martes, 24 de mayo de 2011

Tierras altas

El tipo que hizo esta canción* acaba de dar 70 vueltas enteras alrededor del sol. Happy birthday, Bob!



Mi corazón está en las tierras altas
dulces y bellas,
la madreselva florece en el aire silvestre,
las campanillas azules resplandecen
donde fluyen las aguas del Aberdeen.
Sí, mi corazón está en las tierras altas,
voy a ir ahí
en cuanto me sienta bien.

Las ventanas se movieron toda la noche
en mis sueños,
todo era exactamente como parece ser.
Me desperté a la mañana
y vi el viejo panorama de siempre,
la misma vieja vida de ansiedad
en la misma vieja jaula.

No quiero nada de nadie,
no es mucho pedir,
no sabría distinguir una rubia natural
de una teñida.
Me siento como un prisionero
en un mundo lleno de misterio,
quisiera que alguien viniera
y diera marcha atrás al reloj para mí.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
donde quiera que vaya,
ahí es donde estaré cuando sea llamado a casa.
El viento les susurra en rimas
a los castaños de indias.
Mi corazón está en las tierras altas,
sólo puedo llegar ahí paso a paso.

Estoy escuchando a Neil Young
y tengo que subir el volumen,
siempre alguien me grita: “bájalo”.
Me siento como si fuera a la deriva
de una escena a otra,
me pregunto qué diablos
podría significar todo esto.

La insanía se estrella contra mi alma,
podrías decir de mí cualquier cosa
excepto que la cosa camina.
Si tuviera conciencia,
tal vez perdería los estribos.
De cualquier manera, ¿qué haría con ella?
quizás llevarla a la casa de empeños.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
al amanecer,
junto al hermoso Lago del Cisne Negro
hay grandes nubes blancas
balanceándose como carros.
Sí, mi corazón está en las tierras altas,
el único lugar al que puedo ir.

Estoy en un restaurante de Boston,
no tengo ni idea de lo que quiero,
o tal vez sí, pero no estoy seguro del todo.
Se acerca la camarera,
no hay nadie excepto ella y yo.

Debe de ser día de fiesta, no hay nadie por ahí,
ella me mira de cerca mientras me siento,
tiene una linda cara
y piernas blancas brillantes y largas.
Le digo: “dime lo que quiero”,
y me contesta:
“probablemente unos huevos duros”.

Le digo: “eso, tráeme unos huevos”,
me dice: “no nos quedan,
elegiste un mal momento para venir”
Y luego dice:
“Sé que eres un artista, hazme un retrato”,
le digo: “lo haría si pudiera,
pero no hago bocetos de memoria”.

Ella dice: “estoy aquí, delante de ti,
¿o no me has visto?”,
le digo: “sí, lo sé,
pero no tengo mi block de dibujo”,
me da una servilleta y dice:
“puedes hacerlo aquí”,
Digo: “sí, podría,
pero no sé donde está mi lápiz”.

Ella saca uno de detrás de la oreja
Y dice: “bueno, vamos, dibújame,
estoy aquí”,
hago algunas líneas
y se lo muestro para que lo vea.
Ella agarra la servilleta, la tira
Y dice: “no se parece en nada a mí”.

Digo: “Oh, amable señorita,
ciertamente sí que se parece”
Dice: “debes estar bromeando”,
digo: “ojalá fuera así”,
dice: “¿no lees a ninguna escritora, verdad?”
o al menos eso es lo que me parece que dice.
Digo: “¿cómo podrías saberlo?
¿y, en cualquier caso, qué más da?”

“Bueno, sencillamente,
no parece que lo hagas”,
le digo: “te equivocas”,
dice: “¿cuáles leíste entonces?”,
digo: “Erica Jong”,
ella se va un momento
y me levanto de la silla.
Salgo afuera, de vuelta en la calle bulliciosa,
pero nadie va a ninguna parte.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
con los caballos y los sabuesos,
arriba en la frontera, lejos de las ciudades,
con el zumbido de la flecha
y el chasquido del arco.
Mi corazón está en las tierras altas,
no veo otro lugar al que ir.

Todos los días es lo mismo ahí afuera,
me siento más perdido que nunca.
Algunas cosas en la vida llegan demasiado tarde
para aprenderlas.
Estoy perdido en algún lugar,
he debido de equivocarme en los cruces.

Veo gente en el parque
olvidándose de sus problemas y pesares,
beben, bailan,
visten ropas de vivos colores
todos esos chicos y chicas
con tan buen aspecto
cambiaría mi lugar por el de cualquiera de ellos
en un minuto, si pudiera.

Cruzo la calle para huir
de un perro sarnoso.
Hablando solo me digo
que tal vez lo que necesito
es un abrigo largo de cuero.
Alguien viene a preguntarme
si me registré para votar.

El sol empieza a brillar sobre mí
pero ya no es el sol que era.
La fiesta se terminó,
cada vez hay menos que decir.
Tengo ojos nuevos,
todo parece tan lejano.

Sí, mi corazón está en las tierras altas,
al amanecer,
más allá de las colinas y en la lejanía.
hay una forma de llegar allí
y ya se me ocurrirá.
Bueno, en mi mente ya estoy allí,
y eso me alcanza por ahora.

* (la más larga que él hizo: 16 minutos, 31 segundos).

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