y que sigam existiendo sus canciones.
Ami tambien me cuesta elegir temas o poemas.
Pero este, no muy conocido es de una generosidad tan grande que ella misma lo merece.
Se llama ·el buen modo" y es del disco homonimo
Tengo tanto que agradecer
al que me dio de beber
cuando de sed me moría.
Agua en jarro, gusto a pozo,
pero río caudaloso
me parecía.
Estos ojos no olvidarán
al que una vez me dio pan
cuando el hambre me afligía.
Miga dura, pan casero,
que trigal del mundo entero
me parecía.
Seas siempre bendito
por tu buen modo,
porque al darme poquito
me diste todo.
Antes que la muerte
me robe la ocasión
para corresponderte
aquí te mando mi corazón.
Hoy me acuerdo de aquel que ayer
se supo compadecer
cuando lágrimas vertía.
Era parco su consuelo,
pero Dios con un pañuelo
me parecía.
Nunca pude olvidarme yo
del que una vez me albergó
cuando techo no tenía.
Rancho pobre, catre chico,
pero caserón de rico
me parecía.
Si pueden bajanlo e inclúyanlo en el blog
ResponderEliminarestá en gooear. la version de ella es hermosa.
Conmovedora tu reseña, Carmen.
ResponderEliminarY aquí les mando el link del gran
poema "EVA", que subí a FB:
http://www.me.gov.ar/efeme/evaperon/eva.htm
Mi recuerdo especial es para LA CIGARRA porque lo cantábamos en plena dictadura y en pleno centro de Buenos Aires donde iban agrupaciones conocidas. La letra, para nosotros, tenía un significado acotado a ese momento pero puede leerse de otra manera.
ResponderEliminarGracias Carmencita
Martha
Muy buen post. Y el comentario de Ale R me encantó, lo copio y me lo llevo, para pasárselos a mis hijos, que han amanecido más de una vez con a levantarse dijo la rana y que han cantado cada una de sus canciones.
ResponderEliminarEntre mis preferidas, Rquiem para una ama de casa me parece una maravilla. Cada vez que termino con la cocina y apoyo prolijamente el repasador en la mesada, me acuerdo de esa canción.
Y la del jardinero, ay, qué linda. La de la polilla... Adivina adivinador, al este o al oete. Todas, para qué seguir. Hace dos años leí Fantasmas en el Parque, un libro delicioso. Ahí están su mirada y sus palabras, inteligentes, talentosas.
buenísima la explicación de cada canción, lo decís con tanta ternura, me encantó Carmen...!
ResponderEliminarMe lo llevo...puedo?
un beso
Todo lo de Maria Elena es un maravilla; pero la Serenata para la tierra de uno, me puede.
ResponderEliminarNo puedo leerla en voz alta sin que se me anude la garganta.
Hermoso tu post Carmen.
Gracias.
Gracias Carmen!!
ResponderEliminarParadojicamente, el sabado estuve con mi sobri carioca en temaiken, ante tantos animalitos , me la pasé recordando canciones de Maria Elena.... la tuve muy presente y el lunes se nos fue!! ahora todas esas canciones que tarareaba se resignifican. Nuestro patrimonio de la infancia, de muchos. Ay!! que feliz fuí con esas canciones.
Abrazo
Lukas
Gracias Estrella, y perdonen todos los horrores ortográficos de ese comment, pero sucede que lo escribí escuchando "El buen modo" by Maria Elena, y literalmente yo era una catarata interminable de llanto. Ahora estoy más calmo: es decir puedo escuchar una cancion de Maria Elena sin hacer pucheros. Y hoy, milagro, en una libreria de viejo encontre y me compré una vieja edicion de 1970 de Otoño interminable, sus primero poemas de adolescencia.
ResponderEliminarAca les mando un par:
La forma
Dios sigue haciendo piedras y
/animales
con las antiguas formas de la vida.
Sigue poniendo pájaros iguales
sobre la misma tierra repetida.
Pero para la voz recién nacida
todas las cosas son originales
y al cantar las descubre
/sorprendida
desde su cárcel,desde sus umbrales.
Si estoy en medio de la noche y
/siento
que otra vez vuelven con la
/primavera
la renovada antiguedad del viento
y la luna que vi por vez primera
muero,pero renazco al otro día
Húmeda de reciente alfarería.
MEW
Y este que es de Hecho a Mano:
De mis tiempos
En mis tiempos había tiempo.
Recuerdo bien que por ejemplo
la higuera derramaba esparcimiento
y una rosa nos duraba
mucho más que cualquier empleo.
Por otra parte las siestas
se pedían prestadas a la muerte.
Quizás el tiempo era como las frutas,
se regalaba a los vecinos
después de verlo madurar.
Se compartía en las veredas,
entre abanicos y señores
de sosegada camiseta,
mientras parsimoniosamente
iban escobas y venían
amontonándolo como importante.
Y la eternidad, sentadita
en su silla de paja, porque sí.
Es que era siempre tan temprano
y tan segura la abundancia,
la inundación de treguas oportunas,
que se guardaba el tiempo en los sombreros
y un día se lo derrochaba todo
en un solo saludo, saludando.
Uno viajaba en libro a todas partes
y visitaba diferentes ocios:
el de al lado, el de enfrente, el de las tías.
No se había inventado
el maleficio de la prisa, no.
De ninguna manera. Los espejos
esperaban de sobra
que uno peinara su pausado pelo,
que uno se terminara de encontrar.
El tiempo era un perfume y no venía
nadie a medirlo ni guardarlo en cajas.
Los trenes todo lo que hacían
era aludirlo en los horarios.
Se podía llorar a gusto
porque eran lentos los rincones,
o quizás porque había aún macetas
donde depositar una lágrima
sin que las flores se opusieran.
O porque la llovizna hablaba
en un idioma sin resentimiento.
Todos usaban tiempo y lo perdíamos,
cómplices de su lujosa concurrencia,
y hasta el hastío
era un modo de ser de los balcones
que enternecía delicadamente.
Creo que todavía queda un poco
de tiempo verdadero, pero lejos.
Pero muy lejos, en algunos patios,
refugiado en aljibes.
Se queda todavía en niños solos
que reinan sobre umbrales
y en la lustrada majestad del gato.
Supongo, ya no sé, nada sabemos.
Tiempo sin ser castigo.
Yo llegué a conocerlo: está enterrado
en lo más vivo de mi corazón.
Después vinieron los Relojes.
(besos, se los dedico a los gatos que acompañan a los niños que reinan todavia en algunos umbrales, y viceversa).
No tenés de qué disculparte, Ale. Qué me importan las faltas de ortografía, uno sabe que los dedos se revolucionan cuando se escribe y se llora.
ResponderEliminarNo entiendo por qué no escribís más, yo te leería siempre.
Creo que todavía queda un poco
ResponderEliminarde tiempo verdadero, pero lejos.
Pero muy lejos, en algunos patios,
refugiado en aljibes.
Se queda todavía en niños solos
que reinan sobre umbrales
y en la lustrada majestad del gato.
Supongo, ya no sé, nada sabemos.
Nada sabemos, supongo, ya no sé, María Elena se fue del otro lado de esa puerta que custodian sus gatos majestuosos y nosotros la lloramos, un poco huérfanos.
Preciosa reseña Carmen
NO había leído esto. Yo estaba en el sur cuando pasó todo. Escuché una radio local, que después del programa habitual de la mañana, pasó media hora con canciones de María Elena...las que me acompañaron mientras crecía y las que escuchaban mis viejos, las "para grandes"....Estaba con una de mis hermanas y a las dos nos pasaba lo mismo: se nos caían las lágrimas...Y no tuve faltas de ortografía porque no tenía donde ni qué escribir...Si hubiera tenido que hacerlo, las lágrimas no me hubieran permitido ver el renglón. Muy bueno el post, Carmen. Muy buenos los poemas que subiste, Ale...
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