jueves, 31 de octubre de 2019

Belleza fatal

(Jean Luc Godard)
Este sábado a las 19:30 la veremos en Ayacucho 483, junto con ¿Metralleta o máquina de escribir? (Travis Wilkerson)



Cada episodio de la serie godardiana de las historias del cine está construido a partir de una cadena significante. Así es como hasta ahora se titularon los capítulos ya exhibidos en este ciclo de los sábados en IWO ("Historia(s) del cine", "Todas las historias", "Una sola historia", "Solo el cine"...), en cuya secuencia es posible reconocer un juego de repeticiones y variaciones, de continuidades y desplazamientos de sentido, una simpatía por la paradoja y una vocación por extraer una pluralidad de acepciones y asociaciones más o menos caprichosas o secretamente conectadas, que continuamente corroen la presunta univocidad que se arrogaría una flecha única del tiempo con que la tradición moderna quiso pensar la historia. 

Una historia del cine cuya unicidad fue abolida desde el vamos con una (s), un ser del cine cuyo único sustrato es el de una fuerza que siempre se rebela a las intenciones iniciales de sus inventores, revelando lo que estaba agazapado a pesar de ellos, surgiendo como lo no previsto por la época a la que se imaginó que el cine venía a coronar, la época de la imagen del mundo. Porque el cine fue un asunto del siglo xix que se resolvió en el xx. Y se resolvió mal, es decir: sin resolverse. Porque el cine no es nada, quiso serlo todo y (aún) puede ser algo.

Sin embargo, no son estas historia(s) un fracaso, sino solo un caso, o más bien casos, porque la forma misma que Godard dispuso para desplegarlas es la de un pensamiento no lineal, que convoca a la cita y al choque de ideas e imágenes, de voces y fantasmas, de lenguas y cuadros. 



El capítulo que veremos esta semana se titula "Belleza Fatal", saliéndose por primera vez de las alusiones directas a la historia, la totalidad y la singularidad, tal como venían danzando en los tres títulos anteriores, para hacer aparecer ahora una conjunción o un choque entre dos palabras hasta ahora no mentadas: la belleza y lo fatal.

En el inicio de este capítulo se retoman uno a uno los títulos de los anteriores, y también se anticipan los que vendrán ("El precio de lo absoluto", "Una vaga novela" -que en francés también podría volverse "Una nueva ola"-, "El control del universo", "Los signos entre nosotros") como los leitmotifs que aguardan el momento de su exposición, cuyas conexiones son todavía más enigmáticas, porque abren en inciertas direcciones lo que desde el vamos se declaró como imposible de ser reducido a una exposición lineal. Si reconocemos una linealidad en la secuencia de la palabra hablada o escrita, si el guión cinematográfico intentó poner un orden contable al desborde de los primeros creativos, si la novela empujaba con su tradición del siglo xix para ordenar al cine que siguiera contando historias, hubo ya en la invención del cinematógrafo una fractura de la linealidad, agazapada en las tinieblas que (no) vemos entre un cuadro y otro de las imágenes fijas proyectadas, pero también en el abismo que asecha entre un plano y el siguiente -"montaje, mi bella preocupación"-, desvíos que impiden para siempre la linealidad, para hacer que por esa grieta se filtren fantasmas, potencias sin nombre, que la mecánica de los 24 cuadros no preveían. La(s) Historia(s) con las que Godard aguardó el siglo del cine vinieron a desatar esa inquietud de lo que no quiere alinearse, a pesar de la voluntad que quiso imponer el cine de Hollywood, como industria y como mercancía.



Si viniera el cineasta
si hubiera que decir sin decir nada
por ejemplo "me he despertado mal"
hace falta el cine
para las palabras que se quedan en la garganta
y para desenterrar la verdad.

...dice en un momento la voz de Godard, que opone la posibilidad imprevista del cine a la linealidad de la voz literaria.

Los textos sobreimpresos a la rapsodia de imágenes advierten casi al principio de Belleza Fatal:

"Siempre el instante fatal vendrá para distraernos".

La fatalidad del instante de la distracción, asociada por el título a la fatalidad de la belleza, a la belleza de la mujer fatal, también a la fatalidad de la santa. La belleza fatal a la que alude el título de este capítulo de la serie puede ser transitada como una celebración de la belleza femenina como fuente poderosa de recursos formales del primer siglo del cine. A lo largo de media hora veremos surgir, sobreimponerse, esfumarse, deshojarse y alternarse decenas, quizás centenares de variaciones de la belleza femenina, belleza luminosa u oscura, peligrosa o redentora, siempre deslumbrante y a veces distractiva. Como si detrás del poder subuyugante de las femmes fatales con que el cine nos ha fascinado se escondiera una injuria de otro orden, el instante fatal en el que la belleza vendrá a distraernos.



Pero la imposibilidad de organizar en una línea el magma de la memoria agolpada tampoco se organiza con la figura del círculo del eterno retorno. Estas historias del cine que Godard se figuró entre fines de los 80 y mediados de los 90 son memorias de lo que ya ha sido y también de lo que no ha sido, de lo que habrá o habría. En este dispendio de posibilidades -esta es una historia de los cines posibles- hay una imposibilidad:

Tu no puedes volver atrás
Porque la vida ya te empuja
Como un aullido interminable
Interminable
Te sentirás acorralada
Te sentirás perdida o sola
Tal vez querrás no haber nacido
No haber nacido
Pero tu siempre acuérdate
De lo que un día yo escribí
Pensando en ti, pensando en ti
Como ahora pienso...

Es decir, la memoria del cine - del siglo, de su historia, de la historia del propio Godard- no logra la conciliación de la linealidad pero tampoco el retorno del círculo, porque la vida ya te empuja y no haber nacido es tan imposible como no morir. Por eso, la fatalidad de la belleza celebrada en esta ocasión es también una elegía por la muerte inexorable, la muerte personal que la historia nunca contempla, la finitud de la vida y la fatalidad de la distracción y el olvido.



Este episodio, Belleza fatal, se presta a ser acompañado con una película reciente del estadounidense Travis Wilkerson, ¿Metralleta o máquina de escribir?, cuyo dispositivo cinematográfico no podría concebirse sin el precedente de Godard, con su misma vocación por explorar las posibilidades "de lo que puede comunicarse" -como se repite varias veces a lo largo de las Historia(s)- "por medio de la inmovilidad y el silencio". Es una cita de Bresson a la que Godard siempre acude y que Wilkerson podría hacer suya. En ambos esta exploración implica una decisión política. Godard y Wilkerson no caminan por la corriente principal, sino por esos caminos que parecen no conducir a ninguna parte, pero que contienen parte de lo que la línea general quiso borrar.

Por eso, este sábado en IWO, Ayacucho 483, vamos a ver sucesivamente Belleza Fatal y ¿Metralleta o máquina de escribir?. En ambos casos, el amor y la muerte, la violencia que se intentó borrar y los indicios que todavía pueden hallarse por un recuerdo súbito, son desafíos políticos.

miércoles, 30 de octubre de 2019

Massa la rompió ante los animales sueltos




Si el 31 de mayo pasado alguien me proponía que viera el programa Animales Sueltos con Sergio Massa como invitado, lo habría sacado volando. Ese día yo había puesto de manifiesto mi aversión por quien todavía no había decidido (o no había hecho público) alinearse con el Frente de Todos. Si hay algunos lectores permanentes a lo largo de los casi 12 años de existencia de este blog, deben haber leído muchos posteos en los que manifestaba mi rechazo y desconfianza hacia este dirigente político. Algunas cosas cambiaron muy rápidamente en Argentina desde aquel 31 de mayo hasta hoy, dos días después del gran triunfo del Frente de Todos que desalojará al macrismo de la Casa Rosada dentro  de 42 días.

En el discurso de la noche del triunfo, con un gentío celebrando en la calle el fin del gobierno de macri, el tramo más significativo de lo que dijo Cristina al pueblo reunido es esta frase: “Les pido a los hombres y mujeres de las distintas vertientes del campo nacional, democrático y popular que nunca más rompan la unidad que se requiere para enfrentar a estos proyectos neoliberales que tanto dolor han causado”. Estaba hablando de cuidar la unidad de coalición triunfante, integrada básicamente por muy diversos sectores del peronismo, pero también por otras fuerzas valiosas del campo popular. Los peronismos coaligados son el núcleo de un frente de unidad que ya no se llama kirchnerismo, aunque lo contiene como una de sus partes más potentes. Esto los kirchneristas lo tenemos que entender: entramos en una nueva etapa que requiere despojarse de prejuicios consolidados en los últimos años. Si no nos hubiéramos logrado reconfigurar, el macrismo estaría encaminándose a gobernar por un segundo período. Nuestros enemigos necesitan reducir el proyecto triunfante que integramos a un "gobierno K" y empezar a meter cizaña en la interna del Frente de Todos.

Voy a citar a un colega bloguero con el que durante estos años no me llevé muy bien, o no supe entenderlo, pero que creo que hoy está en una misma sintonía respecto del valor de esta nueva unidad que nos llevó al triunfo: Manolo Barge. En su post más reciente, que recomiendo leer en su totalidad, interpreta muy bien el sentido de estas palabras de Cristina:

La “advertencia” de CFK en el palco del triunfo, “ojo con el sectarismo y la exclusión"; entronca y complementa con la “advertencia” del pampeano Verna en el 17 de Octubre.

Y la admonición de la Dama en Rojo, guiño a Bette Davis de Jezebel y Vivien Leigh de Lo que el viento se llevo, esto último solo para esquistos del análisis psicohistorico.

Repito la “admonición” no es para los Renovadores y el peronismo No K, sino para quienes se autodefinen como “suyos” de Unidad Ciudadana.

Fuera de la Galaxia peronista, en las actuales condiciones objetivas, es el Polo Sur en invierno.

Porque como sabe Cristina, y el resto de los Capo lista de FdT, la “apuesta” de los Factores de Poder y el Atlántico Norte es “acelerar” la “implosión” de la Coalición Ganadora.

E “impedir”, o como mínimo “retrasar”, el “disgregamiento” de la Coalición que será opositora a partir del 10 de Diciembre.

Con el peronismo “unido” y el antiperonismo “desunido” es prácticamente imposible “operar” en nuestro país.

Si expongo mi distancia previa con respecto a Massa y a Manolo, no es por un abuso de autorreferencialidad, sino para declarar mi necesidad de revisar algunos de los criterios que hasta hace poco me servían. Plasticidad es lo que necesita un proyecto popular para lograr eso que propone Cristina: que “las distintas vertientes del campo nacional, democrático y popular (...) nunca más rompan la u,nidad que se requiere para enfrentar a estos proyectos neoliberales que tanto dolor han causado”. Y concuerdo con Barge en esto que algunos kirchneristas -entre los que no está Cristina- son bastante reacios a entender, porque quieren aferrarse a una integridad "K" que ya no sirve, porque quien  más necesita conservarla es el enemigo.

Por estas razones es que recomiendo que vean un programa que yo no hubiera aceptado cinco meses atrás: vean a Massa con los animales sueltos. El dirigente que apostó durante muchos años a construir una inviable "avenida del medio" es hoy un integrante imprescindible del Frente de Todos. Ante la mesa de operadores mediáticos que durante el tramo más oscuro del macrismo se encargaron de hacer el trabajo sucio que Marcos Peña les dictaba a través de sus celulares, Massa anoche la rompió. Desde el primer hasta el último minuto fue desactivando los intentos animales de imponer una agenda marcospeñista y dejó en evidencia la ridiculez anacrónica de ese zoológico en el que quien aparece más sensato es Rosendo Fraga. 

Massa con concisión y claridad los dejó rápidamente descolocados e inermes, mostrándolos como una manga de torpes voceros de un libreto ya fracasado. Las caras de desazón de los animales eran muy elocuentes: Massa los sometió a un curso acelerado de realidad. Si un dirigente de aquellos con los que me siento más lejos entre los que integran el FdT puede expresar ideas a las que suscribo en gran medida, eso significa que estamos en un instante muy propicio. Si un día de estos Massa empieza a jugar de otra forma, la misma plasticidad me exigiría repensar mi posición actual.

Las identidades son siempre siempre problemáticas. Nunca es posible decirles adiós del todo, nunca nos abarcan totalmente. A veces una identidad puede llegar a sofocarnos. Pero no tener identidad es vivir en la desdicha. Se trata de un problema de política práctica, tanto lógico como ético y ontológico. La coherencia no es rigidez sino reconocimiento del valor de las tensiones inestables con las que el tiempo nos desafía. No se trata de ser nómades ni sedentarios, metáforas un tanto toscas por su abstracción, sino de reconocer que la complejidad de lo real nos necesita capaces de repensarnos siempre.

Palabras un poco pomposas para invitarlos a ver con atención una hora y media en la que Sergio Massa dejó a sus interlocutores como una manada de animales.


martes, 29 de octubre de 2019

¿Metralleta o máquina de escribir?

Ciclo de cine La otra - Este sábado a las 19:30 en Ayacucho 483 - En el mismo programa, Belleza Fatal (Jean Luc Godard)


¿Metralleta o máquina de escribir?

Guión, cámara, sonido, voz y edición: Travis Wilkerson. Música: Gangs, Date Palms, Sublime Frequency. Loops musicales: Shannon Wright. Imágenes citadas de Lejos de Vietnam, La Hora de los Hornos. Diseño de mapas: Erin Wilkerson

Un hombre que deja de militar en un movimiento de izquierda radical empieza a realizar una trasmisión clandestina de radio para seguir sintiéndose un sujeto político. Trasmite a la una de la madrugada, así que cree que nadie va a escucharlo. Su voz baja oscila entre el intimismo (lo personal) y la praxis clandestina (lo político). Hace un soliloquio sobre sus dilemas existenciales y su militancia. Cree que habla para nadie, pero alguien contesta sus preguntas lanzadas al aire nocturno. Quedan en una cita. Entonces empieza una historia de amor intrigante, paranoia y persecución política.


Travis Wilkerson es un cineasta contemporáneo, norteamericano y comunista. En su obra trata de dar cuenta de este cruce de identidades en tensión. Sus películas muestran el contraplano de Hollywood. La fábrica de sueños integra un proyecto de colonización cultural, una construcción mitológica sobre el nacimiento de una nación que se cuenta a sí misma y se proyecta sobre el resto del mundo con voluntad de poder desmesurada. Hollywood es la columna cultural del complejo bélico, industrial y financiero global. El carácter de mercancías que muestran sus películas oculta su secreta aspiración de dominar el mundo con sus relatos. Wilkerson apunta su cámara hacia las huellas de violencia que yacen en los cimientos de Los Angeles, la ciudad cinematográfica por excelencia.


En la película convergen diversas corrientes de la cultura norteamericana con la tradición del cine insurgente. Es al mismo tiempo una historia de amor en el contexto de la Norteamérica actual, en medio del movimiento izquierdista Occupy, un romance atravesado por el clima de persecución política, con el tono de una novela negra narrada en primera persona en la forma de un programa radial clandestino.

¿Metralleta o máquina de escribir? es por todo esto también una interrogación en acto sobre las posibilidades del cine –imagen, sonido, montaje, voces, diseños, música- en el marco de la guerra de clases, en un país que parece haber suprimido (¿exterminado?) la lucha de clases. Wilkerson repone la historia de la violencia borrada de la memoria norteamericana por Hollywood, pero que puede rastrearse en muchos indicios desperdigados en lugares de Los Angeles, disponibles para una cámara que encarna una mirada subversiva. La violencia está inscripta en los cimientos de la ciudad, en cada ladrillo y en cada sombra. Cine, radio, literatura, fotografía, música, insurgencia, historia: Travis Wilkerson se ubica al margen del cine dominante como lugar de combate del orden instituido. La tensión entre sus imágenes pregnantes, que señalan un fuera de campo incesante, y el notable diseño de su banda sonora da forma a una cruza de ficción, documental el manifiesto político y no sería concebible sin los antecedentes del cine de Chris Marker, Santiago Álvarez y el propio Jean Luc Godard.

lunes, 28 de octubre de 2019

Una victoria agridulce


Después de que el perfil de Evita se iluminara durante un rato, a la madrugada lo habían vuelto a apagar.

"Hace cuatro años que venimos escuchando 'no vuelven más'. 
Pero una noche volvimos y vamos a ser mejores".
(Alberto Fernández, presidente electo de la Argentina)

por Oscar Cuervo

El de ayer es un triunfo popular que culmina cuatro años de resistencia contra el régimen más feroz que conoció la Argentina post-dictatorial. El poder financiero trasnacional, la unidad maciza de las clases dominantes argentinas y una parte de los sectores medios más reaccionarios sostuvieron el régimen durante todo este tiempo, en los que cada día nos quitaron un derecho, nos injuriaron, nos censuraron, nos persiguieron, nos encarcelaron y nos mataron. No nos vencieron.

Empezamos la resistencia el 10 de diciembre de 2015 a la hora 0, cuando junto con las Madres pasamos la noche en la Plaza. Fuimos transitando ese camino con las plazas porteñas que convocó Kicillof aquel primer verano de pesadilla. Con el encarcelamiento de Milagro Sala ensayaron un mecanismo judicial y mediático que después extendieron a otros dirigentes opositores. Apostaron al diseño de un "peronismo racional" asimilable por el neoliberalismo, que debía dejar de lado la representación del tercio que ellos planearon arrojar al abismo político y social. Muchos de los que hoy volvieron a integrar el Frente de Todos tuvieron su momento de coqueteo y colaboración con el régimen opresor. Les hicimos dar marcha atrás con el fallo del 2 x 1 con que el poder judicial pretendió, solo por unos días, reanudar la impunidad del estado terrorista. Después de ganar en las elecciones de medio término, cuando estaban calculando su reelección, empezaron a perder el favor social en diciembre de 2017, justo cuando pisaron el acelerador con la reforma previsional, a la que iba a seguir la flexibilización laboral. Ese fue el tope social, objetivo de máxima que no pudieron trasponer. Fracaso clave del régimen macrista que ayer perdió.

El diario de la resistencia popular puede leerse en las entradas de este blog desde diciembre de 2015 hasta hoy. Lo fuimos escribiendo como un ayuda memoria.

El siglo xxi presenta un panorama horrible, con líderes fascistas, xenófobos, brutales, oscurantistas, que declararon la guerra de las clases dominantes contra los pueblos. En ese contexto, nuestro movimiento va contra corriente. Chile se levanta la misma semana que los proyectos populares de Argentina y Bolivia vencen en las urnas. Hay algo que la poderosa derecha trasnacional hizo mal en la región, porque invirtió toda su energía en la destrucción de lo que con asco llaman "los populismos". Desde el llano, hacemos tambalear su diseño regional.

Nada terminó: esto sigue. Pero desde el 10 de diciembre ellos no manejarán los resortes del estado que usaron contra nosotros. Tendremos que ser más astutos todavía que para haber ganado. En estos cuatro años adversos estamos más viejos, también aprendimos algunas cosas.

A continuación, otra perspectiva sobre este resultado electoral:


Las alegrías y las sospechas del 27 de octubre



por Lidia Ferrari

Ninguna alegría es pasajera para el campo popular, porque queda la traza de un momento en el que las fuerzas procuraron un alivio. Un recreo en una dura jornada de trabajo a veces puede salvar la vida. Una alegría que permite seguir en la lucha cotidiana de los postergados.

Anoche me fui a dormir con la felicidad de que volvimos. Me desperté con esa sensación de que los argentinos habíamos cumplido una tarea ciclópea. Cuando fui a mirar los resultados en Pagina12, en esa ilustrativa manera de compararlos con los de las Paso, algo raro me sucedió. La alegría fue invadida por un ligero tono de sospecha. ¿Cómo es posible que de las PASO hasta el 27 de octubre el Frente de Todos haya perdido muchos votos en casi (un casi mínimo) todos los frentes que compitió y Juntos por el Cambio creciera un alto porcentaje en todos los resultados de la elección? Digo, ¿habrá sido el efecto de la movida del millón de Macri? Ciertamente esto da para pensar. Siguiendo en la línea que decía el político Andreotti en Italia, “cuando se piensa mal, nunca se erra” o apelando a cierto tono conspiranoico que aprendí a construir frente al dominio colosal de la narrativa neoliberal, comencé a hacerme preguntas. Esta gran diferencia con las PASO -a pesar de la alegría del triunfo del Frente de Todos- ¿de dónde proviene? Sólo puedo hacer conjeturas. Si proviene de algo similar a un fraude electoral, es gravísimo. Pero si proviene de que esos guarismos son representativos de la elección de los argentinos, también es grave.

Enseguida recordé a Bajtin. Esos momentos en la cultura del medioevo donde el carnaval permitía al pueblo liberarse de la dominación cotidiana por un rato. Recordé a Bajtin y pensé que la historia de la humanidad juega siempre el partido para los de arriba. Pocos momentos los de abajo pudieron encaramarse a una historia mejor para ellos mismos. Para los de abajo no queda más que la resistencia. Porque lo que sucede en Chile es algo similar a un momento donde la resistencia al orden establecido se libera. Eso no significa que ahora el pueblo comanda, sino que se rebela gritando al mundo que no soporta más la injusticia y el abuso. Pero esos momentos donde el grito puede encarnarse en un auténtico paso hacia adelante, es decir, hacia arriba, el Poder se encarga de sojuzgarlo. 

La eficacia neoliberal sabe que las fuerzas que desean justicia y liberación existen y no podrán ser eliminadas. También sabe que con el Poder narrativo que posee las puede liberar en pequeñas dosis. Estemos atentos a estos monstruos de la dominación. Han dejado un país arrasado y ahora se lo entregan al Frente de Todos con una amplia limitación de acción política que le dan estos números que hoy a la mañana me despertaron. Volvimos, es cierto, pero limitados. Hemos vuelto, pero condicionados y cercados, como lo han dicho en estos días los garantes de nuestra vuelta: Alberto, Cristina y Axel. El neoliberalismo nunca se relaja. Es una maquinaria que no descansa. Disfrutemos este ansiado y merecido triunfo, como dijo Alberto. Pero no nos descuidemos.

domingo, 27 de octubre de 2019

Vienen tangos buenos






FAi @fai_ok_
Frente de Artistas Independientes

"Tormenta", E. S. Discépolo.

Ilustración: Luis Scafati

Voz: Lidia Borda

Piano: Daniel Godfrid

Dirección y realización: Benjamín Ávila

Si te gustó, compartilo.

#FrenteDeTodos
#AlbertoFernandez
#AlbertoPresidente
#FrenteArtistasIndependientes

sábado, 26 de octubre de 2019

Si el macrismo manipula los votos, ¿buscará una salida a la chilena?


Las circunstancias objetivas están dadas para que mañana el pueblo argentino dé por terminado el período presidencial más dañino de la historia desde la postdictadura. El contexto en el que estas elecciones se llevan a cabo acentúan esta percepción terminal. Durante los últimos días, el macrismo terminó de agotar toda capacidad de manejar el rumbo de una economía ya muy ruinosa. El viernes previo a las elecciones se registró una pérdida de las reservas del Banco Central de magnitudes históricas. La devaluación de la moneda no encuentra su piso, la capacidad industrial está diezmada, la inflación sostenida alcanza niveles altísimos para un país en recesión que apostó todo a liquidar el consumo popular. La pobreza y la indigencia aumentan a cada hora. El gobierno macrista ya renunció a controlar el caos que generó y solo se dedica a una inexplicable campaña electoral que alimenta el odio de clase. No ofrece otra perspectiva más que su voluntad de arrastrar a la sociedad a un encono creciente.

Lo que no estaba previsto hasta hace pocos días es que estas elecciones se hicieran en medio del estallido social en Chile, el modelo preferido de desigualdad consolidada en la región. La movilización popular liquidó la legitimidad de su sistema político. Antes era la niña bonita del neoliberalismo posible. Hoy Chile solo puede funcionar como una anticipación del descalabro en el que caería la Argentina si un régimen como el de macri siguiera un poco más allá de diciembre. El temblor chileno nos contagia.

El único indicio de que el macrismo todavía detenta el poder es la capacidad de daño que conserva: dejar que las reservas se evaporen, comprometer la política exterior en las alianzas más lesivas para la soberanía de los pueblos; y sobre todo mantener el control de las fuerzas represivas como amenaza permanente sobre la población y manejar mecanismos oscuros que perturben la realización de las elecciones. El único signo de que macri está en el comando es que aún puede producir maniobras fraudulentas e instalar un clima de inquietud social que sirva como excusa para una escalada represiva. Incluso invocando a estos demonios, el régimen no garantiza que podría manejar la tormenta que desataría.

La empresa Smartmatic no cumplió con el compromiso legal de entregar a los partidos de la oposición el software del escrutinio provisorio en los 30 días previos a la elección, como la ley estipulaba para que se examinara su correcto funcionamiento. El control no se pudo hacer tampoco a dos días de las elecciones. Es incierto que el domingo a la noche los resultados se conozcan a tiempo, el sisstema "no se caiga" y no se intenten dilaciones informativas que generen un clima de incertidumbre que el gobierno maneje a conveniencia.

Además, el ministerio de seguridad comandado por bullrich montó un comando electoral paralelo que interfiere sobre el legítimo Comando Nacional Electoral. La ministra dispuso una resolución que permite entrometer a las fuerzas de seguridad que dependen de ella en tareas que no les competen y pueden intimidar a la población y enrarecer el clima de las elecciones. Por la ley vigente, las fuerzas no federales no pueden ingresar en los centros de votación. Solo lo pueden hacer las fuerzas federales que tienen responsabilidad legal en la custodia del comicio. Una denuncia ante la justicia electoral del apoderado del PJ Jorge Landau manifiesta que la intervención dispuesta por bullrich "está fuera de los canales institucionales establecidos por la legislación vigente para el día del comicio”. Este comando paralelo e ilegal habilita una línea telefónica directa entre los fiscales oficialistas y el poder ejecutivo, violando la imparcialidad imprescindible que garantiza la transparencia del comicio.

Cada uno de los pasos necesarios para que la elección llegue a buen término se ve amenazado por la posibilidad de que el macrismo haga trampas, su única especialidad.

La estabilidad institucional depende de que el domingo la elección se lleve a cabo en paz y a la noche el resultado sea informado a todo el pueblo en el plazo convenido. El gobierno declinante se reserva  hasta el final la posibilidad de enturbiar este proceso.


viernes, 25 de octubre de 2019

Tenés cara de asco porque la verdad te altera


Qué tal, dijo el hombre rutinario
mirala a la muchacha cómo besa su rosario
pide al cielo y suspira con su rezo diario
pero se ve que Dios no escucha a los de su barrio.

Y qué tal, salí a fumar a tu vereda
tenés cara de asco porque la verdad te altera
tenés un perro feo, unos ojos de madera
y el alma igual al maniquí que mira en la vidriera.

Mil frases me nacen, se esparcen los gases
y solo puedo pensar en que me olvidé el envase
en base a que estar tranquilo,que es algo que no me nace,
dejo afuera la prudencia y sigo hecho un kamikaze.

Flow que genera un desfase y la cara se me derrite
las palabras se deshacen, patadas de sh, del enchufe
de enchufar el dedo en el subwoofer
es que la incoherencia me seduce.

Tengo mil maneras de avivar el fuego
si te miro en serio, capaz que te quemo
ayer tu vecino me gritó blasfemo
dije que Dios no baja del cielo.

Y yo sigo frenético bailando en el piso
guiado por el flow de algún son pegadizo
quiero irme de esta tierra, mañana alunizo
a ver si por esos lados encuentro algún paraíso.

Preguntan quién llegó, el motherfucker
el que aguanta los trapos con las manos rotas
el que descoca, llega y te emboca
lleva y va a buscar porque sabés cómo es la nota.

No te hagas el violento conmigo
tengo unos negros perros con los que convivo
combino un flow demasiado argentino
demasiado duro pal mal gusto de tus amigos.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Yo pisaré las calles nuevamente















Nota: Si algunos de los videos no pueden reproducirse es porque las redes están ejerciendo censura.

Se inauguró la cuenta Instagram: https://www.instagram.com/represionenchile/ para recopilar y asegurar la permanencia de gran parte de los videos publicados durante estos días y mantener en la memoria los montajes y abusos policiales y militares. Se solicita difundir el enlace o las publicaciones del Instagram.

Aún falta publicar videos, pero se está trabajando en eso y hay respaldos en varias partes del mundo por si llegan a hackear la página o borrar su contenido

Rubio en La otra

Primera parte, esperando a Rubio, acá
Segunda parte, Rubio llega, acá


"El tiempo es una verdadera cagada. Se pierde la cintura, se pierde el pelo, se pierde la función eréctil, se pierden los valores: alguien capitaliza todas esas pérdidas, pero no se sabe dónde está y la mayoría no cree que exista" escribió en su diario Alejandro Rubio el 7 de mayo de 2007 -en realidad todas las entradas de su diario las escribió el mismo día. 

En ese entonces para mí era Maiakovski, un comentador del blog La Lectora Provisoria, como yo, que no sabía que él era uno de los poetas de los 90. Yo ni sabía que los poetas de los 90 existían y concitaban todo tipo de polémicas que todavía no entiendo, porque de poesía ignoro todo. 

Miento: leí a Perlongher, algo de Leónidas Lamborghini, me gusta mucho César Vallejo y T. S. Elliot traducido al castellano. Me gusta San Juan de la Cruz, que en realidad era Yepes, judío con verso. Lope de Vega y pará de contar. Sé que todos esos son muy buenos, lo sé yo mismo. Pero los poetas son tantos... A todos los desconozco. Por ejemplo, no tengo idea de Martin Gambarotta, que escribió Punctum, a quien Rubio se refiere constantemente.

Alguien después me dijo que el mordaz polemista, filoso, despiadado Maiacovski que firmaba en el blog que editaba Quintín antes de volverse loco (ahora lo sigue editando, pero ya nadie lo lee), era el reputado poeta Alejandro Rubio.

Después vi Imagen mala, una película muy buena de Sebastián Lingiardi y ahí aparece Rubio diciendo algunos poemas y empieza a interesarme. Después resulta que me dice Paz Bustamante que Rubio escucha La otra.-radio y es fanático del programa, cosa que sube mi autoestima. 

Hace pocas semanas un domingo a primera hora el mismo Rubio me manda un messenger solicitándome que haga una reseña de la actuación de King Crimson en Buenos Aires. Lo hago esa misma noche, atendiendo a gentil pedido.

Lo único que faltaba era que Rubio viniera a La otra. Me mandó a decir que no era cinéfilo, que cuando viniera iba a hablar de Cine de Superacción. Bueno, como fuera, yo tenía que leer algunos de sus libros, porque si no conocía nada de nada de su poesía era un papelón.

Entonces en estos días pedí prestado y leí . Rubio escribió por ejemplo "El problema del insomnio":

Que se acabe la comida, que se acabe la yerba
y que alguien te llame por teléfono para decirte
en tono comedido: acá estamos preocupados por vos.
¿Acá están preocupados por mí?
¿Allá están preocupados por mí?
No estoy ni acá ni allá, estoy
colgado de un hilo por la voz
hueca y un poco confusa, 
como si los parásitos me comieran de abajo arriba.
Por suerte tengo un quiosco enfrente, domino
la historia y no siento frío.
Estar solo es como descubrir en un bloque de hielo
un cuerpo vagamente parecido a tu primo.

También:

Junto a la cama un orinal
un libro de Mao en la repisa
y en la cabeza una divisa
nunca votar a un radical.

Bueno, leí lo que pude antes del domingo, pero el tipo escribió muchos libros, así que no llegué a leer lo suficiente como para hacerle una entrevista sobre su poesía. Así que venía a la radio a hablar de Cine de Superacción pero, sobre todo, a una semana de las elecciones que vamos a ganar y tres días después de que el peronismo celebrara unido su primer 17 de octubre en décadas, de lo que íbamos a hablar era de política.

Rubio llegó como una hora y pico tarde: por los trenes. Entró como una tromba al estudio y desde ese momento el programa fue casi enteramente suyo. De poesía habremos hablado dos minutos. Dos minutos del gusto compartido por el cine de Hitchcock, hablamos un minuto de Quintín y uno de Tomás Abraham. El resto hablamos del peronismo, de Alberto y de Cristina, de macri, de dónde va a salir la guita para el próximo gobierno.

Rubio tiene voz áspera y un tono cortante que sale bien en radio. Yo le digo que tendría que hacer un programa y él me dice "ni en pedo".

- ¿Cómo ves este momento?

- Ganamos irreversiblemente. Basta de suspenso inútil, esto no es Hitchcock. Lo sabemos todos, el pueblo lo sabe. Nadie, ni ellos ni nosotros están nerviosos por el resultado de las elecciones. Ya está. Nadie está al comando del estado, no hay administración técnica, Lacunza no administra nada. Están quemando lo más posible la guita del Banco Central hasta el diez de diciembre, punto final. No hay administración de nada, ni siquiera del tipo de cambio: tenemos tantos dólares, el dólar vale tanto. Eso es lo que se está administrando, una boludez, lo puede administrar un contador eso. ¿A quién llamo si yo tengo una emergencia ahora? A nadie. ¿Con quién hablo si soy un embajador extranjero y tengo que hablar algo urgente? Con nadie. ¿Qué pasa si hay un incendio ahora en Ezeiza? ¿Quién se hace cargo del operativo de emergencia? Nadie organiza, nadie coordina, no están, se han ido.

La parte en que llegó Rubio hasta el final del programa, la pueden escúchar acá.

La hora y pico de programa antes de que él llegara, con Carla Maglio y Paz Bustamante hablamos también del peronismo y de otro tema. Incluso discrepando, acerca de los criterios políticos con que se mide la presencia -o falta- de mujeres cineastas en la programación del Doc Buenos Aires, pero también de la dirección del Festival de Cine de Mar del Plata por primera vez a cargo de una mujer, Cecilia Barrionuevo, que se dispone a empezar su segunda oportunidad, pero cuyo debut como directora, el año pasado, tuvo -para mí, ojo- un resultado penoso.

La parte en la que Rubio no había llegado, clickéen acá. Empieza con la Marcha Peronista en versión heavy.

Hubo otra parte del programa en la que despedimos a Lucas Carrasco, esa ya la publiqué ayer.

martes, 22 de octubre de 2019

Lucas Carrasco

La otra.-radio del domingo, para escuchar clickeando acá



La última vez que vi a Lucas Carrasco fue el viernes 7 de junio de 2013. Nos despedimos con un abrazo en la panchería que está en la esquina de Corrientes y Talcahuano. Él me dijo que no lo matara en el blog, le dije que mi intención no era matarlo pero le iba a discutir si seguía escribiendo cosas que me parecían mal. Habíamos caminado desde la sede de Ciencias Sociales de Santiago del Estero al 1000, unas catorce cuadras discutiendo de política sin ponernos en casi nada de acuerdo. Lucas ya había dado un giro político drástico, con un tono que me parecía inaceptable. Aún con esas diferencias, nuestro último encuentro personal fue afectuoso.

Esa tarde nos había invitado Gabriel Medina de la UES de Sociales a debatir sobre blogs, redes sociales y prensa. El audio de la charla todavía se puede escuchar clickeando acá. Yo lo acabo de escuchar antes de escribir esto y me encuentro otra vez con Lucas con algo interesante para decir. Él cierra la charla de 2013 así: "Si nosotros perdemos el campo de la rebeldía, se va a poner de moda ser de derecha". Me gustó volver a escucharlo seis años después. Me gustó escucharlo a él.


Después nuestra distancia política y personal fue creciendo, yo le seguí discutiendo a través del blog, cada vez más enojados, hasta cortar todo vínculo. La historia casi completa de nuestras conversaciones, las visitas de Lucas a La otra y las últimas peleas se pueden leer acá. Nunca peleamos en privado.

Hace un mes me enteré de que había sido condenado en primera instancia a nueve años de prisión por el cargo de abuso sexual agravado y algo dije en la radio.

Él estaba esperando en libertad el fallo definitivo. Su última nota la publicó en Noticias Entre Ríos el 28 de septiembre pasado, unos días antes de aparecer muerto en Paraná. La nota, titulada La otra versión sobre mi condena, termina diciendo:

"...ahora en estos días, presentaré la apelación y lucharé todo lo posible porque se haga justicia. Mientras tanto, merezco ser tratado como inocente hasta que haya condena firme. Si la hay. Que no creo.

Lucas eligió ilustrar la que iba a ser su última nota con la tapa del número 26 de revista La otra, que le dedicamos en otoño de 2012 y también encabeza este post. No sé por qué eligió esa tapa, pero me sentí tocado.

La primera vez que hablé con él fue el 25 de enero de 2010. No fue una conversación privada sino una entrevista radial que salió al aire por FM La Tribu, una telefónica que él atendió desde Paraná a eso de las doce y media de la noche del domingo. Fue una entrevista rara, que se alargó por cuarenta y cinco minutos, bastante más allá de lo previsto, porque él estaba entonado y se bandeaba continuamente entre el disparate, la ofensa y la amabilidad. Antes solo lo había leído en su blog República Unida de la Soja y creo que él todavía no había aparecido en los medios grandes de Buenos Aires. Piloteamos la situación y salió una buena nota. Curiosamente esa noche la grabadora de FM La Tribu no funcionó, así que no queda registro de eso. "Por suerte", dijo Lucas.

Sí tengo registro de la reacción de Lucas posterior a esa charla. Ese lunes a las cuatro de la tarde recibí un mail suyo:

Hola, Oscar.

Venía de mi reunión semanal de amigos en el bar, y ni me acuerdo qué dije. Pero por los comentarios, parece que dije cualquier cosa.

Espero que no te hayas ofendido, que no te haya ofendido, y si es así, te pido disculpas.

Un abrazo.


Le contesté al toque:

No, Lucas, no me ofendí nada. Sólo me sorprendían algunos giros que tomaba la conversación y que no se explicaban para nada por lo que yo te estaba diciendo. Los que escucharon dicen que fue divertida. Pero está todo bien, la seguimos en cualquier momento

un abrazo

Oscar

Todo fue entre un abrazo y otro.

Este domingo me pareció que tenía que decir algo en la radio cuando me enteré de su muerte. En el programa estaba invitado el poeta Alejandro Rubio pero estaba atrasado por los trenes así que mientras él no venía conversamos unos minutos con Carla Maglio. Fue una deriva por la muerte de Lucas, algo de su vida, la crueldad de Fassbinder, el peronismo y las bajezas que se escriben en twitter.


Pueden escucharlo clickeando acá. De repente entró en el estudio Alejandro Rubio y ahí empezó otro programa, que voy a subir más adelante.

lunes, 21 de octubre de 2019

Signos contra el neoliberalismo

Cuando el ensayismo editorial la pifia ante las luchas populares




Hace menos de tres años, Le Monde Diplomatique publicaba en su serie "La Media Distancia" un libro titulado ¿Por qué retrocede la izquierda?, con las firmas de Marcelo Leiras, Andrés Malamud y Pablo Stefanoni. La editorial promovía el texto afirmando que el libro 

"Marca una tendencia regional palpable en las recientes derrotas políticas y electorales de los gobiernos progresistas sudamericanos. Y propone múltiples respuestas a cargo de tres prestigiosos especialistas. La experiencia de estos gobiernos, a menudo calificados de populistas, fue tan simultánea como particular la forma en que cada uno desplegó su proceso. Distinto a otros momentos vibrantes de la historia (los años 70), las fórmulas de este período fueron experiencias sin paradigma. Con mucho de abajo hacia arriba como de arriba hacia abajo, se pusieron al rojo vivo las estructuras sociales y comenzaron esta nueva tendencia decreciente allí donde la empezaron: en las urnas".

A veces la historia es más veloz que el ensayismo apurado. En los últimos días, las sorpresivas rebeliones populares en Ecuador y Chile muestran que los proyectos populares sudamericanos están lejos de haber sido clausurados. Los resultados electorales merecen ser ponderados en base a miradas más atentas y cautas antes de decretar agonías rápidas desde coyunturas oportunistas. Ahora los conflictos estallan en lugares donde no se los esperaba. En Ecuador, la traición del mandato que recibió Lenín Moreno se enfrentó con un repudio popular que exhibe la condicionalidad de los éxitos electorales que rompen sus pactos con la base social que los eligió. La derecha ecuatoriana quedó tambaleante, sostenida por un despliegue represivo que renuncia a todo intento de simular legitimidad institucional. Este fin de semana se está viviendo una crisis de mayor magnitud todavía en Chile, la niña mimada de la derecha sudamericana. La respuesta de Piñera ha sido militarizar las calles del país que gobierna y declararle la guerra a su pueblo. Quizá los libros editados por Le Monde hayan caducado más rápido que los procesos populares que dieron por derrotados. Habrá que desconfiar de las perspectivas que se ubican a media distancia.

En este contexto regional, la elección que tendremos el domingo en Argentina puede mover la balanza geopolítica, de modo que las derechas que parecían triunfantes hace poco se topen con el límite de la resistencia popular.