todos estamos igual

martes, 31 de mayo de 2011

Derrota cultural

El paso de @EstebanSchmidt y @carrascolucas x La otra



(En respuesta a los comentarios que por acá dejaron Alfre, Leandro Hanc y Angel sobre el paso de Lucas y Schmidt en el programa de radio del domingo):


Gracias por escucharnos. Sinceramente, yo no tengo un método para encarar estas situaciones, salvo discutir desde la franqueza. No tengo problema en decirles a Esteban o a Lucas lo que pienso, no tengo tampoco necesidad de ser aprobado por mis modales ni en el círculo antiK ni en el círculo K. Hay algo de morbosa fascinación que me despiertan los desesperados como Schmidt, un tipo que odia el solo escenario de una radio como La Tribu, a la que considera un signo de la "derrota cultural". No sé que significa "derrota" en su boca, porque no sé quién sería en ese caso el derrotado y quién el triunfador. Pero sí sé que ayer el tipo estaba al lado mío y sufría de verdad, detesta visceralmente esto en lo que nosotros estamos, estaba sacado porque me escuchó decir que nuestra presidenta es muy bonita, y se quedó atónito cuando le dije que estoy en la UBA y que lo que pasa en las aulas es muy bueno y me considero bien pagado. Después dijo que se iba a tomar un trago a Palermo y le dije que a mí no me gusta ese barrio. Quiso burlarse de una cosa que dije acerca de las declaraciones de amor, pero no pudo ir más allá porque vio que su sorna no me hacía mella. Creo que gente como Schmidt anhela que su desprecio haga mella en todo aquel al que se acerca. Y se fue calentito porque a mí nada de su desprecio me hace mella. 

Pocas veces conocí a un tipo tan amargo. 

Lucas merece toda mi simpatía, tiene una forma de discutir arrebatada y a veces lleva la conversación para cualquier lado, pero por pequeños gestos me da la impresión de ser un buen tipo. Creo que él se sintió un poco incómodo porque Schmidt es su amigo y trató de diversificar el conflicto. En fin, yo la pasé bien en ese programa.


El problema de Schmidt con el presunto "mito en construcción" de Néstor es suyo, de Schmidt, también es el problema de Tomás Abraham y de Sarlo. Me da la impresión de que son tipos reventados y que se salen de quicio al ver que, en alguna parte, en el ámbito público, aparece la confianza. Para mí es esa la palabra clave: la confianza, no el mito. Para hacer una experiencia colectiva, en la que son necesarias muchas manos y muchas cabezas, hay que poner en juego una cierta dosis de confianza. Nada de mito. La confianza tiene escala humana, no divina; por eso es falible y dura mientras dura. Como cualquier cosa humana es algo precario y frágil, un gesto brutal la puede dañar. 

Ahora hay una oleada de confianza entre muchísimas personas, jóvenes y viejos, que sienten que están compartiendo algo, un viaje pongamoslé. Entonces aparecen estos tipos que están reventados, que en algún punto de las décadas pasadas se recluyeron en la experiencia privada, se replegaron hacia el pequeño centro autófago de su living y dieron por muerta la confianza. No confían ni en su sombra y se vuelven locos: están anhelando que se produzca una catástrofe para regodearse después. Schmidt vaticinaba ayer un baño de sangre o algo por el estilo. Está claro que ahí está puesta su esperanza. Están deseando que llegue el momento para salir a jactarse: "yo te lo dije".

Yo no les daría la razón ni aun cuando sus peores vaticinios se cumplieran. 

lunes, 30 de mayo de 2011

Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo


por Martha Silva

Lo primero que vemos es un Eusebio Poncela que, si no es el Diablo, es diabólico, manipulando a un pobre hombre interpretado por Emilio Disi, que se luce como pocas veces se lo han permitido en el cine. Se trata de la nueva película de los Cohn – Duprat, que siempre resultan interesantes, aunque no todas las veces arriban a la genialidad: digamos que son estimulantes.

Esta vez hay una mano férrea -la de Poncela-, que dispone del destino de un empleado sesentón ya acobardado por los avatares de su vida, y lo hace con cierta saña, al someterlo a difíciles pruebas para su mediocre cociente intelectual. Presuntamente es para mejorar su vida, de ahora en más.

La idea está basada en uno de los cuentos de Alberto Laiseca, autor que siempre consigue provocar cierto terror larvado, sobre todo desde sus relatos radiales. Lo que inventa aquí es un español que tiene la habilidad de modificar los destinos de la gente, poder que adquiere al ser herido dos veces por el mismo rayo, experiencia inédita, como sabemos. Le ofrece entonces, al personaje de Disi, cambiar su suerte de ahora en más y, si acierta en la empresa, habrá de recibir una abultada cantidad de dólares. El citado personaje tiene tan pocas luces que será muy improbable que se alce con ellos; el modo en que sortea estas pruebas debería ser lo divertido, si todo funcionara aceitadamente, cosa que no siempre ocurre.

Pero lo bueno es que los Cohn - Duprat suelen salir airosos de aquello que es sencillamente vulgar. Logran emerger indemnes de momentos difíciles y eso se sostiene con cierta eficacia. Consiguen sortear lo trillado. Esto y la elección eficaz de sus colaboradores es destacable en ellos. Por ejemplo, cuando se retrocede en el tiempo y nos encontramos ante Darío Lopilato como el personaje en su juventud, éste no encontrará mejor cosa que buscar su oportunidad de zafar, transformándose en un cantante que compone “Yesterday”. La ambición lleva por malos caminos. O salvarse no es para los débiles, ni siquiera ayudado por esa suerte de demiurgo que nos ofrece eficazmente Poncela.

Queda el seguro placer de escuchar a Laiseca exhibiendo su cinismo en un final interesante, que por supuesto ni mencionaremos. En fin: sólo para fanáticos.

domingo, 29 de mayo de 2011

Esteban Schmidt y las #madresdelamaza


Esteban Schmidt, autor de The Palermo Manifesto, invitado de hoy de La otra.-radio, ha estado pronunciándose en twitter durante estos últimos días sobre el asunto Sergio Schoklender y las Madres de Plaza de Mayo, a las que llama "#madresdelamaza". Algunos tweets de ES:

@EstebanSchmidt Esteban Schmidt
Y buen, es así: #madresdelamaza
hace 22 horas

@EstebanSchmidt Esteban Schmidt
Y sabemos bien que el caso #madresdelamaza explota. Y que vamos a explicarnos de una manera no naif los pañuelos sobre el atáud de Néstor.
hace 22 horas

@EstebanSchmidt Esteban Schmidt
Tristemente, veremos, si queremos ver, de qué está hecho ese cuadro final de Néstor con los pañuelos de las madres apoyados sobre su féretro
hace 8 horas

Lo que pasa es que en twitter es todo así, corto, uno no puede explicarse mucho. Hoy a la medianoche en La- otra.-radio @EstebanSchmidt va a tener más tiempo para ampliar. FM La Tribu, 88.7, Acá se puede escuchar on line. Y @EstebanSchmidt lo debatirá con @carrascolucas, supongo, ¿eh? Porque a la radio vienen los dos.

Quedate


When the night has come
and the land is dark
and the moon is the only light we'll see
no I won't be afraid, no I won't be afraid
just as long as you stand, stand by me.


And darlin', darlin', stand by me, oh now now stand by me
Stand by me, stand by me.


Whenever you're in trouble won't you stand by me, oh now now stand by me
oh stand by me, stand by me, stand by me
darlin', darlin', stand by me, stand by me
oh stand by me, stand by me, stand by me.


If the sky that we look upon
should tumble and fall
and the mountains should crumble to the sea
I won't cry, I won't cry, no I won't shed a tear
just as long as you stand, stand by me.


And darlin', darlin', stand by me, oh stand by me
stand by me, stand by me, stand by me, yeah.

sábado, 28 de mayo de 2011

Performance


por Esteban Schmidt *


Mañana Esteban Schmidt y Lucas Carrasco en vivo 
en La otra.-radio, FM La Tribu, 88.7www.fmlatribu.coma la medianoche


Ha sido muy violento para los espíritus sensibles, para los que fuimos educados en el enciclopedismo francés -en la escuela nos mandaban a la biblioteca a averiguar todo lo que se podía saber sobre algo-, el énfasis emocional, viral, opresivo puesto por los fanáticos kirchneristas, que hacen la performance de hombres y mujeres entregados a la única causa de alentar a Néstor y a Cristina, de aguantarles los trapos, en las redes sociales (Internet ha resultado una gran segunda oportunidad para los losers) y en los shows radiales y televisivos que controla el gobierno, y que ya son cientos, en hacer del Flaco, del Eternauta, un hombre providencial, el mejor de nosotros, según dijo su señora, a la vez que promueven una serie infinita de bautismos de calles, avenidas, estadios, con el nombre del ex presidente, quien, además de sus méritos, se lleva a la eternidad numerosos deméritos, los cuales, lejos de oscurecer su paso por la presidencia, lo resaltan, al normalizarlo, porque fue un hombre que a pesar de su apetito desenfrenado por el dinero, su generosidad con los sirvientes a los que enriqueció y sus enormes dificultades para discriminar recursos privados y públicos, ayudó a hacer, del de su esposa, un gobierno muy bueno que promovió el matrimonio igualitario, y ayudó a sancionarlo, y que tuvo la humildad de tomar el proyecto de la CTA de la asignación universal por hijo y hacerlo propio, sancionarlo, y que millones de argentinos en la lona se beneficien, aunque sea un poco más, con el superávit fiscal que la Argentina le debe, básicamente, al precio internacional de sus granos. Sus vicios podrían haberle bloqueado las virtudes, como pasa con tanta gente en tantos ámbitos, y sin embargo, no, hizo bailar a unos con otras. Algo importante: sólo los grandes líderes pueden ser más hijos de puta que el promedio de los seres humanos porque sus decisiones pueden compensarles, y hasta justificarles, en el trámite histórico, sus salvajadas.

Cuando fue la masacre de Cromañón, Kirchner tardó diez días en dar una señal pública de simpatía con las víctimas y sus familias. Se fue con Cristina a El Calafate y desde allá midió por televisión los daños que la peor tragedia civil de la historia argentina podía hacerle a su gobierno. El Eternauta flaco se puso por encima de esas doscientas vidas atónitas y jóvenes que murieron por negligencia estatal y privada, cuando un consenso moral mínimo habría empujado a cualquier otro en su lugar, al contemplar esa hilera de cadáveres manchados de negro y con los ojos abiertos a saltar de la cama y ponerlo en la primera fila de los obligados a condolerse y a actuar. Sin embargo, Fuerza Néstor se borró en la terrible seguridad y cinismo de que ningún presupuesto ético podía ponerse por encima de su propia supervivencia.

Esa fue su gracia. Descubrir que con la Argentina se puede hacer cualquier cosa porque la debilidad institucional y el desinterés general por la ética pública son tan grandes que el margen de maniobra de un presidente creció enormemente. Ese fue su descubrimiento. Que ya no se trata siquiera de insinuar la vía del diálogo, todo ese mundo radical cafierista antiguo, o mostrar empatía con las víctimas, o tener pruritos morales, el vasto campo de los “¿te parece?”. Sólo la caradurez fenomenal de los más jovatos puede pretender hacer del gobierno de los Kirchner un momento romántico en la historia de la humanidad y del ex presidente un Che Guevara patagónico y civil. No hay ninguna necesidad de exagerar cualidades, romantizar las cosas como si el mundo se estuviera inventando ante nuestros ojos y fuéramos todos opas. Hay que lavarse la cara con cemento para pasar por alto que la última cena de Kirchner fue con su testaferro Lázaro Báez.

El infantilismo de los más jóvenes, ignorantes o inexpertos, o simplemente cínicos, ya es otra cosa. Disponen de más tiempo para no ser serios, para la especulación, para explorar la viscosidad de un juego con adultos, la política, que incluye ideas, razonamientos y dinero, y divertirse con ella, perversamente, hinchando por un matrimonio de millonarios, porque de última, ya habrá tiempo para realizar la acción que represente el legado personal más puro y duro, la razón de vivir, que a veces tarda en encontrarse, porque el amor a lo que te gusta es un aprendizaje lento al que se llega luego de una serie de traiciones y delaciones y equivocaciones y desvíos: y la política, o sea el acto de girar el cuello desde la contemplación obsesiva de la vida privada a dejarse impresionar por la vida pública y hacer algo con eso, tiene su trámite, su pedagogía, y mientras., pasan unos años, dos gobiernos constitucionales, perfectamente, y el joven sabe todo eso, la gente sabe cosas, entonces hace la plancha y canta y baila un reggaetón con algo que debe ser muy en serio: el servicio público. El que no tiene perdón es el mayor que se aprovecha de eso y alienta las emociones que se violentan, conforme no hay censura en los modales. Kirchner fue un aprovechador mayor de ese juvenilismo bobo, apasionado y negador y prohijó ese conglomerado de agrupaciones llamado La Cámpora, que reivindica el socialismo nacional de los Montoneros y aplaude de pie a un chabón de la Ucedé, Amado Boudou, que toca la viola y les dice: “Mírenme, a los 50 años, ministro de Economía y toda una vida dedicada a la noche”.

Llegó el calor, ahora, pasó la Navidad, estos días en que le festejamos un poco a lo posible, a ver si nos da bola, las reuniones de fin de año y, con ellas, las cañitas voladoras que los fanáticos eyectan al cielo desde botellas de Trumpeter vacías, con la expectativa irónica de que se fundan in the sky with diamonds con la imagen celestial de fuerza, Néstor. Verán constelaciones con la forma de un pingüino. Fumado, todo es posible y, por eso, entre otras cosas, hay que despenalizar la marihuana, porque nos ayuda a pasar por este infierno, tirando un rebaje. En remeras y bermudas, con las havaianas, fumancheando, se harán mil tucas parties kirchneristas en los balcones de las torres con seguridad donde viven los mejor conchabados en el Estado y que serán, solidariamente, los anfitriones, para reforzar el espíritu de cuerpo, celebrando a Néstor, encomiando su grossitud y lo bien que la hacía con la guita, y para hablar mal de Pino Solanas, de Ricardo Alfonsín y de todos los intelectuales vendidos a La Nación, haciendo cada vez más gruesa la línea divisoria entre ellos y los demás, empadronando a lo loco al conjunto de personas a las que no escucharán ni tendrán en cuenta y a los que, llegado el caso, perseguirán por sus medios. Tienen bien a mano sentencias brutales para cada uno y ésa es la forma en que tramitan su hipocresía y luchan contra su propia representación penosa.

Tristemente, el legado de Néstor Kirchner es también este ejército de cabezas de lata que tienen como misión de sus vidas parasitarias castigar a los hombres libres, a los que reconocen los matices y gozan con ellos y que puede que no quieran, o queramos, dar por bueno que el país sea el mito berreta que quieren imponer. Porque la idea de integridad absoluta, de Kirchner o de quien sea, genera decepción por lo inalcanzable y no queremos eso para las nuevas generaciones: queremos un sostenido ejercicio de su ciudadanía, de sus responsabilidades. Hay que rechazar la gratificación del mito, porque necesitamos instigar la utopía todos los días. Tal vez, entonces, no debamos ceder tan fácilmente a que las tucas parties regulen nuestro 2011 y nos caguen de miedo de pensar y decir. Que sepan los cabezas de lata que nos vamos a defender de su violencia. Diciéndolo, como hacemos desde hoy. Y llegado el caso a los tortazos, porque si no es para ser libres para qué queremos la política.

* Fragmentos de la nota "Fuerza Bruta: dos meses sin Néstor Kirchner" de Esteban Schmidt, publicada originalmente en la revista Rolling Stone.

viernes, 27 de mayo de 2011

Qué tiempos aquellos...

...cuando el kirchnerismo se había terminado


En el otoño de 2008, los trolls escribían en este blog:

"tanto q se burlaban del tontin de de la rua, por lo menos duro 2 años sin cacerolazo, a esta soberbia inutil q se las da de "inteligente" se lo hicieron a los 100 dias!"

Y también:

"Escucho un sonido, como de aspas de helicóptero...".

Hoy, los mismos trolls quizás, con otros nicks, se entusiasman porque Sarlo le dijo "Conmigo, no!" a Barone.

Qué cósa, ¿no?

La última de Kiarostami

en el ciclo de películas de amor de La Tribu


"Copia certificada (Copie conforme) –realizada en Italia, pero sin actores iraníes ni ningún hablante persa- representa, en varios sentidos, un acto de subversión al cine comercial, aunque, al principio parece más convencional" afirma Jonathan Rosenbaum (ver más acá). Un escritor inglés (encarnado por el cantante de ópera William Shimell) hace un paseo a una aldea de Toscana con una comerciante francesa de antigüedades que acaba de conocer (Juliette Binoche). A partir de determinado momento, todo empieza a "mutar" de un modo sorprendente. Detrás de una apariencia quizá más normal que las de las anteriores películas de Kiarostami, se oculta otro juego desconcertante entre simulación y verdad, imaginación y realidad. Amores imaginarios y amor amor.

Este sábado, 28 de mayo a las 19:30 en el Bar La Tribu, Lambaré 873, Buenos Aires, Argentina.

Bondage


Es lo último que descubrí en materia de pop argentino. Y me gusta. Una especie de Spinetta naif-sexi-infanto-freak-s xxi. Ideal para una noche de jueves de mayo, de llovizna y frío. A ver... haber...

Cae de la cuerda por estimular
vírgen de la sombra sobrenatural
sed calidoscópica en la oscuridad
resiste las cosas sin sacrificar

y con él desea dolor
y con él desea dolor
y con él desea dolor

Nadie que la besa sabe la verdad
surfer de las olas de la soledad
cebra melancólica sin amordazar
flipa destructora, loba terminal

y con él desea dolor
y con él desea dolor
y con él desea dolor...

jueves, 26 de mayo de 2011

Sobre la ciudad

(Marc Chagall, 1914)
Visuales XXVII‏



por Liliana Piñeiro

Ella y él avanzan por el cielo como nubes. Livianos, dejan atrás los espejos, todas las variaciones de la ausencia, el pesado nudo de la soledad.

Aunque tienen la inmensidad de la música, nadie los ve. La ciudad es indiferente a los sueños.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Algo más sobre 678 y Sarlo

por oac

Es interesante leer lo mucho que se escribió en blogs y twitters desde ayer, lo cual incluye las intervenciones de los lectores en el post anterior.

Algunas cosas parecen evidenciarse sin hacer un gran esfuerzo argumental:

- 678 es una obsesión de los que eligieron ponerse en contra de este gobierno, lo que demuestra una relevancia especial para un programa de televisión que alcanza picos de cuatro puntos y medio. Cuando digo relevancia, no me refiero obviamente al rating (que hay que sopesar en relación al promedio del canal 7) sino a su eficacia política: este programa lleno de defectos, con una estética tosca, criterios de edición fácilmente cuestionables y panelistas no demasiado sagaces, es capaz de fijar una agenda de discusión como no lo hace ningún otro programa periodístico de la TV argentina. Aún más: las tapas de Clarín, ese campo privilegiado de la lucha por el sentido común en la política argentina, ya no tienen fuerza operante. "Clarín fija la agenda" fue un axioma durante décadas. Hoy mismo (y la prueba está en el rebote que tuvo el programa de ayer) 678 fija una agenda de discusión política. A 678 lo miran unas 450.000 personas todas las noches, bastante más que la gente que compra Clarín. Pero a 678 se lo lee con mucha mayor intensidad.

- Los dictámenes del tipo "678 ya fue", "Sarlo lo liquidó en dos bloques" revelan el deseo de muchos de que ya haya sido. Me hace acordar mucho a los que en el segundo cacerolazo de 2008 decían que el gobierno de Cristina ya fue. Por lo visto, Cristina no fue. De todas formas, lo curioso es que los opositores desasosegados ahora se conformen con mucho menos: ya no anhelan hacer caer al gobierno, ahora se conformarían con el levantamiento del programa. No aspiran a la salida de Cristina en el helicóptero (como uno de los trolls que hoy aquí firma con otro nombre vaticinaba en 2008) sino con la salida de Barone del panel.

- El paso de Sarlo de ayer es síntoma de algo más: el vacío discursivo de la oposición es tal que hasta un programa como 678 tiene que buscar, para mantener el interés, en un personaje como Sarlo. El hambre de los opositores por infligirle algún tipo de daño al kirchnerismo es tal que festejan una réplica de Sarlo a Barone como si se tratara de un gol del mundial. El propio kirchnerismo televisivo les brinda oportunidades de resarcimiento. Se dice que en política hay horror al vacío y que el espacio que un sector deja libre va a ser ocupado por otro. Hoy el kirchnerismo ocupa el espacio vacante que le deja la oposición invitando a Sarlo al canal público. A ver si la cosa se anima un poco, porque con Ricardito, De Narváez, Duhalde Pino, Carrió y Altamira ya no da para más.

- 678 es solo un programa de televisión. Y es sólo un trend topic de twitter, acaso en el mismo espacio en el que se destacan Pamela Anderson o Juanita Viale. Sin embargo, la calidad de la recepción que promueve habla de su extraña eficacia. Como todo formato televisivo tiene sus límites y su ciclo de vida. El interés despertado por el programa de ayer indica que esa eficacia aún opera. Algún día, más tarde o más temprano, el esquema empezará a agotarse. Gwirtz parece un tipo talentoso para idear otros dispoistivos televisivos. Cuando 678 termine algunos trolls dormirán tranquilos, como duerme la Carrió después de que Néstor murió. Pero el kirchnerismo es bastante más que 678. Hoy, el debate que trabajosamente instaló 678 hace dos años sigue por otros medios, por muchos medios, entre los cuales se cuentan también el libro que Sarlo fue a promocionar ayer y las decenas de libros sobre el kirchnerismo publicados en estas semanas.

- Sarlo dice que el 70 % de los argentinos (según unos estudios) no habla de política jamás. Es una mentira tan burda y tan mal articulada con el resto de su discurso que llama la atención en una persona tan reflexiva como ella. Es el momento cualunquista de Beatriz, lectora de Benjamin, Barthes, Bourdieu, Laclau, Gramsci, Baudrillard y Schmitt. Es muy interesante pensar qué necesidad en su posición la lleva a exhibir una fisura tan evidente en su discurso.

Pero creo que puede buscarse por ese lado mezquino de una pequeño-burguesía que detesta al kirchnerismo porque ha repolitizado sus vidas.

Conmigo no

por oac

"Según lo que dicen los estudios, el 70 % de los argentinos no habla de política jamás, jamás": este quizá haya sido el momento culminante del paso de Beatriz Sarlo por 678, aunque probablemente no sea este el más comentado. Quizá tenga más éxito la zancadilla que Sarlo le hace a Barone cuando le recuerda su paso por la revista Extra durante la década del 90. Yo no leía Extra y tampoco me dediqué a seguir la trayectoria periodística de Barone, pero en cualquier caso esta zancadilla le permitió a Sarlo no responder cómo se resuelve el dilema ético de trabajar en medios en los que no puede hablarse de la presunta apropiación de hijos de desaparecidos ni de la alianza política de Clarín y La Nación con la dictadura para quedarse con Papel Prensa en los años 70. Barone podría haber trabajado en Extra, en La Nación, o ser el mismísimo Hitler o Satanás, pero la pregunta que él planteaba y que Sarlo ni siquiera le dejó terminar es digna de pensarse, incluso para aplicarse al propio Barone si fuera necesario: ¿cómo se trabaja como columnista estrella en empresas periodísticas que cimentaron su poder gracias a su alianza con la dictadura genocida? ¿cómo se lo hace sin perder el exquisito gesto bien pensante que Sarlo exhibe continuamente? Barone puede haber sido cómplice de estos escamoteos, Sarlo los practica a diario en radio Mitre y en el diario de los Mitre. Quizá, el día en que esta pregunta se la haga una persona que no tenga el currículum de Barone, Sarlo se atreva a responderla.

Como sea, el programa fue interesante, aunque no se haya dicho nada nuevo. Sarlo pudo plantear algunas duras críticas hacia 678 y hacia sus panelistas. Algunos de sus planteos son justos (el abuso del recurso de descontextualización de los informes, las molestas repeticiones de frases recortadas) y otros tramposos, como la ya citada zancadilla a Barone, o el rapto persecutorio por el cual sospechó que media frase suya sobre Evo Morales sería repetida como argumento en su contra al día siguiente en el mismo programa, haciéndole decir lo que no dijo. El mecanismo que Sarlo le atribuye a 678 es aplicado constantemente por TN. Pero el truco de victimizarse anticipadamente le permite a Sarlo esquivar la cuestión de decir algo sobre la desagradable frase de Carrió: "desde que murió Néstor Kirchner, duermo tranquila". Carrió, a quien Sarlo elogia como una gran analista política y como la candidata a la que probablemente vote, dijo esa frase, pero a Sarlo no le merece ningún comentario, como no sea una objeción al modo de editarla en 678. Sarlo está en su derecho de no opinar sobre esa frase, así como su omisión es también analizable.

Los panelistas de 678 se mostraron algo intimidados por Sarlo, no supieron encarar sus intervenciones con humor o ironía (que ella manejó bien) y perdieron la oportunidad de hacerle algunas preguntas: sería televisivamente más interesante dejarla explayarse sobre sus convicciones políticas que defenderse de ella. Fue Nora Veiras la que un par de veces dejó en evidencia la impostura de la invitada, con el simple recurso de la pregunta escueta. Sarlo afirmó durante el programa que lee tres diarios, Clarín, La Nación y Página 12; pero Veiras advirtió que en una entrevista reciente que le hizo la revista Debate ella se excusó de opinar sobre la línea editorial de Clarín, porque "De Clarín se pueden pensar muchas cosas mal. Pero yo no puedo comparar, porque no soy lectora permanente de Clarín. (...) Clarín no lo estudio como diario". Veiras celebró que Sarlo ahora reconciera que lee Clarín, a pesar de que dos semanas atrás lo había negado. Ese fue el único momento donde Sarlo trastabilló, quizá porque dejó al descubierto su táctica de esquivar los pronunciamientos incómodos mediante maniobras distractivas ("no opino de Clarín porque no lo leo", "Barone, conmigo no, porque vos trabajaste en revista Extra", etc.).

Si bien fue evidente que a los panelistas de 678 algunas de las posiciones de Sarlo los ponían nerviosos, ella fue tratada con sumo respeto y pudo explayarse sobre lo que quiso. Los otros dos invitados, Ricardo Forster y Gabriel Mariotto, cumplieron roles interesantes. Mariotto hizo una sobreactuación de peronismo, lo que le permitió a Sarlo lucirse con acotaciones muy atinadas sobre el rol del alfonsinismo en el retorno de la democracia, la trascendente destitución de los dictadores al cabo del juicio a las juntas militares o la complicidad del candidato peronista Italo Luder con la política de impunidad que los militares impulsaban. Forster discutió algunas de las tesis de Sarlo sobre la no incidencia mediática en la formación del "sentido común" y la ejemplaridad que para ella tienen algunos medios europeos (en especial la BBC) a los que erige como modelos de equilibrio y no manipulación. Forster se atuvo a discutir los ejes que Sarlo proponía, pero no logró que ella respondiera a sus cuestionamientos. Quizá se trate de la dinámica de un debate donde demasiados participantes tienden a dispersar los ejes de discusión. Sarlo aprovechó estos momentos de dispersión, porque le permitieron hablar de lo que quiso y callar sobre lo que le convenía.


El debate fue seguido con sorprendente fervor por una "minoría intensa". A mí me tocó leer el rebote a través de twitter antes de ver el programa (lo vi en la repetición de la madrugada). La presencia de Sarlo en 678 se convirtió en trend topic. se armaron barras que festejaban o abucheaban sus intervenciones o las de Mariotto, Veiras y Barone, como si se tratara de un partido de fútbol. Me llamó la atención la pasión de algunos periodistas, como Esteban Schmidt o Diego Rojas, para festejar la intervención presuntamente demoledora o apabullante de Sarlo. El entusiasmo de algunos anti-K que de pronto se vuelven ultra-Sarlistas muestra que tienen hambre de gol. Es comprensible, hace unos meses se entusiasmaban con una anhelada debacle kirchnerista que aún no llegó, y los referentes de la oposición (Ricardito, Ocaña, De Narváez, Mauricio, Duhalde, Pino, Altamira) resultan más bien deprimentes. Las astucias de Sarlo deben parecerles a estos desencantados un soplo de vida en comparación con tanto living dead. Es probable que Schmidt o Rojas votaran por Sarlo si se postulase, pero como no va a hacerlo se ilusionan con la expectativa de que el kirchnerismo fracase cuanto antes.

Leyendo twitter me hice una idea tremendista del programa hasta que lo vi. Me parece que fue un debate interesante y bastante civilizado, donde lo que cada uno dijo o calló deja bastante tela para cortar. Sarlo no es Bullrich ni Majul, ni siquiera Carrió (a quien ella admira). Su discurso está bastante más articulado que el de la mayoría de los opositores, es una interlocutora con quien dan ganas de hablar y a veces hasta de darle la razón (la necesidad de revisar otros momentos de la historia argentina, como el Mundial 78 o la guerra de Malvinas, en los que no es posible apelar a la idea tranquilizante de un gran enemigo sin admitir la complicidad de importantes sectores del pueblo). También es muy útil analizar las zonas débiles del liberalismo al cual Sarlo adscribe. No otra cosa que liberalismo es negar la incidencia de los grandes medios en la construcción de sentido, refugiándose en una supuesta "lógica periodística", o su desdén hacia las tesis de la manipulación de los medios con el argumento de que estaban de moda en los años 70 pero ya no. Idéntico liberalismo la lleva a interpretar que "Chiche Gelblung es un efecto del mercado", como si el mainstream mediático respondiera a una mano invisible y la sintonía entre el jefe de redacción de revista Gente durante la dictadura y la viuda que hizo negocios con Videla en Papel Prensa no debiera intepretarse políticamente.

Es un ejemplo del más rancio liberalismo de Sarlo la frase que cito al comienzo: "Según lo que dicen los estudios el 70 % de los argentinos no habla de política jamás, jamás". La apelación a esta vaga estadística como evidencia objetiva es notable en alguien que reclama precisiones de sus interlocutores. Sarlo gusta sentirse parte de una minoría intensa que se interesa por la política mientras el grueso de la sociedad mira, según ella, para otro lado. Quizá esta chapucería intelectual en que incurre opaque la justicia con que señala la complicidad política de sectores masivos con la dictadura. La exaltación nacionalista de los mundiales es política, tan política como la astucia de Sarlo para evitar referirse, cuando habla en los medios del grupo Clarín y La Nación, a la apropiación de menores o a Papel Prensa.

Diversas repercusiones sobre el programa: Página 12, La Nación, Artepolítica, La lectora provisoria.

"Según lo que dicen los estudios, el 70 % de los argentinos no habla de política jamás, jamás". Beatriz Sarlo, argentina, contemporánea


Sigue acá.

martes, 24 de mayo de 2011

Tierras altas

El tipo que hizo esta canción* acaba de dar 70 vueltas enteras alrededor del sol. Happy birthday, Bob!



Mi corazón está en las tierras altas
dulces y bellas,
la madreselva florece en el aire silvestre,
las campanillas azules resplandecen
donde fluyen las aguas del Aberdeen.
Sí, mi corazón está en las tierras altas,
voy a ir ahí
en cuanto me sienta bien.

Las ventanas se movieron toda la noche
en mis sueños,
todo era exactamente como parece ser.
Me desperté a la mañana
y vi el viejo panorama de siempre,
la misma vieja vida de ansiedad
en la misma vieja jaula.

No quiero nada de nadie,
no es mucho pedir,
no sabría distinguir una rubia natural
de una teñida.
Me siento como un prisionero
en un mundo lleno de misterio,
quisiera que alguien viniera
y diera marcha atrás al reloj para mí.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
donde quiera que vaya,
ahí es donde estaré cuando sea llamado a casa.
El viento les susurra en rimas
a los castaños de indias.
Mi corazón está en las tierras altas,
sólo puedo llegar ahí paso a paso.

Estoy escuchando a Neil Young
y tengo que subir el volumen,
siempre alguien me grita: “bájalo”.
Me siento como si fuera a la deriva
de una escena a otra,
me pregunto qué diablos
podría significar todo esto.

La insanía se estrella contra mi alma,
podrías decir de mí cualquier cosa
excepto que la cosa camina.
Si tuviera conciencia,
tal vez perdería los estribos.
De cualquier manera, ¿qué haría con ella?
quizás llevarla a la casa de empeños.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
al amanecer,
junto al hermoso Lago del Cisne Negro
hay grandes nubes blancas
balanceándose como carros.
Sí, mi corazón está en las tierras altas,
el único lugar al que puedo ir.

Estoy en un restaurante de Boston,
no tengo ni idea de lo que quiero,
o tal vez sí, pero no estoy seguro del todo.
Se acerca la camarera,
no hay nadie excepto ella y yo.

Debe de ser día de fiesta, no hay nadie por ahí,
ella me mira de cerca mientras me siento,
tiene una linda cara
y piernas blancas brillantes y largas.
Le digo: “dime lo que quiero”,
y me contesta:
“probablemente unos huevos duros”.

Le digo: “eso, tráeme unos huevos”,
me dice: “no nos quedan,
elegiste un mal momento para venir”
Y luego dice:
“Sé que eres un artista, hazme un retrato”,
le digo: “lo haría si pudiera,
pero no hago bocetos de memoria”.

Ella dice: “estoy aquí, delante de ti,
¿o no me has visto?”,
le digo: “sí, lo sé,
pero no tengo mi block de dibujo”,
me da una servilleta y dice:
“puedes hacerlo aquí”,
Digo: “sí, podría,
pero no sé donde está mi lápiz”.

Ella saca uno de detrás de la oreja
Y dice: “bueno, vamos, dibújame,
estoy aquí”,
hago algunas líneas
y se lo muestro para que lo vea.
Ella agarra la servilleta, la tira
Y dice: “no se parece en nada a mí”.

Digo: “Oh, amable señorita,
ciertamente sí que se parece”
Dice: “debes estar bromeando”,
digo: “ojalá fuera así”,
dice: “¿no lees a ninguna escritora, verdad?”
o al menos eso es lo que me parece que dice.
Digo: “¿cómo podrías saberlo?
¿y, en cualquier caso, qué más da?”

“Bueno, sencillamente,
no parece que lo hagas”,
le digo: “te equivocas”,
dice: “¿cuáles leíste entonces?”,
digo: “Erica Jong”,
ella se va un momento
y me levanto de la silla.
Salgo afuera, de vuelta en la calle bulliciosa,
pero nadie va a ninguna parte.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
con los caballos y los sabuesos,
arriba en la frontera, lejos de las ciudades,
con el zumbido de la flecha
y el chasquido del arco.
Mi corazón está en las tierras altas,
no veo otro lugar al que ir.

Todos los días es lo mismo ahí afuera,
me siento más perdido que nunca.
Algunas cosas en la vida llegan demasiado tarde
para aprenderlas.
Estoy perdido en algún lugar,
he debido de equivocarme en los cruces.

Veo gente en el parque
olvidándose de sus problemas y pesares,
beben, bailan,
visten ropas de vivos colores
todos esos chicos y chicas
con tan buen aspecto
cambiaría mi lugar por el de cualquiera de ellos
en un minuto, si pudiera.

Cruzo la calle para huir
de un perro sarnoso.
Hablando solo me digo
que tal vez lo que necesito
es un abrigo largo de cuero.
Alguien viene a preguntarme
si me registré para votar.

El sol empieza a brillar sobre mí
pero ya no es el sol que era.
La fiesta se terminó,
cada vez hay menos que decir.
Tengo ojos nuevos,
todo parece tan lejano.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
al amanecer,
más allá de las colinas y en la lejanía.
hay una forma de llegar allí
y ya se me ocurrirá.
Bueno, en mi mente ya estoy allí,
y eso me alcanza por ahora.

* (la más larga que él hizo: 16 minutos, 31 segundos).

lunes, 23 de mayo de 2011

Cansado de gritar por Cris

por Pablo Ramos


(Nota del editor de La otra: Pablo Ramos, el autor del texto que se reproduce a continuación, es uno de los novelistas más elogiados de la literatura argentina actual. Y tiene un blog, La arquitectura de la mentira. La semana pasada subió este post de sorprendente fervor político en favor de Cristina. Seguramente puede comprenderse esta manifestación político pasional en el proceso de re-politización que atraviesa todos los ámbitos de la sociedad argentina. Cuando en 2008 hablábamos aquí de esta politización, recibíamos las burlas de muchos. Nada: eso).


Acá manda Cristina Fernández de Kirchner
y si no te gusta navegá hasta punta, ¿viste?.

Pido a los trabajadores argentinos: 
VAMOS A BANCARLA DE VERDAD
VAMOS, ¿VIERON CÓMO LO PIDIÓ?
VAMOS, ¿VIERON LA INMENSA HUMANIDAD DE SU PRESIDENTE?
VAMOS QUE SI SE NOS CAE ESTA MUJER NOS QUEDAMOS HUÉRFANOS
VAMOS LOCO VAMOS


"Ni extorsión, ni explotación"
 Ni olvido ni perdón, también, porque "este no es un gobierno neutral" "Este es un gobierno de los trabajadores pero debemos llegar a los otros sectores, también"

Querida Cristina, querida Presidente:
Yo sólo quiero agradecerte las palabras de estos días, el amoroso llamado a la reflexión, el comprometido y serio pedido de contexto adecuado para que seas una vez más candidata, para que seas una vez más quién siga liderando nuestra lucha por el país que los argentinos de buena voluntad queremos para nuestros hijos.
Escuché a tantos.
Soporté a tantos... (a algunos hasta los voté)
que ahora escucharte, gozarte, tenerte, llenarme los ojos de lágrimas frente a una radio o al televisor, hinchar el pecho y tener ganas de tocarle el timbre a mis vecinos para preguntarles ¿la viste? ¿la escuchaste? No es uruguaya, ni brasilera, ni boliviana, ni cubana, ni venezolana. es de acá, y creo que es la mejor de todos, de todos los presidentes del mundo. Y es de acá, la votamos nosotros, y si le presentamos las garantías y el contexto adecuado, la vamos a volver a votar porque se presenta otra vez.
Hay que apoyarla de verdad, muchachos, de verdad, compañeros. No sólo con palabras. Desenmascarando a los sindicalistas offshore. Los de De Narvaez, los que fueron creados con fines distintos, contrarios a la gloriosa historia de la lucha sindical argentina.
Más que nunca no le crean a los diarios ni a los noticieros.
¡Miren 678 y a la mierda!
¡o TVR!
o no miren nada
mírenla a ella, loco. MI-REN-LA
Si no ven lo que veo yo (lo que vemos la mayoría) son unos pelotudos, o son unos cagadores. Pero es peor ser pelotudo. OJO AL PIOJO. A LOS PIOJOS. A LOS PIOJOSOS.
Los que aún huelen a bosta siguen agazapados, acechando desde sus cuevas inmundas. Aunque ahora las tengan en Borges al 1500

"Cuando un sindicato se preocupa sólo de sus afiliados sin importarle el daño que le pueda hacer al resto de la sociedad, no es un sindicato, es una corporación"
¡Mamma mía!, cuánto hace que lo siento y lo pienso, y vos usaste las palabras exactas, humildes pero firmes. A nadie ofende tu verdad Cristina. Sólo a los cizañeros.
No falta nada en la argentina hoy, sólo le falta vergüenza a unos pocos, a esos pocos pero peligrosos trolls. 
GORILAS DE MIERDA

Yo no soy un escritor neutral. Yo te banco a muerte Cris. Además cada día, disculpame el atrevimiento, estás más buena, mi amor.

domingo, 22 de mayo de 2011

Cristina, Filmus, Tomada, Boudou


por oac

- Cristina eligió a los mejores candidatos posibles para el gobierno de la Capital Federal. Los mejores candidatos no quiere decir los más genios ni los más leales, ni los más impecables ni los más lindos ni los más inteligentes: quiere decir que la fórmula Filmus - Tomada es, entre los nombres que se barajaron, la que mejor expresa al espacio político del kirchnerismo porteño. En la noche de ayer la noticia era recibida con júbilo en esta ciudad.

- Los que le bajaban el pulgar a Filmus porque en 2009 no había aceptado presentarse como candidato testimonial, los que decían que había "traicionado" por haberle dicho que no en ese momento a Néstor, muestran ser exégetas bastante toscos del valor peronista de la lealtad. Ni Néstor ni Cristina consideraron traidores a Filmus o a Sabbatella por no haberse alineado automáticamente con sus propuestas electorales de 2009. En cambio, el kirchnerismo sí considera traidores a Alberto Fernández y a Sergio Massa. Y lo bien que hacen. Cuestionar no es traicionar; pero sí traiciona el que finje acompañar y en realidad trabaja para el adversario. Por eso Filmus y Sabbatella forman parte del esquema kirchnerista 2011.

- Cristina puso ayer a la tarde toda la carne en el asador: dijo que como militante va a trabajar para que la fórmula Filmus - Tomada llegue al gobierno de la Capital Federal. Dijo que estaba ahí como militante. También dijo que ama a la ciudad de Buenos Aires (lección para sectarios anti-porteños que se encocoritan desde el mítico conurbano o el litoral gringo, dando lecciones de argentinidad al palo). Y dijo que la ama porque es la Capital de todos los argentinos, y que por eso mismo desea que sea gobernada por los nuestros. Dijo que hasta ahora nunca la ciudad fue gobernada por los nuestros: fíjense bien los peronistas de paladar negro, porque Cristina no dijo que esta ciudad nunca fue gobernada por peronistas (no podría haberlo dicho, porque eso no sería verdad). Ella dijo que nunca fue gobernada por los nuestros: ergo, los nuestros no serían por ejemplo el peronista Telerman o el peronista Grosso, pero sí el ex-PC Filmus. 

- Cristina puso toda la carne en el asador porque sabe que el capital simbólico que implicaría un triunfo kirchnerista en esta ciudad es considerable. Buenos Aires es la ciudad que se jacta de tener el electorado más exigente y sofisticado del país y, sin embargo, está siendo gobernanda por Mauricio Macri. Cristina nos da a los porteños una oportunidad para rescatarnos de esta vergüenza.

- Cristina puso la carne en el asador porque sabe que ella tiene los votos en  la ciudad: le pone el cuerpo a esta posibilidad, con un compromiso mucho mayor que el que hasta ahora exhibió en otros distritos. Cristina está diciendo: "vótenme, porteños". Un buen desempeño electoral en Buenos Aires sería un impulso decisivo y quizá irreversible para luego triunfar en todo el país.

- Filmus tiene una oportunidad histórica. Si gana esta elección (y no es improbable que la gane), su figura se proyecta decisivamente hacia 2015 y más allá. Tendrá la gloria de haber ganado en un distrito históricamente adverso. Creo que hoy  Filmus puede considerarse afortunado al haber recibido el espaldarazo de Cristina y debería poner sus mejores empeños para aprovechar esta oportunidad que, probablemente, no se repetirá otra vez en su carrera política.

- Tomada es la pata peronista de esta fórmula. Tuvo un buen desempeño como ministro de trabajo en estos años. Cuando su nombre fue lanzado a la precandidatura probablemente ya estaba decidido que ocuparía un segundo lugar en la fórmula. Tiene un talón de Aquiles que ya le están señalando: tuvo una conversación risueña con José Pedraza tras el asesinato de Mariano Ferreyra. Tomada es la pata peronista de esta fórmula.

- Boudou, según algunos analistas, perdió la interna. No adhiero a esta interpretación. Hace semanas se me ocurrió que la idea de Cristina es: Filmus en la ciudad, Boudou en la vicepresidencia. Si ayer se lanzaba el nombre de Boudou como candidato a jefe de gobierno, obviamente se caía la posibilidad de que fuera a secundar a Cristina en octubre. La resolución de ayer, en la que Boudou parece haber sido el gran excluido, podría leerse también así: Boudou vicepresidente. Por supuesto, no puedo asegurarlo, pero me parece que esto es lo que la decisión de ayer significa. No creo que el alto perfil que mostró Boudou en los últimos meses fuera una iniciativa estrictamente suya, así como tampoco creo que los amplios apoyos que consiguió su precandidatura, desde la CGT hasta Hebe de Bonafini, fueran para impedir que Filmus sea el candidato kirchnerista en la ciudad. Me parece que Boudou tiene mayor proyección nacional que porteña; creo además que tiene mayor proyección nacional que Filmus. Y también pienso que Cristina confía en Boudou mucho más que en Filmus o que en la mayoría de los dirigentes y funcionarios kirchneristas y/o peronistas. Boudou es uno de los pocos preferidos de Cristina. Y me parece que por eso es un muy probable vicepresidente. El margen de error de este pálpito consiste en el criterio que use la presidenta para elegir un nuevo vice. Algunos creen que no tiene que ser un kirchnerista puro o un porteño, porque el vice debería venir de otro palo, para darle a Cristina más votos que los que ella misma puede conseguir. Considero que en este momento Cristina no necesita un candidato a vice que le sume votos (ese mito ha caído después del histórico error de haber puesto a Cobos en ese lugar); Cristina tiene los votos. Lo que Cristina necesita es un vice en el que pueda confiar ciegamente. Y parece que Cristina hoy confía en Boudou.

- ¿Es posible pensar en otros vices? Sí: Uribarri, Capitanich, Recalde, Abal Medina y hasta Reutemann son nombres que se han barajado. Para mí, el único con chances reales de esta lista es Uribarri. Hay un factor importante en las decisiones kirchneristas: la sorpresa. Por ejemplo, la fórmula Filmus - Tomada no era precisamente la que todo el mundo esperaba ayer. ¿Sería sorprendente que Boudou fuera el candidato a vice? Creo que a esta altura no. Pero tampoco me parece imprescindible que la decisión de Cristina tenga que sorprendernos.

sábado, 21 de mayo de 2011

Néstor Kirchner, Martín Caparrós, Horacio González

Los libros del kirchnerismo


Este domingo a la medianoche en La otra.-radio: Sarlo, Feinmann, Galasso, Aníbal Fernández, Caparrós, Tomás Abraham, Viñas, Casullo, Forster, Aníbal Fernández y otros. Escuchar on line.




(Lo que sigue es un fragmento del libro de Horacio González Kichnerismo: una controversia cultural)

En su libro El interior Caparrós transcribe un diálogo de gran interés, que involucra a Néstor Kirchner y al libro La voluntad. Lo tomamos de un artículo del libro El río sin orillas, en el que se pasa revista a un tema, que es el mismo que tratamos aquí: la relación de escritores, intelectuales, universitarios, etc., con el gobierno kirchnerista. Escribe Caparrós, ensayando una apertura del tema con sus acostumbradas volutas irónicas:

Es tan oportuno que las cataratas estén aquí, en la punta del mapa de la patria. Sin eso muchos argentinos -y por supuesto extranjeros-, jamás llegarían hasta los extremos, pienso, y en seguida, me pregunto qué tipo de ideología me hace pensar que es bueno que la gente llegue a estos extremos. Debería debatirlo pero no ahora: no en la selva. en la selva, por alguna razón, las razones se ablandan. Y me doy cuenta que lo mismo -su carácter extremo e incluyente- les sucede a los otros dos puntos que el turismo extranjero valoriza: la Puna con la Quebrada de Humahuaca y el eje Calafate-Usuhaia. Los tres parecen puestos con predeterminación y alevosía para armar, con tres vértices, el triángulo patrio: para obligar a propios y extraños a ir hasta los extremos de la patria. quizás dios, finalmente, sea argentino.
Mi Guayaquil sucedió aquí. A fines de los 90 vine con mi hijo a pasar cuatro días en este hotel, su vista es extraordinaria. Juan tenía siete años y nos lo pasábamos horas en la sala de juegos -pool, ping pong, un par de flippers y máquinas de correr y hacer gimnasia-. Una de esas siestas jugábamos al pool en la sala vacía: al cabo de un rato llegó un señor de mediana edad, rubión, pelo llovido, equipo de jogging -y se puso a correr en una máquina-. Cuando terminó se acercó y me distrajo con una tacada decisiva:
- Quería decirte que leí los tres tomos de La voluntad, me interesaron mucho.
Bueno, gracias.
Le dije, y volvía a mirar a la bola 11.
- No, de verdad, me pareció un gran aporte.
- Gracias, de verdad.
Le dije yo, y él se dio cuenta de que yo no entendía.
- Vos no sabés quién soy yo.
- No, disculpame.
- Yo soy Néstor Kirchner, gobernador de Santa Cruz.
Para mí, entonces, un gobernador del partido menemista era mucho peor que un desconocido, así que persistí en el taco y la bola.
-Ah, qué bueno, gracias.
Después, en la pileta,cada vez que nos cruzábamos, el señor gobernador y su señora miraban para algún otro lado. Esa tarde perdí mi gran oportunidad de postular para la Dirección Nacional de Asuntos Biblioratos, digamos, la Subsecretaría de Vacas Tuertas y ahora, de vuelta al lugar, me río de nuevo".

Ahora que para Caparrós debo ser el Director de Cartapacios Nacionales y Populares, Inspector de Anaqueles Vacíos y Batracios Olvidados en las estanterías, y un Poquitín Censor, aprovecho para confesar que nunca supe gozar del arte sublime de despreciar a quien decide acercarse a uno con un elogio o cualquier otra forma de interés. Hay que estar poseído por furias solo equiparables a las de las Eríneas, para sentirse un justiciero entre aparatos de gimnasia y mesas de ping pong. La mordacidad profesional es un dudoso artificio del conocimiento, aunque asegura casi siempre una gran infelicidad personal. ¿Cómo sabía Caparrós que el que le hablaba era un lector inadecuado, un impostor, no como los lectores que se le acercaban en las ferias del libro a pedirle autógrafos, que aún así, podría haber dado a desgano, con incofesada reprobación hacia esas almas lisonjeras? ¿No era una oportunidad de saber algo más sobre sus lectores en vez de desatar el oscuro goce del iconoclasta banal? Ya sabemos que no se inclina ante sacerdotes, prebostes ni gurúes. Ese desplante, ¿no era una manifestación de su propio desasosiego, inconstancia, insatisfacción? Es cierto, Borges practicaba a menudo estos gestos, no exentos de violencia, y no subordinaba normas superficiales de convivencia a sus trazos enérgicos de reprobación política, tal como los que evidentemente cultivaba. Cuando su primo Ernesto Palacio le quiere presentar a Perón, se niega. "No podía darle la mano". La excusa era banal, pero encerraba lo fundamental.

¿En qué Guayaquil piensa Caparrós? ¿Otra vez Borges? En aquel Guayaquil, el de Borges, un gran relato, se comprueba la derrota del que probablemente tiene razón (el profesor criollo), en manos de un intruso, un extranjero, probablemente un impostor. No se entiende por qué Caparrós debería considerarse el derrotado en la escena que narra. Es el que imaginó el duelo de taitas que el gobernador Kirchner no tuvo tiempo de apreciar, aunque es lógico que pudo sentirse ofendido por un gesto de desprecio, perceptible aunque mínimo.  De todas maneras, no le dijo en la cara que era un "gobernador del partido menemista. ¿Ante quién rechazó el puestito de Director Nacional de Asuntos Biblioratos? Ante la República de los letrados cocoritos, rezongando en la lejanía, mucho tiempo después.

(La otra.-radio, domingo a la medianoche, FM La Tribu, 88.7, www.fmlatribu.com)

¿Boudou vice de Cristina?

Filmus - Tomada en la ciudad de Buenos Aires

viernes, 20 de mayo de 2011

Chico conoce a chica

Ciclo "Los amores imaginarios (y el amor-amor)". Película nº 2


El elemento irracional y emocional es fundamental en las películas de Leos Carax (nacido como Alexandre Oscar Dupont). Uno no puede sino fracasar en cualquier intento de hacer encajar algunas de las escenas y situaciones propuestas por estas películas en un esquema racional, más allá de una interpretación puramente subjetiva. Escenas como la de Alex (Denis Lavant) tomándose como rehén a sí mismo en Mala sangre, o el robo de los discos en Chico conoce a chica, por ejemplo, no requieren una explicación. Se explican a sí mismos: Alex intenta robar algunos dicos, pero comete un error que lo delata, por lo que se precipita hacia la calle. Sale de la tienda de discos y va hacia la derecha. De repente se detiene, acción  que Carax resalta con un corte de montaje, y, sin razón aparente, comienza a ir en la dirección opuesta, pasando otra vez por la tienda de discos, mientras los empleados, en lugar de perseguirlo, se quedan quietos como si fueran estatuas griegas, mirando en dirección hacia donde Alex había ido inicialmente. (…)

En el cine de Carax, el material narrativo está vinculado instintivamente más que sintácticamente.


Carax propone un cine disperso, en lugar de uno dirigido estrictamente -dirigir es inevitable, la cuestión es no hacerlo en línea recta. Especialmente en Chico conoce a chica y Mala sangre, Carax abre mundos posibles para ser habitados por un tiempo limitado, sin necesidad de una plena comprensión de lo que sucede, como pasa en la vida misma. No se trata de evitar toda interpretación, no se trata de descubrir la clave, de alcanzar la verdad de la obra. La interpretación es un juego, no una herramienta para desentrañar. No se trata de domesticar la película, que tiene que ser libre e independiente. (…)

Sus personajes se comportan como si vivieran en una frontera, constantemente tratando de pasar al otro lado, para escapar de la quietud, arrancarse la piel y tomar un poco de aire -así es como debe entenderse la aficiónde Mireille (Mireille Perier) en Chico conoce a chica: en contraste con los largos monólogos estáticos, fragmentos de desborde verbal que responden a una necesidad lírica, no prosaica, palabras pronunciadas en voz baja a veces, otras como un torrente, dirigidas hacia a un rincón escondido de nuestra memoria, disparadas una tras otra.


Las primeras dos películas de Carax son poesía: los disparos responden a impulsos emocionales y no a una necesidad narrativa, hay grietas en la imagen que el espectador tiene que llenar; imágenes que participan por igual de la luz y la oscuridad, tan tiernas como son siniestras.

En cuanto al actor que protagoniza sus películas, la pareja entre Leos Carax y Denis Lavant es un milagro como la de John Ford con John Wayne, la de François Truffaut con Jean-Pierre Léaud, o la de Tsai Ming-liang con Lee Kang-sheng. Uno de esos prodigiosos eventos que sostienen la mitología del cine. Es difícil concebir los primeros films de Carax sin Lavant. (Extractado de Senses of Cinema, GREAT DIRECTORS, nº 41, Leos Carax, por Christian Checa Bañuz

jueves, 19 de mayo de 2011

No soy un hombre, soy la dinamita


por oac

Nietzsche es el auténtico filósofo pop. Manejó como nadie la capacidad para acuñar frases cortas, concisas, afiladas, memorables, destinadas a propagarse más allá de los círculos filosóficos. ¿Cuántos jóvenes de ánimo tormentoso, inconformistas,  no habrán leído alguno de sus libros y los de ningún otro filósofo? ¿Qué otro brindaría tantas posibilidades de twitteo? Hasta su heroica imagen de perfil con la mirada tensa dirigida al fuera de campo y los bigotazos tapándole la boca nació con destino de ícono.

Yo conozco mi destino. Un día mi nombre irá unido a algo formidable: el recuerdo de una crisis como jamás la hubo en la tierra...

Yo no soy un hombre, soy la dinamita.

Y a pesar de esto, estoy muy lejos de ser un fundador de religiones. Las religiones son cosa del populacho. Tengo necesidad de lavarme las manos después de haber tocado a hombres religiosos... Yo no quiero creyentes; soy demasiado maligno para creer en mí mismo...

Quizá sea un bufón... Y a pesar de esto –o mejor, no a pesar de esto, pues hasta ahora no hay nada más mentiroso que un santo–, a pesar de esto, la verdad habla por mi boca. Pero mi verdad es t e r r i b l e, pues, hasta el presente, lo que ha sido llamado verdad es la mentira.

Mi destino quiso que yo fuera el primer hombre honrado; quiso que yo me pusiera en contradicción con miles de años. Yo fui el primero en descubrir la verdad, por el hecho de que yo fui el primero en sentir -en oler- la mentira como mentira... Mi genio se encuentra en mis narices.

Yo contradigo como jamás se ha contradicho, y, sin embargo, soy lo contrario de un espíritu negador. Soy un alegre mensajero como no lo hubo nunca. Conozco tareas que son de tal altura que no ha existido siquiera su noción hasta el presente. 

Sólo a partir de mí existen de nuevo esperanzas.

Con todo esto, yo soy también, necesariamente, el hombre de la fatalidad. Pues cuando la verdad entre en lucha con la mentira milenaria tendremos conmociones como jamás las hubo, una convulsión de temblores de tierra, un desplazamiento de montañas y de valles como nunca se hayan soñado.

La idea política quedará entonces completamente absorbida por la lucha de los espíritus.

Todas las combinaciones de poderes de la vieja sociedad habrán saltado por los aires, porque todas estaban basadas en la mentira.

Habrá guerras como jamás las hubo en la tierra. 

Solamente a partir de mí existe en el mundo la gran política.

¿Quién con anhelo de agite no se sentirá convocado por estas palabras? ¿A quién no le gustaría que lo llamen a la puerta para iniciar un viaje así? ¿Quién no quisiera asistir al espectáculo de ver a los poderes de la vieja sociedad saltando por los aires?

Así es como Nietzsche se presenta a sí mismo en Ecce Homo. Por eso nos volvemos amigos de él cuando lo leemos en la más tierna juventud y ya nunca lo abandonaremos. Iremos siempre a buscar sus libros cuando nos sintamos con ánimo de dar batalla, por el asco que da tu sociedad.

Un filósofo aguerrido que se presenta como alegre mensajero, que quiere derribar ídolos. Que invita a leer sus libros a aquellos que estén hechos para sostenerse en lo alto, porque en esos libros se respira un aire de altura, un aire fuerte.

Se entiende entonces por qué el aire de esos libros atraviesa fresco el siglo que se inicia al morir su autor. Y aún hoy, 111 años después de haberse ido, su voz nos resuena tan viva.

Es curioso que un filósofo tan circunspecto como Martin Heidegger, de una escritura tan alejada del aliento épico de los libros nietzscheanos, autor de frases tan difíciles de retener, le haya consagrado a Nietzsche años de reflexión, más años que los que le dedicó a cualquier otro filósofo previo. Y es comprensible, tratándose de personajes de estilos tan contrapuestos, que Heidegger diga que la posición de pensamiento nietzscheana es ineludible para los hombres de esta época a pesar de sus estilo estridente y no a causa de él:

"Es un procedimiento demasiado fácil, y por eso empleado con frecuencia, tomar esta autopublicidad de su propio carácter -dice Heidegger en 1939 refiriéndose a Nietzsche-y su propia voluntad como el anuncio de la  incipiente locura. Pero en Ecce Homo no se trata ni de la biografía de Nietzsche ni de la persona del "señor Nietzsche" sino en realidad de un "destino"; pero tampoco de la destinación de un individuo, sino de la historia de la época moderna como época final de occidente. Aunque, evidentemente,  del destino de este portador del destino occidental  también forma parte que (por lo menos hasta ahora) todo lo que quería lograr con sus escritos se convirtiera en su opuesto. En contra de su voluntad más íntima, Nietzsche se transformó en incitador y promotor de una amplificada autodisección y puesta en escena anímica, corporal y espiritual del hombre que tiene como consecuencia final y mediata la publicidad sin límites de toda actividad humana en "imagen y sonido", gracias a los montajes fotográficos y los reportajes: fenómeno de carácter planetario que muestra exactamente los mismos rasgos en América y Rusia, en Japón e Italia, en Inglaterra y Alemania y que es extrañamente independiente de la voluntad de los individuos y del modo de ser de los pueblos, los estados y las culturas".

Notable: Heidegger habla del mundo de 1939 como si vislumbrara nuestro mundo presente. Es que hoy, recién hoy, vivimos en una planetaria puesta en escena anímica corporal y espiritual, en medio de la publicidad sin límites de toda actividad humana en imagen y sonido. Es como si Heidegger hubiera conocido internet. Como si pensara que Nietzsche es la imagen y el sonido de esta época, en contra de su voluntad más íntima. Heidegger quizá haya hecho más que nadie para sustraer a Nietzsche de este flujo de imágenes y sonidos, de los montajes fotográficos y los reportajes difundidos a escala planetaria en los que Nietzsche tan bien se propaga todavía, para devolverlo al ámbito de los pensadores más silenciosos.

Notable: Heidegger realiza su Operación Nietzsche quizá no para rescatar a Nietzsche sino para rescatarse a sí mismo. Estas palabras sobre el fenómeno planetario que muestra exactamente los mismos rasgos en América, Rusia (Heidegger en 1939 ya dice Rusia), Inglaterra y Alemania le valen como ajuste de cuentas con el régimen nacional-socialista, contra el intento del nazismo de adoptar una "doctrina nietzscheana" acerca del Super-Hombre y de la Voluntad de Poder como blasón del régimen al que el propio Heidegger había apoyado en 1933. Nudo de controversias, entonces: dos pensadores extemporáneos, dos hombres descolocados en sus respectivas épocas, cuya discrepancia aún resuena no solo cuando ambos están hace rato muertos, sino además cuando el régimen político que quiso apropiarse de uno y sedujo al otro resta sólo como un mal recuerdo. Y sin embargo el mundo que ambos entrevieron como si ellos vieran con nuestros ojos es este desierto que crece ante nuestros ojos.