miércoles, 9 de septiembre de 2020

En medio del desquicio del mundo al caer la tarde





En m3dio del d3squicio del mundo
al c43r la t4rd3
hoy m4rt3s 8/9 - 19 hs
dos p3rson4s conv3rs4n
la b3ll3z4 d3l mundo


En realidad, un poco menos de una hora de conversación, que es el límite que IG Live permite, se nos pasó volando y apenas estábamos empezando a conversar con Perrone, en conexión directa Ituzaingó/Pompeya. La conversación pueden escucharla dándole play (supongo que los que no tienen cuentas de Instagram de todos modos la pueden ver desde acá, ojalá así sea).

Un par de ocurrencias fueron surgiendo, sin estar previstas, durante el transcurso de la conexión. Aunque el motivo anunciado de la charla era el estreno en la plataforma de Cine.Ar de Corsario, de la que hemos escrito bastante en este blog, nos pusimos a hablar del cine en general, del cine de Perrone, del cine como artesanía, del trabajo creativo sobre la cualidad de la imagen, que en los años de filmar fueron incesantes, del sonido como tierra incógnita. 

Pero nunca antes había hablado con él sobre la etapa de su obra que menos conozco (y en la que los críticos más reacios a trabajar la cabeza dejaron fijado al autor): los años 90. La fundación cinematográfica de Ituzaingó, producida, creo, en el momento inaugural de Labios de churrasco, cuando un cartel dice "Ituzaingó - 1994", que es decir poco y también mucho. Porque ni bien apareció ese cartel indicaría tiempo y lugar, nada más, pero iba a terminar siendo una fundación, como la segunda fundación de Buenos Aires, un partido del oeste bonaerense empezaba a transformarse en espacio cinematográfico universal, un lugar soñado, un enorme set de filmación que produciría imágenes desde entonces sin parar. Una declaración de principios: un cine con un fuerte arraigo, con raíces bien hundidas en la tierra, de cara al alto cielo, con vocación de mundo. Aldea, mundo, universo. "Ituzaingó -1994" puede ser un índice documental de un estado de cosas en cierta comarca y en una época no cualquiera: 1994, saquen cuentas. Pero también estaba diciendo sin saberlo "En el comienzo, fue Ituzaingó" y desde ahí se desencadenó como territorio mítico, como modo de habitar, vamos a mostrarle al mundo lo que es estar aquí, pero también, con este sencillo acto damos por inaugurado un espacio de sueños, de vida y muerte, de contrastes y rumores, de resistencia vital, caducidad y resurrección, de derrotas que a la larga triunfan. Ituzaingó - 1994 terminaría por decir algo que en ese momento ni se sabía, pero sería destino para el cine, como espacio de fábulas. 

A la altura de Corsario, ya en 2020 Ituzaingó se puede permitir traer a Pasolini para que busque por sus calles las imágenes que desee, los pibes, para que recorra rincones poco transitados. Y la cosa no termina, hay más, pero hablaremos más adelante.

La otra ocurrencia que surgió de la conversación es la casa de Perrone como esas casitas de suburbio con taller en el fondo, más vinculada a los vecinos de la cuadra que a las factorías del arte conceptual, en la que Raúl obra como especie de carpintero de artefactos cuyo uso ya veremos. Un carpintero hace una silla, una mesa, un armarito, pero en este taller se pueden hacer cosas cuyo uso no está previsto. Un SAMURAY-S, un Corsario, un 4tro VeINT3, cuya razón de ser iremos viendo a medida que pensábamos para qué había sido hecho el cine, pregunta solo respondida en cada película, no en todas, solo en aquellas que se permiten preguntar. Porque también hay peliculas que no preguntan nada y su resultado es otro.

Bueno, todo esto está apenas rozado en la charla pero son ideas que aparecieron que quiero retener acá para que no se me olviden. El tiempo del live pasa volando, lo que da a pensar que pronto habrá otra donde iremos hablando de películas a punto de verse, quisiera preguntarle a Perrone algunas cosas que todavía no hablamos y quisiera que habláramos de películas de otros que nos entusiasman. Pero deben saber que algo del tiempo de IG Live se va en aprontes, a ver cómo es esto, don Cuervo, ¿está por ahí?, Perrone, ¿se me escucha? ¿ahora me escucha mejor? Ustedes vean:



Y no dejen de ver Corsario ahora que se puede, dense ese poquito más de una hora para salir de la mirada regimentada, para aprender otros usos del mirar. Véanla porque pronto Perrone presentará otras en la que tendrán que aprender a mirar de otra manera.



1 comentario:

manuel dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=5P7TC6ZfV3I

Lisandro Aristimuño | Criptograma | Comen ft. Wos

Comen dios
Comen barro
Comen piel
Comen otra vez

Comen paz
Comen rasgos
Comen hijos
Comen otra vez
*
Yo la vi, aunque no se muestre yo la ví.
Juegan al invisible pero están ahí.
Bestias omnipotentes devoran con frenesí.
Comiendo mucho más de lo que pueden digerir, yo la ví, andan por ahí, con nuestra sangre en sus manos, y su cara de yo no fuí.

Llevandote a prisiones donde no podes sentir, pa'que cuando te abran la puerta tengas miedo de salir.

Tan vestidas y educadas siempre saben que decir, logrando qué te pierdas pa'que las quieras oír.

Disfrazan realidad con sus promesas fantasmas, con pláticas vacías pueden comprar tu calma, o vender tu alma.
Prefieren un cuerpo ciego, al qué manejar y contentar con caramelos.

Las Bestias van por ahí, tan distintas a mi, son tan iguales a mi.
*
Comen sed
Comen árboles
Comen gas
Comen sin parar

Comen dios
Comen barro
Comen piel
Comen otra vez.
*

Vamos a comer más.
Ya está listo el banquete
(El oro en filete)
Que el intestino me apriete.
Vamo a comer más.
*
Y en su banquete, de soledad podrida, de dignidad corrompida, nos hablan sobre tierras prometidas, y para llegar hay que sacrificar lo bueno en esta vida.
Su indiferencia homicida.
Su necedad tan sombría, maquinaria fría. Exigen qué les creas, sus botas son la ira pisoteando las ideas, esa justicia muda con olor a muerte, se piensan que el silencio es para siempre.

No van a correr con esa suerte, los gritos qué apagan van a retumbar más fuerte.
Creando caminos, siguiendo latidos, los llamados bandidos, no seremos comidos.

Esa espina no asusta a los cuerpos curtidos
Esquivan tarascones de los diente del olvido.
*

Comen sed
Comen árboles
Comen gas
Comen otra vez