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domingo, 21 de septiembre de 2014

Las dificultades de la economía argentina y las decisiones políticas pendientes

Mariano Kestelboim en La otra.-radio: medianoche en FM La Tribu



Hace poco más de un mes vino por primera vez a La otra.-radio el economista Mariano Kestelboim, quien nos dejó pensando al describir la condición de la economía argentina mediante lo que podríamos llamar "la paradoja del crecimiento deficitario". Nos dijo, entre otras cosas:

"Durante esta última década, la economía argentina logró, mediante el estímulo al consumo,  la reactivación de la industria, la generación de empleos y un proceso de inclusión social como quizá nunca antes se vio en la historia de Latinoamérica. Once millones de personas que estaban afuera del sistema de los mercados de consumo pudieron insertarse: a partir de la AUH, la creación de empleo, la moratoria jubilatoria y las pensiones no contributivas. Sin estas políticas, esos once millones de personas no podrían haberse insertado en el sistema de consumo. Ese consumo, que permite el sostenimiento de la actividad, necesitaría apoyarse en una estructura productiva que en los últimos 25 años del siglo pasado lamentablemente  fue desmantelada. Entonces en este período se aumentó la producción con una capacidad frágil, incompleta. Porque este crecimiento requiere importar bienes de capital, maquinarias, muchos bienes intermedios para la producción, piezas de todo tipo, energía y bienes de consumo importado. En la medida en que fue mejorando el poder adquisitivo medido en dólares de los trabajadores y de los sectores incorporados a la AUH y demás gastos sociales, aumentó la capacidad de consumo. Entonces, la cantidad de dólares que requiere la economía para poder seguir creciendo, para poder pagar esas importaciones, va subiendo mucho más aceleradamente que el crecimiento del producto. Por cada punto que crece la economía, se requiere que las importaciones crezcan 3 o 4 veces más. Esto se debe a la estructura energética deficitaria, a la estructura industrial deficitaria y también al hecho de tener una estructura productiva trasnacionalizada. La trasnacionalización permite que las empresas, cuando crecen, remitan más ganancias al exterior. 

"Sin la posibilidad de tomar deuda del exterior, Argentina tiene muchas dificultades para seguir creciendo. Es una situación de encerrona muy difícil de sortear, Para poder dar vuelta esta tendencia el país necesita políticas industriales que permitan una transferencia de ingresos de algunos sectores hacia otros. Hoy vemos que el nivel de actividad de la industria está cayendo, alrededor de 5 puntos en relación al año pasado, que había tenido un nivel de actividad muy alto. Al mismo tiempo vemos que el sector financiero no solamente crece sino tiene ganancias extraordinarias, están ganando por mes hasta 10.000 millones de pesos. El sector inmobiliario y el de las telecomunicaciones también están teniendo ganancias extraordinarias. Entonces, cuando a la Argentina le va muy bien, hay sectores que pueden aumentar sus precios porque no tienen competencia internacional. Estos son los que aumentaron muchísimo sus precios en los últimos tiempos, La industria nacional no puede aumentar tanto sus precios, porque tiene la competencia externa. En consecuencia, lo que sucede hoy es una distorsión de precios relativos entre los sectores que compiten con el exterior y los que no compiten. 

"Para resolver estos problemas de precios relativos que afectan el desarrollo productivo, siempre Argentina atravesó fuertes crisis. Cuando se provoca una devaluación, los sectores productivos que compiten con el exterior pueden exportar su mercadería. El sector inmobiliario, el del transporte, el financiero, el comercial, que no pueden exportar sus servicios, pierden su demanda, porque se produce una contracción del poder adquisitivo interno, producto de la devaluación; entonces sus precios, en relación a los precios de los productos que sí pueden ser exportables, bajan  fuertemente. 

"Para evitar una contracción, la política económica tiene dos alternativas: una es endeudarse, que es lo que trató de hacer hasta ahora el gobierno; la otra alternativa es decidir cambios en la estructura tributaria: a este grupo le saco y le doy a este otro; sacarle, por ejemplo a los shoppings, al sector financiero, a los supermercados, y darle a la pequeña y mediana industria, que produce en Argentina y trata de exportar. Es lo que hacen los países desarrollados y es lo que hicieron los países que eran subdesarrollados y se desarrollaron. Es complejo, porque hay que tomar la decisión de sacarles a unos y darles a otros". 

Este diagnóstico de Kestelboim nos dejó pensando: ¿con qué fortaleza debe contar el poder político para emprender estas transformaciones? Lo que pasó en la economía en las últimas semanas reavivó nuestros interrogantes. ¿La actual presión sobre el valor del dolar se debe a estos desequilibrios estructurales del país? ¿O se trata solo de una puja de carácter especulativo sin base en la economía real? ¿Hay sectores que pretenden saldar estas tensiones mediante una nueva devaluación que deje en condiciones muy desfavorables a los trabajadores y a las pequeñas empresas que dependen de la fortaleza del mercado interno? ¿Esta presión sobre el dolar puede deberse también a los intereses de los fondos buitres que están litigando con el país? Y las leyes de protección al consumo, de formación de precios y de abastecimiento aprobadas recientemente, ¿tienen alguna posibilidad de incidir sobre estos desequilibrios estructurales de la economía nacional?

Hoy vuelve a La otra.-radio Mariano Kestelboim y le vamos a plantear todas estas preguntas. Medianoche en FM La Tribu, 88,7, www.fmlatribu.com.

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