martes, 14 de julio de 2020

Cristinismo Originario


Hay una gran ansiedad por parte del Cristinismo Originario -que ya se está pareciendo al Peronismo de Paladar Negro en su sectarismo y en su apego a las identidades cerradas- de alentar una ruptura entre Cristina y Alberto. Es increíble que en sus deseos se parezcan tanto al Tea Party Macrista y a los editoriales de La Nación


Yo en cambio veo la foto de Alberto rodeado de Máximo y Massa y me digo que este período no es comparable a ninguno de los anteriores, que realmente Cristina propuso a Alberto para que se reúna con algunos con los que ella no podría hablar (como se dijo originalmente al anunciar la fórmula el año pasado) porque ella entendió que esta era la única manera de derrotar al Tea Party, que su táctica triunfó en agosto y octubre pasados y que ella sabe que fuera del Frente de Todos está la nada, o sea: el Tea Party Argentino. 


Yo en cambio veo en esa tensión que permite que Cristina retuitee a Zaiat y que Máximo secunde a Alberto una discusión parecida a aquellas en las que Néstor defendía cederle Cablevisión a Clarín y Cristina se mostraba intransigente o cuando Néstor se juntaba con Moyano y los intendentes del conurbano y Cristina miraba todo eso con sumo escepticismo. Estoy convencido de que Cristina y Néstor discutían así y que muy probablemente Alberto participaba de esa mesa chica hasta que fue tan chica que solo había lugar para Néstor y Cristina, hasta que Néstor murió y Cristina se quedó sola, acentuando el momento dogmático del kirchnerismo.


Percibo que Cristina leyó toda esa secuencia en 2017 y llamó a Alberto sabiendo pérfectamente quién es él y quién es ella y convencida de que era la única manera de sacar al Tea Party de la Rosada. Se trata de un movimiento táctico para resistir el embate del fascismo que hoy reina en toda Sudamérica, excepto Argentina. Cristina lo sabe y sabe que a ella le toca asumir la posición dogmática desde la cual tensar la dinámica del movimiento popular sin romperlo, armándole un bloque de Senadores monolítico para facilitarle la gobernabilidad a la única alternativa sudamericana al Tea Party. Todo esto lo percibo con claridad. Lo que más me asombra es el deseo del Cristinismo Originario, tan parecido ya al Peronismo Paladar Negro, para que esta coalición se rompa. Parece que extrañan Resistiendo con Aguante, quieren retroceder el reloj al momento en que Cristina se quedó sola. Increíble pero real.

3 comentarios:

mono dijo...

coincido totalmente, y hasta siento alivio de leerte.
Así como nos quejamos del Tea Party que desgasta y pide cambio a ocho meses de asumir, la compañerada esta exigiendo que Alberto y CFK hagan la revolución peronista en 8 meses y en plena cuarentena.

hay una ansiedad colectiva que atraviesa en pleno a la sociedad amba

Celasco Nicolás dijo...

La coalición de gobierno se resquebraja por cuestiones materiales los movimientos sociales son tal y pueden conducir a millones de desocupados siempre y cuando logren dar algo en su negociación con el estado. En época de crisis los 10 mil míseros pesos que no alcanzan ni 1 semana, llega por presión de las bases a que los burócratas como grabois salga a pelearse con devido.otro tanto para las madres de plaza de mayo, hasta donde pueden mirar para otro lado si el presidente se reúne con genocidas al mismo tiempo que otra desaparición forzada a manos del estado sacude el pais??

Valdo dijo...

Lo que dijo es que el error fue adivinar la reacción de la gente, no la expropiación de Vicentin, que no tiene vuelta atrás.
No manipulemos el recorte de una parte de la respuesta de Alberto.