por Martha Silva
La escritora Hebe Uhart, profunda y desopilante a la vez, con una modalidad que evoca por momentos a Felisberto Hernández, despliega un modo de mirar su entorno que se traduce en un estilo singular. Se la ha comparado asimismo a Clarice Lispector en esa suerte de extrañamiento que emplea para designar las cosas y las personas que la rodean.
Ya el notable escritor Haroldo Conti decía de Uhart que aparentaba una ingenuidad, una simpleza y un dejo pueril que iba derivando paulatinamente en un mundo mágico. “Su escritura es tan sencilla que por momentos parece infantil -decía-. Pero de simpleza en simpleza uno penetra en honduras y laberintos, donde solo se puede avanzar si se participa de la magia de ese nuevo mundo. Es una suerte de mirada marciana”. Conferencistas, directores de escuela, funcionarios y poetas de pueblo caen bajo su observación minuciosa y el todo resulta desopilante y a la vez emotivo, porque logra amar aquello de lo cual se ríe.
Las madres son incluidas en forma preferencial, como ocurre en este relato transformado en este caso en obra teatral.Como contrapartida está la hija, que es tan despistada como para intentar hacer un bizcochuelo en un calentador Primus, u ordenar su ropa sin el menor acierto. No hace mas que rezar para no parecerse a las madres drásticas y despreciativas: “Dios mío, que no me vuelva como la madre de Las de Barranco. La vida de esta madre era un perpetuo aquelarre. Invadía los asuntos de los que la rodeaban, vivía su vida a través de ella, de modo que no se sabía cuáles eran sus verdaderos deseos, no tenía otro placer que no fuera la astucia”.
Este año pudo verse esta obra en el Patio de Actores de la calle Lerma 568 en 6 únicas funciones, con dramaturgia y dirección de Laura Yusem, quien fue galardonada por esta puesta.
Julieta Alfonso en la hija y Martha Rodríguez en el papel de la madre se envían cartas en el original literario, mientras que en la obra diálogan personalmente, lo que quizas le da un tono más emotivo, sin desvirtuar en absoluto su esencia en este notable trasvasamiento.
Es de esperar que sea repuesta el año entrante.
2 comentarios:
Ojalá sea repuesta, Martha.
Si se trata de esas madres drásticas, y si a Hebe Uhart se la compara con Felisberto Hernández y Clarice Lispector...wow!
Si, Hebe está siendo reconocida como es debidopero tiene mucho recorrido. Tambien hayquien dice que se parece a Fogwill pero yo he leído poco de este autor desaparecido, por eso no lo puse.La obra se da hace mucho pero en estas últimas 6 veces se presentaba con una suerte de mesa redonda o debate abierto interesante. Este texto yo lo había leído en CAMILO ASCIENDE y otros relatos. Profe de FILO en UBA.( Hebe) 73 años.
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