Bluesky

Al actuar como jefa de La Cámpora en detrimento de los intereses populares @cristinafkirchner.bsky.social se arriesga a devaluar su legado. En Rosario se la vio aislada, simulando liderar a una totalidad que no está, ansiosa por revalidar una relevancia que ni siquera debería estar en discusión.

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— Oscar Cuervo (@oscaracuervo.bsky.social) 24 de noviembre de 2024, 3:45

jueves, 16 de septiembre de 2010

Angeles caídos, amores líquidos



por oac

Wong kar Wai es uno de los nombres claves de la renovación estética del cine contemporáneo llevada a cabo en la década del 90. Después de unos deplorables años 80 para el cine mundial, la renovación vino de países periféricos. Wong Kar-wai llegó desde Hong Kong, un punto de cruce de tradiciones culturales diversas: oriente y occidente, películas industriales y películas de autor. El cine de Wong abreva en todas las fuentes posibles (cine de género, melodrama clásico, noir, nouvelle vague, música pop, folletín, Manuel Puig) pero la combinación es tan singular que su estilo es reconocible en unos pocos minutos de cualquiera de sus películas.



En Buenos Aires se hizo conocido por un par de películas que representan claramente las dos vertientes de su filmografía:

1) Happy together (filmada en Argentina a mediados de los 90, collage urbano contemporáneo, de estética low fi, alrededor de vínculos amorosos precarios e insatisfactorios);

2) poco después se estrena su obra maestra: Con ánimo de amar (melodrama retro impregnado de sensualidad y boleros, de imagen pulida y puesta en escena preciosista, elegida por La otra como una de las películas de la década 00).

Ambas vertientes tienen elementos temáticos y formales en común:



- el tema de los amores imposibles, siempre frustrantes, más pasionales en los films retros y más descomprometidos en las películas urbanas contemporáneas;

- una distorsión del tempo narrativo, con bruscas aceleraciones y ralentis que responden a procesos interiores de los personajes;

- una manierismo visual que diseña la imagen hasta en sus más mínimos detalles, jugando con texturas, colores, movimientos y formas; este tratamiento visual determina siempre el mood de sus películas, que combinan sensaciones muy precisas con líneas narrativas más vaporosas. Wong es un consumado sensualista del cine, en el que, por sobre la desdicha inevitable de sus personajes se impone el goce estético de la mirada.



Fallen angels pertenece a su vertiente contemporánea urbana y puede considerarse el "lado B" de Chunking Express; de hecho su trama doble (dos historias de des-amor que en determinado momento se cruzan) es un desprendimiento de la trama también doble de Chunking Express. No cuesta mucho trabajo pensar ambas películas como una unidad, si bien es cierto que Chunking... es más ligera y optimista, más cercana al género comedia, y Fallen angels es más melancólica y más cercana al noir (lo que bien corresponde a un auténtico "lado B").



Los personajes de Fallen angels se hallan en un momento de detención existencial (que puede durar días o años), tratando de salir adelante sin acertar los caminos, heridos de amor, desconfiados, con miedo a entablar vínculos fuertes, enredados en una inercia afectiva que aceptan como algo habitual. Son jóvenes de empleos tan precarios como sus afectos, que se mueven en el espacio ajeno y abigarrado de la ciudad posmoderna. Muchas veces las canciones son el único remanso de sus jornadas.

3 comentarios:

Liliana dijo...

WKW es uno de mis directores preferidos. Su cámara apasionada recorre los cuerpos de los amantes y nos rinde a sus pies.

Una cita infaltable la del sábado

nastenka dijo...

Coincido con Liliana. Ya la vi esta peli, con el plus de verla en cine bajo las estrellas (!). Una de esas películas que te dejan un sabor amargo, un poco de resaca, después de un buen viaje. (Aunque no me acuerdo el final!)

Martha dijo...

Maravilloso WkW, aunque siempre me acuerdo que nadie le dió bolilla en tiempos de Madonna, pendientes de si Menem la invitaba o no al balcón...
A Manuel (Coco para los amigos) no le cayó bien ninguno de sus directores y hubo peleas muy graciosas e idas y venidas a Europa, con de la Torre. Todo lo cuenta con mucha gracia en alguno de los dos tomos de "Querida familia", que son las cartas (407) que se escribió con ellos cuando estaba en el exterior.WKW no creo que le hubiera encantado porque hubiera dado una versión muy personal de cualquiera de sus novelas. No sé: conjeturo.