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Al actuar como jefa de La Cámpora en detrimento de los intereses populares @cristinafkirchner.bsky.social se arriesga a devaluar su legado. En Rosario se la vio aislada, simulando liderar a una totalidad que no está, ansiosa por revalidar una relevancia que ni siquera debería estar en discusión.

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— Oscar Cuervo (@oscaracuervo.bsky.social) 24 de noviembre de 2024, 3:45

domingo, 6 de mayo de 2012

Luján, una película deslumbrante

Raúl Perrone, su autor, esta noche en La otra.-radio (0:00 hs. en FM La Tribu)


por Oscar Cuervo

Es extraña mi relación con el cine de Perrone: como cualquiera que tenga un mínimo contacto con el quehacer cinematográfico argentino, sé que Perrone ha venido filmando y que filmó mucho. Vi sus primeras películas y videos a comienzos de los años 90: me acuerdo de que cuando empezó a hacer cine era más conocido como ilustrador de El Cronista Comercial. Pero por alguna razón que no puedo explicar con certeza, a pesar de haber escuchado hablar mucho de sus películas, no volví a ver nada suyo durante años.

Facebook nos acercó. Una tarde Perrone me envió un link que me llevaba a youtube y vi SEM. Y sin saber de qué se trataba (¿un trailer? ¿un anticipo de un largo? ¿un work in progress? ¿el resto de una obra inconclusa?: la verdad es que todavía no lo sé) escribí unas líneas que tienen para mí un carácter inaugural: porque quedan registradas como primer intento serio de aproximación a su universo:

...Hay, mejor dicho, un espacio íntimo, tomado de refilón. Es una intimidad asediada por sombras. (...) La protagonista, si es que hay una, sí, hay. Es depositaria de los restos de historias de los otros, historias siempre en inestabilidad, en tránsito. La mujer escucha, pregunta, aconseja. Después se queda sola, pensando. ¿En alguno de esos hombres que aparecen mencionados en las conversaciones? ¿El padre de sus hijos? Los vínculos no son precisos. Así como es posible que alguno de los chicos, o ambos, sean sus hijos, es posible que la mujer que llama desde la otra habitación, la que interrumpe la conversación con el joven, sea su madre. Pero solo me es permitido acercarme hasta cierto punto. Estoy espiando algo que no me concierne del todo y pronto las barreras del dispositivo me interceptan: las sombras que absorben todo residuo de historia, el vidrio esmerilado, las palabras murmuradas en tono inaudible. La hermosa música que irrumpe desde afuera, absolutamente, como una caricia que los personajes necesitaran, pero no escuchan...


Esto es lo que escribí casi como un ayuda-memoria, sin pretensión de crítica o de ensayo. La verdad es que por lo poco que fui viendo (después de SEM vi en el BAFICI Las pibas y anoche Luján en el Cosmos) me parece que la crítica o el ensayo no son formas muy apropiadas para acercarse al cine de Perrone. Y este primer ayuda-memoria me resulta un modo de acceso más genuino. Cuando vi Las pibas pude ampliar una primera impresión que a la altura de SEM apenas podía vislumbrar:

La cámara de Perrone está ahí absorta, no tanto en la resolución de la intriga amorosa sino en la rústica textura del espacio que habitan. Habitaciones de paredes descascaradas, marcadas, manchadas de humedad, oscuras, colores saturados. La cámara de baja definición aporta su propia textura y el resultado es extraño, hipnótico. Creo que Perrone nunca dejó de ser el artista plástico que era antes de ser cineasta. La belleza de sus imágenes no parece ser el resultado de un cálculo, sino del encuentro íntimo entre la fragilidad del mundo y los personajes retratados y la fragilidad del dispositivo de registro. Hay algo así como una posición ética en su búsqueda: la belleza del mundo no puede resultar de operaciones técnicas ajenas al mundo retratado. Una imagen de alta definición tendría algo de obsceno en este caso.

Luján es una película deslumbrante, con independencia de toda otra consideración, la obra de un cineasta en la plenitud de su capacidad expresiva. Forma parte de un tríptico de películas que se están presentando por estas semanas en el cine Cosmos, aunque todavía no sé muy bien lo que eso implica. Podría no saber nada, no haber visto nada, no haber oído ni leído nada en todos estos años y me rendiría ante la increíble belleza de Luján. Hay un pulso tan preciso en el manejo de los tiempos, un uso tan justo de todos los materiales (sonoros, cromáticos,  ambientales, coloquiales, de composición), una presencia tan viva y tan verídica de los personajes, que permiten reconocer la mirada de un gran cineasta. ¿Hace mucho que Perrone es así? ¿Recién ahora habrá llegado a depurar este estilo tan consumado? No importa tanto responderlo ahora.

Quiero recomendarles que no se pierdan Luján esta noche en el Cosmos. Sé que habrá una segunda y una tercera obra del tríptico en las semanas venideras (Los actos cotidianos y Al final la vida sigue, igual). 

Por lo demás: esta noche en La otra.-radio (medianoche, FM La Tribu, 88.7, online) vamos a estar conversando con el propio Perrone. Conversando.

6 comentarios:

Liliana dijo...

La voy a ver hoy. (después de ver Las Pibas...es imperdible!)

julieta eme dijo...

sigue en cartel esta semana?

el viernes pasado fui a ver la película La separación. muy buena! me pareció genial.

Oscar Cuervo dijo...

Luján forma parte de un Tríptico (puede verse en cualquier orden, no son películas consecutivas) que va a estar proyectándose en el Cosmos varias semanas. Los jueves, viernes, sábados y domingos a las 22. No dejes pasar mucho tiempo porque por ahí te las perdés.

julieta eme dijo...

el tríptico es todo del mismo autor o son tres películas de temática similar pero de autores diferentes? ok, este viernes trato de verla :)

Oscar Cuervo dijo...

El Tríptico es de Perrone. Se pasa una distinta cada semana. Y la cuarta semana de Mayo se pasan las tres.

julieta eme dijo...

ah ok entiendo. agendado entonces :)