Film Rock & Roll

Godard Socialisme

por oac

Siempre me pregunto aquí si el rock ya fue y siempre conversamos sobre este asunto con Gonzalo Aloras. Y ayer fuimos juntos a ver Film Socialisme, la última película de Jean-Luc Godard. Y, si bien no conversamos aún con Aloras sobre el punto, noté que durante la proyección ambos dos nos asíamos a los apoyabrazos de las butacas, de puro vértigo. Y yo pensaba que ese vértigo que en nuestras conversaciones extrañamos en los recitales de rock se puede sentir aún en el cine de Godard.

Godard la rockea, mucho más que cualquiera otro con guitarra eléctrica o sin ella. Y sus rocks terminan no con un guitarrazo, sino con un hondo silencio: un segundo antes de que uno perciba el final, Godard la termina: "no comments".

(No voy a hablar aquí del inoportuno presentador del cineclub que, fóbico del silencio que se imponía, rompió precisamente el silencio para decir que nos tomáramos unos minutos para decantar las imágenes que acabábamos de ver ((acabáramos!)) y ponerse a matar con explicaciones todo ese espacio que Godard procura dejar flotando en el silencio; imperdonáble crimen del corazón el del cineclubista hecho seguramente con las mejores intenciones). (No iba a hablar pero hablé).

Bueno, estas son apenas unas palabras dejadas como testimonio inmediato de mi primera visión de Film Socialisme, porque quien va a hablar extensa y poemáticamente del Film es Alejandro Ricagno en el próximo número de revista La otra.

Sólo cabría agregar que Socialisme es la palabra y yo podría poner Rock & Roll en su lugar, como análogas etiquetas de sendas incertidumbres irónicas. No porque vayamos a sostener la muerte del socialismo o la del rock and roll -porque evidentemente como tontos nos creímos lo que estas palabras nos decían antaño-; ni porque vayamos a afirmar su vitalidad, dado que hay aún tantos partidos socialistas y tantos conciertos de rock; sino por todo lo contrario. No creo que el socialismo tenga el derecho de juzgar al mundo actual, ni tampoco que el mundo tenga autoridad para dar un dictamen acerca del socialismo; a falta de cualquiera de esos privilegios, el "Film" (que no es film, sino imagen y sonidos digitales) de Godard invita a preguntarse si no pueden ponerse a conversar el mundo actual y el socialismo, para iluminarse recíprocamente, siendo como son dos cuerpos tan opacos.

No sé si esto es lo que Jean-Luc propone, pero es lo segundo que a mí se me ocurrió ("ponemos libros en los libros, y por qué no poner realidad en los libros, o realidad en la realidad"). Porque lo primero que se me ocurrió es que lo más parecido al vértigo del rock & roll hoy lo puedo sentir viendo este Film Godard, con el que el viejo se instala en el más joven siglo XXI como aquel que la sigue rockeando.

El resto lo va a decir, muy rockeramente, Alejandro Ricagno en La otra 26.