por Marcos Perilli
Tarantino la consideró la mejor película de 2013 y creo que no se equivocó al detectar un estilo afín al suyo. Cierta ambigüedad moral, humor sarcástico en momentos de tensión y un guión ingenioso la hacen apetecible para los amantes de este género.
Los personajes están muy bien logrados, todos tienen un muerto en el placard, como reza el dicho. La historia arranca con un crimen macabro en donde la víctima es una niña, cuyo padre tiene conexiones con la policía. Hay un agente que para resolver sus casos usa métodos poco ortodoxos. Un profesor de religión es sospechado de los asesinatos y se convierte en el objetivo de ambos hombres.
Naturalmente, para los que adoran encontrar similitudes entre películas, dicen que se parece a Prisioneros de Denis Villeneuve (2013). Sin embargo Prisioneros presenta la historia de una manera dramática y en esta se desarrolla con sagaz humor negro intercalado en escenas de extrema violencia.
Cierto guiño político a la relación que tiene Israel con la hermandad árabe tiene un lugar inesperado.
excelente cobertura del bafici. y muy buenas todas las reseñas de marc :)
ResponderEliminar