miércoles, 29 de enero de 2020

¿La izquierda es una cuestión de glamour?

por Lidia Ferrari

Siempre recuerdo que con la amenaza de que Marine Le Pen podía llegar al gobierno a quien se eliminó del ascenso político en Francia fue a Melénchon y se entronizó a Macron. La amenaza del cuco Le Pen alimentado a destra y sinistra condujo a sacar fuera de juego a Melénchon, que venía avanzando políticamente, y se encumbró al neoliberal que todos conocemos.

En Italia, con todo el aparato mediático a favor y en contra de Salvini, se construyó una posibilidad de acceso de la derecha y también un avance de esas fuerzas que “parecen” de izquierda, aunque eso esté por verse. No se debe olvidar que el PD (Partido Democrático) en las últimas décadas fue un brazo de las políticas neoliberales. Junto con Berlusconi condujeron a un estado de cosas contra el cual, sólo en los últimos 20 meses, con el M5S y su gobierno en coalición con otras fuerzas, se fueron tomando algunas medidas para contrarrestarla.

Cuando desde afuera se ve el Movimiento de las Sardinas como de izquierda parecería más un efecto del glamour de la izquierda. Todo lo que rechace al ostensible carácter de derecha de Salvini and Co. con sus alardes xenófobos y chauvinistas es bienvenido, pero se adopta un semblante de izquierda que no siempre corresponde. Ahí hay un problema. Sospecho que los motes de izquierda y derecha están cargados del glamour que hace que las “almas bellas” adopten causas sin saber bien qué están adoptando. Sigo pensando que en Italia el M5S condujo un cambio importante que está a la vista, no sólo por las medidas importantes que tomaron, como el Rédito Universal para millones de italianos, o la baja de los requisitos para la pensión, un movimiento inverso al que se produce en muchos países (1). Con estas y otras reformas se debería poner al M5S del lado de la izquierda, si uno fuera fiel no al glamour sino a las medidas concretas de índole popular que se llevan adelante. Es cierto, se trata de un movimiento muy excéntrico, muy extraño para nuestras categorías solidificadas para pensar la política. La teoría de Laclau nos ayudaría a pensarlo. Pero resulta que si no tiene el glamour de la izquierda, no se es populista laclausiano.

Las Sardinas surgen como un movimiento en contra de Salvini, contra sus propuestas y sus escándalos mediáticos. Se construyen como movimiento anti-Salvini. Como siempre digo, cuanto más prensa se les da, aunque sea atacándolos, más crecen. En las elecciones de Emilia Romagna, en las que parecía que iba a darse un vuelco a décadas de gobiernos de centro-izquierda, no pudo. Quedó atrás Salvini. Pero muy fortalecido. Una de las razones es que todos se unieron para que no ganara Salvini. Así ganó el candidato del PD, también con el apoyo de muchos del M5S.

Ojalá que las Sardinas y este triunfo del PD no sean sólo una expresión del efecto del glamour que hace que estemos en contra (por fortuna) de los que vienen con el descaro y la soberbia de la derecha. Juzgo que este protagonismo escandaloso de personajes fantoches de derecha no hace sino reforzar muchas respuestas que van a ir a nutrir a los neoliberales escondidos tras ese glamour.

Fue Beppe Grillo, cuando existía la oportunidad de hacer un gobierno con el PD, después de caído el gobierno con la Lega, quien se dirigió a los jóvenes del PD pidiéndoles que avanzaran en la militancia política, que apoyaran a este gobierno y fueran protagonistas junto con el M5S. Fue desde el M5S en el gobierno, primero con la Lega y luego con el PD, que avanzaron las reformas anti neoliberales (esas que se pueden hacer, no las ideales que quisiéramos). No hicieron la revolución, cierto. Pero el M5S es el enemigo de todos. Para unos, porque no tiene glamour de izquierda. Para otros, porque quiere sacarles la concesión de las autopistas a los Benetton, luego de la tragedia de Génova, uno de los grandes negocios que le fueron regalados por el PD de otra época. El M5S está solo en esta pelea. Todos los demás no quieren ir contra uno de los poderes consolidados de Italia.

El M5S no tiene el glamour de izquierda, dice no ser de izquierda ni de derecha, pero hace políticas que se ocupan de mejorar la vida de las clases populares y no de enriquecer más a los ricos. Los que supuestamente son de izquierda han hecho reformas neoliberales y no parecen muy convencidos de no seguir en esa línea ahora. Entonces, ¿qué es la izquierda? La gente sigue a las Sardinas porque tienen un glamour progresista y, por suerte, levantan algunas banderas de izquierda. Pero no están alineados en ninguna política concreta, no sabemos adónde podrá conducir su movimiento. Un genuino movimiento disruptivo en la política italiana fue el surgimiento del M5S hace 10 años, a partir de sus orígenes revoltosos y su inserción en una maquinaria siempre aceitada para seguir con el camino trazado por los poderes de turno. Esta revolución del M5S quizás tenga algún reflejo en los jóvenes Sardinos. No lo sé… Las vicisitudes de la política son contingentes y quizás los efectos de la irrupción del M5S tenga en esos jóvenes unos herederos con objetivos serios de intención de cambio. Pero si todo esto ha sido una cuña para infligir derrotas a movimientos que desean estar más allá de la tradicional repartición política italiana de siempre, no estaría tan contenta.

Desde que vivo en Italia he querido poder transmitir mis impresiones sobre la política italiana. Ha sido siempre muy difícil. Si es difícil dentro de Italia, imagino cómo será desde afuera cuando, para colmo, internacionalmente no se hablaba nada de Italia mientras hiciera los deberes de la Troika y las grandes corporaciones. Sólo se comenzó a hablar con la figura de Salvini, llamativamente luego de la irrupción en escena del M5S. Considero que Salvini fue un fantoche bien construido utilizado políticamente en un diseño internacional para crear un monstruo que agita fantasmas de derecha y va a encontrar a los que pueden ser convocados por la xenofobia, el chauvinismo, etc. Y también porque nuclea a los que quieren conjurar ese fantasma desde una pseudo izquierda. Si de todo esto resulta que se hace desaparecer al M5S, la tarea habrá sido cumplida. Porque, detrás de la movida de Salvini que hizo caer el gobierno M5S-Lega, existía la proximidad de revocar las concesiones de los Benetton. Ahora, casualmente, cuando el PD sale fortalecido en una elección regional, podría imponer a su gobierno que no revoque esta concesión. Los poderes fuertes pero invisibles luchan para no perder el control de la política italiana. 


NOTA

(1) Los requisitos de edad jubilatoria y aportes por obra de los gobiernos anteriores, PD incluido, habían llegado a todo lo que el neoliberalismo desea hacer en el mundo: subir lo más posible el acceso a las pensiones. La reforma jubilatoria, que está produciendo tanta conmoción en Francia, se hizo en Italia y no produjo ningún movimiento de revuelta. Con la anuencia de la izquierda y los sindicatos se hizo una reforma que llevó la edad de jubilación a 67.5, años con aportes por 42,5 años. El M5S hizo una reducción significativa de estas condiciones.

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