miércoles, 26 de febrero de 2014

Antes de la reestatización YPF valía u$s 15.000 millones: ahora el estado argentino solo paga 5000 millones en bonos pero la opo se opone


Antes de la reestatización YPF tenía una valuación de u$s 15.000 millones

• Ahora se acelerarían las inversiones en Vaca Muerta (Fuente: Ambito)

Por: Silvia Peco

La capitalización de mercado de YPF mientras estuvo controlada por Repsol promedió u$s 15.000 millones. Pero tuvo valoraciones más altas: en marzo de 2011, cuando la empresa española vendió el 3,83% de la petrolera local a fondos de inversión, la acción se valuó en u$s 42,2, lo que significó una capitalización de u$s 16.676,5 millones.

El primer día hábil de 2012, antes de que comenzara la ofensiva del Gobierno para comprometer a Repsol en un plan de inversiones o reestatizar, YPF tenía un valor de u$s 13.589 millones, aunque el 23 de enero de ese año, aun en medio de los primeros embates de Guillermo Moreno por el precio del gasoil al transporte, la acción trepó a u$s 40,13, lo que significa un valor de mercado de u$s 15.771 millones.

Si se comparan los u$s 5.000 millones que obtuvo Repsol por el 51% de YPF con lo que logró en marzo de 2011 cuando se desprendió de algunos bloques de acciones en tres jornadas, la energética española obtuvo u$s 3.500 millones menos que los que había conseguido dos años atrás cuando se desprendió de más del 15% de YPF.  (Completo acá)



Por Alfredo Zaiat. Página 12
Si el acuerdo financiero para pagar el 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de Repsol hubiese sido definido por un grupo privado, los especialistas de análisis bursátil de grandes bancos internacionales y de inversión global estarían inundando el mercado con informes donde destacarían el espectacular negocio concretado por el comprador. Estarían compitiendo por quién es primero en recomendar a sus clientes la compra de acciones de YPF en la Bolsa. En esta oportunidad, esos mismos economistas han estado flojos de reflejos, preservando igual la postura de que se las saben todas y dando cátedra de moral sobre el buen gobierno, trabajando en entidades que están unificadas por el mérito de haber sido acusadas de fraudes millonarios y lavado de dinero. Ha sido notable esa falta de reacción. Puede ser que esa inhibición tenga explicación en que sea el gobierno de CFK el protagonista, y que en ese equipo haya sido Axel Kicillof el líder de la negociación con Repsol en un mundo dominado por las finanzas, ministro de Economía al que sólo le reconocen pergaminos académicos pero no capacidad de gestión. Esta prueba que superó Kicillof debería hacerlos pensar que, en algunas ocasiones, la realidad no se ajusta a sus deseos o prejuicios. Otra razón para esa prudencia analítica puede descubrirse en que la transacción con la española Repsol haya culminado con un resultado muy favorable al Estado argentino.
Por cualquier vía que se quiera evaluar en términos financieros (return on equity, price/earnings, valor de mercado, cash flow), el monto alcanzado en el acuerdo de adquisición del control con la mayoría accionaria de la principal petrolera nacional culmina en saldo positivo para la Argentina. Pago en bonos a mediano y largo plazo, sin desembolso inmediato de efectivo. Deuda por infraestructura, en este caso energética. Deuda buena. (Completo acá)

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