por Bernardo Damián Dimanmenendez
El arte, y especialmente la música, muchas veces nos sirven como refugio de los miedos e inseguridades que trazan nuestras vidas desde pequeños. Nick Drake, a través de susurros musicales, pareciera ser una muestra del trágico poeta que nace con la mejor estrella y que, avizorando su extinción, elige ascender al panteón de los románticos eternos.
Nicholas Rodney Drake nació en Birmania en 1948, ya que su padre se encontraba allí destinado por cuestiones laborales. Luego de una anticipada vuelta a tierras británicas -debido a que el clima tropical perjudicaba su salud- despertó una temprana afición por la música, logrando a los 4 años componer su primera pieza en el piano, titulada Cowboy Small. Siendo adolescente, su fanatismo por los Beatles y Bob Dylan llevó a sus padres a comprarle su primera guita-rra. Pese a ser un atleta dotado naturalmente y a caer bien entre sus pares, Nick gustaba de la soledad y la observación de los elementos naturales, estrellas, árboles y arroyos. (La nota completa en revista La otra n° 20)
Time has told me
You’re a rare, rare find
A troubled cure
For a troubled mind
And time has told me
Not to ask for more
For someday our Ocean
Will find it’s shore
So I’ll leave the ways of making me be
What I really don’t want to be
Leave the ways that are making me love
What I really don’t want to love
Time has told me
You came with the dawn
A soul with no footprint
A rose with no thorn
Your tears they tell me
There’s really no way
Of ending your troubles
With things you can say
And time will tell you
To stay by my side
To keep on trying
‘til theres no more to hide
So leave the ways that are making you be
What you really don’t want to be
Leave the ways that are making you love
What you really don’t want to love
Time has told me
You’re a rare, rare find
A troubled cure
For a troubled mind
And time has told me
Not to ask for more
For someday our ocean
Will find its shore.
1 comentario:
BUEN PONCHO!!!
Publicar un comentario