todos estamos igual

lunes, 28 de octubre de 2019

Una victoria agridulce


Después de que el perfil de Evita se iluminara durante un rato, a la madrugada lo habían vuelto a apagar.

"Hace cuatro años que venimos escuchando 'no vuelven más'. 
Pero una noche volvimos y vamos a ser mejores".
(Alberto Fernández, presidente electo de la Argentina)

por Oscar Cuervo

El de ayer es un triunfo popular que culmina cuatro años de resistencia contra el régimen más feroz que conoció la Argentina post-dictatorial. El poder financiero trasnacional, la unidad maciza de las clases dominantes argentinas y una parte de los sectores medios más reaccionarios sostuvieron el régimen durante todo este tiempo, en los que cada día nos quitaron un derecho, nos injuriaron, nos censuraron, nos persiguieron, nos encarcelaron y nos mataron. No nos vencieron.

Empezamos la resistencia el 10 de diciembre de 2015 a la hora 0, cuando junto con las Madres pasamos la noche en la Plaza. Fuimos transitando ese camino con las plazas porteñas que convocó Kicillof aquel primer verano de pesadilla. Con el encarcelamiento de Milagro Sala ensayaron un mecanismo judicial y mediático que después extendieron a otros dirigentes opositores. Apostaron al diseño de un "peronismo racional" asimilable por el neoliberalismo, que debía dejar de lado la representación del tercio que ellos planearon arrojar al abismo político y social. Muchos de los que hoy volvieron a integrar el Frente de Todos tuvieron su momento de coqueteo y colaboración con el régimen opresor. Les hicimos dar marcha atrás con el fallo del 2 x 1 con que el poder judicial pretendió, solo por unos días, reanudar la impunidad del estado terrorista. Después de ganar en las elecciones de medio término, cuando estaban calculando su reelección, empezaron a perder el favor social en diciembre de 2017, justo cuando pisaron el acelerador con la reforma previsional, a la que iba a seguir la flexibilización laboral. Ese fue el tope social, objetivo de máxima que no pudieron trasponer. Fracaso clave del régimen macrista que ayer perdió.

El diario de la resistencia popular puede leerse en las entradas de este blog desde diciembre de 2015 hasta hoy. Lo fuimos escribiendo como un ayuda memoria.

El siglo xxi presenta un panorama horrible, con líderes fascistas, xenófobos, brutales, oscurantistas, que declararon la guerra de las clases dominantes contra los pueblos. En ese contexto, nuestro movimiento va contra corriente. Chile se levanta la misma semana que los proyectos populares de Argentina y Bolivia vencen en las urnas. Hay algo que la poderosa derecha trasnacional hizo mal en la región, porque invirtió toda su energía en la destrucción de lo que con asco llaman "los populismos". Desde el llano, hacemos tambalear su diseño regional.

Nada terminó: esto sigue. Pero desde el 10 de diciembre ellos no manejarán los resortes del estado que usaron contra nosotros. Tendremos que ser más astutos todavía que para haber ganado. En estos cuatro años adversos estamos más viejos, también aprendimos algunas cosas.

A continuación, otra perspectiva sobre este resultado electoral:


Las alegrías y las sospechas del 27 de octubre



por Lidia Ferrari

Ninguna alegría es pasajera para el campo popular, porque queda la traza de un momento en el que las fuerzas procuraron un alivio. Un recreo en una dura jornada de trabajo a veces puede salvar la vida. Una alegría que permite seguir en la lucha cotidiana de los postergados.

Anoche me fui a dormir con la felicidad de que volvimos. Me desperté con esa sensación de que los argentinos habíamos cumplido una tarea ciclópea. Cuando fui a mirar los resultados en Pagina12, en esa ilustrativa manera de compararlos con los de las Paso, algo raro me sucedió. La alegría fue invadida por un ligero tono de sospecha. ¿Cómo es posible que de las PASO hasta el 27 de octubre el Frente de Todos haya perdido muchos votos en casi (un casi mínimo) todos los frentes que compitió y Juntos por el Cambio creciera un alto porcentaje en todos los resultados de la elección? Digo, ¿habrá sido el efecto de la movida del millón de Macri? Ciertamente esto da para pensar. Siguiendo en la línea que decía el político Andreotti en Italia, “cuando se piensa mal, nunca se erra” o apelando a cierto tono conspiranoico que aprendí a construir frente al dominio colosal de la narrativa neoliberal, comencé a hacerme preguntas. Esta gran diferencia con las PASO -a pesar de la alegría del triunfo del Frente de Todos- ¿de dónde proviene? Sólo puedo hacer conjeturas. Si proviene de algo similar a un fraude electoral, es gravísimo. Pero si proviene de que esos guarismos son representativos de la elección de los argentinos, también es grave.

Enseguida recordé a Bajtin. Esos momentos en la cultura del medioevo donde el carnaval permitía al pueblo liberarse de la dominación cotidiana por un rato. Recordé a Bajtin y pensé que la historia de la humanidad juega siempre el partido para los de arriba. Pocos momentos los de abajo pudieron encaramarse a una historia mejor para ellos mismos. Para los de abajo no queda más que la resistencia. Porque lo que sucede en Chile es algo similar a un momento donde la resistencia al orden establecido se libera. Eso no significa que ahora el pueblo comanda, sino que se rebela gritando al mundo que no soporta más la injusticia y el abuso. Pero esos momentos donde el grito puede encarnarse en un auténtico paso hacia adelante, es decir, hacia arriba, el Poder se encarga de sojuzgarlo. 

La eficacia neoliberal sabe que las fuerzas que desean justicia y liberación existen y no podrán ser eliminadas. También sabe que con el Poder narrativo que posee las puede liberar en pequeñas dosis. Estemos atentos a estos monstruos de la dominación. Han dejado un país arrasado y ahora se lo entregan al Frente de Todos con una amplia limitación de acción política que le dan estos números que hoy a la mañana me despertaron. Volvimos, es cierto, pero limitados. Hemos vuelto, pero condicionados y cercados, como lo han dicho en estos días los garantes de nuestra vuelta: Alberto, Cristina y Axel. El neoliberalismo nunca se relaja. Es una maquinaria que no descansa. Disfrutemos este ansiado y merecido triunfo, como dijo Alberto. Pero no nos descuidemos.

1 comentario:

furgoner dijo...

lo que mas me defraudó de estas elecciones fueron compañeros mios, que han sido vapuleados, ninguneados, obligados a trabajar extra, ir a reuniones y que nos digan kirchneristas o camporistas, solo por haber trabajado en el estado K, se acabaron los ñoquis y los negociados, esos compañeros, que vieron como desde el 2016 entro gente al estado cuyos sueldos eran el doble y hasta el quintuple del que recibimos actualmente, esos compañeros que no llegan a fin de mes, que no pueden pagar servicios...volvieron a votar al sistema que los hundió...ese es mi sabor amargo.

me quedé con un sabor amargo, escuché el programa de radio y sentia lo mismo que villalobos (? ouede ser) que decia que la cantidad de votos era poca para lo que se necesitaba reconstruir, y coincido q es muchisimo, lo veo en el tren, en el almacen, en la oficina del estado
viva la democracia, viva el pueblo, viva la cultura popular, abrazo