martes, 2 de octubre de 2018

Temprano a la cama

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Ilustración. Carmen Cuervo

A la cama temprano y levantados temprano
hacen que un hombre o una mujer se pierdan la vida nocturna
digamos, un trago a la noche temprano
y enseguida te vas a acurrucar a la luz del velador
o bañado por la luz azulada de la tele
sobre tu almohada
una menta después de la cena.

A la cama temprano, así podés esperar
tres colectivos, un tranvía y un tren
creo que más vale te quedes despierto
capaz llegues un poco tarde.

A la cama temprano y levantados temprano
hacen que un hombre o una mujer
se pierdan la noche
vas a perderte la noche.

Los que hacemos La otra.-radio nunca supimos si el programa va muy temprano o demasiado tarde: ¿es el domingo a la medianoche o el lunes a la madrugada? Cuando llegás a deshoras, nunca sabés si es tarde o temprano. Esta frontera incierta nos tranquiliza: todavía falta para que abran los mercados mientras un párpado cae y otro ojo se despabila. Ese lapso de nadie nos da permiso para un cierto divague pero nada nos impide poner la bala donde ponemos la oreja. 

En la última emisión escuchamos música que llegó tarde o quizás temprano: Intoxicados, por caso, o Florencia Ruiz con el Mono Fontana. Y esos tríos modernos a destiempo que nos trajo César Colman:

"The Tea Party -acota César- es una banda canadiense con influjos de la música de oriente y marroquí. Podrían haberse hecho pasar por banda alternativa pero nunca tuvieron esa intención. Un sonido matizado por la voz cavernosa y profunda de Jeff Martin, contrapuesto a la intensidad de la banda. Tuvieron un período de creactividad que abarcó desde 1990 hasta 2005, con alguna esporádica reunión posterior. Ni el éxito ni la masividad se les aliaron. Su canción más conocida, "Heaven coming down" no sirvió para hacerlos estrellas mundiales, apenas algo conocidos".

"US3, unos inglesitos -dice Colman-, londinenses para más datos, que se atrevieron a samplear música del catálogo del sello jazzero Blue Note. Y entonces el jefe de Blue Note los terminó contratando. Editaron Hand on the torch en 1993 y tuvieron su cuarto de hora con 'Cantaloop (Flip fantasia)' y con 'Tukka Yoot's riddim'. Sin llegar a revolucionar la música, lograron perfilar una personalidad singular. Samplers de sonidos venerables, jazz, hip-hop, rap, una combinación bien mezclada pero no batida".

"Finalmente, Morphine, otro trío, en este caso estadounidense, cuya peculiaridad es que formaban con una batería, un saxo (ocasionalmente dos saxos soplados por una sola boca) y un bajo de dos cuerdas. Tuvieron su momento de gloria hasta que su cantante Mark Sandman murió de un ataque al corazón en un escenario. Una pena" -culmina César.

Temprano o tarde, en el programa terminamos hablando también de política, de cine, de filosofía, de Grabois, de Schmid, de Foucault, de Harry Dean Stanton, de la mentira y de la verdad.


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