La triste parábola de Hugo Moyano: del MTA a esto

por Oscar Cuervo

Es un poco penosa la parábola descripta por Hugo Moyano, quien en los años 90 lideró el MTA, un movimiento sindical que resistió al menemismo. Fue uno de los enérgicos impugnadores de la flexibilización laboral que el gobierno radical de De La Rúa pudo imponer en el Congreso a fuerza de sobornos. Por eso da bastante pena verlo hoy en este lugar: compartiendo el cartel con el Momo Venegas, en un homenaje al sindicalista José Rucci. Y para homenajearlo, entre todos los modos posibles de hacerlo, Moyano y Venegas eligen una pieza discursiva del más rancio macartismo: la carta abierta que Rucci le dirigió al sindicalista combativo cordobés Agustín Tosco. En esa carta de septiembre del 72 (un clásico del sindicalismo burócrata de ultra-derecha) Rucci le decía a Tosco:

"su drama es que el Movimiento Obrero es peronista y sus dirigentes somos peronistas y para su mayor desgracia el actual Secretario General de la Central Obrera, es peronista...".

A esto se reduce la cita de Moyano y el Momo, provocando una obvia e inevitable asociación con el "actual Secretario General de la Central Obrera", es decir: Moyano. Pero es interesante leer cómo seguía Rucci:

"Pues entonces se justifican los métodos que usted siempre ha utilizado y seguirá utilizando porque está en la contramarcha de este proceso histórico. Ha utilizado y sigue utilizando los mismos métodos de allá en el tiempo; de los resentidos, los bolches y los dirigentes amarillos sin base, que, al no poder llegar a la cúspide por los carriles correctos que marcan las estructuras orgánicas de los trabajadores, pelean desde afuera arrojando piedras, calumniando y procurando extender su propio fracaso a las grandes mayorías que los desdeñan".

Entre las diversos posicionamientos que Moyano y Venegas podrían adoptar para caracterizar al enemigo de la clase trabajadora que ellos dicen representar, eligen atacar a la figura Tosco, al que Rucci acusaba de resentido, bolche y comunista. Moyano y Venegas se alínean con Rucci, quien le decía a Tosco:

"Yo soy peronista; he sido peronista; y seré eternamente peronista. Peronista es la inmensa mayoría del Pueblo Argentino. Se trata de una filosofía política que se ampara y reconoce únicamente nuestra enseña Patria, la bandera azul y blanca".

Que esta continuidad con la histórica ultraderecha sindical sea asumida por Venegas no despiertta la menor sorpresa. Que Venegas sea acompañado en esto por Moyano es muy triste para la historia de Moyano.

Tanto como el papel que desempeñó ayer en el programa de Nelson Castro en TN, hablando mal de La Cámpora:

"Estoy leyendo el libro. No es malo que la juventud participe, pero tampoco tiene que ser la militancia toda... pagada... En las organizaciones gremiales hay mucha juventud militando y lo hacen cuando salen del trabajo, no lo hacen porque reciben un pago. Y estos [de la Cámpora] pareciera que se preocupan más por los salarios... o por lo que puedan cobrar que por la militancia en sí. Pareciera que no hay una convicción en lo que se está haciendo, sino que hay una conveniencia...". 

Por la conveniencia. Dice eso. Moyano. En el programa de Nelson.

Para terminar de dar una idea de la encerrona vital en la que Moyano se encuentra, basta con citar la inesperada revinidicación de Ernestina Herrera de Noble que ayer hizo en ese mismo programa. Defendiéndose de las acusaciones de corrupción en el manejo de las obras sociales que se le imputan, Moyano se comparó no ya con Rucci enfrentándose a los bolches, sino con la viuda de Noble "perseguida" por los Kirchner:

"¿Durante cuánto tiempo dijeron que los hijos de la señora de Noble eran hijos de desaparecidos? Nos hicieron creer a la mayoría de los argentinos... ¡yo creía también! Y con lo mío pasa igual, hoy va a ser un exhorto, mañana va a inventar otra cosa... y siempre hay algo para tratar de... de...".