por Arqueck
Hay que caer en la trampa de Kitano, del gran Takeshi Kitano (Tokyo, 1947).
Se nos insinúa con su Barton Fink made in Japón (Akiresu to kame, Aquiles y la tortuga, 2008, última película de su trilogía “autodestrucción del artista”) y nos muestra su poderosa comedia disfrazada de drama disfrazado de comedia. Peo no, Kitano: yo te gané. Yo sé quién sos. Sos un grosso, un superficial disfrazado de intelectual. Citás al pasar fabulas y conflictos filosóficos y después te entregás a la acción y al biopic insensato disfrazado de juicio al arte: lo verdaderamente verdadero de tu obra, oh gran Takeshi, lo desnudo real: el pochoclo que hace bien a la salud: el humorbo.
Vos sabés que la vida es sólo una y por eso mejor los guiños a los intelectuales (que, sutiles como se creen, se conforman con guiños) y por eso la sangre, las muertes y la comedia (la gente normal, tu madre, mi tía, nuestros familiares, amigos, clientes, ex novias y colectiveros, se ríen de tu gordo que corre en bolas, del ciego que huele travestis, del pintor caminando por la calle con heridas de tercer grado, de la hija idiota que se encapricha con el título de diario “dos delirantes pintan la ciudad”) para nosotros, los giles del mundo, los opas del nuevo milenio. El hombre incompleto, retrocediendo diez siglos para poder buscar una imagen y un placer. Los boludos boludos, felices y lindos.
Oh Takeshi, tú que eres ese actor desprejuiciado de 27 películas, tú que eres un director fresco y garpador, tú lo sabes: sabes cómo articular personajes para que se sospeche un conflicto. Sabes cómo hacer que alguien se suicide tirándose de un puente sólo para que no se note que minutos antes mataste a un boludo como sólo American Pie o los hermanos Coen lo matarían (ver escena de grupo de pinturas vanguardista motorizados: ¡genial!). Takeshi, dirigís mejor que actuás y formás grupo con Tarantino (Zatoichi), Eastwood (Violent Cop), Affleck (pronostico un futuro Gone baby gone).
Takeshi, tenés Hollywood en la sangre, papá. Por eso te amo. Porque metés conflictos lindos y portentosos y encima querés quedar bien con los intelectuales. Sos Kusturica, sos Almodovar, sos Tarantino. Exotismo, patentar lo foráneo, generar conflicto guiado por conversaciones, si no te gusta un personaje irlo, filmar con alegría, cagarte de risa de los protagonistas, hacerlos sangrar, mostrar la sangre cagándose de risa del personaje. Matar riéndose, Kitano. Pero siempre desde la profundidad de la intelligentzia, haciendo que la música suene igual que los trabajadores de un campo y sus palas.
Si hubieras nacido en Argentina, Takeshi, pondrías en un bol lo kitsch nacional de Esperando la Carroza, los tiros y la marginalidad de Pizza Birra Faso y un par de chistes de Szifrón, pero más ocultos. O serías Lucrecia Martel pero pasado de merca: cínico pero juguetón, progre pero satirizando (y por ende siendo) lo mainstream; lento pero tomando carrera (Riquelme te queda chico, amado Takeshi, vos sos Pete Best). Si hubieras nacido en el conurbano serías Alfredo Casero y tu obra, tu metalingüística de mostrar tus cuadros, tu Kitano dentro y fuera de pantalla y tu conflicto de vida tema (8 y ½, Fellini; Adaptation, Spike Jonze –guión de Kaufman-) sería el genial Cha Cha Cha.
Kitano, gordo lindo, te lo tengo que decir: me bajé tu film por internet y lo vi en casa. No quería ir a ese lobby / competencia de vestimentas llamada Bafici y llegar tarde y no conseguir entradas y tener que ver una película intelectual en serio (o sea, fallida; las otras, las tuyas, tienen la profundidad imperceptible de la buena película, de la vida ágil, como Rambo o Jurassic Park). Así que la vi acá tirado con mi novia que te ama porque le das sangre, chistes y quilombo y con un par de guiños shakespereanos deja de sentir culpa.
¿Si te comparo con Shakespeare no te enojás tanto, no, poeta mainstream de lo audiovisual? Sos de los directores que me gustan porque no pensás que una vida aburrida sea profunda, porque no obligás el conflicto sino que lo torcés, lo rompés, porque obligás a tus personajes a bancarse las cosas sobrios y porque sabés que el recurso drogas es muy fácil. Es más difícil detenerse en medio del recorrido del tren o pintarle la cara a tu hija muerta con rouge.
Y además tu juicio al arte, Kitano. El arte como adicción y obsesión, Takeshi. El arte como vía de comunicación autista, como inútil e imposible viaje al interior de uno mismo. Y además tu juicio a la familia, Kitano. Amparado, sospecho, en la superpoblación y en la especie de humanos que somos en tanto ser.
Te amo Kitano. Y lo hago porque sé que nada sirve menos que el contenido sin continente (Lucrecia Martel), la mente sin cuerpo (Kim Ki-Duk) y la muerte sin belleza (festival de cine a elección).
9 comentarios:
Bien, Arqueck... ¡bien! Superaste el record mundial de clisé por centímetro cuadrado, que hasta el día de ayer ostentaba Jorge Carnevale. En rigor te le estás pareciendo, basta con comparar su columna del sábado en Ñ con la tuya. Quizá te puedas postular para sucederlo en el suplemento cultural del Gran Diario Argentino.
Eso sí: ante algo que desconozcas y te despierte desconfianza, no temas de generalizar: todos los judíos son avaros, todos los coreanos tienen supermercaditos, todos queremos divertirnos con Hollywood pero nos da vergüenza admitirlo, todas las películas que dan en el Bafici som intelectuales y todos los intelectuales son progres y todos los progres ven películas fallidas y todos los chicos que van al bafici se visten raritos y todos los que se visten raritos son putos.
Así que más vale bajar la peli y verla en tu compu con tu novia, más vale malo conocido que bueno por conocer y pájaro en mano que cien volando. Y aparte no da, con la inseguridad que hay en la calle, no da salir a arriesgarte para que te maten para afanarte el celu; y en una de esas tenés la desagradable sorpresa de conocer a algún desconocido que te viene a perturbar el mundo perfectamente clasficado en carpetas en tu desktop, en una de esas te equivocás y entrás a ver una película realizada por una feminista, o, lo que es peor, por un guatemalteco.
Y como se sabe, las feminsitas son todas lesbianas y los guatemlatecos tienen a Juan Valdez que lleva café en un burro... ¿o no era así?
Ante la duda, repliegue, living, novia, pizza delivery y Tarantino.
Me gusta la apertura de los comentarios, que hasta ayer me aparecían negados (es un post fácilmente imputable y por ende incitador).
Oscar. Hay mil cosas que retrucar en este escrito de mierda pero no las que formulaste. Yo no fui al Bafici (a ver a Kitano) porque a. vivo lejos b. dificultad de encontrar entradas de ese film c. ambiente snob. ¿Inseguridad? El Abasto es un jardín de infantes comparado con lugares en los que estuve últimamente. ¿Putos? ¿Que me roben el celular? Todas estas suposiciones tiradas de los pelos surgen de este párrafo: “No quería ir a ese lobby / competencia de vestimentas llamada Bafici y llegar tarde y no conseguir entradas y tener que ver una película intelectual en serio”. Si ahí leés homofobia y discurso derechoso, no es mi problema. Estuve en tres Baficis anteriores y sé qué películas son la media (y sé que en el juicio del palermitano medio yo soy el puto y el chorro). Pero obra el escrito a sabiendas de que la estructura se mantiene (quiero que se mantenga el festival, me parece sano).
Tema generalizaciones. Hay gente que desprecia las mismas aunque sean del orden: “los argentinos son sudamericanos” o “los homosexuales son gays”. En el escrito hay, efectivamente, una: Hollywood seduce demagógicamente al espectador y el Cine Arte-Experimental-Independiente (por poner un nombre) lo pone a prueba. ¿Vos creés que David Lynch se ofende por su obra si le digo que Hollywood es pochoclero? ¿Creés que Lisandro Alonso piensa lo contrario? La excepción hace la regla pero es una industria y es así, es hasta gracioso discutir esta obviedad. La cosa del texto va en si fomenta un juicio menor o tiene un mensaje menos profundo un film lleno de tiros, putas y drogas que uno con cuatro paneos a la frontera México/EEUU (el jucio está también en el espectador). O sea: la forma puede ayudar a la exposición del sentido. “Todos queremos divertirnos con Hollywood pero nos da vergüenza admitirlo”. ¿Alguien se anima a negarse esto? Yo no (y ninguna persona debe tomar un “todos” sin conocer sobre excepciones).
El record mundial del clisé: Tarantino, Almodovar, Kusturica y Kitano compiten. Parten de esas ideas y luego profundizan. Tienen premios y público. Y yo (primerísima primera persona del singular) los prefiero. Ahí se termina la ironía y la exacerbación de estilo.
arqueck:
se ve que a vos te gusta la ironía y el sarcasmo cuando la practicás sobre otros y no tanto cuando otros la pracitcan sobre vos. Decir que los que van a Bafici son snobs, que se visten raro, que son progres que ven películas fallidas a las que llaman intelectuales son ejmplos de descalificación en masa, similares a los mecanismos por los cuales se descalifica a los que bailan cumbia, a los que estudian letras o filosofía o a los que van a la cancha. Es un prejuicio reactivo que tiende a impugnar aquello que no comprende bien, porque lo saca de las certezas en las que está mullido.
Decir que la media de las películas que dan en el Bafici son así o asá es una frase tan ridícula como decir que la media de las pinturas colgadas en los museos son asá o así o que la media de los discos grabados por músicos de Liverpool son de determinada manera.
Te explico algo: en el arte no hay media que valga. Eustache no es Kitano que no es Raya Martin que no es Godard que no es Straub que no es Marco Berger que no es Apichatpong que no es Fassbinder que no es Casavetes que no es Lisandro Alonso que no es Depardon que no es Takashi Miike que no es Sokurov que no es Eyal Sivan.
Que vos te pierdas en esa selva de nombres es comprensible, que prefieras a Tarantino o a Stallone es humano, que quizá prefieras replegarte en tus pocas certezas (como que a todo el mundo le divierte Hollywood) es un fenómeno psicológico habitual en nuestros días, que en base a esos prejuicios hayas escrito este texto es interesante, que yo te responda señalándote la multitud de prejuicios que atraviesan tu pensamiento es lógico, que te señale que pensás igual que Carnevale es comprobable.
Cuando preguntás si alguien se anima a negarse a frase “Todos queremos divertirnos con Hollywood pero nos da vergüenza admitirlo”, yo te respondo: yo la niego. Me aburre Tarantino, detesto a Stallone y Spike Jonze me deprime. Estpos días en el Bafici la pasé brutal y conocí gente hermosa.
saludos
Tipo prejuicioso este Arqueck. Como concurrente al BAFICI desde hace 10 años ( me perdí el primero por razones personales) me chocó bastante el encasillamiento que de los concurrentes y del Bafici mismo hace esta persona.
No todos los concurrentes son raros ni intelectuales, ni tampoco utilizan una vestimenta especial
En cuanto a kITANO, SIMPLEMENTE LO ADORO , he visto todo lo de él incluso Dolls que no se estrenó y hubiera barrido con las celditas en que encasilla esta persona.
En cuanto a los concurrentes suele haber extranjeros de toda laya que son periodistas- Peranson nunca falla- que son peiodistas, directores, miembros del Jurado y esa gente está presente en tod evnto grande de cine.
El BAFICI es una ceremonia sagrada. Es un privilegio, un baluarte qyue tenemos los que amamos el cine. Hay que agradecer tenerlo porque nos permite apreciar un cine al que generalmente no tenemos acceso por razones de distribución etc.etc. , en las que no puedo ahondar.
martha
Acerca de: los que van a Bafici son snobs, que se visten raro (jamás diría eso, sólo hice una construcción de público acentuando la frivolidad: quizás sea demasiado sensible), que son progres (no lo son y no lo dije) que ven películas fallidas (fallidas en cuanto a su posibilidad de comunicar o producir sentido, en general sí, o yo tuve mucha mala suerte en ediciones anteriores) a las que llaman intelectuales (ese es el punto: si ciertos modelos de producción cinematográfico son mejores o peores en cuanto a producir o reflejar un sentido).
“en el arte no hay media que valga” pero en un festival de cine independiente tiene que haberla. He visto muchas películas del Bafici y por algo abundan las recomendaciones. Igual propongo salir de esta discusión: no estoy en contra del Bafici. Festejo el Bafici. No fui a esa función por los motivos antedichos. Es solamente un párrafo del texto.
La discusión que intenté tenía que ver con la sal de las culturas. ¿Quién trata mejor el concepto de alienación, por ejemplo, un elitista a tiempo completo o un frío demagogo con gran presupuesto? Ya sé: cada film es único e incomparable y sus modos de producción son únicos. También esta linda idea de que no hay películas comerciales y artísticas sino que hay buenas y malas pero me permito suponer que un film que hace guiños a ambas lógicas tiene mayores posibilidades de activar al público, por decir algo. Me dirán que no hay que activarlo, es una discusión eterna.
¿Y si hacemos un film para mostrar los cuadros que pintamos, nos reímos de los personajes toda la película y luego le agregamos, al comienzo y al final, una cita filosófica para establecer un concepto? Nos movemos con la doble lógica y yo te digo que como boludo que soy prefiero ese concepto divertido y no con paneos a carreteras o en un documental sobre un músico que muere de SIDA.
Pero –he ahí la otra pregunta del texto–, ¿Kitano sabe de lo que habla? ¿Conoce el film que hizo o conectó todo vía la paradoja de Zenón (cual Sofia Coppola ignorando qué dijo Bill Murray en el final de Lost in Translation)? ¿Es hermosa y tiene mensaje? Pueden ser dos cosas diferentes y he ahí la forma y la hipótesis Kitano gran cineasta Kitano superficial. ¿Vieron la película?
Ahí ya podemos disentir un poco más alto de si los estudiantes de cine son snobs o intelectualmente honestos.
arqueck:
de la película de Kitano no puedo discutir porque aun no la vi. Kitano es un autor de films con una obra considerable, de un desprejuicio extraordinario que le permite vencer esas vallas que vos proponès para situarte frente al cine y al Bafici. Su experiencia en el cine americano está expresada en Brother. Kitano no podría filmar en Hollywwod con la libertad que él lo hace y eso lo dice él mismo.
Si siguieras con cierta atención las reseñaas aquí publicadas (que abarcan apenas menos del 10 % de las películas que se ven en el Bafici) podrías advertir la gran diversidad de propuestas, tanto como la diversidad de miradas de los que escribieron acá.
Que el cine del Bafici es elitista es un prejuicio más, hay en el Bafici películas de todo tipo. No sé muy bien a qué llamás vos elitista, pero supongo que si aplicaras el mismo criterio a la música que escuchás, deberías decir que Elliott Smith es elitista y que a todo el mundo le encanta Coldplay pero le da verguenza admitirlo. Coldplay tiene más posibilidades de activar al público que la Incredible String Band ¿y con eso qué?
Que prefieras un "concepto divertido y no con paneos a carreteras o en un documental sobre un músico que muere de SIDA" es llovido sobre mojado. Refleja lo que tu imaginación cree que son las películas del Bafici, sobre las que podés discurrir sin necesidad de verlas. Sobre el concepto divertido, me parece que se te escapó algo que ya dije: a mí Jonze, Stallone y Tarantino me parecen estúpidos y aburridos. Tsai me divierte. Cada uno se divierte con lo que puede.
Y lo fundamental para mí no es que en el Bafici de cada año se conozcan 400 películas la mayoría de las cuales no se van a estrenar, provienen de todos los países del mundo y no de uno solo.
El Bafici es un raro encuentro entre gente que se conecta con el mundo y con otra gente, gente que sale de su living y apaga un rato su PC, gente que se junta a discutir o a celebrar manifestaciones artísticas que le producen pasiones alegres, pasiones tristes o violentas. Es algo que va en contra de la tendencia de la vida contemporánea, contra la atrofia del televidente y el gusto a cartón de la pizza delivery.
Ah: y el último prejuicio: que el público del Bafici son estudiantes de cine (como si por otra parte eso fuera una objeción, vos, Arqueck ¿qué estudiás? ¿considerás que los estudiantes de tu carrera son mejores que los de cine?). Somos muchísimos los que en el Bafici no somos estudiantes de cine. Pero una vez más, creo que al BAFICI vos lo concés por el relato de Ñ.
1. Inútil comparar inclusión cine / música. El cine tiene un poder de exclusión mayor (Elliot Smith es apto para todo público al lado de Bergman). En lo de activar, se podría aplicar no a un disco sino a un recital. El cine es experiencia viva de asistir. El disco suena.
2. ¿Descargar una película de Takeshi Kitano es “una tendencia de la vida contemporánea” similar a “la atrofia del televidente”? El link de esta página con las opciones de descarga de las películas supone lo contrario.
3. Mala lectura con lo de estudiantes de cine, no los puse como público del Bafici (aunque obviamente lo serán) sino como ejemplo de discusión inconducente. Quizás un fallido: tendría que haber optado por ejemplos que no permitan lecturas interesadas como: “elefantes inversos”, “sombras de duendes” o “árboles con sangre de oxígeno”.
4. Lo de las películas del Bafici es un juicio, no prejuicio. Será erróneo, pero vi muchas malas películas en todas las ediciones. Y sí, es personal, subjetivo y obvio que es mejor manifestar agrado. Me gustaría hacerlo y seguramente soy injusto. (Hablamos, obvio, de las películas que tienen entradas disponibles cuando las recomendadas no, a eso vienen las fallidas del post, a las que ver cuando no hayan entradas de Kitano ni de los principales. A las de segunda línea.)
5. Inútil discutir si está bien o mal el Bafici.
volver a Kitano, por favor
Arqueck:
tendrías que hacerte cargo de que la discusión acerca del bafici, del público del bafici, del snobismo del público del bafici, de las películas fallidas, de los estudiantes de cine, del cine de Hollywood que "todos" preferimos, fueron todas cuestiones diseminadas en tu propio texto. Si son pertinentes o no a la hora de hablar de la película de Kitano, Dios lo sabrá, pero la pertinencia a la hora de responder a tus ideas está solicitada por lo que vos escribiste.
Evidentemente Kitano no puede haber previsto estas lecturas que sobreimprimís, tu bronca contra el bafici y tu preferencia a quedarte viéndola en tu casa no es algo que Kitano pudiera tener presente a la hora de hacerla.
Como yo no vi la película, no tengo nada que discutir sobre ella, pero sí encuentro los citados prejuicios tuyos que de ninguna manera se limitan a la película comentada, porque vos pretendiste dar algo así como tu amplia visión del cine y los públicos, desde Stallone hasta Martel, desde Kim Ki duc hasta "el Cine Arte-Experimental-Independiente", vos ponés todo eso en juego en tu texto: "ese lobby / competencia de vestimentas llamada Bafici y llegar tarde y no conseguir entradas y tener que ver una película intelectual en serio (o sea, fallida...". Todo eso está ahí donde vos lo pusiste.
Creo que el prejuicio antiintelectual y las generalizaciones apresuradas eclipsan bastante tu visión de la película citada. Decís que no incurrís en prejuicios pero sí lo hacés: porque no tuviste suerte con las películas que te tocaron durante dos o tres años que fuiste al festival (que lleva once ediciones y 400 películas en cada una), hablás en general de películas intelectuales, películas fallidas, la media de las películas del bafici, el músico que se muere de Sida y no sé qué carretera. Evidentemente no alcanza con eso para hablar de las películas del bafici. Sinceramente creo que la idea que tenés del cine que no te resulta familiar es un poco burda y suponés inválidamente que es como el que alguna vez viste. Me parece un criterio reaccionario, puramente defensivo.
Estoy convencido de que semejante esquema "cine para divertirse vs. películas intelectuales experimentales fallidas" no sirve para referirse a la filmografía de Kitano ni a muchísimas otras.
El link para bajar películas es, como se dice claramente, "El cachito de Jotafrisco" y él en su momento explicó por qué hacía su Bafici virtual. Supongo que si él tuviera la opción de venir a Buenos Aires en lugar de verlas en su compu, habría elegido lo primero, pero en todo caso que lo diga él.
Yo no estoy en contra de bajar películas, entre otras cosas porque el resto del año programo películas que muchas veces fueron bajadas de la red y las proyectamos en pantalla en una salita a oscuras.
Estoy decididamente en contra de la jibarización del cine en monitor, tv 26 pulgadas e incluso Home Theater. No estoy en contra de que veas las películas donde se te cante, pero sí estoy convencido de que eso no es cine, que una experiencia no remplaza a la otra.
Y que el bafici es algo más que películas: es un encuentro colectivo en el que las películas adquieren una fluidez de sentido imprevista, en el que "Le cochon" de Eustache dialoga con "La vida moderna" de Depardon, y "The man who loved Ignve" se queda corta ante "Plan B", y vos salís de ver "El cant dels occels" y la vas comentando con el protagonista de "La risa", o te cruzás en los pasillos del Abasto a José, el marido de la virgen María, o te encontrás con Albert Serra, que hizo la mejor película del 2008 y está dispuesto a hablar de ella con vos. Nada de eso es posible en tu living.
Y sí: estoy convencido de que la vida que gira alrededor de "mejor me quedo en casa a ver la peli que ayer bajé" es una cierta tendencia de la vida moderna que se puede caratular aproximadamente como la atrofia del televidente. Y que un encuentro colectivo como el Bafici, donde la gente se ve movida a abandonar su cueva catódica, va en contra de esa cierta tendencia.
Cuando vea la de Kitano te diré qué pienso de ella.
saludos
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