Einstürzende Neubauten
Los sonidos de La otra 24
La casa de las mentiras
Primer piso :
aquí viven los ciegos
que creen en lo que ven
y los sordos que creen en lo que oyen.
Atado y amordazado,
en el taburete de la cocina
está sentado un tonto,
que cree en todo lo que puede sentir
(sus manos en la falda).
Segundo piso :
rollo tras rollo, metro tras metro
hasta en la astilla del empapelado
los inquilinos solitarios siguen
observando las paredes con enfado
buscando escrituras impresas
y deletreando errores.
No pueden siquiera
descifrar sus propios nombres.
¡Arriba, al piso siguiente!
El cual, ¡oh maravilla!
nunca fue terminado.
Sólo se puede llegar por las escaleras.
Aquí están almacenados los errores
que pertenecen a la firma
con los que enlozaron los pisos
sobre los nadie puede dejar huella.
Cuarto piso :
aquí vive el arquitecto
inmerso en sus planos
de este edificio lleno de ideas
que se extiende desde la base
hasta el firmamento
y desde sus cimientos a la estructura.
En la planta baja :
hay cuatro puertas
que llevan directamente hacia afuera
o más precisamente
a la piedra fundamental.
El que quiera puede esperar allí.
El concreto aparece a las doce
piedra fundamental sin información
párrafos profundos que están inscriptos
en la cabeza-cumbre marrón
infame o purpurado católico
para mejor orientación.
Piso superior :
tiene algún daño.
En las vigas un hombre viejo se sienta.
Ángeles muertos esparcidos por el piso
(sus caras se le parecen).
Entre sus rodillas sostiene un arma
la apunta hacia su boca
y dentro del cráneo
y fuera del cráneo por el otro lado
hacia la cúspide del techo
taladra esa bala.
Dios se ha disparado a sí mismo
ahora un piso superior
puede ser renovado.
Mentiras, mentiras
un piso superior puede ser renovado.
Epilogo subsuelo :
hay un sótano, aquí es donde yo vivo
es oscuro, inundado y placentero
es un útero.
(Disco: Haus der Luge, 1989)
((Hay nota de César Colman sobre Einstürzende Neubauten en el número 24 de La otra, ahora en los kioscos))
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