lunes, 30 de junio de 2008
Sobre Cristina Kirchner
Por Lepoldo Brizuela
Nunca fui peronista. Voté a Néstor Kirchner en 2003 para ayudar a que no ganara Menem. No tenía la menor idea de quién era Kirchner. Finalmente, hizo el mejor gobierno de mis 45 años de vida. No sólo para mí y la gente que me rodea. También para el campo. Voté a Cristina Kirchner con un poco más de esperanzas. Quería simplemente que siguiese la línea de la gestión anterior. Lo hace, aunque es muy distinta. No voy a caer en la trampa de hablar de detalles personales. Lo que me importa es esto: en cien días durísimos ha logrado demostrar que ciertas reformas más profundas pueden hacerse en democracia.
Siempre pensé, comprobé, que es tal la cerrazón de los sectores privilegiados, que sólo una revolución conseguiría mermar esos privilegios. Siempre dudé de que la democracia pudiera contra los que no son democráticos; en realidad siempre la vi ceder. Cristina Kirchner, ante la amenaza de las entidades de terratenientes – esto es: hambrear al pueblo-, ha demostrado hasta ahora una salida alternativa: usar hasta las últimas consecuencias la fuerza del derecho ya establecido. Y no traicionar el compromiso básico con el electorado.
Cuando dicen que Crisitina quiere parecerse a Evita, deben de estar refiriéndose, de nuevo, a detalles personales. Porque si la tradición quiere que, ante la amenaza de la oligarquía, Evita pensó en armar al pueblo, Cristina Kirchner no ha hecho más que mantenerse en su postura y tratar de persuadir. Quizá porque pertenece a mi tiempo y se le adelanta, yo prefiero a Cristina Kirchner, a quien no imagino diciendo “mi general”.
Es muy probable, me dicen, que si Cristina Kirchner hubiera bajado sus pretensiones, no se hubiera llegado hasta acá. Pero llegó. Alguien disculpa su obcecación – que en un varón sería considerada firmeza- considerando que estamos acostumbrados a presidentes fuertes y el sistema es fuertemente presidencialista. Yo prefiero decir: ¿por qué tendría que bajarlas ella? Tiene muchas menos razones para bajarlas. En realidad, tiene una sola: la fuerza de su oponente. Tenemos miedo, y un miedo muy concreto, porque con el campo están los represores. Cristina Kirchner, en cambio, de un modo que sorprende por lo habituados que estamos a las extorsiones del miedo, ha repondido a cada emplazamiento con pensamientos. Cuando la escuchaba, yo escucho, mejorados por una gran inteligencia, los pensamientos políticos que tuve toda la vida, y que a veces defendí; cuando escucho a los cuatro dirigentes ruralistas, no encuentro una sola idea. Sólo declaran la voluntad de no pagar impuestos.
“Nadie ha hecho más por dividir a los argentinos”, escribió Morales Solá. Falso. La división de los argentinos, al asumir Kirchner, era ya tan abismal como la diferencia entre el Country Abril y la villa miseria que lo rodea. Lo que puede decirse de Cristina Kirchner, en todo caso, es que puso en evidencia esta división. Manda pagar impuestos, y expone el porqué. Crea conciencia de clase en los sectores más desfavorecidos; los otros, los que se apropian de los símbolos patrios y se uniforman bajo el mote el campo, ya la tienen.
La gente que no aparece en los medios ni corta rutas -o las cortó, pero nunca apareció en televisión- debería iluminar también a los intelectuales. Hay saberes que sólo se obtienen por la experiencia de la lucha. Me exaspera el lugar que los medios hacen tomar a los intelectuales. En general, sólo los convocan para opinar acerca de lo que dice otro intelectual, y nos reducen a escucharnos entre nosotros, encerrados en un círculo minoritario – mientras que el rol de iluminador del pueblo le es adjudicado, como todos saben, a Marcelo Tinelli-. Deberían convocarnos porque, simplemente, nos parecemos al resto de la gente.
La gente del campo siente amenazada su identidad ante la encrucijada de los tiempos: de ahí su virulencia. También es cierto que los intelectuales, los militantes de izquierda en general, sentimos amenazada nuestra identidad histórica de opositores, y ese es el desafío: o cambiamos y sobrevivir, o perduramos como cómplices del enemigo.
La urgencia es extrema. Los fascistas y los represores están en el campo. Esto no es una metáfora: hay prueba. Desde mi punto de vista que es, claro, el punto de vista de un hijo de la clase obrera, que se mantiene a duras penas como docente y como escritor, y el de un homosexual, veo fuerzas de las que muy pocos hablan. Fuerzas siniestras.
En primer lugar, creo que, más o menos inconscientemente, gran parte de la oposición al gobierno necesita ver en él un gobierno de montoneros, y de verlos públicamente nefastos, para sacarse la culpa de haber aprobado el genocidio, o de haber permanecido completamente ajeno a él y, sobre todo, de no haber protestado, al menos, contra el indulto a los genocidas. Se dice que nunca hubo tanta libertad de prensa como en el gobierno de Menem. Ya que tenían tanta libertad, ¿por qué ninguno de los que se irritan tanto contra la obcecación presidencial cortó una sola ruta para impedir el indulto a los genocidas, o escenificó alguna rabieta comparable en la televisión en que reinaban Neustadt y Sofovich? ¿Por qué la detención de De Angeli -sin armas, después de intentar todo tipo de persuación, y sólo por unas horas, para defender un derecho constitucional- se presentó ante el pueblo como si lo hubieran deportado a Auschwitz, y casi se ha olvidado el caso Miguel Bru, el de Kosteki y Santillán, el de Julio López? Dan ganas de vomitar.
En segundo lugar, noto un odio visceral, feroz, por las mujeres. Muchos varones no pueden tolerar que una mujer los gobierne. No toleran que sea evidentemente dueña de sí misma y, sobre todo, no toleran que aguante. Que siga, que se mantenga en pie, es una conquista única para la historia de las mujeres. Es verdad que el mérito no es sólo suyo; algo maduró en nosotros, en nuestra sociedad, en lo que va desde 1983.
Por último, ¡con qué distinta vara se juzga todo! ¡Cómo se ningunea! Cuando se señala el odio confeso de D'Elía por los blancos (sin criticar, curiosamente, su infame amor por Irán), me pregunto cuándo llegará el momento de una discusión a fondo sobre el racismo en una sociedad en que no sólo escuchamos comentarios cotidianos sobre los negros, sino que los que somos negros, sufrimos día a día discriminaciones que es mejor callar. O por qué no se menciona el odio de los comentarios que los lectores anónimos dejan al pie de las noticias en los diarios opositores, como Crítica o La Nación. O por qué el varón que, como yo, apoya a una mujer con ideas, es inmediatamente descalificado, sindicado de chupamedias o arribista, o sospechado de haber obtenido o gestionado prebendas. No señores: apoyamos ideas, acciones. En todo caso, en dar, no en obtener, está el único premio.
(Publicado originalmente en el periódico MIRADAS AL SUR, 29 de junio, 2008)
El cine del milenio: Cafe Lumiere
El cine de Hou Hsiao Hsien fue conocido en Buenos Aires de manera súbita durante el IV BAFICI, en abril de 2002. La primera impresión que recibimos es la de un autor complejo, difícilmente reductible a unas pocas premisas estéticas –operación que sí es posible hacer con otros grandes cineastas del lejano oriente conocidos por nosotros en estos mismo años, como Tsai Ming-liang o Wong Kar-wai.
Su sobriedad expresiva, su actitud de contemplación, una cierta serenidad para dejar que la emoción fluya naturalmente y no se inyecte mediante cortes de montaje, una exploración del espacio en la que la cámara intenta filmar algo invisible, una gama de experiencias no codificables, ni drama ni comedia, ni romance ni suspenso, un relajamiento de la función narrativa que permite suspender el juicio que a menudo propician los relatos; en suma: el cine despojado de los deberes impuestos por necesidades industriales, comerciales, políticas, liberado para dejar ser al espacio y al tiempo, a cosas y personas.
Café Lumiere debe ser una de las obras más renuentes a la seducción del espectador. Es el ejemplo más irritante que pueda concebirse para quienes el cine debe ser:
Narrativo
Entretenido
Emocionante
Dramático
Vistoso
Impactante
Psicológico
Moral
No es que la película de Hou no pueda ser todo eso para alguien, pero creo que su apuesta cinematográfica desafía esas exigencias del "público". Porque esta película no deja de preguntarse y de preguntarle al espectador qué es el cine y qué es el espectador de cine. ¿Qué quiere un espectador de cine al sentarse en la butaca y qué tiene que hacer un film para no defraudarlo? No es una cuestión obvia y no hay lugar más apropiado para plantearla que, precisamente, una película.
En todo caso, yo lo plantearía así: la emoción, el drama, la moral y la psicología, en una obra como Café Lumiere están, pero no dónde “se” lo espera. “Se” espera que haya conflictos psicológicos en los personajes, que estos conflictos estén establecidos desde unos primeros planos expresivos, con actuaciones empáticas y un montaje que vaya indicando los estados interiores que estos actores representan. Un montaje que determine todo el tiempo una dirección de las miradas (las miradas de los personajes, la de la cámara y también la del espectador). “Se” espera que el conflicto esté delineado desde el primer rollo del film y se vaya aguzando a medida que avanza, para resolverse en un climax dramático y precipitar en una conclusión que siempre tiene algo de enseñanza moral.
Lo lamentable es la tiranía del “Se”, que cree que hay un patrón para emocionarse y que si una película no satisface lo que “Se” quiere, entonces la película no puede emocionar. En Café Lumiere hay conflicto, pero en primer lugar es un conflicto que transcurre ahí mismo en el cine, entre la pantalla y la butaca, con un espectador encaprichado con que le den el menú que ya conoce. Y en la película hay algo así como una ética, pero no porque propicie un juicio moral sobre la conducta de los personajes. Sino una ética que cuestiona el ansia de que toda película se convierta en un juicio.
Yoko está embarazada. Su padre, quien según el reclamo de la madre tendría que decirle algo, conversar con Yoko, permanece callado. En la escena del silencio, ambos, padre e hija, están sentados y la cámara los toma a contraluz, la madre entra y sale de cuadro, sirviendo su comida, el padre toma sake. La cámara no se incrusta entre ellos, (como haría el montaje griffithiano) no nos expone sus caras, ni nos indica qué debemos sentir por ellos: si acaso hay un culpable, si el bien está del lado de uno de los dos. Una lectura que diga por ejemplo que el poder del padre está en decadencia, que la mujer es más libre en el Japón moderno, que eso significa un progreso o acaso una pérdida, que la gente antes era más feliz o que estaba más oprimida, que uno debe alegrarse o entristecerse por ello, cualquiera de esas posibilidades de “lectura” no está impuesta por la película. En cambio, entre la pantalla y el espectador hay un amplio espacio de indeterminación en el cual uno puede pensar o, si prefiere, simplemente aburrirse.
El film se vertebra sobre la figura de la red de ferrocarriles que atraviesa la ciudad de Tokio. Hay una puñado de personajes que se encuentran y desencuentran en los trenes en movimiento. En lugar del climax dramático que busca el cine convencional, el momento privilegiado del film es aquel donde dos de los personajes, ubicados en sendos trenes que se mueven en distinta dirección, se cruzan y se alejan. La cámara registra apenas ese instante de mínima distancia que el movimiento mismo en seguida cancela. Un espectador distraído puede llegar a pasar por alto ese instante, ninguna línea de diálogo alude a él, ningún conflicto dramático se resuelve con él. Sin embargo, ese cruce es el núcleo del film.
Como el cine de Hou es algo distinto de lo que usualmente vemos, hay quienes se defienden con ideas preconcebidas acerca de “lo intelectual”, “lo raro”, o “lo nulo” del arte contemporáneo. Personalmente, a mí me depara momentos de una emoción que se enriquece cada vez que pienso en estas películas.
viernes, 27 de junio de 2008
Qué cagada, César
Éramos todos compañeros y este conflicto abrió tanto las aguas, por algo. Hablábamos con Quintín de Raya Martin y charlábamos amablemente de Dylan con Tomás Abraham. La política había muerto y la historia se había terminado. Formábamos parte del mundillo cultural y a los sumo íbamos a calentarnos un poco discutiendo sobre la última de Wong Kar-wai. Una vez olvidada la libertadora y la revista Sur, muerto el perro se acabó la rabia. Y nos prometíamos algún día hacer una revolución alegre, nosotros, la clase media, y, muerto Nesutadt, Fernando Peña hubiera sido nuestro programa radial de la mañana y Alejandro Rozitchner nuestro filósofo de cabecera. Leíamos a Foucault y Deleuze, citábamos a Serge Daney y venerábamos a Luis Filipelli, el director espiritual del Nuevo Cine Argentino desde ese polo cultural que es la FUC de Manuel Antín: estos detalles nos permitían conservar cierto aire cool que nos diferenciara de Haciendo Cine y del Pro porque, si no, se hacía un poco difícil diferenciarnos. Y que Beatriz Sarlo escribiera en la Viva o compartiera la redacción de La Nación con Diego Batlle y Morales Solá, todo eso sería totalmente anecdótico, total, ADN, Ñ, Radar, La Lectora Provisoria, qué más da, si La nación edita la Rolling Stone y Alan Pauls es un tipo de prosa tan elegante que da gusto leerlo. Siempre iríamos al Malba a festejar las boutades de Fogwill, qué tipo este, se le ocurre cada cosa, jajajj :D. Total siempre podríamos ponernos serios y correctos en un mano a mano con Diana Maffia en el Instituto Hanna Arendt y la mesa interreligiosa, el episcopado, una feminista y un mapuche.
Pero se interpuso la política, qué cagada. Y tenía que ser con estos impresentables de los peronachos, vos viste lo que es Hugo Moyano, y para colmo la yegua y Tristán, que ni siquiera han sido montoneros, que se llenaron de guita durante la dictadura, porque así fue, se rajaron de La Plata y se fueron a la Patagonia, con la expresa idea de hacer guita. ¿No podría haber sido de otro modo, con gente más decente, no te digo Zamora porque ese un buen día se fue, pero digamos un Binner, un tipo que viste lo que es, yo si se presenta lo voto, que nos abriera una casa de la cultura y que nos juntáramos a hablar de la revolución alegre y la empresa de vivir? Hasta hubiera sido preferible Chacho Álvarez, que se hizo fórmula con De La Rúa pero siempre conservó la elegancia. Pero no, tuvieron que ser la yegua y ojitos los que revivieran el odio que creíamos sepultado, justo ahora que el precio de la soja se disparó por las nubes y los uruguayos nos aconsejan que nos queramos.
Y tenía que ser justo Hebe que los apoyara, qué lástima, si nos daba tan bien para prócer, una vez que la política hubiera muerto todos nos levantaríamos a aplaudirla cada vez que ella entrara, en reconocimiento a todo lo que había hecho en sus buenos años, cuando nosotros la alegre clase media estábamos hibernando bajo la alfombra del living, te acordás? Ella y las locas que salieron a hacer frente al poder más sangriento que el país conociera, el que puso a Videla en el sillón de Rivadavia, el que aplaudió de pie a Martínez de Hoz en la Rural, qué locas estas minas, a quién se le ocurre hacerle frente a ese poder mientras nosotros en la alfombra y Quintín era referí bombero y Tomás un muchacho recién egresado de la Sorbonne importaba a su maestro directo, el genial Foucault, en nuestro algo alicaído ambiente cultural. ¿Tenía Hebe que apoyar a esos mamarrachos impresentables, la yegua y ojitos, cuando hubiera estado tan bien que se juntara con De Angeli, este hombre tan bonachón, tan simpático, tan limpito, tan gauchito, tan candidato a representar a la nueva política una vez que Blumberg y el rabino Bergman nos defraudaron a todos? Vos sabés que la habríamos vuelto a aplaudir a la Hebe si se hubiera sacado esa foto con De Angeli en vez de volverse loca otra vez, como cuando salió a la calle en la época de Videla, la loca, qué le costaba, si total ya estaba Vilma Ripoll, vos sabés cómo la querríamos a Hebe si no se hubiera vuelto loca otra vez, si ya no jodía a nadie. Pero ahí está la loca otra vez, otra vez tenemos que salir a decirle esa señora y salir a decirle terrorista como en los buenos tiempos en los que ella salía a la calle y nosotros en las alfombras, te acordás?
Y no, ahora ya no puedo juntarme con Quintín a hablar de Raya, que querés, la política, que había muerto, al tercer día resucitó (lástima que no fue aquella vez que salimos todos por el corralito, lástima que no surgió ningún líder más pulcro de la asamblea barrial de Palermo o de Almagro, si hay gente tan linda entre nosotros, lástima que tuvieron que ser estos peronchos, clientelistas y mafiosos, no gente sana como vos y yo).
Y con Tomás, no es que escriba en Perfil, no, si después de todo Jorge Fontevecchia también ha sido un perseguido de la dictadura. Yo creo que ya nada va a ser igual entre nosotros, porque entre él y yo se interpuso la política, qué cagada, se interpusieron Tamborini y Mosca, la tradición republicana que lamentablemente no prevaleció en el 45, se interpuso Braden, Alfredo Palacios, Rodolfo Ghioldi, Ezequiel Martínez Estrada, Victoria Ocampo, López Murphy, Marcos Aguinis, Joaquín Morales Solá, Vicente Massot, Gabriel Muro, el rabino Bergman, el cardenal Bergoglio y el vicario Baseotto, se interpusieron Tulio Halperín Donghi, Scalabrini Ortiz, Hernández Arregui (quién iba a decir que volveríamos a escribir estos nombres tan anticuados, qué lástima, con lo bien que estábamos), y Leonardo Favio, Enrique Santos Discépolo, Evita Duarte (qué cosa, que Evita se interpusiera entre nosotros), Néstor Perlongher, Germán Rozenmacher, Nicolás Casullo, Norberto Galasso, Horacio González, Laura Klein, Ricardo Forster, John William Cooke, Alejandro Dolina…¡la Tota Santillán!, Daniel Santoro, David Viñas, Lucio V. Mansilla y los indios ranqueles. Y la loca de Hebe.
Así que creo que ya nada va a ser lo mismo. Formábamos parte de lo mismo, o de casi lo mismo. Pero volvió el odio y la historia no había muerto. Y la historia no siempre vuelve de una manera pulcra, a veces se vale de mamarrachos, porque Dios escribe derecho con líneas torcidas.
Oscar A. Cuervo
Patologias culturales
Victoria Mil
Durante el fin de semana se va a desarrollar en Baires Ciudad Emergente, mal que nos pese organizado por el gobierno de la ciudad, un encuentro de tres días con programación de música y otras disciplinas artísticas en el CC Recoleta. Victoria Mil a estará tocando el sábado a las 19.15 y estrenan en vivo canciones del nuevo disco Están despedidos. Un rato antes estarán charlando con nosotros y estaremos presentando temas del CD.
Cine
Oscar Cuervo comenta El sabor de la noche, la nueva película de Wong Kar-wai. Además: el Aniceto de Favio ya está fuera de las salas?
El gen rosarino
Hace un tiempo Charly dijo que había que alambrar la General Paz para que no entraran más rosarinos a la Capital Federal. Eso nunca sucedió (por suerte) y hace posible la visita en piso de Gonzalo Aloras. Es rosarino, guitarrista de Páez desde hace casi una década y grabó con Lito Nebbia, entre otros muchos. Toca la guitarra, el bajo y el piano, pero además escribe sus propias canciones. Tiene un disco que editó en 2005 que se llama Algo vuela.
"Lo interesante de cualquier artista, más allá del virtuosismo, la fama, los premios, las ventas, la popularidad, es la novedad que aporta en lo que hace. La mayor dificultad del arte nuevo es que cuando aporta una novedad es difícil de detectar. El problema es que solo se publica, se edita, se promociona lo que ya tiene alguna referencia concreta anterior y lo que puede ser homologado a algo que ya tuvo éxito".
"Hay una generación de músicos de rock distinta, que escriben, producen, actúan. ¿Qué es un músico de rock? Alguien que puede cambiar. Y yo me siento parte de ese cambio. Me interesa la música, el sexo, el rock and roll, las drogas, pero también la filosofía, el medio ambiente, el cine, la política, la literatura. El nuevo rockero tiene que buscar por ahí, como Chico Buarque o Frank Zappa: eso es rock. Utilizar una plataforma para expresarse (la música, los libros, el cine), pero interesarnos por un todo, por la vida". (Entrevista con Natalia Blanc para el suplemento Cultura de La Nación)
Y además poesía, recomendaciones y más música.
Patologías Culturales. Sábados 17.00 a 19.00 por FM La Tribu (88.7). http://www.fmlatribu.com/
¿Qué pasó con Aniceto?
Aniceto no es la mejor película de Favio, creo que es irregular y seguramente no está a la altura de aquel Romance del Aniceto y la Francisca. Pero es una obra con destellos de genialidad. Y es la película de un autor insoslayable del cine moderno. Se supone que podría haber convocado a un público cinéfilo (ese que se agolpa para ver cine independiente en el BAFICI). Pero eso no ha pasado: no hablemos ya de un cine popular, el de los millones de personas que iban a ver Juan Moreira o Nazareno Cruz y el lobo. Ese público ya no existe. Pero este Aniceto no llegó a ser vista por 20.000 personas. He hablado con mucha gente a la que le encantó y que la estaban recomendando. Pero hoy ya no es posible verla en Buenos Aires.
jueves, 26 de junio de 2008
Domingo cinéfilo, melómano, blogófilo
Por Oscar A. Cuervo
Este será un domingo cinéfilo, melómano y blogófilo en La Otra.
1) Todo empieza a las 19:00 en el auditorio La Tribu (Lambaré 873). Dentro del ciclo "La construcción de la realidad en el lenguaje audiovisual" (en el que ya proyectamos LA CRISIS CAUSÓ DOS NUEVAS MUERTES y CLOSE UP), esta vez exhibiremos y debatiremos BLOW OUT, EL SONIDO DE LA MUERTE, una película de la época de oro de Brian De Palma. Resulta que BLOW OUT está líbremente inspirada en BLOW UP de Michelangelo Antonioni (que a su vez estaba líbremente inspirada en un cuento de Julio Cortázar, "Las babas del diablo"). En la de Antonioni un fotógrafo top del swinging London salía a sacar fotos una mañana de verano, se metía en un bucólico parque y le sacaba fotos a una pareja que se proponía hacer el amor. Una vez reveladas las fotografías, el fotógrafo descubría, mediante sucesivas ampliaciones (blow up), que el paisaje bucólico escondía un cadáver. El punto de partida de la de De Palma que vamos a dar el próximo domingo es un sonidista (John Travolta) que sale con sus micrófonos a tomar sonidos exteriores. Y después imagínense lo que pasa... Lo que seguro pasará es que el debate posterior nos servirá para seguir pensando cómo se pueden construir diversas percepciones del mundo mediante palabras, sonidos e imágenes, ya sea desde la portada de Clarín (LA CRISIS CAUSÓ DOS NUEVAS MUERTES), o mediante la filmación del juicio a un impostor que se hizo pasar por un director de cine (CLOSE UP), distintas perspectivas de lo real. Ahora con BLOW OUT le toca el turno a la banda sonora y al género del thriller cinematográfico.
2) Más tarde, a la medianoche del domingo empieza nuestro programa de radio (FM La Tribu, 88.7, La otra.- radio), esta vez cinéfilo, melómano y blogófilo: hace unos días se ha estrenado I'M NOT THERE, el film de Todd Hayness inspirado en algunas canciones y vidas posibles de Bob Dylan. Una buena película acerca de una de las figuras claves de la cultura contemporánea, el famoso más desconocido, Mr. Alias, el gran Robert Zimmermann, o sea Bob. La película también le gustó mucho a la gente de un blog amigo, los Mate Tuerto, así que vienen a comentarla con nosotros y de paso seguimos estrechando relaciones con la comunidad blogal.
3) Como esta semana también se estrena la última del gran Wong Kar-wai, My blueberry nights (aquí titulada EL SABOR DE LA NOCHE), también estaremos comentándola. Aún no la vimos, y sabemos que ha generado controversias, a algunos les parece que Wong ya fue (quizá se trata de ese sector snobista de la crítica que se reserva el derecho de descubrir y sepultar cineastas, como si en verdad de ellos dependiera el futuro del cine), y para otros el creador de HAPPY TOGETHER sigue en buena forma. Sin haberla visto y más allá de lo que nos parezca la última, creemos que alguien que ya le ha dado al cine películas tan hermosas como CHUNKING EXPRESS y IN THE MOOD FOR LOVE merece nuestro crédito.
4) Tanto I'M NOT THERE como MY BLUEBERRY NIGHTS tienen muy buena música: Dylan, Cat Power, Sonic Youth, Norah Jones, Yo la tengo y Charlotte Gainsboug entre otros. Esa será la música de esta medianoche del domingo.
miércoles, 25 de junio de 2008
El príncipe
Por Guillermo Villalobos
Conocí al Príncipe (Gustavo Pena Casanova) en Plan B, un boliche de Cabo Polonio. Esa noche, mientras el Príncipe cantaba Pensamiento de Caracol, Cuchi, el dueño de casa, se acercó y me dijo al oído: "Si este hubiera nacido en Nueva York sería B. B. King , ¿entendés?". Cuatro temas y entendí. Estoy hablando del verano de 2002. Pregunté a mis amigos si había algo grabado de él y me pasaron grabaciones caseras. Lo escuché y me sorprendí. Me parecía que todo el tiempo estaba hablando de cosas que me habían pasado.
Había escuchado que estaba muy enfermo, con una enfermedad que se llama Guillén Barré, que le estaba comiendo los músculos, que no podía hablar, que se había quebrado un brazo y no podía tocar. En fin, que estaba arruinado. Al llegar a Montevideo un amigo me dice si quiero ir a visitarlo y ahí fuimos. Llegamos a su casa y a los cinco minutos nos estaba mostrando la música que había compuesto en esos días. Resulta que estaba componiendo con la computadora y estaba muy contento. No paraba de mostrarnos temas. Le tuvimos que decir que esperara, que nos dejara digerirlos un poco. Hicimos unos ñoquis, hablamos hasta que se hizo tarde, mi amigo se fue y nosotros nos fuimos al bar a seguir conversando. En el camino me contaba lo lindo que era un patio que había conocido en el hospital donde había estado internado los últimos meses. Decía que a las cinco de la tarde se iba al patio, se fumaba uno y escuchaba el canto de los pájaros hasta que se callaban. Mientras, se tomaba un cafecito y se preguntaba por qué la gente que iba al hospital no curtía ese lugar tan bonito. En ningún momento se quejó de lo que le estaba pasando. Contaba su vida, no le parecía ni bien ni mal. Yo en su lugar estaría enfermo, él estaba componiendo canciones.
Y seguí escuchándolo. Volví a verlo. Habían pasado unos meses y al llegar a Montevideo me cuentan que estaba internado en el Maciel, un hospital público. Llego a la puerta de Terapia Intensiva, pregunto por Gustavo Pena y la enfermera me dice que puede ser “ese que está al fondo”. Entro y ahí estaba, dormía. Me quedé un rato a su lado y cuando despertó me dijo que lo disculpara, que no podía hablar. Le pregunté qué necesitaba y me dijo si no podía hacerle unos masajitos en los pies. Así pasamos la noche. Al otro día estaba mejor, lo pasaron a una sala común y me llevó a dar una vuelta por el hospital. En la recorrida me presentó a varias enfermeras como si fueran sus tías.
Ser amigo del Príncipe es una de las cosas más importantes que me han pasado. Él podía ver la vida sin opinar ni sacar conclusiones, sin pensar previamente. Me mostró que es posible soltarse y dejar que eso hable a través tuyo, sin intervenir. Y vivía como componía.
En el verano de 2004 un amigo recién llegado de Europa me dice que tiene un pique para realizar documentales y venderlos en España. Me pregunta si quiero participar y le digo que sí, que podemos empezar con el Príncipe. Me dice que yo elijo arrancar por lo más difícil. Arrancamos en abril y Gustavo muere el 13 de mayo.
Antes de irse nos regaló una parte de sus tesoros.
Ahora estoy en Buenos Aires a punto de terminar de editar la película. El amigo volvió a Europa, otros amigos se incorporaron a la nave principesca y ahí estamos.
martes, 24 de junio de 2008
Revista La Otra 18: Notas sobre el rock argentino en democracia
“Personalmente, me siento muy bien, me estoy comenzando a sentir cada vez mejor con respecto a mi música. Me siento muy tranquilo porque, cada día que pasa, tengo la necesidad de refinar cada vez más mi música, mi lenguaje, para darle algo mejor a la gente. Aunque, finalmente, termine haciendo conciertos para veinte o treinta personas, sé que estaré tratando de aproximarme a lo que yo considero es una obra de arte, y no tratando de domesticar a la gente para la impotencia”. Así pensaba Spinetta en 1977, cuando el jazz se convirtió en su modelo musical. A 18’ del sol es su primera muestra, y los discos de Jade las siguientes. También decía cosas como esta: “Quiero conocer a Dios. Quiero hacer mi música para el espacio, para los planetas. Me resisto a pensar que tengo que cumplir una misión para los hombres y chau”. No es extraño que, midiendo todo con las reglas de este discurso, a comienzos de los 80 Spinetta mirara con desconfianza la llegada del pop bailable que Virus traía al país. “Tengo que aprender a volar entre tanta gente de pie”, cantaba en “Canción para los días de la vida”. Y de ese vuelo, justamente, hablará Spinetta unos años después, al comentar la edición de Bajo Belgrano, el tercer disco de Jade. “Hay un Spinetta medio raro que describe la realidad de una forma directa, bien contante y sonante; alejado de ese otro Spinetta que mucha gente critica como evasivo porque siempre está hablando del ‘espacio sideral’”. Separado de todo lo que oliera a sociedad, Spinetta, arrogante, declara, primero, su decisión de seguir el camino del arte y atender solo a sus reclamos, íntimos o interplanetarios; después, graba un disco que responde a cuestionamientos que vienen de fuera de su mundo privado. Pero sus críticos no son solamente “mucha gente”; tienen nombre propio, hacen música y escriben canciones en su contra. De acuerdo con el modelo de rechazo violento y triádico que The Clash utilizó en su canción “1977”, Los Violadores escriben “Viejos patéticos”. Los referentes impugnados no son Elvis, Beatles y Stones sino Porchetto, Pastoral y Spinetta: “Basta de hospicios, Betos y cósmicos / Es todo viejo viejo / viejo viejo viejo”. Peor aún es la venenosa intervención de Virus. En Recrudece, uno de sus discos-manifiesto, un verdadero panfleto moderno, “Caricia azul o si no soledad carmesí” se burla de la lírica de Spinetta tomando como modelo “Muchacha ojos de papel”: “El alba es mermelada / ¡Dame pan! / Tus pies son de almohada, nena / ¡Qué calor! / Tus caricias son azules / ¡Me manchás!” La parodia literaliza las metáforas y pone en primer plano el mecanismo de una escritura que se considera atrofiada. Se trata de un momento de autoconciencia para el rock argentino y Virus es, tal vez, la banda más preocupada por retrazar el mapa heredado. Bajo Belgrano es, entonces, una respuesta y un disco que se dice diferente de los otros. Lo es, sin dudas, pese a que las cantidades lo niegan. Efectivamente, la mayor parte de las canciones continúa el estilo habitual de Spinetta: “Vida Siempre”, “Era de Uranio”, “Viaje y epílogo” manifiestan más puntos de continuidad que de ruptura. La delicada “Vida siempre”, por ejemplo, con sus escobillas y sus rodeos semánticos, dice lo que el álbum supuestamente niega: “las noticias no penetran aquí”. Sin embargo, título, tapa y declaraciones ponen de relieve dos canciones, y la dedicatoria a las Madres de Plaza de Mayo, una tercera. Las primeras son “Canción de Bajo Belgrano” y “Resumen porteño”; la otra, “Maribel se durmió”.
Resumen Porteño
Ricky está listo
listo del bocho
y encima le tocó marina.
Y para zafarse
sólo toma pastillas
y ya no toca un libro,
y no quiere que le digan nada.
Y es que Ricky se va
solo, sin hablar, pero se va
par de pilas nuevas para el walkman
y un boleto en micro hacia Río
y un casette de días y días y días...
Agueda baila
baila y se cae
y no adelgaza nunca.
Los psicoanalistas
la están usando
y dicen que ya no hay caso ya
(¿será por su mejilla verde?) .
Y esto siempre se da,
nadie vibrará su desconsuelo
sólo está feliz en los conciertos
y siempre se la llevan detenida
como a un ángel.
Y en el infierno inflacionario
y entre los líderes del mundo
tu corazón se abrirá... tal vez
Cacho está muerto
muerto de risa
y ya no siente nada.
Él va con su caña
y su portátil
y arma con el alba.
No sé si habrá de enloquecerse
o es que así quedará
aunque se disuelva el horizonte
pero la verdad es que da impresión
ver los blancos peces en un nylon
cuando en realidad es tan temprano.
Usualmente, sólo flotan cuerpos a esta hora.
lunes, 23 de junio de 2008
Poesía: Moebius
Gastón Bachelard.
15 páginas de Heidegger sobre Zaratustra
En Virus dos mujeres corriendo un pasillo de tantos
nave bote castillo
maternidad matrimonio
el monstruo siembra propaga robotiza
sofisticado
artefacto tecnológico.
Urdimbre
Ella quiso que el lobo la comiera
Lilián Cámera
Que la noche y Novalís te den su bendición
Que encuentres a Hermes las leyes y los hombres cósmicos
Que recuperes los dioses y el ocaso
Que la naturaleza perdida te contenga en su seno
Que el abrazo de la locura te haga resurgir
Que Altazor se descomponga tras un globo polar
Que te reúnas al fin con los Sonetos a Orfeo
Vuela. Busca alas doradas.
Que un cóctel intoxicado te deje fluir
Que convulsiones en belleza o que no seas
Palabra que de mi partes hazte verso liderando el cosmos
Vanesa Aldunate
simulacro
Arrancado a la penumbra, un labio extranjero no dejará inscripción en la piel sudorosa. Apenas una lengua que recorre, un dedo que imagina.
Siempre otro, siempre otra.
domingo, 22 de junio de 2008
Soberbia
El intelectual duhaldista (si se permite el oxímoron) se presentó en las elecciones de 2007 como candidato a senador por la Ciudad Autónoma en las listas de Roberto Lavagna y ocupó el séptimo lugar, con el 3,7 por ciento de los votos. Con esa robusta plataforma y desde un bastión de la República como el diario La Nación, Parentini Posse explica que sólo podría evitarse una “salida anormal, traumática”, si CFK se desembarazara de Kirchner. La coincidencia de todas las fuerzas sanas de la democracia se acerca al punto de unanimidad: un planteo semejante formuló desde el bisemanario Perfil el columnista Alfredo Leuco. Con una prosa que hubiera deleitado a Adolfo Bioy Casares dirigió una carta abierta al “presidente de facto” para “exigirle y rogarle al mismo tiempo que se retire inmediatamente del lugar en el que se encaramó aprovechando una relación conyugal que no tiene nada que ver con la Constitución Nacional”. Martín Caparrós es aun más exigente: en nombre de la Memoria que alguien le encargó custodiar le pide no sólo a Kirchner sino también a la presidente que se callen la boca.
(Por Horacio Verbitsky. Continúa aquí.)
Apuntes sobre el Mal
Algún día pasará; las turbulencias no están destinadas a durar por siempre. Entonces, habrá que volver a revisar todo desde el comienzo. El odio no es por sí mismo una posición política, pero en el futuro, con más serenidad (porque ahora enoja), habrá que releerlo todo para comprender estas palabras, para encontrar en ellas una orientación, alguna pista sobre la historia y sobre los protagonistas (nosotros). Algunas cosas leídas y escuchadas en los últimos meses:
* “q gracioso, cuando el cuervo se queda sin palabras por las hijaputeces q hace y dice la yegua q tenemos de presidenta se recluye en la cinefilia." (comentario anónimo del 19 de junio de 2008, en un post en el que anuncio la proyección del film de A. Kiarostami Close up).
* Radio Mitre, programa vespertino Según como se mire de esta semana: entrevista a Nicolás Casullo en la que él expresa críticas a las posturas de las organizaciones agrarias. Fin de la entrevista. En el estudio, el periodista Marcelo Moreno dice: “cuando escucho a este tipo de intelectuales tengo ganas de vomitar”.
* “lo único que sí conocen [los del gobierno] son los métodos de la intimidación. Dividir, crear violencia, amenazar, refugiarse en frases de dirigentes K ya desbordados como Buzzi que habla de sangre para que no la haya, usar el sello de Sociedad Rural para enarbolar oligarquías, usar a las Madres como marca registrada, buscar cómplices baratos para armar climas de persecución.”
(Tomás Abraham, "La intimidación", Blog Pan Rayado, Mayo 28 2008)
* "Realmente vivo este encuentro con ustedes como si les estuviera mandando un parte de guerra. Con la conciencia cada vez más clara de que estas batallas, enfurecidas de injusticia, las desataron los empleados que tenemos en la Casa de Gobierno. A ver si les gusta, se me ocurrió un título: “El Matrimonio de la Desesperanza, de la incertidumbre y de la Revancha”.
Usted preguntará: ¿revancha de qué? De nada. Vivieron del préstamo a los pobres y se enriquecieron. Fueron al poder y se volvieron a enriquecer. Hoy tienen el mando absoluto y pueden vivir diez vidas, con su bolsillo económico.” (Bernardo Neustadt, 11/5/08, diario La Nueva Provincia, Bahía Blanca).
* “En la Alemania Nazi el Führer era el líder, el gobierno, el pueblo, el estado y la nación. Eso es lo que está pasando hoy en la Argentina”. (Marcos Aguinis, esta semana en un programa de cable).
* "Han creado un clima de terrorismo ideológico. Toda disidencia es golpismo. O se está con ellos incondicionalmente o contra ellos. Al que critica se lo “observa”. Profesores de ciencias sociales, editores, artistas, periodistas, acompañan a esta especie de desbande político y vigilancia ideológica apelando a la violencia verbal como siempre lo hicieron desde sus poltronas bien protegidas. Diagramadores de pequeños panópticos al servicio de los actuales mandamaces, son esta vez verdaderos idiotas útiles que hacen reir a los de arriba, sino fuera que no son idiotas, sino vivos, actores de reparto de una comedia progresista." (Tomás Abraham, 25 de abril 2008, El Observatorio de los vivos, Blog Pan Rayado)
* Comentario de Gabriel Muro en este blog, en respuesta a otro comentario que ironizaba sobre la propuesta de Muro de una revolución de las clases medias: “policías discursivos hay por todas partes, especialmente en es este blog pretencioso y oportunista. Lo más triste es que son policías de un nivel de análisis discursivo absolutamente paupérrimo. Son incapaces de sostener una discusión seria. Al segundo comment ya te están chicaneando con bobadas. Es un patoterismo muy berreta. Te los cruzás solitos en la calle y salen corriendo. Desde la esquina te tiran algún cantito de cancha retroperonista para volver a darse a la fuga creyendo que su honor sigue intacto.”
* “ ...una señora de tapado de piel quiere saber qué pasa, por qué están las cámaras. Cuando le nombran a la Presidenta, se le eriza la piel: “Qué viene a decirnos que hay gente que la está pasando mal. Todos la pasamos mal. ¿Cuál es la solución? Hay que sacarlos, sacarlos del gobierno." (...) [La señora] También repudia el envío al Poder Legislativo del tema de las retenciones: “¿Qué Congreso, si no hay Congreso? –dice–. Lo que pasa es que el Gobierno está vendiendo el país”. Cuándo PáginaI12 le pregunta a quién se lo están vendiendo, responde muy segura: “Al Estado de Israel”. Para no pecar de antisemita, se apresura a aclarar: “No soy antijudía. Soy amiga de una mujer judía dueña de un comercio de la calle Santa Fe. Mi problema es el Gobierno, no los judíos”. (Página 12, 19 de junio 2008)
* Ricardo Buryaile, presidente de la Sociedad Rural de Pilcomayo: “si los legisladores ratifican las retenciones hay que disolver el Congreso” (20 de junio 2008).
* “Es posible que el envío de esta causa al parlamento haya sido para empeorar la cosa. No es una suspicacia paranoide sino una realidad tangible que el problema fiscal del sector rural podía tener una solución entre partes de buena voluntad que piensan en el bien común, y que su politización la ha arruinado. En el congreso se corre el riesgo que dado el clima político creado en estos tres meses, la oposición y el oficialismo se tiren de las crenchas, más aún si hay cámaras de televisión y son el centro de todas las miradas. (...) Un callejón sin salida legislativa permitirá al ejecutivo en caso de seguir el desabastecimiento, tomar una medida extrema por diagnosticar un riesgo nacional y una situación de peligro institucional. ¿ Cuál será esa medida política ? No sabemos.” (Tomás Abraham, “El peligro”, 19 de junio de 2008)
* “La situación esta dada para que una resistencia armada al gobierno se exprese. En cambio se reza y pide por la paz aunque se es consciente de que la obediencia debida triunfará y que lo que se busca – el Estado de Sitio – no fue elaborado porque Argentina quiere seguir apareciendo ante el mundo como una República Democrática.
"Hitler llegó por el voto de sus conciudadanos, Stalin, por medio de una revolución, pero las metodologías gangsteriles (Ana Arendt) fueron los mismos.Los políticos tienen miedo de pronunciar la palabra República porque esta ha muerto: se sigue hablando de democracia como si viviéramos en la Atenas de Pericles, esta allí también con limitaciones.
"Los periodistas tiemblan. El pueblo sufre. Hasta cuando esperará. Hasta que la violencia genere la necesidad de un Estado de Sitio que es lo que el gobierno busca”. (Oscar Portela, Blog El universo de Oscar Portela)
* "Invitada por el grupo Progreso, que agrupa a dirigentes de la vieja guardia reclutados por el ex diputado José Bielicki, Elisa Carrió logró que algunos de los 52 comensales se atragantaran con el explosivo diagnóstico que despachó en pleno almuerzo. Vaticinó que el matrimonio Kirchner dilapidó su poder y que el país va camino de una crisis tan profunda como la de 1976, cuando los militares voltearon a Isabel Perón en un contexto de violencia política. «Puede haber sangre», alertó. Aunque enseguida buscó poner un bálsamo: «Esta vez la salida no será violenta, sino republicana». Carrió cargó las culpas casi exclusivamente en hombros del esposo de la presidenta. Al punto que acusó a Néstor Kirchner de comportarse como «un marido golpeador»." (Clarín, viernes 30 de mayo de 2008).
* PSIQUIÁTRICO: “Hay razones para pensar que la crisis actual, más allá de su índole política, tiene un inequívoco componente psiquiátrico. Néstor Kirchner es un hombre enfermo de odio y en su desmesura nos está llevando a un callejón sin salida. Con la particularidad de que, desgraciadamente, este enfermo peligroso es el verdadero poder detrás del trono”. (Recuadro de tapa de La Nueva Provincia, el diario de la familia Massot de Bahía Blanca, 15/6/2008, sin firma).* Blog La lectora provisoria, Junio 1, 2008: “Claro que [el kirchnerismo] es el Mal: la prepotencia, el autoritarismo, la ignorancia, el desconocimieno del mundo, las malas lecturas, la ambición, la frivolidad, la corrupción. Todas estas cosas favorecidas por una cultura política que hace infalibles a los jefes hasta que provocan un descalabro. Es una política en la que no hay más mediación y todo depende de la voluntad de un tipo acompañado por una banda de patoteros obsecuentes. Sí, es el Mal, sí. Y me da mucho odio. Sí.” (Quintín).
* “truchos, chantas, pateticos, hipocritas son los q defienden este gobierno de mierda, no vale la pena perder mas tiempo, q reviente este pais de mierda y se vaya todo al carajo.” (comentario dejado por un anónimo ayer en este blog).
sábado, 21 de junio de 2008
Ciudad como botín
A propósito de la obra Ciudad como botín, dirigida por Luciano Cáceres, Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543), lunes 21:00 hs.
Si hay una obra abrumadora y difícil de soportar es ésta. Se trata de la segunda parte de una trilogía del alemán René Pollesch que se completa con Sex según Mae West, estrenada en 2006 y Personas en hoteles de mierda, que pronto se pondrá en escena en Córdoba.
La ciudad moderna se ha convertido en un lugar desde el cual se nos bombardea con toda clase de estímulos marketineros, propios de la sociedad capitalista, con tal velocidad e intensidad que quedamos sin capacidad de reacción. Por supuesto que en la obra de Pollesch se exageran los efectos para que resulte evidente. El mensaje llega y es agotador y sin pausa alguna, lo que produce un bloqueo intenso del que es difícil recuperarse. Sólo la parte musical es la que produce una breve desaceleración del caos o bien la comicidad desaforada de José María Muscari.
Al haber presenciado la obra en el estreno, vimos un cierto desorden en el escenario que ya no era el caos congénito, sino que estaba provocado por los olvidos de ciertos actores de ese discurso sin pausa, por lo que presumimos que a esta altura la obra estará más asentada. Pero la aceleración y la reiteración del lenguaje y de las imágenes es propia de este teatro llamado de la “no” representación.
Hay tres bellas y enormes actrices –que pertenecían al elenco de Sex según...- que cantan en alemán, exhibiendo un look fassbinderiano que alivia un poco la exaltación del conjunto.
Es como si en una ciudad como Buenos Aires -anda por ahí el ropaje y los ojos claros de Mauricio, por gajes de la traducción, lo cual resulta risueño- se efectuara de pronto un desmadre total y, en lugar de hablar, se vociferara velozmente. La acción se expande desde balcones en los que hay personajes con carnadura hacia una pantalla donde la acción continúa con la misma escena, pero filmada en ese preciso instante.
¿Qué se pretende? No un mero experimento teatral y audiovisual vacío: se trata de mostrar lo que ocurre en una urbe cualquiera –ciudad de mierda, repetido hasta el infinito-, llevarlo a la enésima potencia, como para provocar una reacción que no tenemos por estar anestesiados. Nos toman diariamente como botín y nos convierten en consumidores. La única manera de demostrarlo es reproduciendo este efecto en el teatro, con los espectadores, que también somos transformados de esta manera en botín.
Pollesch ha creado y expandido esta estética desde la sala Prates, un pequeño espacio experimental de la Volksbuhne, una suerte de bunker estatal. Este autor estuvo hace un tiempo en el Instituto Goethe en un workshop junto a Luciano Cáceres, quien acaba de emerger con éxito de la complicada puesta de La Felicidad de Daulte.
Del pensamiento de Pollesch tenemos un botón de muestra:
- Una sola pregunta, Sr. Pollesch. ¿Por qué relacionar tan directamente el sexo y el dinero?
- Es un vínculo preformado. El hombre trae el dinero y la mujer cuida a los chicos. La mujer mantiene relaciones sexuales a cambio de ser mantenida. Algo instalado en la sociedad, aunque no esté verbalizado.
jueves, 19 de junio de 2008
Golpeá que te van a abrir
miércoles, 18 de junio de 2008
Una obra maestra de Abbas Kiarostami el domingo en el auditorio de La Tribu
Había una vez un señor llamado Hossein Sabzian que se hizo pasar por el famoso director iraní Mohsen Majmalbaf. Simulando ser el cineasta, se vinculó a una familia, los Ahanjanh, para que ellos le ayudaran a financiar una película. Una vez descubierto, el impostor fue a parar a la prisión. Cuando Abbas Kiarostami se enteró del caso sintió inmediatamente la necesidad de hacer con todo este embrollo una película: Close up (Primer Plano). Fue a la cárcel a entrevistar al impostor y pidió permiso para filmar el juicio. También filmó a la familia estafada. Incluso se atrevió a incidir en la marcha del juicio para que "entrara" en los 40 días que duraría el rodaje. En el film se mezclarían entrevistas a los personajes reales, el registro documental del juicio, primeros planos tomados in situ junto con otros "puestos" expresamente para la película, reconstrucciones ficticias hechas ¿para el juicio o para la película? Incluso Kiarostami provocó un encuentro entre el verdadero Majmalbaf y el falso, y propició que ambos fueran juntos a ver a la familia estafada.
Lo extraordinario del caso es que esta intervención de Kiarostami desencadena en su film una serie de interrogaciones sobre ficción y realidad, verdad y mentira, representación de la representación, en curiosos efectos de estructura en abismo. Lo que él logra es que el espectador no pueda nunca dejar de preguntarse sobre la relación de eso que está viendo con la verdad.
A diferencia de la manipulación que hacen los medios informativos por la que convierten una verdad en algo falso, el artista Abbas Kiarostami parte de una capa de mentiras (y mentiras de mentiras) para hacer aflorar una pregunta verdadera.
Este domingo a las 19:00 en el ciclo de cine La otra en La Tribu veremos Close-up (Primer Plano) de Abbas Kiarostami, uno de los films claves del cine moderno. En Lambaré 873.
Qué es el peronismo IV
El 16 de junio de 1955 una flota de 34 aviones de la marina argentina bombardeó la plaza de Mayo con el fin de asesinar al entonces presidente Perón. Resultaron asesinadas más de 360 personas y heridas otras 800 que pasaban por la plaza durante las 5 horas que duró el bombardeo.
“Estaba anunciado que ese mediodía habría una demostración de aviones sobre el cielo capitalino en desagravio al general San Martín, pero los aparatos que aparecieron a las 12:45 no tenían cara de amigos ni de hacer piruetas virtuosas. Cuentan que el primero fue un DC3 que descargó dos bombas, impactando una en la boca del subte de la línea A, sobre la propia vereda de Hacienda. Ahí nomás aparecieron los Gloster Meteor y los Biscraft, mostrando sus vientres oscuros y dejando caer más bombas y también ametrallando sobre los caminantes de la Avenida de Mayo y de la propia Plaza. Un diario dirá al día siguiente que los aviones fueron entre 8 y 10 en una segunda oleada un rato después y que “uno de los testigos presenciales instalado en Alsina y Paseo Colón, vio como una bomba destrozaba un trolebús repleto de pasajeros.” (Enrique Arrosagaray, “Chaparrones de fuego sobre Plaza de Mayo, diario SUR, 15/6/2008)
“El momento de acelerar el golpe ocurrió luego de la manifestación de Corpus Christi que puso en la calle a unos 200 mil católicos opositores al gobierno. La manifestación fue prohibida por el ministro del Interior Angel Borlenghi. Esto enfureció más a los católicos. El gobierno detectó la conspiración esa semana. Creyó ver en dos religiosos como monseñor Manuel Tato y Ramón Novoa los vínculos entre militares y civiles golpistas, que a esas alturas eran muy numerosos. Borlenghi decidió su arresto y expulsión a Roma. Los líderes de la rebelión supieron que el 16 serían detenidos igualmente. Deciden, entonces, que bajo el pretexto de un "desagravio a la bandera" una flota de aviones sobrevuele la Catedral metropolitana. Era la señal para el ataque contra Plaza de Mayo. Toranzo da la orden sin saber que llegaba una comunicación de Roma: Perón había sido excomulgado por el Vaticano.
“Las crónicas abundan en detalles de aquel ataque sangriento que comienza con la descarga de dos bombas por parte de Noriega a las 12.40 y se sucede en tres oleadas hasta las 17.45. Muchos aviones llevaban inscripta esta sigla: «Cristo Vence». Perón era, a esa altura, el anticristo.” (María Seoane, Clarín, 16/06/06).
“Un golpe militar derroca a Perón en septiembre de 1955. El general Lonardi levanta las guarniciones de Córdoba. El contraalmirante Isaac Rojas bombardea los solitarios gasoductos marplatenses. El general Aramburu fracasa en el levantamiento militar de Curuzú Cuatiá y se refugia en el Brasil. El 23 de septiembre, ante una multitud similar a las concentraciones peronistas, habla Lonardi desde los balcones de la Casa Rosada. Su famosa frase: “ni vencedores no vencidos”. Esquemáticamente, como una entente de nacionalismo clerical económicamente liberal y proimperialista, el lonardismo intentó basarse en el armado sindical peronista -sin Perón-, al mismo tiempo que le solicitaba a Prebisch el plan económico, pasaba a retiro a 44 generales, procesaba al propio Perón por «corruptor de menores» y recibía con satisfacción un comunicado de la CGT que anunciaba «cesar el fuego entre hermanos», «calma», «armonía», y «un país de hombres de bien».” (Nicolás Casullo, “El golpe de 1955”, diario La Opinión, 21/2/1973).
Dijo Leónidas Barletta en el periódico PROPÓSITOS (29/9/1955), órgano de difusión del Partido Comunista: “Su gobierno [refiréndose a Perón] típicamente reaccionario, daba a las organizaciones obreras, estudiantiles y campesinas, al partido oficial, al Parlamento y a las obligadas concentraciones, una orientación corporativa supeditada a las inapelables órdenes del pequeño «Fuhrer» sudamericano. No hemos esperado que cayera para decirlo. Su torpe violencia, que tanto daño hizo, no era más que la envoltura política de un gobierno incapaz. Nos hemos cansado de probarlo desafiando su furia y pagando a buen precio nuestra osadía. [...] Ahora la Nación se une a la esperanza de un buen gobierno.”
Almirante Isaac Rojas y otros miembros de la revolución fusiladora
“Socialistas y comunistas, congelados en el antifascismo del 45 y reducidos a su base social pequeño burguesa, colonizada mentalmente por la clase dominante, están lejos de advertir el profundo dolor que embarga a los trabajadores, lanzados ahora a la proscripción. La experiencia del 45 al 55 ha calado hondo en las masas trabajadoras y una vez más, ante el hecho trascendental del retorno oligárquico al poder, la izquierda tradicional no está al lado de los trabajadores sino comparte el júbilo de los opresores. (Galasso, op. cit.)”
Alfredo Palacios y Darío Miró, socialistas, miembros de la Convención Constituyente de 1957
Ezequiel Martínez Estrada dice en Qué es esto, Bs. As., 1955: “Perón tenía una mentalidad cuadriculada... un cerebro con muy pocas circunvoluciones, pocas figuras, pocos meandros... una tabla rasa con jeroglíficos paleolíticos... Sus ideas, magnificadas por la investidura y el arte de encantar serpientes que poseyó en grado superlativo, son las mismas de un boyero de 16 años o de una mucama de 33... Sus cualidades eran de diferente índole: cinismo e histrionismo, caciquismo... locuaz y mendaz, protector de la oligarquía y de la chusma, odia la cultura, resentido, conciencia fría, terrorista, demagogo... [Perón] ha encendido en la chusma, que él llamaba «los descamisados» y que algunos tontos y necios confundieron con el proletariado, un orgullo de clase dominante.”
Y Norberto Galasso (op. cit.) agrega: “Aunque el quid de la cuestión estaba en el Plan Prebisch, para lo cual había que reformar la Constitución de 1853. Previamente, el 27 de abril, también por decreto, el dictador Aramburu deroga la constitución de 1949. El plan económico, en resumen, consistía en 1) Transferir al sector agropecuario una mayor proporción del ingreso nacional. 2) Amplio concurso y facilidades al capital extranjero. 3) Comprimir el nivel de ocupación. 4) Marginación del estado para mayor libertad de la empresa privada.”
martes, 17 de junio de 2008
Convocatoria al acto en defensa de la democracia
Lo haremos desde nuestra propia identidad y sin ahorrar críticas al Poder Ejecutivo Nacional, pero en respaldo de la institucionalidad democrática y de las medidas progresivas que enfurecieron a una nueva derecha que usa la retórica del diálogo y el consenso y se envuelve en los símbolos nacionales mientras pretende mantener sus privilegios. Con lock-out patronal y desabastecimiento no hay vocación de dialogo. Es imprescindible el levantamiento de las medidas de fuerza, y que el gobierno haga una amplia convocatoria a todos los sectores involucrados, para la discusión integral de un nuevo modelo productivo.
Somos miembros de organizaciones sindicales como la CTA, CTERA, la Unión Obrera Metalúrgica, CONADU; de movimientos como Tupac Amaru y Movimiento Nacional Patria Grande; de organismos de derechos humanos como el CELS, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; de pequeños empresarios, como la Asamblea de PYMES y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos; economistas del Plan Fénix; decanos y profesores universitarios, científicos e investigadores; sacerdotes en opción por los pobres; dirigentes políticos que demostramos la posibilidad de construir alternativas populares sin clientelas ni aparatos; intelectuales y artistas integrantes del agrupamiento Carta Abierta y ciudadanos sin militancia partidaria ni institucional.
No formamos parte del gobierno. Objetamos la destrucción del INDEC y la construcción del tren bala, la negativa a reconocer la personería de la CTA y la alianza con sectores de la mal llamada burguesía nacional, que fue socia de los gobiernos neoliberales. Consideramos intolerable el mantenimiento de altos niveles de hambre y exclusión en uno de los grandes países productores de alimentos del mundo.
Pero la restauración conservadora en marcha, con el impulso de un sector de la izquierda que imagina protagonizar una revolución agraria, no cuestiona los defectos sino los aciertos del gobierno, al que intenta imponerle sus intereses económicos por encima del interés general, sin reparar en costos ni en métodos. Cuestiona la reconstrucción de la autoridad del Estado luego del colapso de 2002, el saneamiento de la Corte Suprema de Justicia, el juicio a los responsables del Estado terrorista, el drástico descenso de la desocupación, la recuperación del régimen jubilatorio estatal, el establecimiento de un haber para las personas mayores de 70 años que no tenían ninguno, el aumento del presupuesto educativo, la creación de un ministerio de ciencia y tecnología, la política exterior independiente, en asociación con los gobiernos democráticos de Sudamérica. No busca un avance sino un salto atrás.
Contra toda evidencia se acusa de autoritario y soberbio al primer gobierno que ha prohibido el uso de armas de fuego en el control de manifestaciones y se moteja de represión violenta al desalojo con guantes de seda de la ruta del MERCOSUR, por la que desde hace tres meses no se permite el tránsito de mercaderías, obligando a tirar millones de litros de leche y toneladas de frutas y verduras. De ese clima deslegitimador, parecido al que minó la presidencia de Arturo Illia, participan en forma tan entusiasta como irreflexiva sectores de las clases medias urbanas influidos por la cobertura tendenciosa de diarios y canales de televisión temerosos de que se democratice la comunicación de masas.
De esta crisis, no menos grave porque se la niegue, sólo se sale con más democracia y más distribución de la riqueza. Para ello se impone una reforma impositiva integral, que grave a todos los sectores que en estos años han tenido beneficios extraordinarios, como la especulación financiera, la minería y la pesca.
Ésa es la voz propia con la que mañana iremos a la Plaza de Mayo, en defensa del valioso trayecto recorrido desde mayo de 2003 y en demanda de su profundización, con mayor calidad institucional y con la participación popular.
Firman: Hugo Yasky, Martín Sabbatella, Horacio Verbitsky, Laura Conte, Juan Gelman, Adrián Paenza, Eduardo de la Serna, Abraham Gak, Juan Pablo Paz, Carlos Heller, Horacio González, Nicolás Casullo, Lilia Ferreyra, Ana Cacopardo, Victorio Paulón, Stella Maldonado, Roberto Baradell, Carlos De Feo, Juan Carlos Junio, Alejandro Dolina, Juano Villafañe, Vicente Battista
Adhesiones a: arte@centrocultural.coop
o arte@cculturalcoop.org.ar
lunes, 16 de junio de 2008
Carta de Rubén Dri
El golpe está en marcha. Uno puede cerrar los ojos y negarlo, pero hoy no es posible dudar. "Si nos quedamos acá tenemos que estar dispuestos a lo peor"; "estamos en guerra"; "esto es una revolución". Son frases que jalonan los cortes de ruta motorizados por una derecha que sabe lo que quiere y una izquierda estúpida que cree que está haciendo la revolución.
Lo que está en marcha es efectivamente una "revolución", pero una revolución conservadora neoliberal que quiere la anulación práctica del Estado, que de una u otra manera entorpece sus sucios y multimillonarios negocios. De parte del gobierno hay una parálisis sumamente peligrosa. Las acciones de ayer, el intento de abrir la ruta 14, no hicieron más que potenciar la marcha de la derecha golpista.
Narra el evangelista Marcos que cuando Jesús llega con los militantes de su movimiento a la población de Betsaida le presentaron un ciego para que lo curase. Jesús "después de mojarle los ojos con saliva, puso sus manos sobre él y le preguntó '¿Ves algo?', el ciego que empezaba a ver, dijo: 'Veo a los hombres como si fueran árboles que caminan'". Gran parte de la sociedad ve la marcha del golpe como si fuesen árboles que caminan.
Continúa la narración: "Luego, le puso nuevamente la mano en los ojos y éste empezó a ver perfectamente y quedó sano, ya que de lejos veía claramente todas las cosas". El verbo griego utilizado enéblepen, pretérito imperfecto de blépo, no significa sólo ver, sino ver críticamente. Todo el pasaje se refiere a la comunidad que debe abrir los ojos y comprender qué está sucediendo.
Una de las mentiras más perversas de las tantas con que la gran prensa nos inunda todos los días es la de la lucha de los "pequeños productores" como si éstos actualmente estuviesen en la Federación Agraria, en la que, en realidad, están los rentistas, que mientras sus campos siguen produciendo pueden darse el lujo de pasar sus días en la ruta.
Los pequeños productores están en otra parte, en el Mocase, en el Mocaflor, en el Mocaju, en el Mam, en una palabra en el Frente Nacional Campesino que debe luchar a brazo partido para que los que hoy cortan ruta no los despojen de sus campos. Éstos no podrían hacer un paro indefinido. Sólo los ricos lo pueden hacer.
Las luchas de clases nunca se presentan en estado puro. Las contradicciones atraviesan a los distintos bloques que continuamente se forman. Hoy hay con claridad dos bloques atravesados por multitud de contradicciones internas. El bloque de la derecha pretende, como dice la inefable Carrió, que expresa a todo el pueblo. Con claridad hay que decirlo: En ese bloque como en el otro hay múltiples contradicciones, pero su triunfo sería el triunfo del neoliberalismo con todo lo peor de su negra historia.
Las múltiples contradicciones del otro bloque, especialmente la no ruptura de la estructura neoliberal, la no recuperación de los hidrocarburos, la política minera y otras yerbas hacen que no sea fácil acompañarlo en esta lucha. Pero no hay opciones. Si el golpe de derecha triunfa habremos retrocedido trágicamente y entonces, a todos los que se desentendieron habrá que decirles: ¡A llorar a la Iglesia!
Rubén Dri *
Buenos Aires, 15 de junio de 2008
* Rubén Dri es profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Entre otros libros, ha publicado La utopía de Jesús; Autoritarismo en la Biblia y la Iglesia y El Antiimperialismo de Jesús. Es autor además de una vasta obra que analiza el pensamiento de Hegel en Fenomenología del espíritu.
domingo, 15 de junio de 2008
Más días interesantes
Habrá que estar muy atentos: vienen días interesantes en los que todos los actores políticos de la Argentina serán puestos a prueba: el gobierno, los partidos de oposición, las empresas de comunicación, los periodistas, la iglesia, las diversas clases sociales. De la resolución del conflicto con los productores rurales y del alineamiento de los diversos sectores puede depender el diseño de la Argentina de los próximos años.
No se trata sólo del vértigo del conflicto trasmitido en tiempo real, sino de todo el tiempo por delante.
Si lo anterior les suena repetido, es porque está repetido: así lo escribí el 25 de marzo de 2008, hace dos siglos. Y bueno: estos siguen siendo días interesantes y aún vale eso de que todos estamos siendo puestos a prueba.
Lo de ayer no fue nada sustancialmente nuevo: sólo que el gobierno empezó a explorar la posibilidad legal y legítima de usar la fuerza para desbloquear las rutas. La derecha, la comisión de enlace y algunos medios tuvieron entonces la posibilidad de usar la palabra "represión", perfectamente funcional a su intento de desestabilizar al gobierno. El conflicto por las retenciones se muestra cada vez más como lo que es: un pretexto para alinear las fuerzas políticas que conduzcan la Argentina que emergerá de esta crisis. A principio del nuevo siglo, cuando el diseño neoliberal trazado por la última dictadura desembocó en el colapso financiero y político que eyectó a cuatro presidentes en el término de pocos días, nadie preveía que el país terminaría siendo gobernado por un proyecto populista. Nadie preveía tampoco las condiciones económicas extraordinariamente favorables para la economía argentina como consecuencia del aumento del precio de los productos agrarios.
Obvio: la derecha no se banca que semejante prosperidad sea administrada por el peronismo y hasta el momento no ha aparecido un liderazgo político que pueda competir electoralmente con los Kirchner. Como es previsible que el precio de los productos agrarios siga subiendo en los próximos años, se trata de empujar al sistema a una nueva crisis de representación del que emerja una conducción política que responda más disciplinadamente al proyecto neoliberal derechista. Lo que irrita del kirchenrismo es que por primera vez en varias décadas un gobierno elegido democráticamente no cede inmediatamente al apriete del establishment (como a su turno lo hicieron Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde).
Nadie sabe cómo puede terminar este proceso, porque aún estamos en zona turbulenta. Lo que sigue estando claro es que los distintos actores están probándose el vestuario para la obra que empezará a representarse en las próximas temporadas.
Para matizar la espera, les dejo un texto de Nicolás Casullo escrito en septiembre de 2007, hace un milenio. El texto forma parte del libro recientemente publicado: Peronismo. Militancia y crítica (1973-2008), (Colihue). El ensayo se titula "Lo llamativo":
"Hagamos un rodeo para llegar pronto. No deja de ser curioso cómo se fue gestando en estos últimos años una atmósfera interpretativa -que agudiza el presente electoral- cada vez más tensa, crispada, entre lo que podría denominarse provisoriamente un mirar peronista de las cosas y un mirar antiperonista de las mismas cosas. Una circunstancia de la patria que parecía más bien disuelta luego del magma provocado por las experiencias menemista y frepasista de los 90, las cuales cada una por su camino (conservadurismo liberal y progresismo liberal) se habían encabalgado sobre lo que se consideró el nuevo ideograma o destino inexorable para la Argentina contemporánea.
"También es bastante notable en estos últimos años cómo se vuelve cada vez más áspera la convivencia entre ideas de izquierda e ideas de derecha en las más insospechadas conversaciones, en relación con innumerables aspectos, cuestiones, "detalles y menudencias" que le dicen, sobre lo comunitario. Extraña contradictio sin duda, en un tiempo donde las usinas más enujdiosas del neoliberalismno reiteran lo anacrónico de seguir "pensando en izquierdas y derechas" para una historia que desde los salmos del mercado habría sepultado vetustas ideologías del siglo XX.
"Asimismo es palpable en el aire, no tanto el aroma a menta sino a viejas e "impresentables" distancias y diferendos de clases en tanto experiencias socioculturales que atraviesan de manera equidistante cuerpos y subjetividades. A tal punto que ciertos mundos de la vida se abisman y encierran en sí mismos como nunca antes, con relación a otros mundos sociales de la vida. ¿Qué democracia para esos dos cosmos tan distantes?
"En igual sentido, resulta curioso que en pleno apogeo de una programática republicana sobre el bello consenso (entre «todos») en lugar del agreste conflicto (entre intereses), no haya hoy tema, problema, hecho o enunciación en el país que no exponga de manera cada vez más cruda y rotunda los conflictos al desnudo, y los modelos más bien opuestos en cuanto a qué país se quiere para los benditos «hijos de cada uno». Curiosas entonces las infinitas violentaciones que habitan la sociedad, por debajo del simulacro idílico de acuerdos gerenciadores de una «única república liberal para todos».
"Lo cierto es que las discrepancias ideológicas, existenciales y espirituales que hoy son activadas tanto por una nueva derecha conservadora como por gobiernos de raíz populista con apoyo de mayorías sociales en el continente (como el actual caso argentino), plantean como nunca antes -a la ciudadanía y electores- climas culturales de fuertes desencuentros. Postidentidades y traumáticos tránsitos de sensibilidades con respecto a juicios y gustos sociales. Fricción de mundo simbólicos. Distintas memorias enemistadas entre sí. Interpretaciones inconciliables, vidriosas, prejuiciosas. En fin, un container cultural (de una modernidad tardía, post) que se erige como decisivo y enrarecido cuerpo político más o menos discernible. Un conglomerado nacional de signos, hechizos, ecos, deja vu, herencias, sombras y artefactos de conciencia que hoy son objeto de disputa y voto, tanto o más que los clásicos datos políticos explícitos como pueden ser las críticas gubernamentales a la prensa, las denuncias de corrupción administrativa, las oposiciones tildadas de metirosas o las culpabilizaciones por la crisis energética."
(obviamente continuará...)