Por Oscar A. Cuervo
"En este sentido, se debe prestar especial atención a la identificación, interrogatorio y ejecución de los informantes dentro de las filas de la organización. Si la organización revolucionaria tiene intenciones serias de derrocar un gobierno, entonces será necesario un sistema para reclutar y entrenar combatientes, pagarles algún tipo de estipendio o al menos asegurarles alimento y un lugar donde dormir.
"Será necesario infundir en los miembros de la organización no sólo una clara idea de quién es el enemigo sino también una visión positiva de aquello por lo cual se lucha..."
Fue una luz amarilla, estuve leyendo mucha macarteada en estos inolvidables meses que transcurrieron bajo el signo de la cacerola, pero este texto en bonk, un blog de muchachos cool, treintaypico o cuarentaypiquito, que podrían formar parte de la versión argentina de una sitcom producida por Polka (digo: Huili Raffo, Esteban Schmidt son avispados one-liners, capaces de habilitar risas grabadas después de alguna de sus ocurrencias, hasta Eamonn podría hace el papel de un extranjero que despierta simpatías por conjugar mal los verbos castellanos, a pesar de su indudable ingenio), este texto, decía, tan cercano al discurso del general Ibérico Saint Jean o a uno de los editoriales de 1977 de (perdón, Nicolás) La nación... hmmm. Leer esas palabras que me habitué a escuchar durante los años de plomo en boca de mi tío Juan, Dios lo tenga en Su gloria, ahora escritas en un medio tan rabiosamente postpostpostmoderno... hmmmmm.
Entonces escribí un texto que inmediatamente mandé como mail a
bonk, a la vez que al
facebook de MdDonagh y subí como post en
La otra (
El pequeño burgués: la imaginación sin poder). Antes de que hubiera pasado un cuarto de hora de enviar mi mensaje a
bonk, recibí respuesta:
Hernán Iglesias Illa para usuario:
cuervo, queremos publicar tu carta el fin de semana. ¿cómo la firmamos? "Cuervo, de Pompeya"? Estaría bueno si pudieras darnos alguna precisión más (un nombre de pila, por ejemplo), pero si no sale como "Cuervo, de Pompeya".
abrazo,h.
Hernán Iglesias Illa
Que dio lugar a esta sucesión de mensajes:
taller la otra para Hernán:
Hernán: con mucho gusto. Soy Oscar Alberto Cuervo, director de La Otra y del blog www.tallerlaotra.blogspot.Avisame si la publican. saludos
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Hernán Iglesias Illa para usuario:
gracias oscar.te aviso.
h.
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Guillermo Raffo para usuario
Hola, Cuervo. Gracias por tu mail. Ahí vi que Hernanii pensaba publicarlo el fin de semana. Una pregunta, nada más. ¿Tenés algún ejemplo de esto? [N. del E.: citando una frase de mi mail a bonk]
"Por el contrario, los militantes son a menudo los que le infunden ideas a las organizaciones".
Gracias!
Raffo
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taller la otra para Guillermo:
Guillermo:
¿ejemplos? Bueno, todo lo que tengo son mis propias experiencias de cuando militaba en una organización insurgente.
A lo que yo voy es a cuestionar la idea burda de McDonagh de que los militantes son reclutados mediante ofertas salariales y adoctrinados por una "organización" que les infunde ideas. Por Dios, mi tía Olinda tenía esa noción estúpída, no se perdía nunca los martes Tiempo Nuevo. ¿A vos te parece que las revoluciones de la historia se han hecho de esa manera? Una revolución es un acto instituyente, que se pone en marcha cuando algunas personas cambian sus vidas y la dedican a un proyecto de transformación colectivo (eso ya no es algo que esté pasando en el mundo actual, hasta donde yo sé). Los hombres avanzan a tientas en la oscuridad de la historia, y esto vale no solo para los revolucionarios, sino también para los pequeño-burgueses cuyo compromiso práctico se limita a glosar los artículos de Clarín y Crítica sólo en épocas en que eso no implica ningún riesgo.
Las revoluciones no son procesos instituidos, se actúa sin llegar a ver a dónde lleva todo. Una revolución se está fundando en los actos cotidianos de las personas que participan. También con los pensamientos. Hay libros escritos, pero es uno el que tiene que pensar. No sé de dónde mierda saca McDonagh eso de que las ideas son "infundidas" desde arriba, por una fantasmal organización.
Creo que esto marca un gran retroceso en los debates políticos actuales, este tipo de opiniones antes eran esgrimidas sólo por personas muy reaccionarias o muy ingenuas, y decirlas en un ámbito semi-ilustrado los hubiera expuesto a un gran ridículo. Hoy opiniones como las de Eamonn o de Quintín, para citar algunos ejemplos, son escuchadas como si supieran de qué hablan.
saludos
Oscar
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Guillermo Raffo para usuario:
Bueno, tendrías que preguntarle a él, pero yo supongo que lo saca de la idea de "doctrina", que está muy presente en todas las organizaciones revolucionarias modernas. No hay una que no sea verticalista. Por eso te preguntaba yo si conocías alguna que hiciera lo contrario, como vos decís —— que sus ideas surgieran de los militantes. Básicamente, antes de estar en desacuerdo con vos, quería confirmar que no me estaba equivocando respecto de lo que decías.
Gracias,
huili
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taller la otra para Guillermo:
Huili:
Sí, a McDonagh ya se lo dije en el mail que les mandé a ustedes...
Nosotros discutíamos, aunque no nos extedían certificado por las ideas que aportábamos y que ahora te pueda mostrar como pruebas.
Pero en cuanto a tu pregunta, una cosa es la vulgata, algunas vaguedades acerca de la idea de "doctrina", y otra cosa es el proceso concreto de una revolución. Una revolución no nace de una "doctrina" ni de una "organización", nace de tensiones sociales, e insisto, se avanza en la oscuridad, más allá de que se eche mano de pensadores (esa sería la palabra, no doctrina, que es usada por los dogmáticos). Si vos leés a Marx o Trotsky, o si leés a los revolucionarios franceses, no hay doctrina, hay pensamiento. Seguro que los habrás leido.
En cuanto a la idea de organizaciones verticalistas, es otra vulgata de la doctrina vencedora. En épocas en las que se agudizaba la represión de la dictadura había una necesidad defensiva de compartimentar la estructura, no se podían hacer asambleas, y entonces la estructura era celular. Obviamente no hay revolución parlamentarista, así que los debates se instrumentan de otro modo. Pero de ahí a hablar de adoctrinamiento hay un largo trecho. (Sería tan engañoso como creer que internet es horizontalista).
Mi experiencia en organizaciones insurgentes, cuando era muy pequeño, no se parece en nada a un adoctrinamiento. Es un prejuicio de la derecha prodictatorial y del pensamiento cool tardocapitalista. Lo que te lleva a adherir a la insurgencia es el malestar, la inconsistencia de la experiencia burguesa, el asco a la mentira y la experiencia de la alienación. ¿Nunca sentiste estas cosas?
Pensar un proceso revolucionario requiere de ir más allá de los libros de historia escritos por quién y de los slogans infundidos por la doctrina vencedora, que antes la predicaba Neustadt y ahora se repite en blogs alternativos.
saludos!
Oscar
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Guillermo Raffo para usuario:
Bueno, te creo que ustedes discutían. Sobre todo si, como sugerís, era una organización trotskista (una de las ventajas del trotskismo es que discuten mucho). Pero efectivamente, al no haber revolución parlamentarista, como vos decís, yo paso. Mi experiencia personal, y de amigos cercanos, sumada a infinidad de lecturas sobre el tema, me convencieron de que no hay revolución posible en los términos que vos defendés, aunque espero que eso no te obligue a asimilarme a Neustadt (como también sugerís) porque sería un error, y porque se puede perfectamente ser de izquierda y oponerse a matar gente.
Gracias por contestar,
Huili
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taller la otra para Guillermo:
Algunas precisiones, Huili:
1) Sí, debatíamos y no nos adoctrinaban. No formé parte de una organización troskista, sino de de una minúscula fracción del peronismo revolucionario. Leíamos a Mao, las 5 tesis filosóficas, la cuestión del centralismo democrático, que florezcan mil flores, etc. Y también discutíamos a Sartre, Camus, Artaud, Spinetta, Freud, Wilhelm Reich.
2) Claro, no puede haber revolución parlamentarista, porque la revolución es un proceso instituyente, en devenir, y el parlamento es un órgano instituido en los sistemas representativos. Marx es un gran filósofo, no un doctrinario (y te aclaro que yo no me considero marxista) y desarrolló un concepto de la contradicción como motor de la historia (inspirado también en Hegel) que nunca puede poner a la doctrina por delante de la praxis. La idea de adoctrinamiento es un prejuicio que no tiene que ver con las experiencias insurgentes del marxismo (aunque puede haber dogmatismo en cualquier posición política), sino con la propaganda del liberalismo tardío, que presenta como novedad lo que ya era viejo en 1843.
3) Yo no defiendo ninguna revolución. Sólo me pareció necesario evocar mi experiencia personal en la insurgencia de los años 70 para desmentir la caricatura de revolucionario que presenta McDonagh en su texto. Contar esa experiencia no es defenderla. En mi respuesta también dije que un revolucionario es capaz de actos atroces (y también de actos sublimes). Dije que no estoy seguro de aquello por lo que luchábamos y que se cometieron muchos y graves errores. De modo que no hice ninguna defensa.
Lo que sí me resulta necesario hoy, en el siglo XXI, después del triunfo militar y cultural del neoliberalismo, es cuestionar los pobres suspuestos desde los que generalmente se despacha una experiencia compleja como fueron los años 70. Y denunciar la indigencia de la imaginería pequeño-burguesa, a la cual le resulta prácticamente imposible comprender la libertad cívica y espiritual que requería (y requeriría) comprometerse con un proyecto revolucionario.
4) Yo soy partidario del "No matarás". Nada de lo que dije me lleva a reivindicar la muerte. Las organizaciones revolucionarias mataron gente (aunque yo personalmente no lo haya hecho). El cristianismo mata gente. El Islam mata gente. El judaísmo mata gente. La democracia representativa capitalista mata gente (mucha gente). Si partimos de esa base, podemos sincerar el debate, sin que eso signifique justificar nada.
Así que con la revolución andamos jodidos. Con la democracia representativa andamos jodidos. Y de la dictadura militar mejor no hablar. La cosa está difícil.
saludos
Oscar
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Y pasaron unos días. El mail inicial que Hernán me dijo que iban a publicar no salió. Pero el lunes bonk publicó
un texto sin firma titulado "Los hermanos", en el que condensaban diversos mensajes que habían recibido de sus lectores. Por ejemplo, decían haber recibido un mail firmado por "la Nac & Pop", a la que Mr.
bonk definía como "una secta retro nacionalpsicodélica" que decía:
"Spam es libertad de expresión AntiSpam es control y censura despiadados. Los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos (Jose de San Martin)".
Esa hermandad de los revolucionarios herederos de la tradición sanmartiniana explicaría el título del post. Y bien, en la bolsa de esta hermandad sanmartiniana vine a caer yo mismo. Seguía bonk:
"Hubo unos cuantos mails incandescentes reprochándole [a McDonagh] con ánimo provocador su irreverencia hacia las organizaciones revolucionarias de otrora. Todos esos mails estaban firmados, sin embargo, por la misma persona: un sujeto llamado Oscar Cuervo que también publicó estas invectivas en su blog, así que no las repetimos aquí, porque no hace falta.
Otros lectores menos revolucionarios (¡menos hermanos!)..."
Y eso era todo a lo que se había reducido nuestro intercambio. Epa. "Un sujeto llamado...". Notorio cambio de Stemning en comparación con nuestros mails anteriores. De modo que inmediatamente le escribí a bonk:
"Compañeros de bonk:
Bien, muchachos, son muy listos, un discurso para la tribuna y otro en privado, por un lado preguntas amables y por el otro, arriba del escenario, trato displicente y burlas.
No hubo unos cuantos mails incandescentes firmados por la misma persona: hubo un mail mío y un luego hubo varios mails de ustedes con preguntas a las que respondí cuidadosamente.
No le reproché a McDonagh su irreverencia hacia las organizaciones revolucionarias, le cuestioné la imagen prejuiciosa que maneja acerca de personas adoctrinadas y rentadas, imagen aprendida por la filmografía de McDonagh y la bibliografía historiográfica de Huili.
Hubo un intercambio acerca del rol de la organización (en los diversos sentidos de la palabra) en un proceso revolucionario.
Todo eso parecía interesarles en el momento en que me pedían precisiones acerca de si había debates entre los militantes, de las lecturas que hacíamos, del rol de la doctrina, del problema de la violencia y del parlamentarismo... en fin: ¿para qué voy a seguir si ustedes saben perfectamente todo?
Pero de pronto se les olvidó y toda la amabilidad de vuestras preguntas se convirtió en el desprecio para hablar del sujeto que envió unos cuantos mails con invectivas y que quedó embolsado en el jocoso tropel de los revolucionarios hermanos de la Nac& Pop que les manda spam. Buenísimo, ustedes también tienen su política: consiste en burlarse de sus lectores sin darles la palabra, después de habérsela pedido, en hacer guiños a los que están detrás de cámaras y hacerles los cuernitos por detrás al que no puede verlos.
Supongo que a los fines de vuestra militancia rinde más un parrafito de alguien que no pueda creer que Eamonn McDonagh sea un nombre real. Supongo que provocarán risotadas entre sus seguidores burlándose de un revolucionario que se cree San Martín, supongo que lo más importante es un concepto de entretenimiento a toda costa, que el debate les importa un carajo. Son un grupo de muchachos que se divierten con todo, cultivan un desprecio cool que remata en una canchereada alla Pergolini y Di Natale al final de cada informe de cqc. Es otro estilo de militancia el de ustedes, conduce a otra revolución, más divertida y más distendida.
(...)
Oscar"
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De Guillermo Raffo a Oscar Cuervo:
"Un poco de humor, Cuervo. No hace falta ofenderse, ni tenemos dos discursos. Mis preguntas eran sinceras, tus respuestas no me resultaron satisfactorias. Efectivamente creo que tu mail inicial y tu post en tu blog son reacciones escandalizadas ante gente que desprecia (o no respeta lo suficiente) la idea del sujeto revolucionario. En ningún momento pensamos en no darte la palabra: simplemente tu mail ya está publicado en tu blog, y siempre hemos resistido la idea de reproducir material que está disponible en otra parte. Ese es el único motivo por el cual no lo publicamos.
Saludos, Huili"
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De Oscar Cuervo a Huili Raffo:
"Lamento que mis respuestas no te hayan resultado satisfactorias, no sabía que estaba siendo sometido a un examen. Mi mail inicial, el que ustedes me pidieron publicar, no es una reacción escandalizada, ni una defensa de los "revolucionarios", no está pensado desde la hermandad universal ni desde la herencia sanmartiniana, era un cuestionamiento político a una simplificación pueril de un problema complejo. Lo que hicieron no es humor, es gastar a alguien que no puede disponer de la palabra y a quienes sus lectores se figurarán como un sujeto que envío una serie de mails en defensa de la estampita del revolucionario setentista a quien antes Mc Donagh redujo a un imbécil rentado. Por eso te digo, lo importante es la risa, un buen chiste bien vale hacer quedar como un boludo a alguien con quien antes tuviste un intercambio repetuoso.
Seguí con el humor, muy lindo tu blog.
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De Huili Raffo a Oscar Cuervo:
"(...) No era un examen. Pero te pedí que fundamentaras algo (justamente porque no sabía si lo que decías tenía algún fundamento sólido o no, y no quería disentir con vos en público sin confirmar eso antes). Lo que me respondiste no me pareció razonable. Te lo dije, en mis mails subsiguientes. Tampoco me pareció grave, ni espantoso, simplemente me pareció que lo tuyo era una sólo una opinión, y como tal pasible de ser compartida o no. En lo personal, no la comparto" (...)
Y después siguió con una serie de mails todavía, pero ya en ese terreno en el que lo importante ha sido dicho y ambos interlocutores empiezan a repetirse.
Eso es todo, amigos.