jueves, 14 de enero de 2010
Avatar
por oac
La semana pasada Diego Rojas de revista Veintitrés me pidió una columna de 2000 caracteres sobre Avatar. Como en este blog yo había escrito abundantemente sobre la película y lo que tenía para decir era lo ya dicho, mi oferta consistió en mandarles una versión condensada del texto que había publicado aquí, cosa que Veintitrés aceptó. La nota salió publicada el jueves pasado y, como esa edición es remplazada en la noche de hoy por un nuevo número de la revista, acá dejo mi versión reducida:
Definitivamente, Avatar no es la película de la década. La publicidad dice que se trata de una revolución en la historia del cine, que la película anticipa como será el cine del futuro. Pero no son las campañas publicitarias las que pueden dar por comenzada una revolución. Lamentablemente muchos críticos reproducen con docilidad estos conceptos.
Avatar es cine de la década del 80 inflamado de ortopedia y anabólicos. Hay mucha innovación tecnológica, pero que sólo hincha un organismo artístico avejentado. Cuesta reconocer en sus agobiantes 163 minutos al autor de Titanic. La ostentación tecnológica se propone abrumar al público con su poderío. Por eso, no hay escena que no esté atiborrada de artilugios visuales, un millón y medio de dólares por minuto que, paradójicamente, se traducen en baratijas artísticas que atascan la fluidez narrativa.
El film declama un respeto por la naturaleza tal como lo practica la civilización de los Na'vi, frente a la invasión bélica llevada a cabo por los invasores terráqueos. Pero la política de un film nunca se define por el argumento que cuenta sino por la manera en que se vincula con su público. En Avatar el repudio del belicismo está desmentido por un bombardeo sensorial dirigido contra el espectador; el elogio a la naturaleza va junto al desalojo de lo real de la pantalla y la sustitución por la imagen virtual. Su discurso a favor de la diversidad cultural propone una idea trivial de lo "ancestral" en general, acompañada por world music. Y la resistencia de los Na'vi es liderada por un terráqueo: parece que ellos no pueden liberarse solos y que una vez más es un muchachito rubio el que tiene que conducirlos. La película reproduce el mismo discurso salvífico: un producto impuesto a prepotencia de dinero viene a predicarnos el respeto la diversidad cultural, pero su estreno acapara el 90 % de las pantallas.
Una imagen falsa es tan peligrosa como una palabra falsa. La imagen a la que Cameron apela enfáticamente es la de un ojo abierto y expectante. Pero se trata de un ojo virtual, detrás del cual nadie, nada, mira. Todo en Avatar es lo contrario de lo que dice ser: lo natural es artificial, lo revolucionario es retrógrado, la emoción es calculada y la vitalidad es lúgubre.
Tuve que podar bastante mi estilo proliferante y lo que quedó me resulta raro al leerlo, un poco demasiado abrupto o tajante, como si no lo hubiera escrito yo. Pero esa sequedad algo ajena a mí no deja de gustarme. Supongo que si tuviera que escribir todo el tiempo así terminaría odiándolo.
Mientras tanto, siguen apareciendo ofuscados defensores de Avatar. Este tipo de productos genera defensores intolerantes y dogmáticos, que reaccionan contra la posibilidad de cualquier distancia escéptica, porque creen que uno tiene que entusiasmarse obligatoriamente ante un film que nos invita a hacernos chiquitos, a menguar. Ese "nuevo espectador" que reclama Leonardo D'espósito a los gritos, tiene que volver a la infancia: pero a la infancia no se vuelve: lo que uno puede es hacerse el boludito, pero no hacerse niño (los niños no son boluditos).
Uno de los recursos más abusados por estos intolerantes del entusiasmo obligatorio es inscribirse a sí mismos en la operación cahierista.
Un representante de esta restauración conservadora deja este comentario:
"Me gustaría recordarte que todos esos mismos cerebros brillantes que crearon el término «cine de autor», Godard, Truffaut y todos los grandes pensadores de Les Cahiers du Cinemá; consideraban a Hitchcock y Wells como los más merecedores del término".
Como a fines de los 50 los cahieristas tuvieron el talento y la originalidad de reconocer los rasgos de autor en directores considerados meros artesanos de Hollywood, el neo-conformismo que estos practican (más cerrado y dogmático que el conformismo clásico) cree que se puede proyectar el mismo procedimiento crítico a cualquier verga que viene de la industria. Los cahieristas eran muy específicos en sus análisis de los autores que ellos destacaban. Se basaban en una muy minuciosa meditación acerca de los procedimientos formales, de lo que ellos llamaban "puesta en escena". Y se ceñían a unos casos específicos y no a cualquier cosa como las que ahora los tardo-cahieristas llaman atolondradamente "cine clásico". Invocan a Hitchcock, Welles, Hawks, Ford, para defender productos subalternos, que no cesan de producir noticias acerca del record del box office. Pero sus análisis se agotan en balbuceos inconsistentes acerca de "la historia misma": practican un cahierismo contenidista. Todo lo pueden decir de la película se refiere a lo menos cinematográfico que tiene una película, su argumento. En cambio, son incapaces de articular un discurso consistente acerca de lo que los cahieristas llamaban "puesta en escena". Y confunden la técnica de un film con sus aspectos formales. Me da la impresión de que ni siquiera arribaron a una comprensión de la noción de "forma cinematográfica" y creen que el recurso técnico del 3d es una innovación formal.
Por otro lado, recomiendo el excelente análisis que hace Roger Alan Koza de la película de Cameron. Koza tiene una mirada muy aguda sobre el cine y un criterio independiente, que lo lleva a abstenerse de repetir la gacetilla, este hábito lamentablemente cada vez más extendido en la crítica actual.
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22 comentarios:
La princesa Mononoke (mencionada por Koza en su nota) es una hermosa película.
claro, a oscarcito le gustan los videítos caseros del bafici
Coincido totalmente en la reflexión sobre esa operación de marketing llamada Avatar. Llama la atención (o no) ese consenso en torno a una película tan elemental...
Excelente el artículo de Roger Koza. También recomiendo la reseña de Luciano Monteagudo en Página 12 en el momento del estreno.
Por suerte, todavía hay voces disonantes...
Daniel
Todavía no la ví...pero esta crítica sigue la línea de lo q suponía de la peli.
Saludos!
Oscar: a mí ese estilo seco o abrupto que quedó después de practicar la poda me gusta, definitivamente. Me parece incluso, que la crítica ganó fuerza.
Será que soy muy tajante... :)
Muy buena esta crítica y también la de Monteagudo, pero no son las únicas voces disonantes, como pueden apreciar acá: http://todaslascriticas.com.ar/pelicula/avatar
(pueden leer incluso la mía)
Aquí el único intolerante sos vos, flaco. Nadie te pidió a vos que te entusiasmes ni que formes parte cualquier línea de pensamiento. El único que se las trae como dueño de la pelota sos vos... es tu blog, claro está, pero pecás con tu pedante arrogancia al creer que la verdad también es tuya. Cuánta bronca que tenés allí escondida, hermano, me pregunto a quien estará en verdad dirigida... a vos mismo, por alguna frustración, se me ocurre decir, pecando quizá yo mismo de psicólogo de cotillón. Pero yo no soy quien dirige la batuta, tan sólo doy una opinión. Y quien quiera hacerse niño, dejalo pues... quien sos vos para decirle que no lo haga? No será que te molestan los niños, que como decís -y probablemente en lo único que coincidamos- no son ningunos boluditos, y siempre dicen la verdad. Quizá eso es lo que te moleste... haber perdido la capacidad de mantenerte niño. Tratá abriendo tu mente, estar abierto a otras opiniones, te puede ayudar.
Vino mi cuñado de visita a casa, y para no tener que recibirlo me fui al cine.
Fui a ver Avatar, del canadiense James Cameron, director del recordado y extenso bodrio melodramático Titanic; que antes ya había plagiado y dirigido la tambien taquillera Terminator, protagonizada por el hoy gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien trata de salvar de la quiebra al tesoro de su estado promoviendo los libros digitales, en el sistema educativo, y la despenalización del comercio de marihuana.
El argumento de la película es una mezcla de Pocahontas, Danza con lobos, El último Samurai, Dinotopia... etc, en un pastiche insufrible tipicamente Hollywoodense.
Es una de vaqueros ingenuamente revisionista, solo que en vez de indios, los buenos son los alienígenas. A los cinco minutos ya sabes quien es el bueno, quien el malo, quien se queda con la chica y quien tiene una muerte horrible, en justa retribución de su maldad. El capitalista, por supuesto, al final se salva: no tiene sangre en sus manos, para eso tiene a la policia , el ejercito y participación accionaria en alguna de las corporaciones dueñas Hollywood.
Está editada de un modo lineal, carente de cualquier originalidad y tan mal hecho, que en al menos dos oportunidades tienen que recurrir a una vos en off, que relata una escena que falta y otra que no se entiende sino se la explica. El desarrollo de la trama es chato, previsible y aburridísimo...!
... insisto: ABURRIDISIMO...!
Sigourney Weaver hace el mismo papel que en "Gorilas en la niebla", solo que esta vez trata de salvar extraterrestres en lugar de simios, y solo que esta vez está mas entrada en años, en kilos y cansada. Y ya no esta para cazar Aliens, tal vez por eso quiere haceres amiga de ellos...
Algunos detalles son francamente estúpidos, como que los alienigenas se conecten a sus caballos de 6 patas o a sus pterodactilos biplanos, con una especie de conector USB biológico que tienen en la punta del pelo trenzado.
El 3-D es intrasendente, a los pocos minutos te olvidas que está y solo queda la incomodidas de los anteojos. Los personajes digitales y el ambiente recreado no aportan mayor novedad, tal vez por lo intrasendente de la historia.
El cine 3-D no sirve, no hace falta, nuestro cerebro ya realiza el trabajo sin necesidad de artilugios, ¿o acaso cuando vistes Salvando al soldado Rayn, la sangrienta escena del desembarco del Dia D, pensastes: "a esta escena le falta profundidad, es muy 2-D..." ?
¿Hay que decir algo sobre ecología?, ¿es serio pensar que Hollywood, una industria corporativa, dedicada a la destrucción de la diversidad cultural en todo el planeta, como medio para maximizar ganancias, promueva valores de responsabilidad con el medio ambiente y solidaridad con los pueblos menos desarrollados? ...no jodas!
El tedio opera sobre la subjetividad del tiempo, por eso esta película se hace tan larga que a la mitad hacen una pausa, se encienden las luces, y el caramelero te despierta para tratar de venderte otro balde de palomitas de maiz, carísimo! ...mientras despertás, tenes la sensación de que te están asaltando.
26 $ la entrada!, la siesta mas cara de la ciudad...
No se cuando voy a escarmentar y dejar de caer en estas estafas yanquis.
Supongo que Cameron conseguirá con este nuevo engendro taquillero, dinero suficiente como para hacer otra serie de sus fanáticos documentales para el History Chanel , fundamentalistamente cristianos, en los que cree probar que la biblia es un texto rigurosamente historico.
Esta vez, tal vez trate de demostrar que Santa Claus existe, y nunca fue empleado de la coca-cola, y que los Reyes Magos no son los padres.
Daniel: evitar un cuñado es una acción encomiable, pero ¿no podrías haber elegido otra película?
Muy buen punto el referido al cahierismo tardío e impostado/importado que ejerce cierto sector de la crítica. Justificar vía una esquiva legitimidad autoral la mirada sobre algunos actuales grasientos tanques hollywoodenses o pretender haber hallado visos de fresca novedad en el paupérrimo panorama ofrecido por las comedias norteamericanas de los últinmos años habla más bien de una necesidad artificial por encontrar "the next big thing" (o por escandalizar a una supuesta progresía rancia que demanda qualité) que de películas que valga la pena ver.
El trabajo de Koza es sensacional, como crítico (a mi gusto entre las más destacadas plumas argentinas) y como valiente y testarudo educador con sus ciclos de cine en la serranía cordobesa.
Saludos
'Avatar' será una trilogía
James Cameron asegura en una entrevista que "tirar a la basura" todo el mundo de Pandora sería un desperdicio
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Avatar/sera/trilogia/elpepucul/20100117elpepucul_1/Tes
Uughh...
La segunda y la tercera te la encargo a vos, Julieta. Yo durante un par de añitos voy a andar muy atareado.
Ricky y Pulgoso: pasé por sus blogs y están ambos muy interesantes.
saludos
ajaja gracias, pero paso. no pondría un pie en el cine para ver esas películas ni aunque me pagaran.
por otro lado, en la nota, hay varias sub notas relacionadas. una de ellas dice que la lengua de los na'vi ya tiene páginas en internet... dios mío...
en qué página dijiste ayer que se están cruzando fuego por avatar y el amante?
En la de Diego Batlle
http://otroscines.com/columnistas_detalle.php?idnota=3756&idsubseccion=11
Batlle les da para que tengan.
Y el LLP también le están pegando a Porta Fouz:
http://lalectoraprovisoria.wordpress.com/2010/01/15/postal-de-san-clemente-2010/#comment-47663
Pobre JPF! Me voy a poner de su lado...
Cuervo: Ya esto me está sonando a cretinismo puro. Que quiere que le diga. Que no esté de acuerdo con JPF está en su derecho. Ahora, que festeje que un canalla lo llame en un comment transero sin ningún tipo de pruebas y aprovechando el anonimato que da la web me parece que tiene un nivel de saña desmedido.
Sebastián
Po Dios... ¿por qué SIEMPRE tenemos que estar pendientes de lo que se dicen y dejan de decirse los de El Amante y los actuales o anteriores directores del BAFICI?
Yo no sé sera que ando tan mal de plata que se me ocurre que se podría embaucar a la gilada y hacer unos mangos con una avatar trucha mientras tanto.
Por ejemplo un documental que relacione a Ava garner con Bela Tarr. Alguna pelotudez se puede encontrar por ahí.Esta idea me la dió mi amigo Rodolfito pero el muy boludo quería mesclar al conjunto abba con tarkoski.¡Que burro!
Rogelio.
Sebastián:
quién festejó nada?
pensá dos veces lo que escribís.
Si esta película es revolucionaria significa que hemos perdido la noción de revolución. Es una de las películas más vacías que vi en mi vida y su guión uno de los más cursis.
qué tal. Un poco anacrónico mi comentario con respecto al año de la nota, pero quiero compartir mi total acuerdo con la misma. Es exelente encontrar un análisis sobre este tipo de antiguo método de entretenimiento epidérmico. También la analogía entre la imagen de un ricardo fort ultra chufado y musculoso, como esa opulencia exagerada y desbordante en recursos, presente en todos los medios de consumo.
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