Alberto Fernández, la máquina de perder poder

 (Apuntes de un votante del Frente de Todos)

- Alberto Fernández es la peor decepción política de mi larga vida. No esperaba a un revolucionario. Tampoco esperaba a este cagón que administra el poder de otros. Su palabra no vale un carajo. Diga lo que diga, no tiene autoridad ni verdad.

- La unidad del peronismo es un significante vacío. Peronismo es Evita, pero también la imposición de su renunciamiento. Es Perón hablando de la marcha al socialismo, pero también dejando el país en manos de Isabel y López Rega. Es Ongaro y es Vandor. Es Menem.

- La unidad del peronismo es un significante vacío: es Néstor el día que asume su presidencia jurando que nunca va a reprimir a los manifestantes y dando su última semana de vida para descubrir a los asesinos de Mariano Ferreyra. La unidad del peronismo también es la CGT "poné la fecha la puta que te parió" y el monumento a Perón inaugurado por macri. La unidad del peronismo es una abstraccción metafísica.

- Nos corren con que si expresamos nuestro descontento hacia el gobierno que votamos le hacemos el juego a la derecha. No será ninguna sorpresa si en 2023 gana la ultraderecha. Pasa siempre que un gobierno supuestamente popular gobierna de espaldas a su base social. No son las declaraciones del Cuervo Larroque, sino la cobardía de un presidente que gobierna con miedo a la tapa de Clarín.

- No será ninguna sorpresa si AF termina repudiado por propios y ajenos: la simpatía gorila nunca la tendrá, no habrá una juventud albertista (Leandro Santoro podrá sacarle a pasear el perro). Repetirá la historia de todos los políticos que defraudan su mandato electoral: Alfonsín, De La Rúa, Dilma. No te van a querer en Llao Llao ni en La Matanza.

- La movida de Cristina del 18 de mayo de 2019 permitió derrotar en primera vuelta a macri y el Resto del Mundo, Trump, FMI y Clarín. Hasta las PASO 2019, Cristina le propinó al macrismo una paliza inesperada hasta para los más sagaces analistas que una y mil veces vaticinaron el fin de su liderazgo. Después de las PASO, empieza la gestión de Alberto con todos esos votos servidos en bandeja. Después de las PASO empieza la historia de una demolición: los gestos conciliadores de AF hacia el macrismo, como convalidar el  valor del dolar para facilitarle una salida ordenada, cuando era evidente que el macrismo seguía en pie de guerra y se retiraba dejando el campo minado. ¿Había otro mejor que AF para encabezar la fórmula? No lo sé. Si era muy kirchnerista, no sumaba el 4% de votos que aportó AF. Es difícil saber si otra fórmula hubiera logrado la hazaña de vencer a todo el poder nacional e internacional junto, después de cuatro años de persecución feroz. Con el diario del lunes, decimos "Alberto nunca más". Pero en 2019 no sé si había una combinatoria más eficaz. No hay que olvidar que esa decisión se tomó en el contexto de una extrema debilidad.

- La famosa excusa albertista de la correlación de fuerzas no es un dato empírico. La correlación de fuerzas se construye. ¿Cuál era la correlación de fuerzas de las Madres de Plaza de Mayo frente a la Junta Militar de Videla, Massera y Agosti, el Plan Cóndor y el plan económico de Martínez de Hoz? Veinte viejas locas construyeron otra correlación de fuerzas y por primera vez en la historia un grupo de genocidas terminaron en cárcel común, después de haber sido juzgados con todas las de la ley. 

¿Cuál era la correlación de fuerzas del los organismos de DDHH en pleno apogeo del macrismo para voltear el fallo de la Corte del 2x1 en 48 hs? Néstor llegó a la presidencia sin ganar las elecciones y los seis presidentes anteriores no pudieron terminar su mandato, mientras ningún político podía caminar por la calle. La referencia histórica inmediata del peronismo en el primer año de Néstor era Menem. ¿Qué correlación de fuerzas le permitió al peronismo revivir con Néstor? Cuando el turco se retiró de la segunda vuelta en 2003, Claudio Escribano, editor de La Nación, le planteó a Néstor un pliego de condiciones que exigía impunidad para los genocidas, subordinación con los EEUU y un programa económico consensuado con las grandes empresas. Néstor rechazó esas condiciones de manera tajante: “Mi mayor preocupación es que me acompañen los argentinos, por eso no empiezo por los empresarios ni por el embajador de ningún país. Tampoco pienso en un alineamiento automático con Estados Unidos ni en buscar que me aprueben como precondición para gobernar mi país. Ocurre que usted y yo tenemos visiones distintas del país. Como es difícil que podamos ponernos de acuerdo, sería importante tratarnos con respeto. Usted tiene la suerte que a mí me falta, de haber heredado un diario”. La Nación sentenció: “La Argentina ha resuelto darse gobierno por un año", dando por iniciado involuntariamente el período político más extenso de la postdictadura. ¿La sociedad argentina no aprende de sus experiencias recientes? Alberto tuvo en las PASO de 2019 una enorme cantidad de votos que empezó a perder en la transición. Cuando fue evaluado en 2021 por su propia gestión ya había perdido cuatro millones de votos. Es decir, Alberto destruye continuamente la correlación de fuerzas.

- En 2021, año electoral, AF hizo un ajuste promovido por Guzmán/Giorgeva y el resultado fue perder diputados y senadores, es decir: capacidad legislativa en ambas cámaras, mientras pasó dos años "cuidando" la correlación de fuerzas. Ahora es muchísimo peor que en agosto de 2019, cuando AF tenía que haber empezado a construir su legitimidad. ¿Cuántos votos más perderá aplicando las mismas políticas que nos llevaron a la derrota? Si aplicás los mismos métodos, ¿qué te hace pensar que tendrás resultados diferentes? El año que viene, si sigue esta política, se pierden al menos cuatro millones de votos más. ¿De qué unidad hablamos entonces? Fernández es una máquina de perder poder por no ejercerlo. Gobiernan el FMI, la UIA y AEA.

- 8,8% es la inflación de alimentos en el conurbano bonaerense en el pasado mes de abril. Ministro de Economía: Martín Guzmán. Pero el bien a cuidar, nos dicen, es la unidad del peronismo.