Lopérfido, Porta Fouz, Cacetta, altri tempi
1- Que Nanni Moretti advierta que lo trajeron los negacionistas e dica qualcosa di sinistra.
2- Que Lucrecia Martel en su masterclass pida por la libertad de Milagro Sala.
3- Que el jurado de la Competencia de Derechos Humanos declare desierta la competencia por omitir las violaciones que comete el régimen actual.
4- Que la crítica abandone su cualunquismo adaptativo y se defina políticamente, sin fingir que participa de un evento cultural ecuménico.
5- Que aparezca en alguna sección una película argentina que muestre la violencia del régimen actual.
Si ocurren al menos algunas de estas 5 cosas, puede que el BAFICI recobre su vida.
Postdata: Al cierre de esta nota, el mundillo del cine argentino -Academia de Cine y de las Artes Cinematográficas de la Argentina, CAIC, UIC, ASOPROD, APIMA, CADICINE- se halla en estado de asamblea por "un cambio en el concepto de institucionalidad y transparencia", a partir de la destitución del presidente del INCAA, Alejandro Cacetta. (En realidad la institucionalidad ya se había perdido el 16/1/16, cuando un tribunal armado ad hoc por el gobernador de Jujuy apresó a Milagro Sala por razones políticas, pero cada uno chilla cuando le aprieta el zapato). Por eso, es posible que algunas funciones del BAFICI se vean alteradas. ¿Porta Fouz necesitará de la Gendarmería?
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