Por Juan Manuel Castro
El guionista Alan Moore, considerado uno de los mejores del noveno arte, y el dibujante Dave Gibbons son los responsables de un hito: Watchmen, que pronto se podrá ver en pantalla grande.
Todo comenzó en el año 1986, cuando esta obra maestra asomó por primera vez como una serie limitada de 12 números. Tras la recepción positiva de los lectores, las entregas fueron reimpresas en un único tomo, es decir, una novela gráfica.
La historia está ambientada en una realidad alternativa, pero es un tiempo que tiene resonancias con el de la guerra fría. El punto de contraste es que allí viven varios superhéroes. Su existencia ha alterado el desarrollo de diferentes acontecimientos históricos reales, como la guerra de Vietnam o la presidencia de Richard Nixon en los Estados Unidos. El team de Watchmen, a pesar de que se los nombre como superhéroes, está conformado por personas corrientes sin más poderes que los que les proporciona el entrenamiento o los inventos que desarrollan ellos mismos. El único personaje con capacidades sobrehumanas es el Dr. Manhattan.
La vuelta de tuerca de este comic, la que hizo que esta obra recibiera numerosos premios, es la puesta en escena de un tipo de héroe distinto, aquel que padece tal condición. Watchmen es una novela sobre superhéroes que abandonaron sus máscaras o cargan la condena de llevarlas siempre, aquellos que viven tras haber renunciado a todo lo demás. Ser héroe implica dejar de ser hombres y mujeres. Y ese destino hace replantear el papel de estas personas que velan por el bien común. ¿Qué existe más allá de ese deseo?
La narración resulta novedosa, fresca y dinámica, además de contar con complementos gráficos explotados al máximo. Son varios los hilos conductores de Watchmen: artículos periodísticos y escritos en los diarios íntimos, a los que hay que agregar lectura de un sub-comic de piratas, Marooned, que narra la historia de un náufrago embarcado en un riesgoso viaje de vuelta a casa para salvar a su familia de un peligro desconocido. Marooned, sutilmente, sirve de mediador entre las diversas historias. Este es sólo uno de los divertidos giros estructurales de la novela.
También es muy destacable la restricción de Moore acerca del uso de narradores omniscientes y globos de pensamiento, lo cual llevó a Gibbons, el dibujante, a elaborar viñetas con un gran cuidado artístico, dentro de las cuales los personajes dejan más expuesto su lenguaje corporal.
Esta apuesta por un nuevo enfoque en el comic ha influenciado en muchos autores jóvenes. La fluidez con que surcan las viñetas por el argumento llevan al lector por un terreno claro, nítido. No existen baches que aminoren la marcha de esta gran aventura. Más allá de eso, luego de acompañar a estos héroes en su larga travesía, entre villanos y fantasmas personales, queda la pregunta latente: ¿quién quieres que te vigile?
3 comentarios:
Vi los avances la semana pasada y promete. Lo cierto es que como fanática de los comics y de este tipo de películas, no me la pienso perder. Habrá que ver si logran el tono inquietante de su original.
por lo pronto esa pregunta es clave en nuestro globalizado mundo, quién quieres que te vigile?
Lilián
lilian
gracias por dejar tu comentario
la verdad es que es como vos decís, si bien es de la decada del ochenta, en mi opinión, luego del 11 s se resignificó esto de el rol de proteger al inocente
crucemos los dedos de que la peli no defraude, como a veces suele pasar con adaptaciones de comics, watchmen es bastante cinematográficas asi que esperemos que salga algo bueno
un abrazo
No puedo decirlo...
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