todos estamos igual

martes, 30 de mayo de 2023

Disminuido


Por Willy Villalobos

La Cocina sigue con el horno caliente.

“Che qué bueno que le hiciste unos cambios a la película, ahora me gusta”.

¿Qué cambios?

“Bueno no sé, quedó mucho mejor”.

Mirá, yo no le hice ningún cambio, me parece que el que cambió fuiste vos y me alegro.

Este diálogo se produjo hace un par de años cuando uno de los amigos del Príncipe, A.G., me pidió la película para volver a verla y como le   mucho pensó que le habíamos cambiado algo.

El fue uno de los que coincidía con la Asociación de Autores del Uruguay cuando decidieron prohibir la película y retirarla del Festival de Atlántida porque ‘’en el momento de realizarse la filmación Gustavo Pena Casanova era un disminuido psicofísico’’.

El que piensa lo mismo que los que en su momento denunciaron la película en AGADU es un tal Rafael Alberte, amigo del Príncipe, que acaba de sacar un libro sobre La Fuente de la Juventud, un disco magistral de Gustavo, donde se dedica a analizar ese material. 

En un capítulo titulado El Hijo del Cobani, el tema original del Príncipe se llama La jermu del cobani. Quiero aclarar que cobani en la jerga de las prisiones significa soplón, cobani viene a ser en lunfardo abanico, y también se usa para señalar a la yuta, este prestigioso escritor le otorga un lugar a la película que hicimos con el Príncipe. 

Dice: ‘’El documental La Cocina basado en entrevistas realizadas durante los últimos meses de vida de Gustavo tiene una crudeza que parece por momentos impostada, lo cual lo vuelve un poco artificioso y hasta cursi por el lado de lo Trash. En el minuto 53, acostado en posición fetal  en una habitación compartida del Hospital de Rocha, más flaco que nunca, con una vía conectada y probablemente sedado, Gustavo dice, en una interpretación que de ser actuada se habría repetido por excesiva y es por eso, precisamente que no puede ser otra cosa que sincera: "Me gustaba mucho mi mamá, creo que me gusta. Era un talento sabés, era bordadora…” y sigue reproduciendo algunas de las inolvidables palabras que nos dejó el Principe.

Quiero decirle a este escritor que según la editorial “nos educa y nos deslumbra” que la película no está basada en entrevistas sino en una convivencia que a pesar de todo disfrutamos durante cuatro meses en el 2004.

Quiero decirle también que la crudeza no está impostada ya que Gustavo había padecido dos comas diabéticos, uno porque no le colocaron insulina cuando fue trasladado de Castillos a Rocha y el otro cuando lo inyectaron y no había comido. En el segundo nos salvó un Bonobón, los que padecen esa enfermedad saben de qué hablo y decidimos irnos a Montevideo “porque me van a matar y van a decir que era un bardo y por eso la quedo”.

Casi lo matan.

Lo que dice de artificioso, cursi y trash, no merece más comentario que cualquiera de las noticias que aparecen en los medios escandalosos.

Un párrafo aparte merece el comentario “parece sedado” que inventa para victimizarlo. El “parece” es un diagnóstico que esta pluma ni siquiera se dedica a consultar porque le viene bien para su triste relato.

Fue amigo pero no lo conoce.

 Al príncipe en el Hospital de Rocha no le dieron ni insulina, cuando llegamos con Gabriel Flain estaba todo cagado y meado lo que nos llevó a hacer un lindo kilombo con enfermeras y médicos y luego cambiarlo, asearlo y buscarle ropa de cama digna.

La devolución que nos dio fueron palabras 
para nuestros oídos: “Estaba hecho carozo, si ustedes no venían la quedaba”.

Cuando volvimos a su casa el Príncipe, señor escritor, que era un guapo pese a la Diabetes y a la Guillen Barré, seguía componiendo como usted habrá visto en la película y esa noche se quedó despierto para darle ánimo a uno de los muchachos del Club de Tobi que tenía dudas sobre el disco que estaba realizando.

 Y como si esto fuera poco amaneció componiendo un tema, "Retoño", que tuvimos la suerte de grabar.

Era un guapo, un valiente que obedecía a una Misión que le había sido dada, según sus palabras, y no había nada que lo detuviera. 
Era muy difícil estar a su lado porque cualquiera se estaría quejando y él componía.

Pero ya, lo importante es que luego de 19 pirulos de su muerte estamos organizando el noveno homenaje en Buenos Aires que se realizará el 11 de Noviembre.

Y hoy 30 de mayo, proyectaremos La Cocina en El Instituto de Cine de la provincia de Santa Fe. 
Los que quieran también la pueden ver en VIMEO y sacar sus propias conclusiones.

Y que los eunucos bufen.

sábado, 27 de mayo de 2023

Instituciones

por Willy Villalobos

“Yo miro por el día que vendrá, hermoso como un sol en la ciudad…” decía un papel pegado en la pared de la celda del celular primero de la cárcel de Devoto en el año 1976.

Estaba ilustrado con un perfil de edificios con sus ventanas y un sol brillante asomaba por encima de las terrazas de mi ciudad, Buenos Aires. 

El dibujo era infantil y potente, yo tenía 20 pirulos.

Era una hoja de una pequeña libreta de anotaciones y el texto es de mi canción preferida de Charly García, una de las personas que me cantó que no hay ir a ese lugar donde todos han descarrilado.

Pero antes de contarles cómo llegué a ese lugar les voy a señalar los nombres de las estaciones que conocí antes de anclar por unos años en esa prisión donde encierran a los irrecuperables.

La barra del Ciclón con Perón.

Libertad a los presos.

Mi Papá, único peruca de la familia.

La Balsa.

Una mujer inolvidable.

El Turco Emilio y Eva.

Néstor, Ana y Anita.

Ricky, el que choreaba plantas de noche.

El bar de Manolo.

Los Gatos.

El Tano, Huracán, Mario Bonino.

Canción para mi muerte.

Avenida Rivadavia.

Obesín.

Cobo y Centenera.

Sui.

Clavos miguelito.

Manal.

Los fusilamientos de Trelew.

El Jockey Club.

Una bomba.

Presente

Jorgito me invita a subir al fitito con fierros.

El bar del Tano.

La zapatería de Morresi.

Angelito me dice que se viene lo peor.

Pienso que está quebrado.

La Patria Socialista.

La Patria Peronista.

El bar Boxer de Asamblea y Emilio Mitre.

Conspiraciones.

Le acaricio los pies con carpa debajo de la mesa.

Ian Anderson.


Los volantes que iban a convencer a la gente de La Volcán.

Somos la izquierda del peronismo, dijo el Turco y me conquistó.

Nazareno Cruz y el Lobo.


Ana no duerme.

Luche y Vuelve.

Cámpora al gobierno Perón al Poder.

Let it be.


Liberación de los presos

Perón esta cercado.

La Unidad Básica Mariano Pujadas.

Picheuta y Caperucita.

Arriba doña Rosa, arriba Don Pascual.

Nos vamos para Ezeiza a ver al General.

Tengan cuidado, dijo mi papá.

La represión en Mataderos.

Las puertas abiertas de los vecinos para refugiarse.

Tiroteo en Ezeiza.

Leonardo Favio intentando calmar a las fieras

Cientos de miles de personas tristes, llorando

Perón les gana por varios cuerpos y recupera el poder.

Los Montoneros.

El asesinato de Rucci.

23 agujeritos.

Perón nos echa de La Plaza.

La interna a los tiros.

Lopez Rega, secretario de Perón.

Lopez Rega, jefe de la Alianza Anticomunista Argentina.

Ortega Peña asesinado por la tripe A

Muere Perón y lloramos todos

Ginebra en el velorio del Viejo.

Las milanesas de Mamama para todos los compañeros.

El pase a la clandestinidad en democracia

Cientos de operaciones militares de Montoneros el 25 de Julio.

¡Parate o te quemo!

La comisaría 50.

Coordinación Federal.

La tortura.

Confusión general.

A vencer o morir por Argentina.

Libres o Muertos, ¡Jamás Esclavos!

¡Arriba los que van a Devoto!

Así fui llegando a esa celda donde tenía pegado en la pared ese dibujo de un perfil de mi ciudad iluminado por un sol brillante donde escribí “Yo miro por el día que vendrá, hermoso como un sol en la ciudad…”

En realidad lo que había pensado contarles es que cada vez que venía la requisa: gritos, palos largos que golpeaban a las paredes las puertas y los presos, uniformes robocópicos, piñas y destrozos de nuestras cosas, cada vez que venían arrancaban y rompían el dibujo ese.

Seguramente el cobani no sabía el significado de esa letra, yo sí. 

domingo, 21 de mayo de 2023

Los convencidos - Patologías Culturales - La otra.-radio

Una conversación radial sobre la nueva película de Martín Farina

Dibujo: Sergio Langer

Para escuchar acá:

 

En la emisión de este sábado 20 de mayo de 2023 de Patologías Culturales, el programa de FM La Tribu que sale al aire todos los sábados a las 18 hs. conducido por Maximiliano Diomedi, mantuvimos una conversación con el cineasta Martín Farina, quien acaba de estrenar un nuevo largometraje, Los convencidos


Farina es uno de los cineastas más prolíficos y originales del cine argentino actual, explorador de las posibilidades poéticas, políticas y filosóficas del documental a partir de una constante innovación en las formas, muy alejadas de los recursos más convencionales de este género. 


Farina maneja con mucha destreza y audacia el tempo de su cine, logrando extraer las posibilidades expresivas y reflexivas del encuadre, el montaje, el color, el contrapunto audiovisual y la progresión dramática. A primera vista sus películas pueden parecer muy distintas unas de otras (por ejemplo, las estrenadas más recientemente, como El lugar de la desaparición, El fulgor, Náufrago y Los convencidos, con temáticas y looks muy diversos). Pero su marca de autor aflora en las variaciones de modos de construcción de la mirada en relación con la escucha de los grupos de personas que retrata.


Los convencidos parece su película más simple, con su capacidad para registrar conversaciones que hoy suenan en nuestro aire (pocas películas documentan lo que hoy se habla en nuestra sociedad con la perspicacia de esta). Pero esa simpleza es fruto de un minucioso trabajo de depuración que Farina concreta en la instancia del montaje. Los convencidos es una comedia sobre las angustias mal digeridas de nuestra clase media. 


En este programa se reencuentran Farina con Maxi Diomedi y Oscar Cuervo, integrantes del staff histórico de La otra.-radio.

viernes, 19 de mayo de 2023

Masacre de Monte

 

La Noche del 19 de mayo de 2019 Aníbal Suárez (22), Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Rocío Guagliarello (14) iban paseando en su auto por las calles del pueblo de San Miguel del Monte cuando un patrullero de la Bonaerense comenzó a perseguirlxs a los tiros provocando que lxs adolescentes chocaran contra el acoplado de un camión y murieran. La única sobreviviente fue Rocío.

Este 17 de Mayo, a casi 4 años de su asesinato, un jurado popular encontró culpables a los policías acusados por la Masacre de Monte.

Este video lo hicimos cuando se cumplió un mes del asesinatos de los adolescentes, junto a sus amigues, en su plaza, en sus calles, en los lugares por donde siempre andaban.

¡Justicia por Aníbal, Camila, Danilo, Gonzalo y Rocío!

¡El Estado es responsable!

@somosmafia

domingo, 14 de mayo de 2023

Hablemos hasta decir nada

 LOS CONVENCIDOS (Martín Farina)

Estreno: 18/5 - Espacio INCAA - Gaumont -7 únicas funciones hasta el 24/5 a las 20.30 HS.

Farina muestra que su voracidad cinematográfica prevalece ante cualquier "gesto" estetizante. Sus antecedentes inmediatos eran las inmersiones en el onirismo de las muy originales y ambiciosas El fulgor y Náufrago. La potencia expresiva que esas películas exponían podía invitar a un camino de ambición creciente que lo condujera a la vía muerta del hermetismo expresionista. Pero la pulsión que late en los movimientos de Martin Farina no es la de la exhibición de las destrezas que evidentemente posee -a esta altura muy pocos cineastas argentinos manejan el montaje con la precisión que él logra. Por eso, su siguiente paso es esta vuelta imprevisible hacia lo pequeño y engañosamente simple. 

Grupos de conversadores abundan en habladurías que intentan suturar una rajadura por la que la consistencia de la vida común se fuga. Una conversación cotidiana puede ser tan o más deforme que un sueño o un rito ancestral. Los personajes de Los convencidos -provenientes de otras películas de Farina- hablan para convencerse, más a sí mismos que a los otros. Y más que conquistar alguna verdad se dan por vencidos con certezas endebles y quebradizas. Si El Fulgor y Náufrago resbalaban por los bordes del sentido en medio de rayos y centellas amenazantes y tentadores, los ámbitos cotidianos en los que Los convencidos chamuyan no son más tranquilizadores. La inquietud ansía afirmarse en guiños grupales y marcas de pertenencia de una clase media que funda su identidad en terrenos cenagosos: la guita, la virilidad, el éxito, la elevación del consumo cultural, la consistencia que huye y no sirve para otra guerra. Los locuaces se deslizan por énfasis precarios pero se topan cada vez con lo Mismo, lo que no aciertan a nombrar pese a la proliferación de palabras. 

La mirada de Farina y su extraordinario dominio del tempo cinematográfico no necesitan esta vez de despliegues visuales y sonoros deslumbrantes. El epílogo es una conversación divertida y mordaz sobre los usos edificantes del cine. Aparecen mencionadas en una conversación entre amigos Roma de Cuarón, La flor de Llinás y unas equívocas amigas de Chabrol/Charol. Así se hace constar en el propio despliegue cinematográfico el problema de la relación entre el cine y lo que se dice de él. Antes que pulir un estilo Farina, busca la veracidad de su propia obra.

martes, 9 de mayo de 2023

Mirada BAFICI

Oscar Cuervo y Maxi Diomedi en Patologías Culturales: lo mejor y lo peor del reciente festival

Pasó una nueva edición del BAFICI. Conversamos con Maci Diomedi sobre algunas de las películas que se destacaron en una programación cada vez más devaluada. ¿Eso quiere decir que no hay perlas? No, las hay y aquí pueden asomar a algunas de ellas. Hallazgos como Terminal Young y el insólito universo de Lucía Seles, sorpresas como Clorindo Testa de Mariano Llinás, confirmaciones como Los convencidos de Martín Farina o bellezas musicales del pensar como Canción sobre canción de Fernando Arca. Para escuchar acá:
 

domingo, 7 de mayo de 2023

Sombra terrible de Tango Feroz ¡vengo a evocarte!

Parodia bohemia


I
"Fito es un dilema, es un problema para sí mismo, un problema para todos, como lo es Charly García, como lo fue Spinetta. Fito ha hecho grandes canciones, es un gran lector, ha hecho una novela que no fue bien considerada incluso por mí. La leí, me gustó y hablé poco de ella. Creo que es una injusticia, porque es una novela que se basa en la idea de los grandes desterrados, como es él. Y es una novela muy bien escrita, del gran escritor que es. Y después es el autor de dos o tres películas muy interesantes que han pasado un poco inadvertidas. Fito es uno de los artistas que tuvo su pico de gloria con canciones populares de gran receptividad, que está en la industria cultural argentina, está en la industria discográfica, se ve obligado a negociar con los grandes poderes discográficos. No perdió su lengua, no perdió su poética. Creo que con Fito hay que repensarse y lo debemos repensar a Fito. Es Rodolfo Páez y al mismo tiempo no es una marca de la industria cultural. Es un hombre barrial, de un barrio de Rosario traladado al mundo de las artes. Es un hombre que del rock nacional pegó su salto y aún lo está pegando. Debemos esperar de Fito grandes obras". [Horacio González sobre Fito Páez en La otra.-radio, 18 de junio de 2014, para escuchar acá]


II
 
La experiencia de seguir una serie a través de una plataforma como Netflix inaugura una socialidad radicalmente distinta de la que ha propiciado el cine. En la gran sala oscura que marcó el siglo xx el encuentro corporal y a la vez silencioso admitía algunos momentos de interacción colectiva en los que los espectadores abandonábamos nuestro estado hipnótico y sacro: la carcajada contagiosa, el aullido terrorífico, el aplauso final. Netflix se consume en casa, mayormente en el dormitorio, a solas o en pareja. A diferencia del extraño pasaje del fin de la película en la sala, cuando las luces se encienden de a poco y uno recupera gradualmente el estado de vigilia al salir a la calle, la serie de Netflix culmina cada capítulo con un enganche automático al siguiente, que la plataforma resuelve en cuestión de segundos si uno no tiene los reflejos rápidos como para clickear sobre la opción "ver créditos". La "maratón" culmina cuando uno asiste durante horas a una temporada completa o, si el cuerpo no resiste, cuando el sueño nos gana. El final de la serie no se parece en nada al "salir del cine". Más frecuentemente conduce al apagar la tele, apoyar la cabeza en la almohada y ponerse a dormir. 


Pero Netflix tiene una salida hacia lo semi-público, si bien mediada por el sueño. Uno postea en Facebook. "Este finde hicimos maratón de la cuarta temporada de Succession. Tremenda, mejor que la tercera". O "a partir del tercer capítulo se puso buenísima, al principio me costó". Seguido de comentarios: "¿vos viste lo que es eso?". En el caso de El amor después del amor, la miniserie de, por y en homenaje a Fito Páez, el comentario llamativamente repetido por todas partes es "no pude parar de llorar, desde que empezó hasta el final". El público que pone a la serie en el primer lugar del ranking entre los productos de "habla hispana" (el televidente de Netflix es de "habla hispana") ha derramado caudales, torrentes, cataratas de lágrimas si los comentarios en Facebook no mienten. Hay una comunión etaria entre la plataforma y la red: el promedio del usuario es en ambos casos de alrededor de 40 años. No es el público de TikTok, incluso había quedado afuera del contacto de Instagram. Netflix y Facebook son plataformas adultas, aunque a veces sus consumos tengan un sesgo de infantilización tardía. Muchos de los conmovidos por el autohomenaje de Páez parecen haber descubierto la importancia del músico con la serie antes que con sus primeros, extraordinarios discos de la década del 80. En 2023 son muchos los usuarios de Netflix que descubren que crecieron con las canciones de Fito, más probablemente con "Yo vengo a ofrecer mi corazón" o "Dale alegría a mi corázón (es lo único que te pido al menos hoy)" que con "Tres agujas", "Viejo mundo", "Polaroid de locura ordinaria" o "Desierto". "No todo el mundo tiene primaveras" cantado en el 85 significaba algo que el fan tardío de Páez no puede captar. Por eso, la respuesta más insistente a la serie es el llanto a raudales: es imposible que alguien que en los 80 escuchara "Giros", "El chico de la tapa", "Cuervos en Casa Rosada" o "Talismán" se pusiera a llorar como hacen los usuarios de Netflix. O como dicen que hacen. El público de un show de Fito a finales de los 80 no salía llorando. Entonces, para comprender qué diferencia la serie de aquellos discos hay que pensar mucho en este llanto, en el posteo reiterado del llanto.


III

Si los oyentes contemporáneos de la salida de aquellos discos no lloraban como los usuarios contemporáneos de la serie, ¿qué pasa con la música en la serie? Fito ha insistido hasta el hartazgo a través de los años sobre la importancia que en su vida tuvo la música de Charly y Spinetta. Y, un poco menos pero ahí, mencionaba al coterráneo Litto Nebbia. En muchas entrevistas Fito ha declarado la presencia en sus años de formación de la pareja formada por el filósofo Horacio González y la filósofa y cantante Liliana Herrero. Nebbia, González y Herrero no aparecen en la serie. En cambio, Charly y Spinetta juegan roles destacados, aunque no tanto como Fabiana Cantilo y Cecilia Roth. Porque la serie se centra fundamentalmente en los romances del cantante con ellas dos: el amor después del amor. El climax de la serie, la escena inicial que se retoma al final del último episodio, es el concierto triunfal de presentación del disco El amor después del amor. Así la narración describe una parábola de ascenso triunfal que exorciza todos los momentos tristes que tanto hacen llorar a los usuarios de Netflix. Pero, una vez más, si la muerte temprana de su madre, luego del padre y el asesinato de las tías abuelas construyen un personaje "golpeado por la vida" que al final llega al éxtasis compensatorio con el estadio repleto, flanqueado por sus dos chicas (Cecilia lo besa en la boca antes de que él salga a escena, donde lo espera Fabi que ahora es corista de su banda), el llanto de tristeza por tanta muerte prematura se trastoca en llanto de alegría por la consagración del chico pobre de allá del interior. ¿Qué pasa con las canciones?

[Qué contratiempo que justo en la semana en que me emocioné viendo Canción sobre canción, ese hermoso momento de intimidad de González y Herrero, Páez devaluara su figura con este engendro de Netflix . Me pregunto: ¿no podía abstenerse Páez de atentar tan severamente contra su propia obra?]


Lo notorio es que la serie no puede lidiar con la música de Fito, mucho menos con la de Charly y Spinetta. No se trata de fidelidad presunta a los hechos históricos ni tampoco de la intensidad emotiva de las memorias privadas, suyas o generacionales. La serie es un artefacto de la industria cultural cuyo consumo se promueve compulsivamente para participar de la conversación pública. Si estas semanas querés interactuar en Facebook, más que la posible candidatura de Cristina, tenés que hablar de la serie de Netflix. Y decir que lloraste sin parar durante horas. Pero tratándose de la autobiografía de un músico producida por el propio músico, lo llamativo es que carezca de concepto acerca de cómo una narración audiovisual puede lidiar con la música. La serie cae en la peor banalización, convirtiendo al autor de esa gran música popular en el más trivial intérprete de la literalidad de lo que en la canción era sugestivo y audaz y en la serie se vuelve idiota: la bola brillante que inspira "Brillante sobre el mic" o la pelea conyugal que desemboca en "Un vestido y un amor" muestran que las canciones tienen un sentido estúpido cuando se las reduce a anécdotas biográficas. Esto no arruina las canciones pero evidencia que su propio autor es capaz de sacrificarlas en el altar de la serie más vista de habla hispana. Quizás no debería sorprendernos: Fito ya lo había hecho cuando usó "Te vi" como jingle de unas cámaras de vigilancia). 

Diríamos que, en términos de negocio, él puede darse el lujo de banalizar su obra porque el mérito de haberlas hecho lo habilita a convertirlas en mercancías degradadas. La operación se vuelve grave cuando arruina en versiones infames la obra de Charly (su época más gloriosa: Clics Modernos y Piano Bar) descuidadas y afeadas hasta la ofensa por un pelele Andy Chango que imita penosamente los tics más vulgarizados del artista que convirtió su vida en una performance constante: Charly aparece como un flaco idiota que hace versiones horrendas de las mejores canciones del último medio siglo. El caso de Spinetta es más grotesco: repentinamente aparece un actor parecido a Cerati y deforma brutalmente las inflexiones melódicas más refinadas y gráciles que haya dado la música popular argentina. La canción de Spinetta aparece musicalizando un montaje alterno del velorio de un familiar de Fito. La distancia entre la calidad de la música citada y el tratamiento berretísima que le da la serie es violento porque el auto-homenajeado es un músico y las versiones que pone para no pagar los derechos de los originales son desastrosas. El problema no es entonces de fidelidad histórica o de sentimentalismo privado sino de ausencia de concepto de la relación entre música y narración audiovisual. 


Un detalle curioso del modo en que se resuelve la cuestión difícil del timbre de la voz del protagonista al cantar es que, cuando el personaje está componiendo las canciones en primeros planos, el actor que lo imita desafina ostensiblemente y se muestra totalmente ajeno a la posibilidad de concebir esa música, pero mediante cortes de alejamiento la banda de sonido remplaza la voz del actor por la del Fito que todos conocemos. La voz del personaje cambia en un simple corte de montaje. El efecto chirriante de esta sustitución brusca podría justificarse en un cineasta torpe (¿acaso Páez no lo es?) pero es una incapacidad o un descuido grosero en un músico talentoso como sabemos que él es: ¿Cómo soporta arruinar su obra y la de sus dos maestros? ¿Para ahorrar costos de producción? ¿Considera que el público no tiene suficiente sensibilidad musical y puede soportar este pastiche porque está enganchado con la trama melodramática y acepta cualquier versión chapucera de sus grandes éxitos? 

Páez no tiene pudor en incluir en el final de su autocelebración la leyenda impresa en pantalla que afirma que a partir de su consagración en Vélez a mediados de los 90 se convirtió en uno de los músicos más importantes de habla hispana. Y miente notoriamente que después de El amor después del amor hizo 20 discos más que lograron una consagración universal, algo que sabemos que es falso, porque lo que vino después es una larga pendiente artística de la que ahora la serie lo viene a rescatar: Fito nunca pudo volver a componer algo de la calidad de "Tres Agujas", "Instantáneas de la calle", "Tumbas de la gloria" o "Pétalo de sal" y sus 20 discos siguientes fueron en su mayoría fiascos artísticos y comerciales, razón por la cual desde hace décadas viene exhumando periódicamente El amor después del amor (la gira de los 20 años, la de los 30, las reversiones con cantantes del mainstream de "habla hispana" de los temas de su disco más exitoso): no pudo hacer desde entonces un disco entero que sea perdurable. 

El problema de cómo filmar la música (el principal problema que debe encarar la biopic de un músico célebre) tiene en este producto de Netflix un resultado penoso. Está primero entre los productos más consumidos de esta semana. Es de prever que en unos años esta serie se volverá tan inmirable como hoy es Tango Feroz. Las canciones tendrán que recuperarse de este maltrato.



El guión de Páez en EADDEA cita textualmente una línea del dialogo de Tango Feroz: "Si esa mina me da bola, voy a ser inmortal". 

1- El que hace de Páez sobre la que hace de Cantilo  

2-  Fernán Mirás sobre Cecilia Dopazo.

¿Para cuando la gira de los 30 años de Tango Feroz?