por oac
¿Alguna vez Lanata fue otra cosa que esa miseria humana que hoy se revuelve entre los detritus del periodismo cloacal? ¿Alguna vez habrá sido diferente? Lanata fue, hace ya mucho fue, el creador de Página 12. Después hizo un muy buen programa de radio, Hora 25, a la medianoche. ¿Y qué más? Eso fue hace mucho. Hace menos tiempo, le hizo una entrevista a Charly García, en la que el entrevistado le decía que él, Lanata, era un pelotudo. Y Charly sonaba convincente al decírselo, ya parecía tener razón en ese entonces. Pero al final Charly se quedó corto. Hoy Lanata es algo peor que un pelotudo, es una cosa que da vergüenza, un lumpen movido por el resentimiento, sin brújula ya para orientarse en la historia, un residuo. Empleado de Fontevecchia, su antiguo rival, es el encargado de hacer las tareas más sucias de editorial Perfil, lo que ya es mucho decir.
Ayer Aliverti le hablaba en un tono dolido pero aún fraternal:
"Hay esa gente cooptada por el discurso corporativo. Esa gente mimetizada con él hasta un punto en que asumen el “nosotros”. Podrá no justificarse pero se entiende, como forma de esquivarles el bulto a las angustias existenciales. Esa gente que llega a decir “estamos invirtiendo en”, como si en vez de empleado fuese accionista. Puesto eso en línea de medios periodísticos, hay esa gente necesitada de creer que forma parte de una cruzada republicana contra el autoritarismo gubernamental, el avasallamiento de las instituciones, los ataques a la prensa libre. O algo así. No hablamos de Morales Solá, naturalmente, que hace unos días fue capaz de animarse a reivindicar a Nora Cortiñas en su defensa de los tobas que acamparon en la 9 de Julio. Nora, una militante enorme, una intachable, un ejemplo en todo sentido, “usada” por el diario La Nación con tal de embarrar a Hebe a como diera lugar. Morales Solá es parte íntima de ellos, es núcleo duro de su bajada de línea, es cuadro de la derecha. Pero vos, Jorge, vos con quien compartimos tantos años, tanta utopía, tanta pelea en solitario contra viento y marea y, sobre todo, tanta seguridad de que si tocaban a las Madres nos tocaban a todos, a todos los como vos y como yo y como tantos, ¿qué te pasó, Jorge? ¿Qué te pasa? ¿Estás nervioso? ¿Qué hacés mendigando espacios en el territorio de ellos, para decir lo que les conviene contra lo que tanto tiempo soñamos juntos? ¿A vos te parece hacer eso? Entendeme: no hablo de que nunca se debe trabajar en campo contrario, y menos que menos en esta profesión. Y además, si fuera por eso yo no sería uno de los más indicados para decirlo. Pero si, encima de tener que resolver esa contradicción, te convertís en el vocero explícito de lo incompatible con lo que pensás, ya no es dialéctica, Jorge. Es servilismo. ¿O es que siempre pensaste como ellos y haber sostenido lo inverso fue de oportunismo transgresor? Vos edificaste sobre la transgresión, Jorge. Una transgresión progre, humanista, llamémosle de izquierda. Y la estás haciendo percha con una transgresión contrapuesta que ni siquiera es pícara, porque la cancha te la marcan ellos para que vos juegues con el extremo de ensuciar a las Madres. Nada menos que a las Madres. Fue espantoso verte el otro día en TN jugando precisamente a eso, con pasajes en los que tus interlocutores trataban de moderarte, digamos, con la advertencia de que las Madres, después de todo, podrían no ser iguales que el sujeto de marras. Que al día siguiente habría gente que iría a la Plaza para dejar claro que estaba con lo que las Madres significan, no con Schoklender. En TN casi para que te corran por izquierda, Jorge. Me duele, aun por esta única parrafada, estar entrado en el juego que querés: que te respondan para seguir reconquistando lugar. Resolví que no me importe".
A Aliverti no le importa dirigirse así a su ex-compañero, sabe que Lanata está lanzado a hacerse percha, que ya no tiene retorno. Efectivamente. Hoy, en el pasquín más barato de la prensa argentina, Lanata hace una triste performance, justo en el día del periodista. Saca a relucir sus propias miserias de botón sin ideología. Publica en un producto que se halla en el escalón más bajo del periodismo argentino. Y, triste, no desentona.
Ojalá muera.
ResponderEliminarAPDV
HOLA: dEJARLO ES MEJOR: DEMASIADO CASTIGO TIENE CON SER COMO ESTÁ AHORA.
ResponderEliminarlO QUE DICE DE aLIVERTI NO ES VERDAD- POR OTRA PARTE- PORQUE LO CONOZCO Y ES BUENA PERSONA . sE LE PUEDE OBJETAR CIERTA PEDANTERÍA, PERO ESO NO AFECTA SU MORAL.
uNO DESCONFÍA CUANDO LES SALE TAN BIEN LA DESCALIFICACIÓN.
Que persona decepcionante y mal bicho.
Que es peor, Lanata o Gvirtz?
ResponderEliminarA los dos le ponen guita para masificar una opinion.
Aparte no sean injustos, Lanata cuando Nestor fue Presidente no dijo ni mu, se la paso viajando y cerro bien la boca.
A Gvirtz hasta Chiche Geldblum lo puede atacar...diciendole facho y nazi, asi que no jodamos.
Ni Lanata ni Aliverti son ejemplos de periodismo, como cualquier intelectual , se rebaja de categoria cuando se pierde la autocritica.
Saludos
Saludos
Comparar a Lanata con Aliverti no tiene nada que ver. En laactuación pública,la carrera de Aliverti tiene una coherencia con sus ideas que nadie puede reprochar. Lanata es cualquiera. Maloperobueno no tiene elementos para hacer la comparación. La comparación entre Lanata y Gwirtz tiene mas fundamento porque los dos inventaron formatos. Lo que pasa es que Lanata está en decadencia, porque escribe en un diario horrible y hace una columna contra Aliverti que lo hace parecido a Jorge Rial, la decadencia de Lanata es lastimosa. Pero Gwirtz es un tipo que hizo un programa del que todos hablan.Puede ser que Lanata envidie el lugar que ocupa Gwirtz, no porque él sea mejor sino porque le gustaría estar e´l ahi, en vez de estar escribiendo una columna pedorra el LIBRE.
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