Un paro nacional contundente. Contra lo que muchos esperaban, la convocatoria resultó efectiva. Industrias, Estado y varias zonas de servicios contribuyeron a que el tono de la medida de fuerza resultara evidente en todo el país.
La acción en repudio al plan económico oficial se plasmó en la masiva concurrencia al acto preparado por el movimiento obrero en Plaza de Mayo. Con oradores de todo el espectro convocante, se condenó duramente al oficialismo y se abogó por respuestas políticas que modifiquen profundamente el rumbo nacional.
Los organizadores de la paralización general fueron el Frente Sindical para el Modelo Nacional, la Corriente Federal de Trabajadores, las tres CTA, las organizaciones sociales y las delegaciones regionales de la Confederación General del Trabajo.
Se sumaron innumerables comisiones internas y cuerpos de delegados de sindicatos cuyas conducciones no manifestaron la adhesión. Los manifestantes cuestionaron a voz en cuello la actitud de los dos secretarios generales de la CGT que no brindaron cobertura a la huelga.
En el acto de cierre se expresaron el bancario Sergio Palazzo, los miembros de las distintas CTA, Ricardo Peidró, Pablo Miceli y Hugo Yasky, el canillita Omar Plaini -que releyó el gran documento planteado en el SMATA durante la convocatoria- y el camionero Pablo Moyano.
La exposición de Palazzo dejó en claro el esquema financiero al cual apuesta Cambiemos, con un saqueo que los convierte en «los verdaderos ladrones», mientras alzan el dedo acusatorio contra los demás.
La señora que habla por un país: "Siempre con la gente humilde se van a meter, vayan donde están los contrabandistas. ¡Qué se meten con el pueblo! ¡Basta de tanto avasallamiento! ¡No sean cobardes! ¡El pueblo unido jamás será vencido". #ParoNacionalpic.twitter.com/YFDl6rbKUQ
Peidró recordó que el sindicalismo argentino tiene una historia trascendente que se vivifica en la actualidad. Miceli enfatizó la importancia de la unidad para golpear conjuntamente. Y Yasky, además de recordar el 42 aniversario de la primera marcha de las Madres de Plaza de Mayo, habló de la elaboración de un plan alternativo para establecer la justicia social. Saludó especialmente a los trabajadores estatales, que paralizaron a pleno sus tareas.
Plaini expuso el material elaborado por los gremios para esta convocatoria, un texto que vale distribuir, leer y debatir, por los conceptos claros que contiene y las propuestas a futuro. Moyano condenó duramente al gobierno, descartó cualquier tipo de acercamiento y señaló que el movimiento obrero se apresta para seguir la pelea. En la misma línea recordó a los camioneros que se avecina la batalla sobre las paritarias del sector.
La llegada de columnas y la desconcentración se desplegaron en orden y pacíficamente. Las provocaciones policiales generaron algunos incidentes que no trascendieron y, sobre el cierre de este informe, una veintena de detenidos. A medida que se conocían esos atropellos, se iniciaban las demadas para exigir la libertad de los compañeros detenidos.
El paro general del movimiento obrero canalizó con justeza el malestar social que atraviesa al pueblo argentino frente a un plan desinustrializador y contra la transferencia de recursos que configura el objetivo básico de la administración macrista.
La otra.-radio del domingo pasado (1a. parte), para escuchar clickeando acá
Ilustración: Carmen Cuervo
Cristina Campagna, amiga y compañera de años, fue escribiendo cotidianamente, a lo largo de los años fríos de la hegemonía macrista, sus reflexiones, estados de ánimo, dolores, presentimientos y esperanzas en medio de lo que ella denomina la tercera resistencia (contando las del 55 y del 76). Agrupó ese puñado de textos en Indignaciones. Variaciones para un tiempo de canallas, un libro que hizo en colaboración con Marcelo Fara, ilustrado por las imágenes tensas y vibrantes que salieron de la mano de Carmen Cuervo.
Esta resistencia es distinta, sabemos, porque el poder predador llegó por las urnas, por las hendijas que permite la democracia representativa. En estos años de ataque contra la vida popular, de deserciones inesperadas, de falsas neutralidades, la resistencia no descansó ni un día. Lo podemos escribir hoy mismo, cuando una parte muy importante de los trabajadores sindicalizados vive su jornada de lucha, con paro y movilización, con la ausencia de la anquilosada cúpula cegetista que ya dio por terminada una etapa de lucha contra el régimen. Curioso el cese de la cúpula cegetistta: acaba de terminar lo que nunca empezó. En todo caso estos burócratas se van quedando tan solos como el gobierno al que consiente. Probablemente hoy sea un punto de inflexión de las luchas de los trabajadores contra el macrismo, cuando la cúpula colaboracionista empiece a eclipsarse junto con el régimen del que eligió ser cómplice. El paro y la movilización hoy fueron potentes y llenos de posibilidades. Una advertencia para los que nos quieren postrados o resignados.
La vida popular se reconstruye desde la bronca y desde la alegría también. La propia Cristina Campagna casi simultáneamente escribió junto con Ana Zagari otro libro titulado De muros y puentes. El sistema de exclusión neoliberal levanta muros, los pueblos construimos puentes. Los libros de Cristina son puentes, huellas de la vida cotidiana en resistencia y pensamiento del proyecto hacia el que nos encaminamos. Nuestro programa de radio de la medianoche del domingo (o las primeras horas del lunes) es un puente para reiniciar cada semana una vida junto a los otros y las otras. La otra.
Felizmente, estos libros que Cristina vino a presentar el domingo a La otra circulan en un momento en el que el ataque neoliberal muestra signos de fatiga y nosotros recuperamos bríos. Si Argentina vive desde hace muchas décadas una pulseada del pueblo contra las clases dominantes aliadas al poder financiero internacional, pasan los años y la pulseada no se define ni para uno ni para el otro lado. Ellos, que tienen un poder inmenso, nos quieren hacer creer que es inagotable e invencible, pero no nos han vencido. Y hoy están aturdidos y agobiados, aunque ni por un momento dejen de hacer daño.
En Argentina el pueblo no solo resiste: está construyendo sus propias posibilidades y lo hace con una vitalidad que desconcierta al enemigo. El escenario de esta pulseada sigue siendo hoy la democracia representativa, pero el pueblo insiste en entender este modo de ser en el mundo no solo como una concurrencia periódica a las urnas, sino como la ocupación de nuestras calles y plazas, como una conversación pública incesante que procura cultivar nuestra mayor comprensión de un mundo difícil. El adversario apela al miedo, a la mentira, a las operaciones tortuosas, a las pantallas que propagan la violencia que el régimen es capaz de producir. Lo nuestro no tiene nada que ver con esos lodazales sino con el compañerismo, con el deseo de verdad, con el descubrimiento, la confianza y la organización.
De esto estuvimos hablando el domingo en el programa. Los dos libros se presentan mañana 1 de mayo a las 16:30 en la Sala Rodolfo Walsh de la feria del libro. El programa lo pueden escuchar clickeando acá.
La anciana gorila almorzadora tenía motivos para sentir lástima, desesperación y fastidio ayer, pese a que caracteriza este momento como "maravilloso". En su provincia natal, Santa Fe, uno de los distritos más grandes del país, ubicado en la franja sojera donde el macrismo se hizo fuerte en estos años, esa fuerza tuvo un resultado electoral catastrófico.
Santa Fe se había instalado desde hace años como una provincia dividida en "tres tercios" (socialismo/macrismo/peronismo), gobernada por el socialismo desde 2007, en la que el peronismo en todas sus variantes tenía dificultades en hacer pie dadas sus disidencias internas. En 2015 en Santa Fe el PRO estuvo a punto de ganar la gobernación: en las PASO su candidato Miguel del Sel había salido primero, aunque en la elección provincial fue finalmente derrotado por el socialismo.
El socialismo santafesino desde hace años formaba parte del Frente Progresista junto con el radicalismo. Pero este año la dirigencia oficial de los radicales rompió su acuerdo con el Frente Progresista para aliarse al PRO, lo que produjo severos conflictos internos, acentuados ahora por el catastrófico resultado de ayer. Muy lejos de "los tres tercios", el macrismo y sus aliados quedaron terceros lejos de sus dos rivales, con un magro 19%.
Hace menos de dos años, Cambiemos sin los radicales había ganado primero las legislativas y más tarde las generales, con casi 20 puntos más que ayer. La lectura más verosímil de esta caída se atribuye al arrastre negativo de la figura de macri, con la colaboración de la descompensada Carrió, que la semana pasada estuvo haciendo papelones en la provincia. Santa Fe en 2017 parecía pintada de amarillo pero ayer arrojó a Cambiemos al fondo del pozo.
Más allá de que cada elección tiene su lectura local, el estrépito con el que cae el macrismo tiene una innegable repercusión nacional. Las PASO no son vinculantes respecto del resultado de las próximas elecciones generales, pero el resultado de ayer es un golpe duro dentro de una cadena de derrotas provinciales que viene acumulando el macrismo este año. Todavía nadie ganó ningún cargo en Santa Fe, pero la derrota del oficialismo nacional es política. Marca la declinación de Cambiemos en Santa Fe. Los radicales santafesinos deberán estar evaluando qué hacer luego de esta paliza.
Todo lo contrario pasa con el peronismo santafesino, que en unas PASO entre Omar Perotti y María Eugenia Bielsa, sumaron más del 42% de los votos. Esa suma deja al peronismo en la delantera, aun cuando a nivel individual el precandidato socialista Antonio Bonfatti (31%) superó a Perotti (28,52%). Perotti y Bielsa ahora deberán moverse para conservar en las generales la mayor parte de los votos ganados ayer, lo que podría provocar la primera derrota del socialismo santafesino en 12 años. Esta experiencia de una interna resuelta de manera civilizada tiene un significado nacional: el peronismo unido gana con el kirchnerismo adentro y sus chances bajan si los peronismos locales intentan una vía antikirchnerista.
El triunfo individual de Bonfatti también tiene una repercusión nacional. El muletto oficial Lavagna intentó armar una tercera fuerza nacional con Bonfatti como principal aliado. Parece entonces que Lavagna no tiene chances en tanto se aleja del peronismo y sobreactúa antikirchnerismo. A diferencia de Perotti, que hoy tiene buenas relaciones con Unidad Ciudadana, tanto como María Eugenia Bielsa. El resultado de ayer alienta los frentes del peronismo aliado al kirchnerismo en otras provincias y le baja el precio a un peronismo amigable al macrismo.
Hace dos días publiqué un post titulado "Se vienen días interesantes".
Hoy la Legrand dijo en su programa: “Creo que se viene lo peor, creo que vuelve Cristina, porque el país está muy mal, la gente en contra y desesperada. No hay personas que hablen bien de este Gobierno. Yo lo apoyé muchísimo a este Gobierno. Me da lástima, fastidio y hasta rabia que hayan desperdiciado este momento tan maravilloso”.
La misma que hace 16 años dijo "se viene el zurdaje", ¿se acuerdan?
Si esta gorila vieja dice que que siente rabia, fastidio y lástima por haber desperdiciado este momento "tan maravilloso", es una buena señal: el fastidio de ella puede ser el signo de nuestra oportunidad.
Por supuesto, vienen momentos difíciles pero del tipo de dificultad que se despierta junto con la esperanza y exigencia de hacer las cosas mejor.
Empieza una semana plena de desafíos y oportunidades. Después, muchas semanas más así. El tiempo no para.
Lo peor o lo mejor, según del lado que lo mires.
Ahora viene lo mejor:
Viene a la radio Cristina Campaña, amiga y compañera. Docente y epistemóloga que en los últimos tiempos publicó dos libros que tratan de estas preocupaciones y temples, los que fastidian a la Legrand y a nosotros nos entusiasman.
Uno de los libros de Cristina Campagna en co-autoría con Marcelo Fara, de tono más emotivo, se titula Indignaciones. Variaciones para un tiempo de canallas, salió con ilustraciones de Carmen Cuervo. El título es elocuente: se trata de la travesía por estos últimos años -que a la Legrand le pareecieron "tan maravillosos"-, con las impresiones, sobresaltos, dudas y dolores sobre los acontecimientos que ocurrían en la Patria:
"Mantener la sonrisa significa:
Que no nos han vencido...
Que la lucha por la justicia tiene que darse desde el regocijo.
Que la alegría nos da fuerza y nos dice que no estamos solos.
Que la revolución es un hecho mientras levantemos nuestras banderas.
Que la solidez nos llena el alma.
Que la integridad de los nuestros nos da fortaleza y allí va la sonrisa..."
El otro libro, publicado meses después en co-autoría con Ana Zagari se llama De muros y puentes. Con un estilo más reflexivo y ensayístico las autoras se dedican a enumerar y analizar estos dos dispositivos del habitar humano, los muros y los puentes. Densos de sentido: no es lo mismo levantar muros que construir puentes: muros de la vergüenza, de la exclusión, la desigualdad, los fundamentalismos. Puentes de la integración, de la educación, el arte, el desarrollo como libertad, puentes soberanos.
"Salir de la lógica de lo propio como propiedad permitiría salir de la lógica neoliberal de la adición y de la sustracción, del valor cuantitativo del tener que, ya desde Hobbes, construye una sociedad de contrato que lleva a las desigualdades. Hoy no nos bastan las filosofías ni las artes ni las éticas que entienden que las relaciones fundamentales se dan entre lo público y lo privado".
La vieja dama del almuerzo televisado nos regaló hoy entonces la frase que nos incita a pensar en las pasiones: las pasiones tristes que construyen muros y las pasiones alegres que nos invitan a construir puentes.
Este blog empezó el jueves 31 de enero de 2008 con la secuencia de comienzo de Millenium Mambo, de Hou Hsiao Hsien.
Lo puse porque la película me fascina, porque ese plano inicial es un emblema insuperable de la llegada del nuevo siglo y del cine del nuevo siglo y no sé por qué más. Puedo tirar algunas conjeturas. El travelling sigue a la nunca tan hermosa Shu Qi que atraviesa un tunel en un bamboleo hipnótico y la voz en off habla desde el futuro. Podría ser una imagen sugestiva y adecuada para un viaje que comienza un blog que se llama La otra. Como un no se sabe adónde ella va, ni sabía adónde iría La otra. Una especie de declaración de intenciones sin intenciones declaradas.
El segundo post, del mismo día, es un poco insólito: un fragmento en inglés de un texto de Susan Sontag sobre Berlin Alexanderplatz de Fassbinder. Más siglo xx imposible. Es la única prosa en inglés que La otra publicó en toda su historia, aunque hubo algunos post con canciones en inglés.
Es decir, se ve que yo pensaba que el blog iba a centrarse en mi pasión por el cine. Después vinieron posts sobre la película que aún es la que más me gusta de Apichatpong, Johnny Thunders, Juanito el Cantor y mucho más Fassbinder. Un texto (¡elogioso!) sobre Tomás Abraham como lector de Kierkegaard y sólo una quincena después la primera huella de la grieta argentina, con una polémica desatada en el blog La lectora provisoria entre sus propios editores de entonces, Abraham y Quintín, en la que Q quería censurar mi participación en los comentarios de su blog y Abraham se oponía. La polémica entre ellos escaló hasta que Abraham renunció al blog sin decir por qué.
La otra siguió con Amy Winehouse, el teatro de Strindberg y mucho más Fassbinder. Solo casi un mes después aparece el primer posteo abiertamente político, titulado "Se avecinan cosas muy feas" y cuyo único contenido es una foto de Elisa Carrió; pocos días después un post sobre el peronismo, "Chimpancés", en el que son citados Mariano Grondona, Tulio Halperín Donghi, Manuel Mora y Araujo (“Volvió el voto antiperonista"), Sebreli, otra vez Tomás Abraham, Fontevecchia y Elisa Carrió. El 3 de marzo de 2008 publico una crítica desfavorable al número 1 del diario Crítica, que empezaba Lanata, "Hmmm". El 6 de marzo mi primer post contra el macrismo
Tengamos en cuenta que todavía Lousteau no había dictado la resolución 125 que llevó al extenuante conflicto con "el Campo" que marca el comienzo de una tensión política que sigue hasta hoy. La primera referencia aparece el 24 de marzo: "Piquete chic", el mismo día en que Pablo Chacón firmaba una nota contra Alejandro Rozitchner a quien caracterizaba como "filósofo de Socma".
Mi primer análisis explícito sobre el gran conflicto político que se avecinaba aparece el 25 de marzo, casi dos meses después del inicio del blog. "Se vienen días interesantes". Puede resumir en pocas líneas todo lo sucedido, comentado y publicado hasta hoy:
"Habrá que estar muy atentos: vienen días interesantes en los que todos los actores políticos de la Argentina serán puestos a prueba: el gobierno, los partidos de oposición, las empresas de comunicación, los periodistas, la iglesia, las diversas clases sociales. De la resolución del conflicto con los productores rurales y del alineamiento de los diversos sectores puede depender el diseño de la Argentina de los próximos años. No se trata sólo del vértigo del conflicto trasmitido en tiempo real, sino de todo el tiempo por delante".
El tiempo por delante llega hasta este presente. Irónicamente, hoy el FMI reclama al gobierno que imponga retenciones móviles a las exportaciones agrarias, una extraña vuelta de la historia.
Es decir: el blog no fue pensado inicialmente como un blog político, aunque tuviera una mirada politizada, pero los acontecimientos que se precipitaron llevaron a La otra a involucrarse cada vez más en la pulseada política del día a día.
El ritmo de la crisis que impone la debacle macrista en estos días no es propicia para competir con los portales de noticias que en tiempo real informan sobre la cotización del dolar o el riesgo país. Cualquier cosa que escribiera hace dos días sobre el dolar a 43 o el riesgo país a 800 hubiera caducado en pocas horas. Comentar las veces en que Marcos Peña sale a decir que macri no se baja de su candidatura se transformaría en un chiste carente de gracia. Especular sobre la eventual candidatura de Cristina o sobre los resultados de las encuestas tampoco da. El riesgo es escribir todos los días el mismo post, cada vez peor. Dentro de unos meses se va a delinear una nueva relación de fuerzas para los años que vengan y hoy estamos en medio de un fenómeno de estructura disipativa que hace precarios todos los análisis.
Comentar el clima en que la población vive esta crisis tampoco parece una misión apta para un blog. Un registro de celular en un comercio de San Luis es mucho más elocuente que cualquier análisis sociológico:
En 2008 muchos blogueros nos veíamos compelidos a intervenir en la discusión pública porque nuestras posiciones estaban silenciadas en los grandes medios y teníamos la necesidad de hacernos oír. Lo que entonces pudiéramos decir, hoy lo dice la calle.
El frénesi informativo de estos días es en parte un movimiento falso: pasan pocas cosas nuevas cada día a pesar de todo lo que pasa. Dentro de poco esto va a cambiar.
Hoy: horas de colas y una multitud en Plaza de Mayo, donde productores de fruta regalaron 20 mil kg de 3 peras, 3 manzanas y 3 naranjas para cada persona. 9 unidades. Proyecten este proceso por cuatro años más y díganme si son más racionales los mercados o el pueblo.
En algo coinciden Juan Grabois y quienes no quieren que regrese Cristina Kirchner: en que las semanas que nos separan del 22 de junio serán cruciales, aunque por distintos motivos. Grabois cree que después del 12 de mayo, cuando ya haya triunfado Schiaretti en Córdoba, el primus inter pares de todos los gobernadores y natural conductor del peronismo no K, a solo seis semanas del cierre de la presentación de candidaturas nacionales, comenzará la etapa más frenética de definiciones. Grabois teme que para entonces, como Cristina Kirchner aparecerá en las encuestas como amplia triunfadora, podría producirse alguna forma de salida parlamentaria con la renuncia de Macri y la elección por parte de la Asamblea Legislativa de un sustituto entre los legisladores o un gobernador. Nuevamente aquí todos los ojos se posan sobre Schiaretti porque simultáneamente podría ser luego él mismo candidato presidencial o ungir al candidato con su apoyo desde el gobierno nacional, aumentando sus posibilidades de triunfo. Nuevamente aquí todos los ojos se vuelven a posar sobre Lavagna.
Para sostener semejante brulote en su prestigiada 😏 columna, JF se basa en una entrevista extensa que le hizo a Juan Grabois. El dirigente social, partidario ferviente de la candidatura de Cristina, se resguarda para lanzar la bomba en el hecho de que a él le gusta ser conspirativo. Y después de esa salvedad lanza su tesis: "Macri no quiere bajarse a pesar de las desastrosas encuestas y los presagios funestos. Cristina debe presentarse. [A los liderazgos populares les concierne el deber antes que la voluntad personal]. Al Experimento Lavagna no le da la nafta para llegar. El establishment prepara un golpe que Grabois califica como neo-duhaldista. Para impedir el triunfo electoral de Cristina quieren que Schiaretti asuma como presidente interino después de ganar la gobernación y postergar las elecciones sine die. El gran empresariado argentino odia a macri por incapaz y por haberlos manoseado en la causa cuadernos, pero no quieren por nada del mundo que gane Cristina, triunfo que, evalúa Grabois, es inevitable. En una maniobra similar a la que preparó un sector del poder económico argentino en 2001, le sueltan la mano a macri y ponen a dedo a Schiaretti.
La versión siembra alguna seria duda: ¿rifará Schiaretti su carrera política por ser títere del Círculo Rojo? ¿Ser interino a dedo, puesto por una acuerdo de Pichetto, la UIA, los radicales, otros gobernas pejotistas, en lugar de esperar a 2023 para tratar de ganar legítimamente? ¿Para qué gobernaría Schiaretti, además de para evitar que gane Cristina? ¿Para hacer el ajuste que macri no puede? ¿Cuánto duró el interinato de Duhalde y cómo terminó? ¿Schiaretti quiere terminar así? ¿Eso aplacaría la tremenda crisis social argentina? ¿El interino se bancaría hacerse cargo del desastre que deja macri, sin la legitimidad que otorgan los votos? ¿Cuál sería su fecha de vencimiento? ¿Con eso pretender sacar a Cristina de escena o hacerla crecer aún más?
Todo puede ser pura especulación, entre las tantas que circulan en estos días de debacle del régimen. Pero resulta que La Nación sugiere algo muy parecido en una columna más discreta. Más allá de su fiabilidad, la sola existencia de estas conversaciones marca la desorientación de la derecha para salir de su laberinto. Grabois puede haber salido a boconearla para anticiparse a frustrarla.
La discreta nota de La Nación dice lo mismo que las declaraciones conspirativas de Grabois. El Círculo Rojo quiere voltearlo a macri, suspender elecciones y poner a Schiaretti de interino:
En el último mes, Schiaretti se benefició de la división de Cambiemos habilitada sin mucha pena por Macri, pero además convino con Cristina Kirchner que Unidad Ciudadana no presente lista provincial, lo que podría haberle restado algún voto al gobernador y, a la vez, expuesto la debilidad de la expresidenta. Al mismo tiempo que se mantenía como parte de la conducción de Alternativa Federal con Sergio Massa, Schiaretti armó a escala local un frente con los mismos sectores con los que Roberto Lavagna espera construir su candidatura. Allí conviven socialistas, el GEN y, después de las elecciones cordobesas, también algún sector del radicalismo.
La idea de que luego de ganar, en mayo, Schiaretti tendrá más poder que nunca para dirigir la estrategia del peronismo alternativo incluye, llevada al extremo, la posibilidad de que él mismo sea candidato presidencial. Quienes conocen de verdad al Gringo, como lo llaman sus amigos, aceptan que Schiaretti tal vez se vea a sí mismo como un piloto de tormenta, algo así como la versión 2020 de Eduardo Duhalde.
Moraleja: hace 6 semanas escuché un diálogo entre Zlotogwiazda y Natanson en el que se admiraban porque sólo el oficialismo tenía candidato y plan de campaña, mientras la oposición carecía de ambas cosas. El tiempo es veloz.
Este programa fue una fiesta para todos lo que hacemos La otra y justo coincidió con los primeros minutos de la jornada en la que Liliana Herrero cumple años. Una fiesta de la sensibilidad y la inteligencia, por la conversación que mantuvimos con ella, donde hablamos no solo del disco recientemente salido Canción sobre canción, sobre temas compuestos por Fito Páez, en el que Liliana piensa las canciones cantándolas -hablamos no solo de Fito, sino también de Cabrera y de Spinetta-: esto es, después de todo, lo que el título del disco significa. El que el programa fuera una fiesta no excluye los momentos de seriedad y de preocupación, así como el hecho de que se centrara en la música no excluye ni el silencio ni una mirada hacia la política entendida como construcción de comunidad.
Por eso, incluso el espacio que semanalmente reservamos a la columna de análisis político esta vez lo dejamos en la voz de la propia Liliana:
"Si uno escucha a Milagro, sale con una fuerza enorme, una inyección de optimismo, de preparación para la batalla. Yo no he perdido esta preparación para la balla, solo que distingo los planos. Me gusta hacer esa distinción porque es necesaria. Tal vez el arte tenga una disposición más ligado a la condición humana que a las negociaciones de la época. No es epocal, es eterno el horizonte artístico. Pero eso no lo salva de la época, la época está y constituye un sujeto que quiere cambios. Bueno, yo soy una persona que quiero cambios. (...)
"Yo sé que hay compañeros presos, que hay un poder judicial absolutamente deshecho, que hay negociaciones e intervenciones entre embajadas extranjeras, políticos y jueces. Por eso me parece que nosotros somos, al decir de Fogwill, unos pichis en relación a lo que efectivamente acontece en estas relaciones de la política, de las alianzas, el dinero, las espías, las escuchas. Me parece que es mucho más grave que lo que nosotros imaginamos. Muchísimo más grave. Y eso con una coraza mediática muy poderosa que hace que nos enteremos poco y nada de lo que pasa, salvo que estés en el corazón de la política, que no es mi caso. De las negociaciones quiero decir, no del corazón de la política en el sentido de la polis o de lo que le preocupa a las personas, a la señora de al lado, no. Pero en el sentido de lo que ocurre... no voy a decir supersestructuralmente, porque no sé si es superestructural, me parece que es una red que ya se ha metido en el corazón también de las personas aunque no intervengan en ella. Entonces no me parece que sea algo superestructural, me parece que, al contrario, es una diseminación del horror, que está anidando en corazones populares muy fuertemente, que terminan en linchamientos, terminan en quemas de casas, terminan en el rumor, terminan apresados por las redes. Las redes son muy peligrosas, muy peligrosas. Y uno tiende a creer lo que se dice en las redes y es un error enorme eso.
"Todo eso forma un panorama de disolución de lazos que eran en otras épocas actos felices. Ahora me parece que generan actos condenatorios, actos de retiros individuales. Si le ponemos un nombre a eso es la disolución de un territorio y de un tiempo. ¿Cuál es el tiempo que estamos viviendo entonces? Yo no sé si comprendo bien. Yo no sé si comprendo bien...".
Y esto es solo una parte de una extensa reflexión sobre los peligros como comunidad nos asedian y también de los momentos que nos hacen felices, en la música y en la construcción de comunidad, desde las canciones de Spinetta hasta las casas construidas por Milagro Sala. En esa oscilación entre el peligro y el cobijo transcurrió un programa que, para los que lo hicimos, ha sido una fiesta.
Liliana Herrero hoy a las 12 de la noche en La otra.-radio. FM 89,3, online aca.
Liliana y Fito: foto de Nora Lezano
En la primera entrevista que concedió a revista La otra en 2011, Liliana Herrero decía:
- Yo entiendo que la interpretación es desarmar algo ya hecho y ver si tiene alguna voz nueva para hablarnos. Las canciones dialogan con el mundo contemporáneo aún cuando no pertenezcan a él, aunque pertenezcan a un pasado muy remoto. Esas son las más fáciles de desarmar para mí. Es más complejo cuando te encontrás con canciones de autores contemporáneos que ya están muy arregladas, y entonces es difícil volver a intervenirlas. En general lo intento, a veces me sale y a veces no.
- ¿Y de qué modo lo intentás? - le pregunta Maxi Diomedi.
- Acá en casa con el piano o con los músicos con los que trabajo. Voy tratando de pensar algo que no estaba pedido. Las canciones a veces no piden nada, pueden ser cantadas como son o como han pasado a la historia. ¿Qué sabe uno cómo son o cómo es la forma estrictamente original de un tema? Pero sí puede armar y desarmar, es como exhalar e inhalar, es como una respiración que a veces tienen los temas. A veces se prestan más que otros para hacerlos estallar, a mí me parece que al hacerlos estallar, al intervenirlos, aparecen nuevas posibilidades. Lo cual no desmerece a la canción en su formato original, al contrario, una canción es poderosa cuando permite una nueva interpretación. Ya cada uno verá qué hace con la historia, con ese puñado de canciones que tiene la cultura musical de un país.
En la perspectiva que dan los ocho años transcurridos desde aquella conversación, puede advertirse que las inquietudes de Liliana son persistentes, que siempre se refieren a una interrogación sobre el propio ser de lo que ella hace: cantar. Pero también que con el correr de los años no esquiva riesgos. Acaba de publicar Canción sobre canción, el disco integrado por canciones compuestas por Fito Páez sobre las que ella obra de la manera descripta en la charla de 2011. No vamos a decir que se trata de "covers" sin desmoronar la línea de pensamiento que estamos intentando trazar. Liliana busca en esas canciones una hendija para hacer atravesar una respiración que ella aporta y que hablan del mundo contemporáneo. Pero lo hace esta vez con canciones de un pasado demasiado reciente, demasiado cercano a su constitución como intérprete: la obra de Fito, quizá el principal responsable de que ella se haya dedicado a cantar en público.
Si pudiera explicar
si pudiera explicar...
Lo hice para quebrar
Lo hice para quebrarme a mí.
La cercanía es obvia: Liliana empezó hace un poco más de 30 años una obra discográfica con dos discos producidos por Fito, en los que él aportaba sonoridades inauditas, muy propias de los años 80, a canciones del repertorio folclórico. Liliana entonces se entregaba a la voluntad de juego de Fito con esa tradición. Hoy Fito pertenece ya a la tradición de la música popular y a la propia tradición de Liliana y ahora ella hace un disco donde él juega el papel de compositor y ninguno más, dado que no interviene en absoluto en los arreglos ni en la producción artística de los temas. Es inevitable reconocer el dibujo de una inversión en el tiempo transcurrido entre aquel comienzo y este presente y, a la vez, esa inversión no desmiente su fidelidad a las preguntas básicas con las que ella se aproxima a pensar la música popular y su propia posición en ella.
Pero hay algo más: Liliana piensa el lugar del canto en el mundo. ¿Cómo es que el mundo espera las canciones o como las desespera? ¿Qué pueden aportar ellas a un mundo por momentos desesperante?
Liliana no solo piensa y canta en ello. También interviene en la época de otros modos, en cuanto ella se lo reclama. Se desvela por el momento que atraviesa nuestra comunidad y nuestro territorio y no quiere desligar su voz de estos dos fundamentos. Interviene, aunque sabe que existe una tensión permanente entre el nivel de la política y el de la música. Tensión que no es disociación sino lucha, encuentro y desaveniencias. El arte y la política son dos modos de ser en la época y más allá de ella, que se reclaman y a veces se recelan. Toda esta inquietud se oye en su canto.
Por eso ella tanto canta a Fito como visita a Milagro Sala, une las puntas de un mismo lazo, así como testimonia en un proceso judicial para denunciar un genocidio cultural del que fue testigo después de un llamado por el que estuvo esperando desde 1977 o imagina escenarios posibles para nuestro futuro inminente.
No pasa el tiempo
no pasan los años
Se pasa el año
se pasa volando
Ya no hay mas nadie
que pueda alcanzarnos.
Juega con las paradojas que propone una canción de otro de los compositores a los que se liga con fidelidad, porque en sus canciones encuentra el mismo tipo de temblor que a ella la conmueve.
De todo eso vamos a estar hablando hoy a las 12 de la noche en La otra.-radio, FM 89,3, RADIO GRÁFICA, online acá.
Quiero decir que esta es la mejor película que vi en la reciente edición del BAFICI, una de las pocas que está a la altura de la reputación que el festival había sabido ganarse a principios de siglo, cuando parecía que el concepto de cine independiente estaba sintonizando el pulso del mundo contemporáneo y, sobre las bases de un siglo de cine visto era posible vislumbrar todo un cine por ver. Esto ya no suele pasar y nos conformamos con celebrar peliculitas simpáticas. De la Cruz es un filipino que no conocía. Pero sobre el que deberé actualizarme, que practica un expresionismo digital como el instrumento mas idóneo para tomar el latido de la noche urbana. Prácticamente todo el film transcurre en el interior de una van cuya oscuridad no permite determinar exactamente cuantos pasajeros lleva ni quiénes son y solo en forma paulatina van exponiendo algunos vínculos y conflictos que los ligan, no todos, nunca completamente: el encanto de lo apenas entrevisto.
Alto contraste, unos colores que rasan las siluetas, un calor que se palpa y la densidad del aire del vehículo y el desamparo de la calle, yendo no se sabe hacia dónde en la noche filipina. Planos cortos, distancias focales criticas, diagonales, distorsión y prersagios, con un aire noir que lleva a que el autor del catalogo del festival la clasifique erróneamente como thriller. No hay thriller en Bamboo dogs porque desdeña la nitidez de una peripecia que la hiciera genérica. Hay algo de lo que el noir debe haberse nutrido cuando no era un género codificado: un lirismo urbano a través.del que pueden presentirse tensiones posibles, incluso a punto de.estallar, aunque no se sepa.como ni por qué. Lo mejor de Bamboo dogs es su uso desfachatado de estos yeites para trazar una poesía visual canalla y melancólica.
Hay una trama basada en hechos reales, ocurridos a mediados de los 90, es decir, en la urbe neoliberal, notorios para los filipinos, cruzada de parapoliciales, políticos corruptos y un sindicato del crimen, para la cual la tonalidad oscura y la cámara vibrante se adecuan muy bien, aunque no nos hagan falta conocer los pormenores para captar la densidad y la belleza del asunto.
Podría haber sido la funcion de apertura de un festival menos careta, como alguna vez lo fueron The hole o Millenium Mambo. Pero la gente está rara y las cosas cambiaron.
Yo sugeriría que presten atención a Khavn de la Cruz.
Espero tua revolta (Eliza Capai)
La segunda película que más me interesó de este BAFICI es la brasileña Espero tua revolta, algo así como la película que me hubiera gustado ver sobre las innumerables movilizaciones callejeras argentinas y acá a ningún cineasta se le ocurrió. Podría haber sido la película de cierre en BAFICI que no fuera el que es hoy, el del tipo disfrazado de lechuza. En lugar de cerrar con esta, para cumplir con la cuota socialdemócrata vimos, la peor película que haya hecho Nanni Moretti, quien vino a contarnos algunos años después cómo fue el golpe que volteó en Chile a Salvador Allende desde su agobio italiano.
En cambio, Espero tua re(volta) intenta comprender lo que está pasando ahora mismo en Brasil, a través de la mirada de tres estudiantes brasileños, no intenso agora, esta vez de verdad, dos chicas y un chico. En 2015 el gobernador de San Pablo anunció que se iban a cerrar casi un centenar de escuelas, alegando una "redistribución más racional de la matrícula" (¿les suena?), lo que iba a cambiar la vida de miles de estudiantes de la educación pública paulista y terminó incorporándolos a la militancia. Jovencísimos, inspirados en el movimiento estudiantil argentino y en una película sobre las movilizaciones de los estudiantes chilenos, decidieron tomar sus escuelas, mientras el sistema político brasileño entraba en un colapso acelerado: Dilma, Temer, Bolsonaro...
Si Bamboo dogs privilegia el elemento alucinatorio que el cine contiene, Espero tua revolta hace estallar en una explosión colorida el registro cinematográfico de la calle, con cámaras livianas que avanzan a la par de las columnas estudiantiles. Y lo hace desde una óptica negra, feminista, diversa, rapera, es decir, integrando los rasgos más contemporáneos de la lucha política. Una película narrada por los propios militantes que están haciendo su primera experiencia y descubren las dificultades del compromiso, se enfrentan a sus primeros dilemas políticos y reciben sus primeros palos de la cana. La lucha se precipita a un ritmo frenético que la cámara sigue, mientras una extraordinaria banda de sonido transforma todo este tumulto en una performance colectiva.
En la primera fase el movimiento estudiantil triunfa, pero la crisis política brasileña militariza la represión, hasta llegar a la debacle actual, con la consiguiente incertidumbre con que la película culmina. Un cine político de una contemporaneidad rabiosa, que nos produce un poco de envidia (aunque la situación brasileña no sea de envidiar). En Berlín la película ganó el premio de Amnesty y el Premio de la Paz. Aquí los programadores del BAFICI lograron que pasara tan desapercibida como Bamboo Dogs. Como verán, no todo es ajuste presupuestario: hay taras estructurales.
- Todos tenemos una familia -nos decía Edgardo Castro la otra noche en La otra, después de presentar su segundo largo, Familia- y las dinámicas familiares son hermosas y también pueden terminar siendo muy tremendas y para mí Familia tiene que ver con eso. La verdad es que no me importa que vos te vayas a tu casa pensando.en mi familia. Si la película funciona, es que al otro día te levantás pensando en tu familia. Son los vínculos de amor que yo empecé a investigar con La noche, cómo los seres humanos nos podemos relacionar con nuestra propia soledad, en este caso con los vínculos más primarios, tu mamá, tu papá, tus hermanos, y así te podés constituir como persona. Somos lo que somos en relación con ellos. Familia no es un documental, como dijo algún pelotudo -no, "pelotudo" es una palabra que no quiero usar, mejor digo "con algún crítico pavote"-, "es una película convencional y es un documental". Le digo al pavote: "Che, no entendiste nada". Generar ficción en este momento del país es muy difícil. Yo soy un actor ante todo, un actor que genera ficción en el cine argentino.
- Cuando Oscar dice -pregunta Maxi Diomedi- que da la impresión de que el mismo personaje de La noche agarra el auto y se va a Comodoro Rivadavia, ¿hay algo de eso?
- Sí. Mirá, en un momento con Mariano Llinás -porque El Pampero es la casa productora que acompaña mis películas y me apoya para que yo pueda ser lo que soy- le digo: "Che, los periodistas me van a preguntar si es el mismo personaje, ¿qué contesto?". Él me hace un par de preguntas y me dice: "Bueno, no digas ni que sí ni que no". Y para mí esa estupidez que me dice él cobra mucho sentido, es una película que me llevó 3, 4 años hacerla y siempre esa cuestión estuvo muy presente. Y digo: "Sí, es y no es ese mismo personaje". Pero hay algo que tiene que ver con el proceso creativo en el hecho de usar el mismo personaje de la ficción que lleva adelante una película y decir que lo viste antes en La noche, en ese derrotero de sexo, de promiscuidad, de drogas, y ahora lo ves viajando a una ciudad a 2000 kilómetros de la Capital, como es Comodoro Rivadavia. Y sí, es y no es.
- Claro -acoto-. Hay un camino de cada espectador, que completa los puntos suspensivos entre una y otra película, más allá de la intención del autor. Y a mí se me ocurre que es el mismo que al principio se está cortando el pelo después quizás de una noche agitada y está preparándose para viajar. Hay un primer flash que me sobrevino en la parada de la ruta, en el encuentro con el perro, que es para mí es la escena de este BAFICI. De los BAFICI yo siempre me llevo una escena, unos minutos que quedan en mí. Alguna vez fue una de Tsai Ming-liang, otra fue de Perrone. Y este año esa escena en silencio en compañía con el perro me resultó tan amorosa...
- Hermoso lo que decís -me interrumpe Castro-, porque a la hora de hacerla, no solo de dirigirla sino de actuarla, cuando la llevamos a cabo en un parador de Río Colorado, a mí me conectó con algo de lo que estás diciendo y dije: "Che, yo estoy sintiendo que hay algo hermoso acá". El perro se me acercó solo y empecé a improvisar con él. Y de repente tuvimos una relación que me llevó a sentir: "No estoy solo". Hay un perro, como en La noche decís "Hay un travesti que me puede acompañar". Ahora hay un perro. Cualquiera puede decir: "Este es un facho hijo de puta comparando". Pero, digo, somos seres vivos que conectamos.
- En silencio, comparten un pedazo de comida, él se te arrima y se produce una corriente que los atraviesa y atraviesa el plano.
- Y compartir la soledad que tenemos, seas un perro o una persona.
- Un perro de la ruta, ahí en la noche. Y vos sos otro perro de la ruta ahí en la noche.
- Ese perro tiene que ver con las putas, los taxi-boys, los trans, los chorros que están en La noche, que no creen en nada y que para llevar adelante esa película tenían que creer en mí y en lo que íbamos a hacer. Es lo mismo. Es un perro de un parador en la ruta que puede estar con cualquiera, todo el tiempo, y entonces se armó algo que tiene que ver con otra cosa: hay algo, el mundo no está perdido.
- Un momento de lo real que aparece y el cine está ubicado justo para captarlo.
- Sí, para mí el cine tiene que ver con eso, con la capacidad de los que pueden generar ficción y captar esos momentos. Eso es lo que me interesa del cine, es lo más difícil. Soy actor y hago películas de otros, genero ficción todo el tiempo. Entonces mi responsabilidad tiene que ver con generar la verdad. Y el perro es eso: "Che, apareció esto, qué hacemos: ¿lo tomamos o nos hacemos los boludos?".
- Cuando hace tres años apareciste en el cine con La noche ganaste la competencia internacional del BAFICI. La película produjo una gran conmoción que ahora, viéndola en perspectiva y con la recepción que tuvo Familia, me lleva a pensar que aquella conmoción fue por motivos equivocados, que no la entendieron bien.
- No es que son motivos equivocados, sino que digo: "qué pavotes son los críticos, qué pavotes los periodistas". Vivimos en un momento en el que hay que pensar, hay que ver y sentir". Una película es una cosa muy compleja, no sé, yo no estudié cine, soy un actor, hago películas de otros donde me pagan plata para producir mis películas. El hacer cine me da una paz en el mundo que no tengo en otros lugares.
- Cuando vi que algunos críticos que decían que en Familia hay un giro en Edgardo Castro que, después de La noche vuelve hacia algo más convencional, me puse a pensar. Muchas veces esos errores de otros te ayudan a pensar que hay algo que está fallando. Entonces encontré que hay una idea del cine que las une, a pesar de que los espacios y las situaciones que mostrás en las dos películas sean tan diferentes. Encontré escenas puente entre las dos películas -como la del perro-, pero sobre todo una idea del cine...
- Y una idea de la vida, de cómo llevás adelante el deseo. Ahora estamos hablando de cine, pero para mí es mucho más complejo. Cuando les digo "pavotes" me refiero a eso: son procesos creativos. Para mí es un trabajo enorme en un momento de Argentina donde el sistema político y social hace que estas cosas se mueran. Poder producir con independencia es una cosa importante hoy en este país. Nos olvidamos de hablar de poner el deseo por delante. Necesitamos de esto para no morir. Si no, todo está atravesado por la muerte. Vos hablaste del BAFICI, yo no quiero hablar del BAFICI, de ciertas plataformas, pero sí quiero hablar de la muerte, de cómo la muerte nos está atravesando a los argentinos. Yo no quiero estar conectado con la muerte. La noche no está conectada con la muerte, sino con la ternura y con la esperanza que podemos tener las personas en este país. Y Familia es seguir investigando lo mismo.
Castro vino acompañado por Flor Viton, que él presenta como la artista que lo ayuda a construir sus personajes, mientras la propia Flor se define como "la hermana de Edgard en Buenos Aires". En la conversación también nos enteramos de que el actor y cineasta tiene en un proceso muy avanzado su tercer largometraje, Las ranas, y que esta misma semana anduvo por Suiza para recibir un premio en el festival Visions du Réel que impulsa la postproducción de la nueva película.
También se metió en nuestra conversación Martín Farina, que en este BAFICI presentó su notable cortometraje El brazo del Whatsapp, en el que sigue explorando el retrato colectivo, como hizo en el corto del año pasado, El liberado, y antes en Fulboy. Ni él sabe muy bien de dónde sacó esta propensión para registrar a grupos numerosos en sus interacciones múltiples, en apariencia algo caóticas, pero se puede decir que por ella se ha convertido en un especialista que ya supera por su originalidad formal y su riqueza de sentidos los muy logrados retratos individuales por los que se hizo más conocido. Si Martín persiste en este tipo de exploración, estará conquistando una posición muy singular en el cine actual.
Y con Maxi Diomedi anduvimos recorriendo otro capítulo de su saga Otoño con Lou Reed. Y también con Maxi estuvimos hablando de dos gemas , cuándo no, desapercibidas de este BAFICI, que estuvieron entre lo mejor de una programación muy devaluada: Espero tua (re)volta y Bamboo dogs, que merecerán post aparte.
La batalla entre las dos era sorda, y se libraba a la hora de la comida. Si la invasión era violenta, la resistencia era feroz. Cada tanto, el sol de la siesta traía una tregua amorosa, y madre e hija jugaban. Un aroma dulce de manzanas y caramelo se mezclaba con las risas. La pequeña, excitada y feliz, corría por la vieja cocina.
El acontecimiento llegó una tarde, cuando la niña chocó contra la pared de azulejo y sintió que era ella. Extendió las manos y las miró, como si fueran nuevas. Y el pecho y las piernas, toda una sobre los pies. Fue un frío en el cuerpo, y algo más. De la risa al asombro: primera conciencia de sí.
* Cozinha da casa de Manhufe (Amadeo de Souza-Cardoso, 1913)
Un amigo me envía los links del domingo y me comenta: Cuando las cosas se ponen interesantes, ciertas columnas del periodismo argentino empiezan a ponerse divertidas. Tirando la toallla.
Este es el panorama que posee el Gobierno, en el momento tal vez más crítico de la crisis económico-social, de cara a las elecciones de octubre. Surge de sus propias evaluaciones.
Tal comprobación encendió definitivamente las luces rojas en el macrismo. La explicación resulta sencilla. El oficialismo estaría ganando por ahora sólo en tres de los cinco principales distritos del país. Esa fue la columna vertebral de la irrupción en el 2015 y la consolidación en las legislativas del 2017. Entre una elección y otra, además, aumentó el caudal de votantes en casi todas esas provincias. La excepción resultó Santa Fe, aunque tal caída no impidió la victoria. Sin una recomposición en la franja central del país la posibilidad de la reelección presidencial puede alejarse.
El mayor incordio radica, por supuesto, en Buenos Aires. Macri no repunta pero María Eugenia Vidal conserva una fortaleza llamativa entre su amplia clientela electoral. Habrá que ver hasta cuándo, si algún bálsamo de la economía no logra mitigar el dolor de los bolsillos. La gobernadora sigue repasando cada día números que la aterran. De la semana pasada: seis distritos del interior bonaerense donde Cambiemos debe ser inexpugnable para compensar la sangría inevitable del Conurbano. De ese total, el oficialismo estaría ganando apenas en Pergamino.
Vidal no sólo carga con la mochila que por ahora representa el Presidente. Cristina continúa su barrida. Apareció en la misteriosa geografía de la Provincia un discípulo que cosecha casi la misma cantidad de votos que ella en la pelea por la gobernación. Se trata de Axel Kicillof, a quienes los intendentes pejotistas y K del Conurbano observan con recelo. Las malas lenguas se han empezado a soltar: le llaman el nuevo “rock star”, por el modo en que suele presentarse en los actos que realiza en Buenos Aires. Reniega de bombos y aparatajes. Calza remeras de un talle menos que realzan su humanidad todavía firme. Se para sobre zapatillas con los cordones sin atar.
Acostumbra a ser cáustico y sólido para cuestionar al Gobierno y desnudar las razones de la crisis económico-social. Asoma, por otra parte, sin compañías que pueden ensombrecerlo.
Aterrados por la posibilidad de que Cristina gane, los mercados repudian los bonos y le suben el riesgo país a Macri. Por la misma razón, los empresarios se dolarizan y fogonean así la inflación, que complica aún más el panorama electoral de Cambiemos . Por espanto al chavismo, el Fondo crea un programa de rescate, pero le ata las manos a quien quiere proteger, permite el deslizamiento y hasta toma distancia de sus propias culpas declarando su "decepción" en un informe que acaban industrializando los opositores más extremos. Galvanizados por esa sombra cristinista, los inversores que creen en el oficialismo no le aflojan ni un centavo, y si en las primarias llegara a perder, echarían a volar y provocarían una corrida terrorífica contra el peso. Que en lugar de perjudicar a la dama tan temida le terminaría haciendo un invaluable favor. Asustados porque la arquitecta egipcia regrese con su delirante régimen y su sed de venganza, politólogos, economistas y otros opinadores profesionales se enfurecen con el Gobierno y ponen la lupa solo en sus errores (que los hubo y muchos), pero hablan y escriben como si en la actual adversidad argentina no hubieran influido el tremendo pasado ni las bruscas turbulencias internacionales. (...) Hay quienes genuinamente fustigan por convicción ideológica o desencanto fáctico, o mejor: para despertar al dormido y para que mejore, tarea virtuosa e imprescindible en la democracia, sobre todo si se ejecuta con responsabilidad y sin histeria. Pero después están quienes lo hacen de mala fe y por puro interés personal: hojean los sondeos del descontento, y por rating o por plata (la oposición reparte) practican la demagogia, el panquequismo cínico y la crítica de destrucción masiva.
De esas usinas del justicialismo pop surgió el poderoso hit "un gobierno de ricos para ricos" y también la idea del "fracaso" irreductible, que hace furor por estos días. Si Cambiemos ya fracasó sin retorno ni atenuantes, la lógica oculta lleva inexorablemente a su inmediato reemplazo y a la restauración peronista, en cualquiera de sus variantes. ¿No es bello? El razonamiento trabaja sobre un dato real: la economía pasa por un momento incuestionablemente malo. (...) ¿Quién nos hizo creer que nuestros actuales sufrimientos se podían evitar? Para empezar, el propio Macri. Que es el principal culpable de que los argentinos hayamos relativizado la gravedad del daño y la cantidad de tiempo que llevaría normalizar el enorme desquicio.
(...) Frente a estas recriminaciones, un alto funcionario se defendió con otra metáfora cinematográfica: el micro tenía poco combustible; el motor estaba fundido; las llantas, lisas y sin repuesto; el piso de arriba lo ocupaban barrabravas; se venía de frente una tormenta, y nos esperaban en un cruce un grupo de narcos para emboscarnos. "Si decíamos todo eso, la gente se iba a querer bajar -confesó-. Decidimos no contar con crudeza ese estado de deterioro y de peligro para no asustar, y resolvimos avanzar mientras íbamos negociando, consiguiendo nafta por el camino, atando con alambre lo que podíamos. Y salimos a la ruta y anduvimos un buen trecho. Nos fue bastante bien; la gente volvió a votarnos y las cifras de la reactivación asomaban. Fue entonces cuando un camión salió de la niebla, nos llevó por delante y nos tiró a la banquina". Puede ser una mirada autocomplaciente, pero contiene algo de verdad; en la herencia, en la dificultad, en el acierto, en el accidente y en las pifiadas.
El hombre que camina sobre hielo finito no debe luchar ahora contra Cristina o los ansiosos paladines de la hegemonía peronista, sino básicamente contra esa ocurrencia falsa pero verosímil: el fracaso es exclusivamente suyo y es definitivo. Si no logra vencer ese fantasma, en pocos meses sonará el crac, crac decisivo, y las aguas frías se lo tragarán.
Es la peor etapa de Macri en las mediciones de opinión pública, justo en el mismo momento en que, según todos los economistas serios, la recesión tocó fondo y empezó una reactivación, imperceptible aún. Una de las encuestadoras más serias detectó en marzo que Cristina Kirchner había superado al Presidente en imagen y en intención de voto. No por mucho, pero ella estaba arriba por primera vez. En el ballottage eventual estaban empatados. Las dos encuestadoras creíbles que miden mensualmente (Poliarquía e Isonomía) no terminaron todavía su trabajo de este mes. No habría razones, en principio, para que Macri hubieraya mejorado cuando se anuncia una inflación de más del 4 por ciento en marzo.
(...) Cristina ha demostrado que, más allá de las palabras de sus voceros, consejeros y mensajeros, no está dispuesta a cambiar. Nunca se la escuchó decir una sola palabra sobre la tragedia de Venezuela; acaba de solidarizarse con Julian Assange, protegido de Rafael Correa, el expresidente ecuatoriano caído en desgracia, y hace poco diseñó un discurso fuertemente antinorteamericano en el Senado a propósito del caso del falso abogado Marcelo D'Alessio. Después de criticar la supuesta participación de los Estados Unidos en ese caso, que el gobierno de Washington desmintió, terminó con una pregunta retórica: "¿En serio que la embajada de los Estados Unidos no tuvo nada que ver? La verdad es que me cuesta creerlo", sentenció. Cristina es Cristina.
(...) Es cierto también que al macrismo le es difícil seducir hasta a sus propios votantes. Es el caso de la Capital, convertida casi permanentemente en una ciudad hostil, ingrata, colonizada por minorías violentas que transforman al resto de los ciudadanos en inmigrantes indocumentados. El jueves pasado, un grupo piquetero ocupó las Galerías Pacífico, generalmente llenas de turistas, lo que obligó a los comercios a cerrar sus puertas. La policía metropolitana estaba detrás de los piqueteros -cómo no-, pero no hizo nada para impedir que entraran al centro comercial. El Presidente no es responsable de estos desmanes, pero alguien debería consultarle a Durán Barba si el desorden en el espacio público no termina influyendo también en las elecciones. Seguramente, dirá que desalienta hasta a los votantes de Macri. Todos los funcionarios saldrán corriendo entonces para resolver un problema que nadie quiere ver.
Pasó lo que tenía que pasar: cuando la situación socioeconómica se pone más brava, parte de la audiencia emigra hacia aquellos medios que además de dar las noticias sin anestesia gustan sazonarlas con condimentos alarmistas y comentarios socarrones. Así, C5N se convirtió en marzo en la señal de noticias más vista. Poco importa el papelonazo del "Ganó Scioli" de 2015 o, hace apenas semanas, en una escala menor, cuando dieron el triunfo al candidato kirchnerista a gobernador en Neuquén, que quedó segundo.
Los relatos sombríos y los videographs incendiarios pueden más y cautivan a un público crecientemente predispuesto a confrontar sus propias estrecheces con la pantalla apocalíptica de C5N sin importarles mayormente lo tendenciosas que pueden llegar a ser varias de sus propuestas, algo que con diversos matices también se constata en señales con posiciones diametralmente opuestas.
(...) Lo cierto es que el hecho de haber quedado en la punta de las preferencias viene provocando malestares diversos en la competencia. La más notable y belicosa fue la de Jorge Lanata, que desde Radio Mitre despotricó contra que C5N siga existiendo teniendo en cuenta que pertenece a un grupo empresario (Indalo) que debe miles de millones al fisco y que, por esa razón, tiene en cautiverio a sus dueños (Cristóbal López y Fabián de Sousa). La señal no está quebrada, como dice Lanata, sino en concurso, con una intervención judicial prescindente que garantiza su funcionamiento y aleja la posibilidad de su cierre.
(...) El ciclo de entrevistas que comenzó hace poco Lanata por TN no rindió lo que se esperaba y por eso fue desplazado a la medianoche para reforzar la franja de las 23 en la férrea pulseada que ahora le impone C5N. Difícil desligar su bronca de estos datos.
Es casi desgarrador leer la pesadumbre de estas columnas dominicales. Hasta hace poco estas mismas plumas rebosaban de triunfalismo, porque el kirchnerismo era un mal recuerdo cuyo fantasma el gobierno se encargaba de reavivar. Decían promover astutamente a una enemiga fácil de vencer: el famoso piso alto y techo bajo de Cristina. "El oficialismo necesita subir a Cristina a escena, es la enemiga deseada que garantiza la derrota perpetua de la oposición". Ahora parecen haber advertido que la promoción de la grieta, de la que estos mismos voceros vivieron durante años, se les volvió en contra. El macrismo tiene fecha de vencimiento, pero Clarín y La Nación deben fidelizar a sus lectores más allá del resultado de las elecciones de octubre. ¿Cómo combatir al populismo cuando el macrismo se hace insostenible y no se define un plan alternativo para el poder permanente?