El jueves escribíamos en este blog:
Los intentos de la derecha por esmerilar a Cristina no estarían funcionando
A la Yegua le estaría saliendo todo bien esta semana
Y ayer domingo Joaquín Morales Solá escribía en La Nación:
El evidente aislamiento de la Presidenta
Molesto y fatigado, un gobernador peronista se preguntaba si el gobierno de Cristina Kirchner se ha propuesto provocar a la sociedad. Esto sucedió antes de que la Presidenta anunciara la posibilidad de conspirativos estallidos sociales en diciembre próximo. Habían existido antes anuncios faraónicos. O declaraciones que niegan lo que es evidente. La propia Presidenta, Jorge Capitanich y Axel Kicillof estarían al frente de esa tarea de incitación a la rebeldía social. Ningún problema de la sociedad (economía e inseguridad, fundamentalmente) se resuelve nunca. ¿Por qué le agregan la frivolidad a la impotencia? Aquel gobernador supone que el Gobierno anda detrás de una profecía autocumplida. Quizá se equivoque: podría no haber una estrategia. Es chapucería, no más. (...)
¿Qué le pasa a la Presidenta, entonces? ¿A qué grado de aislamiento llegó como para creer que la promesa de un Hollywood folklórico podría disipar el miedo a perder el trabajo, los desquicios de la inflación o los crímenes de la inseguridad? (Completo acá)
Esto es: nosotros escribimos gratis y en joda algo que días después escribe Joaquín cobrando alto cachet. Y lo más lindo es que hay boludos que lo leen y le creen.