domingo, 11 de junio de 2017

"Dejemos de burlarnos de estos tipos: si tienen que matar, van a matar" dice Liliana Herrero


"¿Cómo habitar ese abismo y ese enigma profundo que es la vida popular, y que es la música y la herencia que hemos recibido de nuestro continente y de la música universal y de la memoria y la poesía de esta patria llamada Argentina?. [Lo que yo quiero] es ver qué hago con ese mundo y cómo lo transformo. Ese, me parece, es el camino. Sino estamos condenados a aceptar las cosas como son, usando esa frase popular que es tan deleznable: las cosas son así. Si las cosas son así, entonces dejemos a Milagro presa eternamente, no hagamos música, no apaguemos el televisor y sigamos viendo Intratables", nos dice Liliana Herrero.



Con preocupación por el presente y con una lucidez de potencia desbordante ("estoy preocupada muchachos", nos dijo), Liliana Herrero encara esta semana dos conciertos para conmemorar sus 30 años con la música. Vale la pena reparar en el título: Todos estos años. Territorio y tiempo. Una experiencia en la canción popular argentina.

"Territorio y tiempo: esa es mi obsesión -reflexiona-. No estamos en cualquier lugar, se llama Latinoamérica, Argentina. Yo soy esa obsesión. Y el tiempo... ¿Qué hacer con el tiempo?, ¿cómo hago para que eso lejano, atrás, arcaico, nos esté esperando?, ¿cómo hago para hacer ese arco temporal loco y pensarlo desde el presente?".

La entrevista la hicimos junto a Oscar Cuervo. Comenzamos el miércoles a las 11.00 de la mañana en su casa y aún la estamos digiriendo. Hay mucho ahí. Entre mate y mate iniciamos un recorrido que arrancó cuestionando la decisión de elegir como música para la movilización Ni una menos a la canción "Despacito" con letra cambiada y adaptada. "Esa canción representa lo peor del horizonte musical de los pueblos. A un gran movimiento como Ni una menos le debe corresponder un gran texto y una gran música", objeta.

Inmediatamente después, nos contó la experiencia movilizante e intransferible de visitar a Milagro Sala en la cárcel.

De allí en adelante fuimos tocando los siguientes puntos: los premios Gardel / la creatividad y la complejidad en la vida popular / ¿cómo habitar el abismo y ese enigma profundo que es la vida popular? / Imposible y su trabajo de retomar grandes lineas musicales y poéticas / el pensamiento de A.Rozitchner y Durán Barba / su imperativo moral / las pequeñas revoluciones / la angustia por lo que está pasando / la correspondencia entre la música y la política / desandar y volver a andar.

Milagro Sala. "Milagro tiene como un cristianismo primitivo. No en un sentido peyorativo, sino en un sentido arcaico. Ese viejo y antiguo cristianismo. 'Yo tengo que rescatar -diría su pensamiento - a los marginales de los marginales, a los que están a la intemperie total, a la intemprie absoluta, y con ellos construyo el barrio'. Y una apuesta enorme a la educación. Ir y controlar si van a la primaria, a la secundaria o a la universidad. Con eso hay que armar un gobierno, no con los restos putrefactos del PJ. Eso es lo que ella piensa. Después tenés un perverso como Morales que va y destruye un barrio. Es un perverso abominable".

"La patria se entregó. Y culturalmente han ganado la batalla... si es que la cultura pasa por los medios".

El arte. "El arte está para impedir la reproducción de la maquinaria (...) La política, como el arte, está para trabar la maquinaria".

Los discos. "Hago discos tambien, aunque apenas movamos el amperímetro".

Imposible. "Yo para esta época no quería nada estridente. El disco de esta época es Imposible porque no es estridente. Imposible es un disco austero, ciudadoso, acústico, es lo contrario a lo que estos tipos son: son fiesteros".

El pasado. "Yo no sé por qué desando viejos caminos. Porque son valiosos, pero tengo que encontrar la valía y no sé dónde está. Por eso, la primera frase que yo digo ante un tema es: 'Hay que sacarlo de acá, hay que ponerlo en otro lado'. Para mí eso es una revolución. Para mi eso es una revolución cultural, política... Pero para hacer una revolución hay que sacarlo de donde está y ponerlo en otro lado".

Obsesión. "Territorio y tiempo: esa es mi obsesión. No estamos en cualquier lugar, se llama Latinoamérica, Argentina. Yo soy esa obsesión. Y el tiempo. ¿Qué hacer con el tiempo?, ¿cómo hago para que eso lejano, atrás, arcaico, nos esté esperando?, ¿cómo hago para hacer ese arco temporal loco y pensarlo desde el presente? Entonces, pensé en llamar [estos conciertos] Todos estos años... puntos suspensivos. Luis no está".

El macrismo. "Dejemos de burlarnos de estos tipos. Ellos saben perfectamente lo que están haciendo. Dejémosnos de joder, esto es serio, es muy serio, no es un juego de niños. Y si tienen que matar, van a matar".

Los símbolos. "La existencia solo en los símbolos no es buena, pero el retiro de los símbolos es el páramo".

"Yo para esta época no quería nada estridente. El disco de esta época es Imposible porque no es estridente. Imposible es un disco austero, ciudadoso, acústico, es lo contrario a lo que estos tipos son: son fiesteros".

- ¿Cómo no cantar temblando hoy, o con furia, o con las dos cosas? Estamos en el abismo... Estamos en un momento muy crítico. No es menemismo esto, ¿eh? Esto es peor. No son lo 90s, que ya eran terribles. Esto es peor.

- ¿Por qué?

- Porque la patria se entregó... está totalmente entregada. Y culturalmente han ganado la batalla... si es que la cultura pasa por los medios.

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