Por Eduardo D. Benitez
Avanza la bestia Johnny To sobre nuestras salas de cine. En un principio fueron los videoclubs (exceptuando la circulación de sus películas por festivales) quienes recibieron la edición de Fulltime Killers. Luego la aparición de Ayer otra vez, película que gran parte de la crítica consideró menor dentro del contexto general de su obra.1 Ya inmersos en el 2008 la edición en DVD de Exiled y la vuelta a las salas con el díptico mafioso Election2, llegan para confirmar la irrupción (afortunados nosotros los espectadores) de To en la escena cinematográfica local.
Al parecer Johnny To es muy prolífico (hace un promedio de tres obras por año) y hace también películas más bien comerciales (comedietas livianas, películas de súper acción) para encantar al mercado de su país. No las conocemos. Mejor así.
¿Quién es Johnny To? Un señor que hace con los géneros una práctica de saltimbanqui. Una manera magistral de yuxtaponer melodrama, comedia, thriller, etc. Cuando una de sus películas comienza a tener su anclaje en algún género, de inmediato aparece alguna secuencia que da un giro y revierte las cosas.
La secuencia es la siguiente: durante algunos minutos la imagen ralentada prolonga y espesa la inacción de unos mafiosos armados que se amenazan recíprocamente en el interior de una casa. Se miran, escanean sus cuerpos, se reconocen. Descubren algo. Compartieron sus inicios en el mundo del hampa. Bajan sus armas. Uno de ellos propone: “¿porqué no lo charlamos?”. Corte: se estaban por matar; ahora cenan las delicias que acaba de cocinar la mujer de uno de ellos y se toman fotos con una polaroid posando con unas risitas, con una expresión en sus rostros de adolescentes en viaje de egresados… (Exiled). De un segundo a otro puede pasarse del humor a la violencia más desmedida o viceversa. No se termina de hacer pie en el relato policial o de gangster y un chiste elegantemente descolocado se infiltra y nos pega un cachetazo.
Hay cierta ambición por hacer confluir todas las ficciones posibles en una. Un sueño mítico. Y por el laberinto de ese sueño mítico Andy Lau y Sammi Cheng (la pareja de ladrones más glamorosa que se ha visto en mucho tiempo) nos llevan de la mano. Son, en el fondo, criaturitas indefensas que sólo buscan amor y que hacen revivir con sus cuerpos el policial, la comedia de rematrimonio, el melodrama (Ayer otra vez). Pero To aglutina géneros para hacer revivir el pasado de manera indirecta. Pero siempre corriendo el eje, rehusándose a que el film pueda ser encasillado. Sin manierismos afectivos, ni nostalgias.
Tal vez el film menos jugado en este sentido sea Election, que no logra correrse del verosímil ciento de veces visto en el cine de gangsters (en este caso la mafia china o hongkonesa: las Tríadas) ni siquiera un poco.
Sin embargo las películas de Johnny To merecen ser visitadas. Tal vez no figure nunca entre los mejores realizadores de nuestro siglo, pero hace esfuerzos por logarlo y por renovarse.
3 comentarios:
Mi Johnny To preferido es Breaking News ¡Qué buena película!
Election y Election2 se me confunden, pero creo que una me gustó más que la otra.
Y la foto que ilustra el post es la típica escena To, con las pistolas apuntando todas para lados distintos. ¿Tarantino le afana o me parece a mí?
No he tenido la oportunidad de ver Election2, sin embargo al tener fresco el visionado de la primera mitad del dueto, creo q To no cae en la tentación de revisitarse a sí mismo, de hacer más de lo mismo, y lo q parecería un mero ejercicio en terreno del cine de gánster, es una interesante muestra q el hongkonés no es solo sangre y balas. Sin ser mi peli favorita de To, recuerdo en este momento esa escena, ya al final, en la cual el jefe de la triada ejecuta impiadosamente a la mujer de su enemigo, solo acompañado por la presencia de unos monitos. Los chillidos de los simios ante el acto cruel y definitorio de ese personaje, sus ojos clavados ante la insensatez humana me remonta al recuerdo de otro desquiciado, ebrio de poder, q se hacia llamar “la ira de Dios”, en el final de un film de otro desquiciado. La mirada de esos monos, observando en q se convirtieron sus primos lejanos, está llena de tristeza y espanto. To no deja ser político cuando sus personajes disparan hacia todos lados, pero tampoco cuando nos presenta una película más reposada, en donde la violencia no es tan explícita, el mal puede encontrarse personificado en el personaje q cualquiera hubiera elegido como el jefe ideal; claro si nos tocara tener q elegir quien dirige nuestra vidas entre un grupo de mafiosos.
Por suerte esto es Argentina y no Hong Kong. Pero esa es otra película.
Don Benítez, excelente nota.
PD: Probablemente (y a pesar del gran Andy Lau) “Ayer otra vez” haya sido el peor estreno q vi el año pasado.
En el tercer BAFICI se programó a To dentro de un ciclo de directores, ahí lo conocí con Help, una sátira exquisita a las películas y series de hospitales. To, quizás el último director de género, va en dos direcciones una la comedia (fuertemente moral, como todo su cine), entre mis favoritas está Fat Choi Spirit (y sí Ayer otra vez es horrible) y por otro lado sus "westerns a la To", esas historias de hombres donde se juega la lealtad el honor y siempre la posibilidad de otro futuro, en Exiled es maravillosa la escena en donde todos hablan de sus proyectos, lo mismo pasa en Breaking News, en la escena de la cocina, donde ambos protagonistas (el ladrón y el asesino) se encuentra en un futuro común, poner un restaurante. Un dato Suet Lam (el padre de Breaking News) aparece en todas las películas de To, Exiled es la primera película protagonizada por todos sus actores secundarios. Y seguro que hay más. To siempre es una fiesta (hasta en sus películas decididamente malas como Linger.
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