Van Sant, Moretti y Allen se lucen en Cannes
Digan la verdad: ¿no les dan ganas de verlas?
por oac
Son tres importantes autores del cine contemporáneo que últimamente habían tenido desempeños digamos irregulares. Parece que en el Festival de Cannes en curso se muestran en buena forma. Qué buena noticia: el cine necesita a directores del talento, la sensibidad y la inteligencia de Gus Van Sant, Nanni Moretti y Woody Allen.
Son tres importantes autores del cine contemporáneo que últimamente habían tenido desempeños digamos irregulares. Parece que en el Festival de Cannes en curso se muestran en buena forma. Qué buena noticia: el cine necesita a directores del talento, la sensibidad y la inteligencia de Gus Van Sant, Nanni Moretti y Woody Allen.
Van Sant, después del fiasco de Milk, hace una película por encargo, que fuentes confiables aseguran que es una de las mejores de su carrera. Restless, algo así como una historia de amor entre un chico y una chica que son amigos de la muerte. Y también hay un fantasma japonés. Gustó mucho.
Después está la de Woody. Woody es un viejo que sigue haciendo películas irregulares con una regularidad que se hace difícil seguirle el tren: cuando uno cree que vio la última, resulta que ya hizo dos más. A mí me encantó Conocerás al hombre de tus sueños, pero acaba de estrenarse en Buenos Aires Si la cosa funciona (Whatever works), que no vi, "el regreso de Woody a New York". Y el film de apertura de Cannes es también de él, Midnight in Paris (“Medianoche en París”). Y esta parece que les gustó a casi todos, incluído el muy confiable Roger Koza.
Pero el que parece acaparar todos los elogios es el gran Nanni Moretti,un viejo amigo a quien por momentos le perdemos el rastro. Su nueva película se llama Habemus Papam. (Acá la comenta Luciano Monteagudo) Se trata nada menos que de la elección del papa (no este papa actual, sino uno inventado por la imaginación de Moretti, encarnado parece que magistralmente por Michel Piccoli. La cosa es que el Colegio Cardenalicio opta por este cardenal Mellville que hace Piccoli, que se resiste asumir porque tiene pánico escénico. Entonces los cardenales acuden a un psicoanalista que no es otro que Nanni. Las primeras instrucciones que recibe Nanni al llegar al Vaticano se las dice un nuncio apostólico: “Recuerde que los conceptos de alma e inconsciente no pueden cohabitar”. Todo termina con el Colegio Cardenalicio en pleno bailando al ritmo de la Negra Sosa que canta "Todo Cambia".
Digan la verdad: ¿no les dan ganas de verlas?
1 comentario:
Pues, la verdad es que la de Moretti muchísimo, la de Van Sant un poco menos y la de Woody Allen sé que de todos modos la veré...
Saludos.
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