Lo que sigue es el comienzo del prólogo que Horacio Verbitsky escribió para la edición definitiva de su libro de investigación Ezeiza *:
El equívoco de los paradigmas
El ex vocero de Esteban Caselli en la embajada de la Argentina menemista ante el Vaticano, Ceferino Reato, sostiene que Ezeiza “nació con vocación de paradigma: ya en el primer párrafo de su Introducción, Verbitsky sostiene que esa matanza ‘cierra un ciclo de la historia argentina y prefigura los años por venir. Ezeiza contiene el germen del gobierno de Isabel y López Rega, la AAA, el genocidio ejercido a partir del nuevo golpe militar de 1976, el eje militar-sindical en que el gran capital confía para el control de la Argentina’”. Añade que mi libro, “es el paradigma compartido por casi todos los historiadores y periodistas que han estado escribiendo sobre la década del setenta” y que si yo no lo hubiera terminado “a mediados de los '80, habría tal vez incluido al menemismo, el delarruismo, el duhaldismo y el macrismo en ese eje del mal porque lo que está ofreciendo es una manera determinada, más bien maniquea, de recuperar la historia reciente”.
La respondió el profesor de filosofía Oscar Cuervo [1]: “Lo que dice Verbitsky no es lo que quiere interpretar embrolladamente Reato. No es el libro Ezeiza lo que Verbitsky quiere imponer como modelo paradigmático de interpretación de la historia reciente (por otra parte: ¿qué autor podría lograr eso con su libro, el constituirse en un paradigma aceptado por ‘casi todos’? ¿Mediante qué recursos podría lograr un libro auto-engendrarse con vocación de paradigma?). Lo que Verbitsky dice en la frase citada es algo más sencillo —y tan discutible como cualquier otra hipótesis—: que en el episodio de Ezeiza empieza a configurarse un proceso de alineamiento de fuerzas que se extenderá en los años siguientes de la dictadura”.
Según Cuervo, “a Reato le gustaría erigir con su libro un nuevo paradigma que reemplace al del autor de Ezeiza, y para ello traza un ‘eje del mal’ que parte del asesinato de Rucci por obra de los montoneros y continúa en la propia escritura del libro Ezeiza, hasta llegar al ‘poder hegemónico’ del kirchnerismo actual. Este eje se extiende a lo largo de 35 años y por momentos parece que el sujeto permanente de esta operación criminal/discursiva fuera el propio Verbitsky. Se trata claramente del maniqueísmo del que Reato acusa a su oponente, en el que no importa tanto dilucidar lo que ocurrió con Rucci como instrumentar el sentido de este episodio histórico como clave del presente”.
Cuervo se pregunta por la finalidad de la operación de Reato (nombre que me es imposible no asociar a los primeros versos del Golem de Borges), y enumera:
- vender muchos libros,
- perdurar en el tiempo, “al menos tanto como perduró Ezeiza”.
- “Reabrir la causa judicial de la muerte de Rucci. Para eso no hace falta vencer el presunto paradigma Verbitsky, sino lograr nuevas pruebas que reactiven la investigación”.
- “Lograr un debate sobre la figura jurídica de los crímenes de lesa humanidad, para extenderlo a los delitos cometidos por las organizaciones armadas de los '70” [como intenta La Nación, desde que la Corte Suprema de Justicia declaró en 2005, en una causa que yo presenté como presidente del CELS, que esos delitos no pueden ser amnistiados ni su persecución cesa por el paso del tiempo].
- “Pero eso no se logra con anécdotas familiaristas sobre lo buen padre que era Rucci o lo leal que le era a Perón. La figura de lesa humanidad se delinea en un discurso jurídico que trasciende cualquier caso particular”.
[Para leer el prólogo completo de Ezeiza, uno de los textos más iluminadores que Verbitsky haya escrito en toda su obra, clickear acá].
[Para leer mi texto citado por Verbitsky completo, clickear acá]
* El martes próximo se cumplirán 50 años del regreso definitivo de Perón a la Argentina y de la emboscada tendida a un sector de sus partidarios. Ese fue el tema del libro Ezeiza de Horacio Verbitsky, publicado en 1985. El jueves 22 se presentará en el Centro Cultural Kirchner, en el ciclo de revisión de la obra literaria de Verbitsky, producido por Diego Sztulwark, Daniel Tognetti y Camila Perochena. Participarán representantes de distintas generaciones: Luli Trujillo, Magdalena Gainza y Mónica Peralta Ramos.
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