La otra.-radio, para escuchar clickeando acá
La terrible situación que sufre el pueblo boliviano después del golpe contra el gobierno de Evo Morales nos ensombrece por los lazos fraternos que nos unen a ese pueblo. El salvajismo de la derecha blanca y racista boliviana está en condiciones de destruir en poco tiempo el camino que el pueblo boliviano se labró pacientemente durante una década y media. Tenemos el oscuro presentimiento de que la ofensiva antipopular recién empezó y el daño que aún resta por hacer es mucho. Este daño podría reducirse si las voces internacionales tuvieran la vocación de emitir un repudio tajante contra la violencia golpista. Lo que se pudo ver en este fin de semana es que este ataque ocurre también con la complicidad de poderes externos. La oligarquía boliviana no dio sola este salto al abismo dictatorial: la OEA, que se había pronunciado señalando irregularidades en el último proceso eleccionario, ahora se sumió en un silencio que es mera complicidad. El fascista Bolsonaro aplaude el golpe porque va a encaramar en el poder a un régimen de un salvajismo igual o peor que el que él ejerce en Brasil.
Pero Bolivia es también Argentina. El gobernador radical macrista Gerardo Morales instauró un régimen de facto en enero de 2016 que persiguió y encarceló a Milagro Sala y destruyó la obra social edificada durante años por la Tupac. Morales cuenta con un apoyo de la clase blanca racista para sostener su terror de estado. Los voceros que en Buenos Aires defienden la brutalidad con que Morales gobierna su provincia alegan que la represión ejercida en esa provincia cuenta "con el apoyo de los jujeños". como si el estado de derecho quedara librado a la abyección de un aglomeramiento circunstancial de la población que consiente una dictadura provincial. El odio racial que ahora desataron los fascistas bolivianos es similar al que una parte de la sociedad jujeña adopta contra la Tupac.
Este vínculo es inquietante porque nos implica en el escenario golpista. Y explica el desdén con que el declinante gobierno macrista y la prensa hegemónica tratan los crímenes que se están cometiendo en Bolivia. La prensa canalla trata el golpe como una "crisis política". El gobierno, en línea con la OEA, no tiene voluntad de condenar el golpe: al contrario, parece celebrarlo. Esto también preanuncia cómo reaccionarían estos sectores ante una presunta crisis en nuestro propio territorio. No pueden condenar lo que llegado el caso están dispuestos a imitar.
Anoche trascendió el intento del presidente electo Alberto Fernández para concertar con el macrismo saliente un rechazo del Estado Argentino al golpe fascista en Bolivia. Alberto tomó la iniciativa de llamar a macri ayer a las 6 de la tarde pero el presidente que se va en menos de un mes tardó una hora en responder al llamado: estaba mirando un partido de fútbol. Cuando lo hizo, no solo se negó a pronunciarse contra el golpe. Alberto propuso que Argentina conceda asilo político a los dirigentes del gobierno de Evo que lo soliciten. macri se negó. La abyección macrista contrasta con la actitud solidaria de México, que está concediendo asilo a los perseguidos por los dictadores bolivianos. Lo que hace macri al no repudiar el golpe ni conceder el asilo político a los perseguidos es anticipar un patrón de conducta ante presuntos conflictos futuros en Argentina. El gobierno que todavía preside este país no solo propicia el golpismo en Bolivia, con las trágicas consecuencias que ya está produciendo. También manifiesta su golpismo sin escrúpulos ahora que está a punto de cesar su mandato.
Larga noche en Bolivia. Tan larga que parece no terminar nunca.— Marga Wirkierman 🇦🇷🇷🇺 Марга Виркирман (@MargaWirkierman) November 11, 2019
Venían a traer la paz los que traían la biblia... pic.twitter.com/osNWxus2De
Morales se ha convertido en un tirano prófugo.
ResponderEliminarLos argentinos sabemos cómo no se puede gobernar en esas condiciones.
Sólo que esta vez van a ser menos que 18 años.
Evo Vuelve.
ResponderEliminarEl racismo me quiebra el espíritu, me llena de odio, me hace mal. Después pienso en les compañeres, y les escucho, les leo, y todo se alivia. Sin embargo, me da mucha bronca la destruccion de unasur, de la posibilidad de la unión institucional, y también creo que hay que estar muy atentos acá, en nuestro país. Y ojalá no destruyan todo lo que Evo y Linares pudieron hacer por Bolivia y su gente. Abrazo. Alicia.