sábado, 14 de mayo de 2011

Moon Madness (Andrew Wyeth, 1982)

Visuales XXVI‏



por Liliana Piñeiro

A veces la luna es una madre abandonada, y su ojo blanco crece sin parar invadiendo el cielo.
Celosa, con astucia de cazadora, persigue a los amantes que se esconden tras las ventanas, a los ojos de los gatos en los rincones, a las luciérnagas.

A todas las cosas, en fin, que embellecen la oscuridad.

2 comentarios:

guillermo dijo...

Es cierto Liliana, a veces la luna es como las luces de los interrogatorios de las pelìculas.

Martha dijo...

En la ciudad no hay un resquicio para comtemplar la luna.
Tampoco nos damos tiempo.