Por Oscar A. Cuervo
(Lo que sigue es la reconstrucción ficcional de un debate que se dio hace pocos días en un foro de filosofía, acerca del tema de la crisis del capitalismo. Los personajes no son expertos en economía ni mucho menos, sino personas inquietas y curiosas).
CD: ¿Recuerdan lo que había mencionado hace un tiempo sobre el crack de biyuya? Bueno, acá empieza. Recién empieza. "
Si las condiciones financieras no consiguen mejorar durante un prolongado periodo de tiempo, las implicaciones para la economía en general podrían ser bastante adversas", advirtió Ben Bernanke, cajero de yankilandia. Así que ni se calienten, no registren a ningún político ni loro que ande por ahí. Todo este "andamiaje-coyuntural - sistémico - político - justosocial" se desarma en 4 o 5 años. OJO, no estoy hablando de Balcarce y Rivadavia, ni de Argentina potencia, estoy hablando muy en general y universal. Parece mucho, ya sé, pero les aseguro que no soy ningún encerrado miembro de secta fatalista, soy mas normal de lo que me imagino.
AO: Creo entender, CD, que te referís a una crisis global del capitalismo. Sí, la estamos viendo. Me hace acordar a la tapa de Barcelona:
EL FIN DEL CAPITALISMO: CÓMO SERÁ EL SISTEMA JUSTO, EQUITATIVO Y SOLIDARIO QUE REGIRÁ A PARTIR DE AHORA LOS DESTINOS DE LA HUMANIDAD. Sí, hay crisis y vos decís que todo el andamiaje se desarma en 4 o 5 años, pero ¿habrá que descorchar una sidra por eso?
CD: No, juntemos semillas y herramientas.
AO: ¿El andamiaje al que te referís no se nos puede desarmar en la cabeza?
CD: Te remito a un tema de Iron Maiden: Corran a las colinas, hermoso tema, por cierto.
AO: ¿Estás pronosticando una concreción de la profecía 2001? ¿Que se vayan todos? ¿Se irán todos'?
CD: No.
AO: ¿Qué quedará después?
CD: Dice hoy mismo en España Santiago Niño Becerra: "¿Será mejor lo que venga después? Será diferente, será lo que entonces toque. Del mismo modo que hoy es inimaginable la monarquía absoluta porque, hoy, no toca y, sin embargo, en el siglo XVI era inconcebible otra forma de Gobierno. A mediados del siglo XXI el Estado actual y los Gobiernos de hoy serán antiguallas reservadas a los museos".
AO: ¿El comunismo primitivo?
CD: No, ni ahí.
AO: ¿Algo mejor?
CD: Visto con fe, sí.
AO: ¿Y no podría ser que al crujir la cosa se ponga peor?
CD: Empezó a ponerse peor hace un año y atajémonos para 2009 y 2010.
AO: Porque no parece que la crisis del capitalismo sea prerrevolucionaria.
CD: No, qué revolución ni revolución.
AO: Una crisis puede durar varios siglos sin que por ello asome un nuevo paradigma y el capitalismo puede ir colapsando, pero tiene aún un poder destructivo considerable.
CD: Muy cierto y muy temible. Insisto, rajemos.
AO: Digo: por primera vez en la historia y gracias al progreso indefinido de la racionalidad, la especie humana tiene instrumentos suficientes para autodestruirse.
CD: Impecable.
AO: No aseguro que eso vaya a pasar, quién sabe, lo que no veo es que crisis signifique inequívocamente revolución ni necesariamente progreso.
CD: Eso es.
AO: Pero vos dijiste antes que visto con fe, puede esperarse algo mejor. Yo, la fe en que va a ser algo mejor, no la tengo, por simples cuestiones de supervivencia: en estos casos, guiarse por la fe puede llevarte con fe al matadero, o a la cámara de gas, o al gulag. Este Niño Becerra al que citás dice que "hoy es inimaginable la monarquía absoluta porque, hoy, no toca y, sin embargo, en el siglo XVI era inconcebible otra forma de Gobierno". Cierto, la monarquía absoluta no es hoy imaginable. Pero tampoco eran imaginables los campos de concentración unos años antes de que los construyeran. Los campos de concentración llegaron unos siglos después de la caida de las monarquías absolutas (en términos generales, sabemos que aún hoy quedan monarquías).
CD: Así y todo la realidad no me apesadumbra.
AO: Yo no quiero apesadumbrarte ni meterte miedo, lo que estoy cuestionando es la fe en el progreso. Quizá el siglo XXI sea de los chinos pero ¿será esa una buena noticia?
CD: Otro párrafo de Niño Becerra: "China es un país con unos atrasos de todo tipo que hacen sonrojar, con unas carencias inimaginables, con un modelo que se basa en el terror en el que la represión imperial sumió a la población china en el siglo XVII (por no remontarnos más atrás); un país con unos niveles de dependencia estratosféricos: depende del exterior para obtener inversión, para producir de todo, como destino de inversión. China `ha ido bien', mientras el planeta `ha ido a más', ahora que `va a menos', China se acabó. En el 2011, cuando la crisis se haga insoportable: a nivel global, a nivel local, China volverá a ser lo que fue: un imperio interior con 1.300 millones de habitantes sumido en una economía de subsistencia".
AO: Bueno, quizá Niño Becerra (¿quién es este gallego? ¿es alguna lumbrera importante?) tenga una capacidad predictiva de la que yo carezco. Que China sea un país con unas carencias inimaginables, o un modelo basado en la opresión no los descalifica para ser una potencia. ¿O acaso ha habido imperios basados en el respeto y el amor al prójimo? Pero supongamos que China se vaya a acabar (decir "se acabó" me suena un poquito arriesgado), eso probablemente implicaría que arrastre a casi todos con ella. Mientras tanto, los residuos del capitalismo, aún en estado de entropía, pueden transformarse en un mundo a merced de las mafias, con la novedad de que estas mafias tienen acceso a armas nucleares, bacteriológicas y químicas, algo un poquito más delicado que las ametralladoras del El padrino.
CD: ¡A las colinas!