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lunes, 9 de diciembre de 2019

La noche de la cuenta regresiva: macri se tiene que ir de todas partes

Una noche linda: el molusco fue eyectado hasta de Boca Juniors: última La otra.-radio del ciclo macrista, para escuchar clickeando acá 



Fin de semana de algarabía para toda la buena gente, también para los integrantes de La otra, que no es que seamos tan buenos pero estamos contentos. Tantas veces nos tocó empezar la hora 0 de un lunes con situaciones difíciles, escrutinios, derrotas, momentos inciertos... que empezar a trasmitir una audición radial (recuerden: audición radial) el primer minuto del último día del régimen macrista que asoló el país estos cuatro años es motivo de gran regocijo: el próximo domingo ya no estará el muñeco maldito afásico que hoy lunes todavía figura como presidente argentino, aunque hace rato que su relevancia se fue evaporando. Tanto que anoche se le terminó además el ciclo de club Boca Juniors. ¡Los bosteros también se lograron sacar a esta caca de encima! 

Si hasta en algún momento se especuló que para tratar de mantener vigencia cuando fuera expelido hacia el llano, el tipo iba a buscar refugio en el club de fútbol desde el que comenzó a proyectar su carrera la política. Pero el tiempo tiene esas cosas implacables y un día antes de entregarle el bastón y la banda a Alberto y ver a Cristina volviendo al gobierno, cuando toda la razón de ser del triste paso que él tuvo por la historia argentina fue dejar a Cristina fuera de juego, después de fracasar en ese objetivo y defraudar las expectativas del poder permanente que lo apuntaló, él ve como también Boca le cierra la puerta en la cara. Boca reconquista la dignidad que macri le sustrajo. Y se va del club con una derrota más contundente que la que sufrió en la política. Fin absoluto del ciclo macrista.

Difícilmente pueda volver. Deja una huella dañina en millones de argentinos empujados al abismo del hambre y la indigencia. Durante su horrenda gestión persiguió y encarceló a muchos dirigentes y militantes que se le opusieron y amenazó a tantos otros, violó derechos humanos y garantías jurídicas, propició que las fuerzas de seguridad asesinaran a hijos del pueblo; es decir, hizo daños irreversibles por los que hay que ver si la justicia, si es que existe en Argentina, alguna vez le hace pagar. Pero al menos, mañana ya su régimen habrá caducado. Tenemos que arreglar cuanto podamos eso que arruinó. Pero se va. Es una gran alegría habérnoslo sacado de encima. No tiene pasta política ni para líder de esa masa de energúmenos que el sábado fueron a despedirlo.



La masa de energúmenos se queda. Entre ellos hay muchos que fueron perjudicados por la desastrosa gestión económica de macri, pero también están arruinados mentalmente por el aparato de acción psicológica del que el macrismo se valió para aguantar apenas un período en el poder. Es la primera vez en Sudamérica que un presidente en condiciones de ser reelegido pierde esa posibilidad, a pesar de haber contado con cuantiosos apoyos: literalmente miles de millones de dólares que le habilitó Donald Trump vía FMI, que ahora cuentan como deuda externa con la que tenemos que lidiar todos. También la masa de energúmenos que fue a despedirlo. Para ellos queda un liderazgo vacante, porque el saliente no tiene consistencia política. Es un molusco. Todas sus últimas movidas lo disuelven en la inconsistencia: el defectuoso video que se emitió el jueves por cadena nacional justo cuando se conocía que deja un 40% de pobreza, los ridículos clips "intimistas" que elaboró su aparato de difusión y, hay que resaltar, la última, sintomática movilización del sábado.

Para tener en cuenta: más allá de las maniobras de cámara que trataron de disimular la menguada convocatoria, la cantidad de asistentes fue bastante menor que la que logró en las marchas del #Sí Se Puede -ni hablar de la cualidad política de estos zombies. El 40% de las elecciones de octubre fue su momento de máxima acumulación y desde entonces, con el desastre que dejó ver su último tramo de gobierno, macri fue reduciendo su base social. El resultado en las elecciones de Boca, donde se supone que se hizo fuerte, marca que su estrella se apaga. Esa base social y el aparato mediático cuya ortopedia lo sostuvo ahora tendrán que buscar otro muñeco, porque la persistencia política de macri es inviable. La derecha necesita sacárselo de encima y probar con otro.


Por estos motivos el programa de anoche tuvo un aire de noche linda: se inició la cuenta regresiva del fin de un ciclo nefasto. Cuando este post esté publicado faltará mucho menos. 

Lo mejor de 2019 -música- (Programada por Maxi Diomedi)

Por lo demás, La otra sigue y cómo. Empezamos el ciclo de revisión de la mejor producción artística de 2019. Lo inició Maxi Diomedi, que destacó entre los discos editados este año tres joyitas musicales poco difundidas pero hermosas -"fue un año de muy buenos discos, dice Maxi, agarré estos tres como podría haber agarrado otros diez o doce"-: la cantante mexicana Luisa Malaguer, Juan Iría y Marina Fages:





Para escuchar este tramo del programa -análisis político y selección musical- tienen que clickear acá.

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