Los funcionarios hipócritas y los analistas políticos sofisticados niegan cualquier afinidad del macrismo con la dictadura, pero ambos sectores se comportan como lo hacían sus antecesores en la época del terrorismo de estado.
Por ejemplo, el macrismo detesta la fecha del 24 de marzo y cada año hace todo lo posible para borrarla de la memoria viva del pueblo.
La memoria viva del pueblo no es una efemérides. Cada 24 de marzo las mayores, más diversas y sólidas de las multitudes de la sociedad civil nos recuerdan que no hay distancia entre lo social y lo político, que movilizarse el 24 de marzo es pasarle la posta a las generaciones de jóvenes que revitalizan una línea histórica, el mayor reaseguro contra los intentos represivos que las clases dominantes quieran realizar en el presente infame o en el futuro en disputa.
Los macristas saben que el movimiento de DDHH encabezado por Madres y Abuelas encarna la resistencia inclaudicable, vital e inteligente que otros sectores sociales más ambivalentes o cagones no se deciden a asumir. Saben que Madres y Abuelas son la autoridad intachable, reconocida por las generaciones siguientes que no cesan de enriquecer y presentificar el significado de esta lucha.
Por eso al régimen, lejos de la bonhomía light que quiere proyectar a través de los yaguaretés y las ballenas francas en los billetes, lo que les jode profundamente es la fortaleza de nuestra movilización y de nuestros símbolos.
Nada que ver con la dictadura, dicen, pero quieren mellar cada 24 de marzo la movilización que, sin embargo, crece en cantidad y calidad. En 2016 querían traer a Obama a la Casa Rosada para impedir la marcha, en 2017 intentaron un feriado turístico que tuvieron que volver a encarpetar ante la reacción de repulsa que se expresó de inmediato. Este año, con la participación activa de Rodríguez Larreta, empezaron varios meses antes unas refacciones de la Plaza que no terminan nunca y que los llevaron a levantar las baldosas con el símbolo de los pañuelos. Cada vez que lo intentaron, les redoblamos la apuesta. Por cada baldosa levantada, los pañuelos blancos se multiplicaron por 10. Son síntomas de que el macrismo intuye que la persistencia del símbolo es una barrera real para sus planes.
La densidad histórica del símbolo es fastidio y advertencia para las clases dominantes que apoyaron en 1976 a la dictadura y hoy al macrismo.
Esta imagen, las fuerzas de seguridad tapando denodadamente los pañuelos pintados en todas partes, indica que no van poder borrar lo que quieren. No lo soportan y les jode, tienen lazos visibles con la dictadura. Lo demuestran con sus actos, aunque lo nieguen con la boca.
Hace dos días se produjo una violenta represión por parte de la Policía provincial del Chaco contra trabajadores y trabajadoras auxiliares de la educación que pedían sus haberes adeudados desde diciembre de 2017. Son auxiliares docentes que ganan 2.600 pesos mensuales por 20 horas semanales. Reclamaban la regularización de sus haberes y el pase a planta permanente. Trabajan en las mismas funciones, horarios y bajo las mismas supervisiones que el personal de planta pero sin los derechos laborales reconocidos.
ATE- Chaco responsabiliza por la represión seguida de privación ilegítima de la libertad al gobernador Domingo Peppo; al ministro de Seguridad, Carlos Barsesa; y a la ministra de Educación, Marcela Mosqueda. La rEl secretario general de ATE Mario Bustamante declaró: “La compañera además estuvo retenida ilegalmente por la policía que la llevó arrastrándola y golpeándola, sin medir diálogo ni lectura de derechos ni notificación, no nos dijeron adónde se la llevaron por lo que consideramos estuvo secuestrada ilegalmente durante unas horas, situación muy preocupante que alerta la falta de garantías constitucionales y de Estado de derecho”. La represión fue ejecutada por personal masculino de la policía, a pesar de que la mayoría de las manifestantes eran mujeres. ATE exige la investigación de todos agentes de la Policía del Chaco que participaron y la expulsión del policía que golpeó en la cabeza a la trabajadora María Lescano, tal como se ve en este video. La prueba fue aportada a la causa y ampliamente difundida en las redes sociales.
El secretario general de ATE Mario Bustamante declaró: “La compañera además estuvo retenida ilegalmente por la policía que la llevó arrastrándola y golpeándola, sin medir diálogo ni lectura de derechos ni notificación, no nos dijeron adónde se la llevaron por lo que consideramos estuvo secuestrada ilegalmente durante unas horas, situación muy preocupante que alerta la falta de garantías constitucionales y de Estado de derecho”.
Este episodio se suma a los numerosos casos de represión violenta de la protesta social que se propagan por el territorio nacional. Pero en Chaco gobierna Domingo Peppo, que se presentó a elecciones por el Frente para la Victoria, en una alianza muy amplia que incluyó a todos los sectores del peronismo y otros sectores kirchneristas no peronistas. Cuando ganó en 2015, Peppo dijo: "La gente votó la continuidad, muchas obras que están en ejecución, vamos por el Chaco del desarrollo". Pero pocos meses después dio el salto. En julio de 2016 declaró: "El FPV se agotó. Se tiene que dar una reestructuración en el Congreso y en las Legislaturas provinciales, porque la interna nacional tiene repercusión en las provincias. Cristina Kirchner fue parte de un ciclo muy importante para el país, pero la sociedad está pidiendo otro perfil de dirigentes. Hay que iniciar el camino a un nuevo frente político cuyo eje central sea el justicialismo, pero que encarne nuestros principios populares en las diferencias que tenemos con el actual gobierno, esencialmente en la idea económica: ellos son liberales y nosotros peronistas".
Desde entonces, Peppo formó parte del sector del PJ que articula desde el senado el tránsfuga Miguel Ángel Pichetto, el más eficaz operador parlamentario con que el macrismo cuenta para llevar a cabo su regresión hacia las políticas neoliberales de la postdictadura que llevaron al país a la crisis terminal de 2001. Peppo no solo hace declaraciones mostrando su perfil de peronista "perdonable" para el régimen. También presiona a diputados y senadores chaqueños en el Congreso nacional para que faciliten los proyectos regresivos macristas. Peppo será peronista o no, pero de lo que no quedan dudas es que es oficialista. Por eso, se ve obligado a consumar este alineamiento ejerciendo la represión contra los trabajadores. Es bueno tener en cuenta esta evidencia cuando se proyecta un proceso de unidad del peronismo para vencer a Cambiemos en 2019. Parece que con ser peronista y proclamar la unidad no alcanza.
Sergio Coscia en La otra.-radio: La La La Radio / Los 138 discos que nadie te recomendó / Mondo Rabioso. Para escuchar clickeando acá
NOTA DEL EDITOR: Todavía conmovidos por la magnitud y la potencia emotiva de la marcha del sábado 24 en la última emisión de La otra.-radio nos dispusimos a recibir a Sergio Coscia, el invitado que pasa a presentar nuestro columnista César Colman:
Para los memoriosos, Coscia colaboró en las revistas Twist y gritos y Tren de carga. Trabajó en disquerías como empleado, hasta que se lanzó en su carrera solista, digamos. Desde el 2011 lo ubican en Mondo Rabioso, su disquería-bunker, donde se lo puede encontrar a diario, rodeado de música, arte, política. Gente que va, gente que viene, a veces a los abrazos, otras no tanto. O en La La La-Radio, proyecto radial online que desde el año 2016 lleva adelante junto a Gustavo Campana y Mauro Torres. Es el punto común para evocar durante 24 hs, al día la obra de Luis Alberto Spinetta. Además, escribió un libro junto al periodista Ernesto Gontrán Castrillón. Los 138 discos que nadie te recomendó fue editado el año pasado. En él destacan discos olvidados, otros desterrados y en algunos casos descatalogados. Discos malditos, subvalorados, muchas veces esquivados por las reediciones, hoy tan usuales. A veces incomprendidos por las críticas, marginados del canon. Hay una música extraordinaria que, en la era del rescate, sigue desapercibida. De eso hablamos en el programa del domingo.
Por ejemplo, esto: "The Downtown Lights" de The Blue Nile, álbum, Hats (1989).
POSTDATA: El concepto que unifica todos los temas que tocamos en nuestra reciente emisión radial es El jardín de los presentes. Lo escuchan acá.
Hoy recibí tu mensaje
y te extraño tanto
ni puedo esperar hasta verte
estoy contando los días, querida
todavía creo que existe oro
en el confín de la tierra
voy a volver a casa
a Illinois
pasado mañana.
Está brava la cosa
y hace frío
y estoy harto de recibir órdenes
y extraño el viejo Rockford town
en la frontera de Wisconsin
pero extraño -y no vas a creerme-
sacar la nieve, barrer las hojas
mi avión va a aterrizar
pasado mañana.
Cierro los ojos
todas las noches sueño con abrazarte
nos llenan de mentiras y todos se las tragan
sobre el valor de ser un soldado
todavía no sé qué se supone que debo sentir
sobre la sangre derramada
mirá la calle
llevame a casa
pasado mañana.
No podés negar que del otro lado no quieren morir
igual que del nuestro
lo que intento decir es
¿no le rezan al mismo Dios que nosotros?
decime: ¿cómo hace Dios para elegir?
¿qué plegarias rechaza?
¿quién hace girar la rueda?
¿quién tira los dados
para pasado mañana?
No estoy luchando por la justicia
ni por la libertad
lucho por mi vida
y por otro día en la tierra
solo hago lo que me dicen
uno es la grava en el camino
y los que tienen suerte vuelven a casa
pasado mañana.
Y el verano ya se desvanece
y vendrá la escarcha, querida
sé que estamos hechos
de todas las cosas que perdimos
hoy cumplo veintinuno
ahorré todo mi sueldo
y mi avión va a aterrizar
pasado mañana.
Como si la justicia tuviera que tomarse un finde, como si el régimen tuviera que esquivar el riesgo de lo que aún significa cada movilización de los 24 de marzo: la más potente recuperación de la fuerza popular contra la opresión.
¿Por qué les jode tanto la memoria que hacemos del 24 de marzo a los enemigos del pueblo? ¿Por qué nos da tanta vida cada año?
La bronca que les produce a ellos es un buen indicador de que la potencia de la movilización de cada 24 es inasimilabe para la continuidad de la dictadura.
Si querés saber cuál es la potencia de una movilización, medí en grado con que los medios oficiales la invisibilizan.
incluso el macrismo, en especial el macrismo, hacen sus operaciones.
Es el territorio donde no hay impostores
porque de antemano se ha sustraído la idea de verdad.
Horacio González, Peronismo y humanismo crítico completoacá
La estupidez, por supuesto, no es patrimonio de las clases medias y bajas que adhieren a un proyecto neoliberal que las arrastra a su propia degradación. Hay mucha estupidez en el movimiento nacional y popular, este conjunto de contornos necesariamente difusos, que en sus zonas grises linda con la masificación más alienante. Hay mucho antiintelectualismo retrógrado, mucha tilinguería chabona de Jauretche mal digerido, quizás poco leído, seguramente nunca pensado, mucha pose macha con la voz del arrabal, como decía Moris. Mucha pereza y una inclinación reaccionaria que mistifica la falta de pensamiento, la necesidad de adherir acríticamente a una vida popular cuya complejidad se desconoce y se idealiza. La idealización de la vida popular, la falta de capacidad para animarse a pensarla en su complejidad, es una de las estupideces más nocivas que se generan desde el propio campo popular. Idealizar el campo popular desde un populismo calculado y retórico, desde la indulgencia y la falta de rigor, es una tara que nos impide verificar nuestra auténtica posición. El antiintelectualismo nac & pop no dista en sus efectos nocivos del que practica cada noche Fantino desde su piso. Es parte del mismo desprecio por la verdad, solo que Fantino es funcional a la barbarie vigente y cuando aparece de nuestro lado nos hace retroceder más.
Horacio González es el mayor intelectual argentino vivo. Tiene una gracia para pensar sobre la marcha, junto con un desasimiento de astucias cínicas, renuncia al facilismo discursivo, desinterés por la aprobación líquida, amor por la precisión verbal, inquietud por reconocer las zonas espinosas, cualidades que hacen que muchos no se lo banquen, porque no quieren pensarse o simplemente no les da el mate. Pero no hace tanta falta señalar la prevalencia intelectual de González como marcar nuestra necesidad de que aparezcan más personas con esas cualidades, aún con otros puntos de vista. No es indiscutible que tenga razón en todo como penosa su falta de interlocutores. Estamos tan despistados como para ni darnos cuenta de lo bien que nos vendrían varios como él.
González condensa una experiencia histórica de la que muchos compañeros facilistas quieren deshacerse: porque no quieren recoger las migas de los asuntos que nos condicionan desde hace años y que nos van a perseguir hasta la derrota siempre, si no las agarramos de veras. El triunfo del neoliberalismo también tiene que ver con nuestro propio embotamiento mental. Y ahí vamos detrás de charlistas que conciben su profesión como un show para plateas chirles.
Este video de 24 minutos y medio de González hablando en una reunión de Carta Abierta es tan rico en observaciones y matices, tan lleno de humor y seriedad, tan atento a las mil caras del asunto en el que estamos enrrollados, desde la formación intelectual de Perón hasta los interrogantes del frentismo que se intenta construir en San Luis, desde la estructura concentracionaria a la que está sometida Buenos Aires hasta el dispositivo financiero que trae a Patti Smith de gira por la ciudad, desde los límites políticos de un feminismo para todo uso hasta la insuficiencia de cualquier identidad política que no sea capaz de asumirse como problema, que pienso que su escucha tendría que ser provechosa para cualquiera que desee pensar nuestro presente.
González es tachado, más acá y más allá de la grieta, por tontos de ambos lados, como un tipo difícil al que más vale pasar por alto. Hay fobia al pensamiento en esa inhibición. En el momento de subir este video al blog tiene 17 visualizaciones, lo que habla de lo solo que está hoy nuestro pensamiento. Habla a la vez de lo vivo que está hoy en Argentina el pensamiento, aún con 17 visualizaciones. A veces es suficiente un solo oyente atento para que una palabra gane potencia: no hacen falta 1200 likes que al rato de clickeados se olvidaron de lo que están megusteando.
Si pongo el video de González en La otra e invito a que lo escuchen con atención, no te digo que voy a conseguir 20 retuits. Pero quién sabe un par de personas se pongan a pensar un poquito. Y si no aparecen ni dos oyentes atentos, igual quiero que conste para cuando cuadre la ocasión.
[Una versión más concentrada de esta extraordinaria alocución, que arranca hablando de la cuestión frentista, se puede leer acá, con la organización temática que la escritura permite y la falta de esos desvíos imprevistos y fértiles que el habla propicia. Gracias a un amigo que él sabe y yo sé por acercarme este precioso material].
Sabemos muy bien lo que ocurrió en la dictadura que comenzó el 24 de marzo de 1976. Conocemos fechas, rostros, crímenes. Hemos tenido la fortuna de ver varios de los rostros responsables culminar sus días en la cárcel. Hemos conocido la lucha de las madres y las abuelas. Hemos visto maravillosos desenlaces con el encuentro de los nietos, uno a uno, año a año. Tuvimos tiempo de ir conociendo los vericuetos de la impunidad y sus efectos. Nos fuimos enterando de los pormenores, gracias a los juicios, de la tragedia que vivió nuestra sociedad. Nos fuimos enterando de cuántas cosas no sabemos, cuántos silencios, cuántas complicidades. Nuestros ojos se han abierto ante tanta infamia y crimen, para no olvidar. Nuestros ojos han querido cerrarse también ante tanta infamia y crimen, para no dolerse. Pero en 42 años hemos debido mirar de frente a los criminales y, sobre todo, mirar muy de frente a las víctimas: estudiantes, adolescentes, mujeres, hombres, familias. En este marzo de 2018 hay algo que parece acentuarse. Quizá nos suceda todos los meses de marzo, en las vísperas del 24. Sabemos todo eso, pero es como si lo volviéramos a saber. Como si no lo hubiéramos creído del todo. Como si cada 24 de marzo se hiciera un ritual colectivo para no olvidar eso que querríamos olvidar, porque el olvido sería la única forma de hacer como si nunca hubiera ocurrido.
Estos días para mí son un ritual de volver a mirar los rostros de los desaparecidos, de las víctimas, de leer las historias. Revivir la infinita tristeza por el dolor padecido. Porque no solamente nosotros querríamos huir de ese horror, sino el mismo horror pareciera avergonzarse de haber sido.
Debemos cumplir el ritual para volver a saber, para volver a conocer lo que muy bien sabemos y conocemos. Que no olvidamos ni olvidaremos.
¡Vuelve el Festival de rarezas de la Filmoteca en Fuga! La grilla de programación
Se confirmó la primicia que nos dio Fernando Martín Peña en una entrevista reciente en La otra.-radio, que se puede escuchar clickeando acá: El BAZOFI fue asesinado en un confuso episodio pero la tumba está vacía y ahora dicen que vuelve. ¡Vuelve el Festival de rarezas de la Filmoteca en Fuga! Se va a realizar desde el 11 al 22 de abril en TRES sedes: La principal es HASTA TRILCE (Maza 177). Cuando no es así, se indica. ¡Lea con atención o luego no se queje!
Acá arriba está la grilla completa. LaeEntrada general es de $50. ¡Consulte por los económicos abonos que le permitirán ver varias funciones por el mismo óbolo!
Las exhibiciones marcadas con un pirulito son gratuitas.
Este domingo a medianoche viene a La otra el melómano y spinettólogo Sergio Coscia. FM 89,3
Sergio Coscia es un melómano que el año pasado publicó el libro Los 138 discos que nadie te recomendó (Grijalbo, 2017), en co-autoría con Ernesto Gontrán Castrillón. También es uno de los responsables de La La La radio, la emisora online dedicada a pasar música de Spinetta las 24 horas del día. Además atiende su disquería Mondo Rabioso en la galería Corrientes Angosta. César Colman, editor del blog Phantasmagoria y habitual colaborador de La otra.-radio, le hizo una entrevista que anticipa su vista a nuestro programa del domingo que viene a la medianoche en FM 89,3, Radio Gráfica.
Coscia explica así su pasión: "Me atrae interrogar la música, descifrar su misterio, que a veces no resulta en otra cosa que traducir a palabras lo que ella dice con notas y silencios. Describir lo que sentimos, preguntarnos qué sucede con ciertas melodías que nos emocionan, y por qué sucede. El texto, como la música misma, acaba ocupando un espacio entre un misterio absoluto y nosotros. Una de las citas más maravillosas que leí sobre la música es de Oscar Wilde y dice: 'La música es el tipo perfecto de arte: no puede decir nunca su último secreto'. Quizás por eso escuchamos tanta música, y no paramos de hablar y escribir sobre ella.
CC: Teniendo en cuenta el resultado del libro Los 138 discos que nadie te recomendó, quería que me cuentes con qué metas arrancaron este proyecto y si hubo algo que les haya quedado atragantado.
SC: Siempre dije que sólo hay una cosa tan buena como escuchar música: ¡hablar de música! Y me parece que es una necesidad que con el tiempo se intensifica. Ese disfrute, que en los años formativos era más individual y solitario, se convierte en un territorio compartido, en algo que nos comunica aún entre extraños, de una manera inmediata. ¡Si hasta he podido comprobar que los músicos, instrumento en mano, hacen lo mismo, hablar de lo que están tocando, de la música de sus colegas o sus maestros! En el caso específico del libro, ese disfrute tuvo el objetivo de desafiar las encuestas, el canon, esa cosa instituida y aburrida de los 1000 mejores y todo eso. Precisamente porque habiendo tanta música de la que hablar, se acaba hablando siempre de los mismos artistas y obras, y eso tiene el daño colateral de provocar que repitamos de manera acrítica ciertos juicios que se establecen como inamovibles. El libro es apenas rasgar la superficie: bien podríamos, de habernos dejado, escribir ¡los 1138 discos! Y proponiéndonos eludir el canon, evitamos discos sobre los que siempre es grato escribir, aunque obviamente, lo hubiéramos hecho desde otra mirada, o incluso en algunos casos, poniendo en duda que tal o cual obra maestra lo sea en verdad. Pero bueno, ¡hubiera sido el Señor de Los Anillos o de Los Discos!
CC: ¿Cómo sigue La La La Radio y cuáles son los proyectos a futuro?
SC: La La La Radio sigue siendo un proyecto quijotesco nacido de la pasión y el amor por la obra de un artista irrepetible, que logró establecerse como una idea necesaria para mucha gente y muchos músicos relacionados a ese universo. En tal sentido, es un éxito. El desafío es enorme. Son 24 horas de programación. Hay que generar contenidos continuamente y el trabajo es mucho. Lo vamos sorteando, creo, con acierto: no sólo hacemos de la obra de Luis algo vivo, continuamente puesto en nuevos contextos, sino que tratamos de que se convierta en disparador hacia otras cosas: pasar la música de quienes lo marcaron a él, de los músicos que trabajaron con él (cosa que no hace nadie) y otras cosas que se irán incorporando. Hasta dónde llevaremos el proyecto es imposible de saber. Mientras siga siendo un proyecto romántico, sin ningún viso comercial, ni financiación ni apoyo de producción alguna, todo depende de nosotros y la gente y ciertos límites que de todas maneras sorteamos, creo, con el trabajo y la pasión. Lo bueno es que no nos cansamos, más bien al contrario, es un proyecto que nos moviliza a diario, nos da alegría hacer, es un continuo motor, sobre todo en un momento tan oscuro como el actual.
CC: Respecto del rock internacional, qué fue lo último que te voló la peluca. ¿Después de Nirvana paso algo que valiera la pena? ¿O el último gran disco de la historia es Physical Graffiti?
SC: Del último par de décadas, siempre vuelvo a Radiohead y me interesa conocer cada cosa que Haga Damon Albarn. Por otro lado, la producción de Mark Kozelek, profusa y diversa, siempre me atrae y me depara sorpresas. No deja de haber gratos descubrimientos, discos o bandas desconocidas, o conocidas pero no masivas, que uno se va topando entre búsquedas conscientes o encuentros casuales. Pero también eso se va dando hacia atrás: descubrir cosas viejas que uno dejó pasar de largo en su momento, o directamente desconocíamos. Nunca es algo lineal, pero por otro lado, para los que tenemos cierta edad (y es algo que he comprobado también con los más jóvenes) queda claro que en lo que se refiere a nuestra cultura, los sesenta y los setenta son la época de oro. Como se ha dado en toda la historia de la humanidad y el arte, no se puede pretender que en cada generación, o en todo lugar o época, haya un continuo y renovado estallido de creatividad. O algo nuevo que sacuda todo y logre modificar el parámetro o influir de manera directa a millones al mismo tiempo. Eso se da cada tanto.
CC: Sex Pistols, The Clash, The Jam, The Damned… ¿Aportó algo el punk, aparte de escandalizar a señoras bien y no tan bien de la isla? ¿O se puede rescatar más del post punk, como Joy Division, Bauhaus, The Cure o Siouxsie? ¿o del pre-punk como The Stooges o New york dolls? ¿Qué tal Ramones?
SC: Me parece que el punk tuvo más importancia como gesto que como movimiento musical. El sacudón que promovió tuvo un significado más necesario y trascendente que la propia producción artística. Con el tiempo me di cuenta que lo que en el momento me deslumbró de esa época, es lo que permaneció con el mismo brillo tiempo después y son todos artistas o discos que nunca fueron propiamente punk, o fueron, por suerte mucho más que eso: Television, The Clash, Talking Heads…
El domingo a la medianoche la conversación sigue en La otra.-radio. FM 89,3 online acá. La entrevista completa está publicada acá.
Encuentro de documentalistas y cineastas independientes
El Colectivo de Cineastas, Doca Documentalistas Argentinos y Rdi Documental convocan a toda la comunidad audiovisual a una asamblea informativa sobre los cambios que está preparando la gestión del INCAA al Plan de Fomento. El cine independiente, tanto documental como de ficción, está atravesando una situación compleja por eso es momento de unirnos y pensar en conjunto cuáles van a ser nuestras próximas acciones en defensa de nuestro cine. Los y las convocamos a esta asamblea informativa, el viernes 23 de marzo, a las 18hs en La Manzana de las Luces (Perú 230).
-o "Mirando el 24 de marzo desde el futuro"- La otra.-radio con Martín Pont Vergés y Santiago Mitnik, que se puede escuchar clickeando acá
El enigma de la historia no se encuentra en ningún pasado enterrado, esperando que algún explorador intrépido lo exhume. El enigma de la historia se agazapa en el presente y se llama futuro. Podés morirte cualquier día pero cuando sos muy joven no lo pensás. Cuando viviste los años suficientes como para avistar en algún horizonte la muerte propia, empezás a preguntarte por la historia, mirando no hacia atrás sino hacia ese tiempo inconcebible que ya no vas a ver. Entonces te viene un black out, tu experiencia ya no sirve para nada y todo se te vuelve metafísica. No siento curiosidad por lo que pase conmigo después de mi muerte, porque no va a pasar nada: no espero el Juicio. Me inquieta pensar en el mundo que siga, eso que mi propio fin, cuya cara todavía no conozco, me niega de manera absoluta. Si hay algo drástico, es mi imposibilidad de saber el sentido hacia el que se arroja el tiempo.
A pesar de eso, primero las religiones mesiánicas y después las filosofías del progreso indefinido se dedicaron a sostener que la marcha de la historia nos conduce indefectiblemente hacia lo mejor. No hay evidencias de lo que vaya a ser, no podría haberlas.
Soy un hijo del siglo xx al que se le permite espiar algo de lo que va a traer el xxi. Tuve la suerte de vivir en el planeta junto a los Beatles, Borges, Hitchcock, Bresson, Godard. Por la calle me crucé a Charly y a Spinetta, conversé con Horacio González y con Lucrecia Martel, estuve a metros de Dylan y Leonardo Favio. Viví un tramo considerable de mi vida bajo el gobierno kirchnerista y pude involucrarme con entusiasmo en sus gestas.
También estuve esa noche en la ciudad en la que Videla, Massera y Agosti tomaron la conducción de un estado terrorista que masacró a muchos de mis compañeros. Podría haber muerto yo en esos días de espanto pero en cambio me tocó verlos desaparecer, rehacerme, soportar lo insoportable, convivir con los que mentían que no pasaba nada. La dictadura me agarró fresquito, en ese momento en que a uno le toca tratar de entender cómo viene la mano. El terrorismo de estado fue mi gran pedagogo y creo que nada de lo que yo haga o deje de hacer puede deshacerse de ese aprendizaje. Eso es el 24 de marzo para mí, no la fecha de mi cumpleaños ni la de mi deceso, sino la de mi graduación como habitante de la polis. Todo lo que percibo pasa por ese filtro, cuando leo a Nietzsche o a San Pablo, cuando veo El diablo, probablemente o escucho La hija de la lágrima, cuando camino al lado de mis padres o en las calles me persigo sin razón, siempre soy un cuerpo y un alma marcados por la dictadura. No me estoy quejando. Acá me tienen. También al escribir este posteo o al hacer el programa a la medianoche del domingo soy el que ha sido moldeado por la dictadura.
[Creo que no hay nada que me guste más que hacer radio en la medianoche del domingo, sobre todo cuando llega el otoño, hay algo mágico para mí en ese momento cuando paso una canción que sale por algún parlante y rebota en el aire de la noche casi dormida o insomne, en ese tiempo de nadie en el que me encuentro a conversar con algunas personas, en un recinto público y secreto al mismo tiempo: ¿quién va a estar escuchándonos?]
El programa de este último domingo estuvo dedicado a pensar el 24 de marzo desde una perspectiva que hasta ahora no se me había ocurrido: quise escuchar a personas que no vivieron durante la dictadura porque todavía no habían nacido. Hombres del siglo xxi, jóvenes que nacieron entre el 98 y el 99, que recibieron la onda expansiva del terrorismo de estado por interpósitas personas: por lo que sus padres les contaron o por lo que hablaron en su Colegio. Martín Pont Vergés y Santiago Mitnik son dos militantes muy jóvenes, atentos, curiosos, sensibles. No es que la historia les vaya a ahorrar ningún sacudón por haber llegado después que otros: están descubriendo, como yo, la cara espantosa del macrismo, que alienta a que otros pibes, incluso más pibes que ellos, sean masacrados por la espalda por la cana o linchados por una horda de desquiciados que creen que vale más un teléfono celular que una vida. El rostro del neoliberalismo todavía no se mostró del todo: lo estamos viendo de a poco cada día.
Mi compañero de radio, Maxi Diomedi, nació en Bahía Blanca, la ciudad de los Massot, en las postrimerías de la dictadura. Escribió libros de poesía en los que, si yo mal no entiendo, acá y allá encuentro marcas de lesa humanidad.
Maxi, Martín, Santiago y yo nos sentamos a conversar sobre estas cosas. Hay algo que yo he visto y ellos no; algo que ellos verán y yo no. Es el enigma de la historia que estamos tratando de descular.
De manera no calculada, digamos, aparece en medio de nuestra conversación un audio de Liliana Herrero cuando estuvo hace unos días en Kierkegaard Buenos Aires, y ella critica la idea hegeliana de superación dialéctica:
"Ninguna superación... -dice Liliana-, no pienso la historia en tesis, antítesis y síntesis por las que fuéramos a un progreso indefinidamente. No, mentira, eso se terminó, se terminó con Vietnam, se terminó con Chernobyl, y además ese equívoco espantoso de creer que la tecnología depende de cómo se use. Cuando uno tiene un arma ya tomó una decisión, el horizonte está trazado. Tenemos que pensar la tecnología no de una manera utilitaria, no como que nos sirve para tal o cual cosa, sino como algo que ya tiene recortado, analizado y comprendido el mundo. Nunca pretendí que una versión que yo haga de Yupanqui sea una superación del original. Si caemos en esa equivocación, caemos en un sistema de superaciones, según el cual la historia va indefectiblemente hacia la felicidad, cosa de la que ya podemos empezar a dudar...".
La garganta ardida de Liliana Herrero organiza ahora nuestra conversación de otra forma: Santiago y Martín van a recoger el guante, a reponer un sentido posible del progreso que sostienen con su militancia.
"Hay pocas palabras que hayan tenido tanto uso político como la palabra 'progreso' -dice Santiago-, pero haber, lo hay. Quizás sea interesante pensar qué entendemos como progreso y qué no, qué entendemos como avance tecnológico y qué no, y cómo se ordena la sociedad y cómo se ordena nuestra cabeza frente a estas situaciones. El momento de quiebre de la idea tradicional de progreso es Auschwitz: el progreso no necesariamente es bueno, la técnica sofisticada no necesariamente es buena, pero está. Las sociedades se ordenan en base a eso. Hoy en día el gobierno te pone miles de millones de pesos de trolls en Twitter y por alguna razón extraña, que es muy difícil de comprender, eso tiene un peso político muy importante".
Hay que pensar el progreso desde el triunfo parcial del neoliberalismo. No es el fin de la historia, digo yo -y detrás de Fukuyama reaparece Hegel. El partido no terminó, se está jugando, pero lo van ganando ellos. El sentido posible del progreso hay que pensarlo desde ahí, digo yo, no como si estuviéramos aguardando la llegada del siglo xx, porque ya fue. Hay una tecnología que aplica el sistema para tener confundida la conciencia de toda una población. Ahora la palabra progreso, yo digo, tiene que tener otra cautela.
Martín acota: "El año pasado fuimos con Santi y algunos compañeros más al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Sochi, en el Mar Negro, organizado conjuntamente por el gobierno ruso y la Federación de Juventudes Democráticas. Y era muy interesante para plantear este tema, porque en él convivían la tradición de los debates de la izquierda comunista con otros encuentros en los que participaban miles de personas que hablaban sobre tecnología, sobre robots, formas de programación y las cuestiones particulares de cada región de Rusia. Y vos ahí tenés una realidad concreta, porque tenés que construir poder también: si sólo lo hace el otro, vos estás en un problema".
Apenas unos tramos de nuestra conversación. Como quien no quiere la cosa, la mirada al 24 de marzo devino, no tan erradamente, en pensamientos sobre el futuro. Que era un poco la idea.
El programa empieza con Charly que canta "Estoy andando por las vías del tren/ haciendo cosas que no quiero hacer/ todo esto tiene una explicación/ I'm not in love". Maxi entonces recuerda que cuando recién llegó a Buenos Aires le hizo una entrevista a Hebe en la que ella le contó que Charly le dijo que acababa de componer una canción dedicada a las Madres que decía que estaba andando por las vías del tren y que eso era porque no estaba enamorado.
Los días que pasamos mostraron que la degradación social en la que nos movemos parece no tocar fondo: un pibe linchado por robar un celular, un nene de 11 años al que una bala policial le atraviesa el cráneo, otro más agoniza porque compró un perfume y la cana sospechó que lo había robado. La gente sigue su trayecto habitual se acostumbra a lo ofensivo. El horror es esta estolidez que deja que el mundo no se detenga. Vidas tronchadas que se apilan hasta hacernos perder la cuenta. No hay mediación posible: para los pibes asesinados se borronea todo horizonte. ¿Ya no nos duelen tanto como los primeros? ¿Estamos siendo sometidos a un experimento de zombificación colectiva? La maldita máquina de matar sigue adelante esta semana y la otra. Con cada vida perdida la historia entera se hunde en el abismo.
Hoy Función Hoy a las 18:00 hs. en copia nueva a todo color
por Alito Aep *
Buenas Noches, Buenos Aires es una película musical basada en el espectáculo del mismo nombre que Hugo Del Carril había producido en el año ’63 en el Teatro Astral, junto a Mariano Mores, con enorme éxito. Muy lejos del teatro filmado, la puesta en escena de la película está elaborada de manera detallada e inteligente. ¿Cómo transformar en cinematográfico lo que había sido pensado para ser visto en vivo sobre un escenario? Del Carril se lo plantea, y lo resuelve de manera magistral.
La película está estructurada en seis bloques de aproximadamente un cuarto de hora cada uno, que agrupan tres o cuatro números musicales hilados por una temática o por alguna situación argumental. La mayoría de los números son precedidos por pequeños cortos de animación que introducen el título y sirven de separador.
Desde la secuencia de títulos se nos presenta la calle Corrientes de noche, con sus luces y marquesinas. Luego, el dibujo del interior de un teatro y un telón que se abre a lo que vamos a ver. Al comienzo del primer número, después de la secuencia de animación, vemos en primer plano una paleta con la que un pintor está trabajando en el cuadro que, cuando la paleta se corre, pasa a ocupar el plano. A continuación la cámara sube y nos muestra la escenografía que el pintor está reproduciendo en el cuadro. Estamos viendo teatro, colores puestos con pincel y escenografía. La vuelta de tuerca consiste en que esto nos es relatado a través de recursos visuales propios del cine.
El uso consciente de la artificialidad para crear el clima de cada número queda manifiesto tanto en la hermosa escenografía de Mario Vanarelli, como en el uso de los colores fuertes y definidos. En los números de danza, a cargo de los ballets de Victor Ayos, Constanza Hool y José Pérez Villalba, los movimientos de cámara y el montaje están pensados como parte de la coreografía. Sólo se usa el primer plano y el zoom en los momentos adecuados y los planos generales predominan en función de una referencia espacial que permite percibir el sentido del movimiento y de la composición. Pero, aún en estos planos generales, la altura de la cámara cambia según el sentido de cada coreografía. Hugo Del Carril se muestra a la altura de los mejores directores de cine musical.
En la balada "Llueve" que Néstor Fabián canta entre cristales que cuelgan de hilos claramente visibles y simulan gotas de lluvia, las bailarinas pasan vestidas con impermeables y paraguas multicolores. Me hizo pensar en Los Paraguas de Cherburgo, otro musical estrenado en Francia apenas unos meses antes, por el uso consciente de la artificialidad, tanto en la puesta en escena como en el color. Pero la francesa se desarrolla en un escenario realista mientras que la de Del Carril en las bellas y también artificiales escenografías diseñadas para teatro con un solo frente.
La idea del espectáculo de revista que dio origen a la película tenía como objetivo el rescate de la cultura criolla y su actualización, en tiempos en los que las empresas discográficas, sumadas a otros capitales –como, por ejemplo, de la empresa Coca Cola- apuntaban con munición gruesa para imponer fenómenos culturales ajenos a cualquier historicidad. Del Carril ya había trabajado un año antes con el mismo guionista, el periodista y poeta Rodolfo Taboada, en una miniserie televisiva que también tuvo su versión cinematográfica, La calesita, un magnífico musical en el que hace un racconto de la historia política y cultural criolla desde los comienzos del siglo, con el eje puesto en aquel presente de los ‘60.
En la revista Buenas Noches, Buenos Aires, se destacaba las músicas y las danzas criollas, con algunas figuras consagradas, como Virginia Luque o Beba Bidart, y otras de nuevas generaciones, como Susy Leiva y Néstor Fabián, y se sumaban representantes de la Nueva Ola como Maribel Marcel y Los Jets (en la versión cinematográfica, fueron Palito Ortega y Violeta Rivas). De esta forma, el espectáculo atraía a todas las generaciones, que pudieron ver en escena un panorama bastante diverso de la música y la danza locales. Pero la conflictividad de la convivencia entre los nuevos ritmos y los tradicionales no se disimuló. En el tercer bloque de la obra, el personaje de “El Firulete” (encarnado por el mismo Del Carril en la revista y por Julio Sosa en la película) junto con “Nicanora” (Beba Bidart) confrontan a un grupo de jóvenes que bailan el twist. Lo interesante es que en este número la linealidad del guión convive con un planteo notablemente irónico de la puesta en escena.
El bloque empieza con una representación escenográfica de la calle Corrientes, en una de cuyas ochavas está el kiosco que atiende Nicanora. Al lado hay una disquería a la que llegan corriendo y gritando un grupo de jóvenes vestidos de manera uniforme, para escuchar un twist. El Firulete, un vendedor de diarios vestido con saco, fungi y lengue, al estilo malevo, despotrica en diálogo con Nicanora sobre "las cosas que hoy canta y baila la gente… la Nueva Ola”. La situación es apenas presentada y, antes de su desarrollo, se inserta la canción de Palito Ortega y luego el tango de Mores, Taboada y Lambertucci "Viejo Madrid, cantado por Pedrito Rico y Violeta Rivas. A continuación, volvemos a la calle y a los dos personajes que confrontan con los jóvenes bailarines, les cantan "El Firulete" y los convencen de las virtudes de la milonga por sobre la conga y el twist. El nexo entre los tres números musicales es la disquería, en la que Rivas es vendedora y Pedrito Rico su cliente. Lo interesante es que a Palito los vemos cantando sobre el tocadiscos que la vendedora puso a funcionar. Los jóvenes bailan el twist sobre la proyección callejera de luz y sonido que emite la disquería. La imagen es elocuente: la Nueva Ola –así como sus bailes de moda- es una proyección de los vendedores de discos.
Entre estos números, el actor Roberto Escalada entra al local a pedir el tango "La copa del olvido" por Julio Sosa. La vendedora, encandilada por la situación que vivió con el cliente que acaba de salir, le responde: “No vendemos bebidas”.
* NOTA DEL AUTOR: Infinita gratitud al blog Colecciones Teatrales cuya información me ayudó a completar la nota.
Desde el Colectivo de Cineastas nos pronunciamos sobre la situación del cine independiente que, nuevamente, se encuentra en una situación compleja en relación a las nuevas medidas que está tomando la gestión del INCAA. Como espacio que nuclea a sectores amplios, asumimos el compromiso de informar a toda la comunidad audiovisual sobre lo que está sucediendo, con el objetivo que podamos tomar colectivamente el compromiso de defender al cine independiente.
En la última reunión del Consejo Asesor, fue aprobado el presupuesto 2018 con un solo voto en su contra, por parte del único representante de directores. Ese presupuesto no cumple con lo estipulado en la Ley de Cine, que establece que el 50 % del mismo debe destinarse al Fondo de Fomento, reduce la partida presupuestaria real para la vía de documentales digitales (5ta vía) y prepara el terreno para la ya anunciada bancarización de los créditos que hasta ahora entregaba el propio Instituto a tasas bajas y con tiempos acordes a la actividad, tratándose de una transferencia de los recursos del Estado al sector financiero y entraña mayores trabas para el acceso al fomento de los realizadores independientes. Además, el presupuesto contempla altas subas a rubros inexplicables muy por encima de la inflación, como por ejemplo: Impuestos y formularios +800%, limpieza +370%, útiles de escritorio un +72%, ceremonial +114%, vigilancia +68%.
Es un paso importante en el plan expresado por Lombardi, en el marco de la crisis que terminó con la salida de Cacetta de la dirección del INCAA, de llevar la producción nacional a 80 películas por año y destinar la mayor parte del presupuesto de fomento a las producciones comerciales de las productoras ligadas a los monopolios mediáticos, restringiendo el acceso al mismo del cine independiente. Hay rumores certeros que pronto se tomarán nuevas resoluciones sobre el Plan de Fomento y creemos indispensable que para esto se convoque a toda la comunidad.
En el Consejo Asesor están representados los diferentes sectores que componen la realización cinematográfica y representantes de las distintas regiones del país y entre sus atribuciones está nombrar los comités que definen qué proyectos serán fomentados por el Instituto y aprobar o no el presupuesto y otras medidas administrativas de la gestión del INCAA. La Mesa de Directores, que reúne a las distintas asociaciones, hoy en día cuenta con un solo representante de los dos lugares que están destinados en el Consejo para los directores, la otra banca que nos corresponde está todavía en disputa. Fue importante lograr un representante de la Mesa de Directores en el Consejo Asesor ya que permitió abrir por primera vez al conjunto de la comunidad audiovisual el debate de cómo se administra el INCAA. Consideramos también importante nombrar al segundo representante por directores, que todavía no fue designado por la negativa de la DAC a consensuar un candidato luego de la impugnación que realizó de la candidata acordada por todas las asociaciones.
Desde el Colectivo de Cineastas creemos que es importante sacar un balance de este nuevo avance en el plan de ajuste de la gestión. Es momento de unir fuerzas y mantenernos activos en una campaña de difusión sobre todo lo que está sucediendo, estas medidas no son decisiones aisladas sino que tienen ya su historia desde la publicación del Plan de Fomento en el 2016 reduciendo la posibilidad de acceder al fomento del Estado. Creemos necesario convocar a una nueva asamblea de la comunidad audiovisual y trabajar en una nueva movilización que vuelva a colocar en debate ante el conjunto de la sociedad. El cine independiente es la base del cine nacional, su diversidad es el valor de nuestra cinematografía y es un derecho poder acceder a la cultura. Defendamos al cine todos juntos.
Nadia Albarracín en La otra.-radio anuncia un grupo de estudios sobre los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis: para escuchar clickeandoacá
El domingo pasado en La otra conversamos con la psicoanalista Nadia Albarracín quien, junto a con su colega Héctor Valle sobre un grupo de estudios que están a punto de iniciar sobre uno de los momentos decisivos en la historia del psicoanálisis: cuando Jaques Lacan dicta el seminario 11, luego de ser excomulgado por la IPA (la Asociación Psicoanalítica Internacional). En ese momento, Lacan expone un conjunto de ideas que sientan las bases de una nueva etapa en la praxis psicoanalítica, según explican Albarracín y Valle en el texto que sigue y Nadia en la conversación radial que mantuvimos, que puede escucharse acá.
"Lacan dicta este seminario en un momento crucial de su enseñanza, lo hace luego de ser expulsado de la IPA. Esto da lugar a una consideración política del psicoanálisis, especialmente al lugar de Lacan en esa política. Un lugar efectivamente revulsivo para la entidad oficial (la IPA) no por casualidad la primer clase lleva como título “La excomunión”. Término que no por azar remite a la cuestión religiosa. Veremos desde el principio como centrará el psicoanálisis en sus relaciones con la religión y con la ciencia, tratando de deslindar y demarcar las respectivas fronteras epistemológicas.
"Si el psicoanálisis lograra deslindarse tanto de la religión como de la ciencia (veremos si esto es posible y de qué manera) ¿Qué lo funda como praxis? ¿Qué hace que no sea finalmente una suerte de magia, o de algo que funcione pero que no se pueda dar razones de por qué lo hace? Pues muchas cosas funcionan, la cuestión es poder dar cuenta de por qué funcionan. Para lo cual es necesario establecer cierta lógica, cierto rigor. Es por ello que Lacan en este seminario propone cuatro conceptos fundamentales o porque no, los fundamentos del psicoanálisis: Inconsciente, Repetición, Transferencia y Pulsión. Los cuatro operadores a través de los que trataremos de responder la pregunta del fundamento de nuestra praxis".
Kierkegaard: Escuchar una voz - Nueva edición - Libre - Online
Ilustración: Carmen Cuervo
por Oscar Cuervo
En el año 2009 la editorial Quadrata de Buenos Aires me encargó la redacción de un libro introductorio sobre el filósofo Søren Kierkegaard, en el marco de la colección Pensamientos Locales. Fue editado finalmente en 2010 como Kierkegaard. Una Introducción. Escuchar una voz (Escuchar una voz es el título que yo prefiero) y pronto su stock se agotó, o al menos eso es lo que me comunicaron los representantes de Quadrata que me encargaron el libro.
En Mercado Libre circulan todavía algunos ejemplares a precios a veces desmesurados. En algunas librerías de Buenos Aires puede encontrarse ocasionalmente algún ejemplar perdido. Googleando de manera casual, hace poco encontré que en España se ofrecía el libro Kierkegaard. Una Introducción, atribuyéndome la autoría, pero fechada en 2017 por Libros de la Araucaria. No sabía que yo había editado el año pasado un libro en Madrid con el mismo título e idéntica tapa al porteño de 2010. Pedí una explicación a mis editores en Buenos Aires y me dijeron algunas frases sobre un traspapelamiento, errores u olvidos, cosas que no llegué a entender. Cosas que otros me comentan que son usuales con la obra de escritores que jamás pueden controlar la circulación de sus libros. Según me dicen ahora, solo hay 200 ejemplares en España correspondientes a aquella primera edición de 2010, que se presentan a sus posibles compradores españoles como un libro de 2017. Puedo atestiguar que yo no escribí hasta hoy nada nuevo con este título ni tampoco recibí compensación económica por ello. Cuando los editores de la versión original porteña me explicaron lo del traspapelamiento y los olvidos, me dijeron que si tuvieran que pagarme los derechos de autor por esos ejemplares que circulan por España, una vez aplicadas todas las deducciones de impuestos, beneficios para los diversos editores involucrados y las librerías y otros costos de intermediarios, la suma que me correspondería sería tan exigua que me dejaría al borde de tener que pagar yo unos pesos a quienes me editaron y están vendiendo mi libro en España y otras localidades.
En fin. Ya no pretendo controlar este negocio editorial. Entonces tomo mi texto de 2009, lo corrijo, le cambio algunas expresiones que hoy me parece que se podrían decir mejor, le agrego alguna frase que me parece más precisa, hago una discreta corrección de estilo y, dado que después de todo yo lo escribí y es difícil de conseguir a un precio razonable en mi ciudad, lo subo a la web en forma gratuita: lo que ustedes pueden leer a partir de aquí es la versión revisada de Escribir una voz, el libro que escribí en 2009. Esta sí es una versión actualizada en 2018. Va a publicarse en capítulos en las próximas semanas en el blog Kierkegaard Buenos Aires. No descarto que al final de la publicación de los capítulos preexistentes, ahora revisados, agregue algún epílogo con consideraciones que en 2018 me despierta la lectura de este libro escrito hace casi diez años. Ustedes pueden elegir entre comprar esas versiones que circulan en Mercado Libre a precios irrazonables o imprimir el texto que aquí dejo en forma gratuita. Solo espero que por publicar mi texto en este blog no tenga que pagarle derechos a algún editor español o de otra nacionalidad...
A continuación, un párrafo del texto escrito especialmente para esta edición 2018 (es decir: no está incluída en las versiones impresas). Solo como muestra:
¿Tiene razón Kierkegaard en sus objeciones contra Hegel? ¿O es que no conoce con precisión el horizonte de problemas en el que se debate el filósofo alemán? Hay intérpretes que sostienen que Kierkegaard discute no con Hegel sino con la versión vulgarizada que en Dinamarca se había instalado de esa filosofía. Incluso algunos críticos de Kierkegaard sostienen que toda su posición filosófica podría subsumirse en una de las categorías hegelianas, la de la conciencia desgarrada. Quizás no sea ni tanto ni tan poco: que ni Kierkegaard alcance a desvelar el núcleo candente que mueve a la filosofía hegeliana, ni su cuestionamiento a la voz filosófica pueda reducirse a la ilustración de un mero momento del sistema. Quizás estas desavenencias respondan a un temblor de la tradición filosófica occidental que los sacude a ambos a su manera. Poner en continua fricción las filosofías de Hegel y Kierkegaard (o de Hegel y Marx; o de Hegel y Nietzsche; o de Hegel y Heidegger) puede que sea una tarea pendiente para hacer aparecer un problema no declarado que obra agazapado en la intimidad de estas desavenencias. Hacerlo no para terminar de interpretar con corrección a cada uno de ellos (como si tal cosa fuera posible de modo inequívoco), sino para encontrar en qué punto se halla nuestra época ante las cuestiones que estos filósofos señalaron con sus propias palabras. Puede que ninguno (Hegel, Kierkegaard, Marx, Nietzsche, Heidegger) tenga razón, ni tampoco que todos estén equivocados, sino que no sea apropiado acercarse a la filosofía con la intención de dirimir estas disputas tomando partido por uno cualquiera de ellos, sin reconocer que sus voces responden a tensiones a las que todavía no alcanzamos a visualizar. La filosofía podría no ser la busca de una tesis correcta, sino una manifestación oscilante en la que todo fundamento se nos escurre continuamente. [Completo acá].