todos estamos igual

domingo, 3 de febrero de 2013

Cosas que estoy descubriendo en la discusión sobre 678

Desayuno


Estoy empezando a preocuparme por la estupidez de una parte de la militancia K, un sector (no digo todos, por supuesto, pero unos cuantos) que solo parece preparado para reaccionar frente a Clarín, Lanata y Carrió, y fuera de eso se pierden.

Yo lo descubrí recién cuando tuve la ocurrencia de hacer una crítica a 678. Quizá tardíamente, me dirán.

Toda intervención que salga del esquema Clarín vs Gobierno es reconducida a ese eje. Como si se hubiera afiatado la idea de que es esa la contradicción fundamental.

¿Esto también será achacable a 678 o a la dirigencia política? ¿O a que el paradigma 678 se impuso incluso sobre la dirigencia y la militancia? ¿O desde la dirigencia bajó a la militancia a través de 678?

Lo que no es posible es vincularse con los panelistas de un programa como si fueran dirigentes políticos. Y eso es lo que encontré en las respuestas de muchos compañeros de ruta.

Nunca se me pasó por la cabeza "pelear" contra el panel de 678 ni contra la militancia. Se me ocurrió hacer una crítica a un dispositivo televisivo, aunque conlleva una concepción política.

Pero lo interesante es la reacción que encontré: muchos me respondieron en términos bélicos, acusado de lo que comúnmente se puede atribuir a Clarín.

"Esto es una guerra"... "fuego amigo"... "disparaste contra..." "la tanqueta..."... Es difícil debatir en esos términos.

Un abuso de las metáforas bélicas para procesar una objeción a un programa de televisión, una respuesta sin matices, tosca, automática.

Y una extraña espacialización de la discusión: "esas cosas se discuten adentro": ¿adentro de dónde? La política siempre se hace afuera. "Adentro" es un reclamo de privatizar la conversación. Como una familia que habla de sus asuntos vergonzantes puertas adentro. Puertas adentro la política queda sofocada. Hay que salir del agujero interior.

Una especie de Barone al cuadrado: hay que tomar como síntoma esa imposibilidad de encarar la discusión en otros términos que no sean estos.

Mi crítica es tan discutible como cualquier otra. Pero si no empezamos a ejercitar una (auto)crítica toda conversación se vuelve torpe y estéril.

10 comentarios:

eduardo j. dijo...

LA TAPA DE CLARÍNDE HOY TE RESPONDE,UNA NUEVA OPERETA,DEBE HABER ALGUIEN QUE BANQUE..SI NO, DIRECTAMENTE HACEMOS SILENCIO Y ELLOS IMPONEN..SUS "VERDADES"...QUE SIGA COMO HASTA AHORA..

Gorda Iteración dijo...

Seguí (creo) todo lo posteado sobre este tema en el blog.
Me parece que las dos posturas son válidas siempre y cuando se entienda el contexto y los dogmas en los que se apoyan: es muy difícil aceptar una crítica cuando se piensa en la misma como, literalmente, una cachetada.
Todas las críticas con metáforas bélicas vienen desde un lugar donde se respira eso: guerra. No es malo, en todo caso, porque parece ser así... existe una puja de poder mediante un cambio de paradigma bastante extremo (creo que, lo mas extremo que hoy se puede permitir esta sociedad). Hay gente que lo entiende como una guerra absoluta, o la madre de todas las guerras anteriores (sería una cosa muy obtusa decir que esta es la primera pelea de poder por las bases ideológicas de la sociedad), pero yo creo (y creo que eso lo podemos compartir) que sin autocrítica, lo perfectible se convierte en mediocre en muy poco tiempo... entonces, la pregunta que me hace pensar al momento toda esta discusión es: ¿cuándo va a ser el momento dónde el movimiento "kirchnerista" (siempre y cuando no sea, aún, un aparato) va a comenzar a aceptar una crítica para mejorar lo obtenido?, ¿cuándo va a aceptar que ya ganó la batalla, y que una crítica no es un cachetazo sino la intensión de profundizar el cambio?
Creo que la deformación de la crítica sin fundamentos o la basada en honestismo o teorías de libre mercado se acrecentó hace mucho... y hay grandes diferencias entre esas (que parten de ideas que no comparto) y las que salen de una necesidad de "avanzar" o "profundizar". Eso se debería notar y aprovechar para, tal vez, reforzar las acciones actuales (atacando la crítica con fundamentos) o reformarlas. Creo que, finalmente, la mirada externa siempre debería ser aceptada. Sobre todo, sabiendo desde donde parte. Saludos y te pido disculpas por lo largo del comentario.

Hernán dijo...

bien ahí, Oscar.

Carlos G. dijo...

Pienso que circunscribir 6,7,8 al esquema clarín vs gobierno es inexacto. Creo que el programa sigue siendo un lugar de crítica de los medios opositores pero también, de alguna manera, un lugar donde se apoyan algunas acciones de gobierno.
Sin ir más lejos el programa donde concurrieron Burnstein y Presman estuvo dedicado a apoyar la decisión de abrir la negociación con Irán (más allá del desacuerdo de Presman).
Precisamente el programa pierde interés cuando se limita a "responder" al grupo clarín, aún cuando sigue siendo indispensable para enterarse, por ejemplo, de que la "noticia" de un asesinato en Lanús es un refrito con 5 años de antigüedad y otras lindezas por el estilo.
Yo tampoco entiendo que es criticar desde adentro.
Si blogs como éste no están "adentro", no sé dónde están.

Oscar Cuervo dijo...

Eduardo J:no hay ninguna contradicción entre seguir desarmando las operetas de Clarín y pensar en los errores propios. Al contrario, lo segundo haría más creíble la lucha contra lo primero. Para vencer las mentiras de Clarín no hay que comportarse como Clarín, sino con la verdad más honesta que uno tenga.

Hombre Polilla: muy de acuerdo.

Hernán. gracias.

Oscar Cuervo dijo...

Carlos G: graacias.

Anónimo dijo...

Agarro por otro lado del que venían mis comentarios anteriores. Pongámonos en la perspectiva bélica:

Aún en el caso de usar la interpretación bélica, interpretar esto como una guerra ("la política como continuación de la guerra por otros medios", al revés de la cita original), después como un enfrentamiento entre 2 bandos en donde 678 fuera un arma más en el arsenal comunicacional...

Aún así, ¿entre "quiénes" es la guerra entre la que tenemos que tomar posición, en primerísima instancia?

No es entre kirchnerismo y oposición, o entre kirchnerimso/clarín. Eso es fetichismo. Es una circunstancia, es coyuntural.

Si uno, hoy, apoya a uno en oposición a otro, no es porque sea primariamente el bando que efectivamente en primera instancia uno defienda. Muy por el contrario, el kirchnerismo (o el peronismo en su fase k), para el verdadero bando en cuestión (¿lo nacional y popular, el "progresismo"? pónganle el nombre que quiera, simpatizante k), no es más que un instrumento, el mejor del que se dispone. O, si se quiere, su representante circunstancial. Además sirve de factor unificador.

El kirchnerismo tendrá defensores, en la medida en que efectivamente le sirva como instrumento al campo (múltiple, contradictorio) que lo apoya. Si uno de los aspectos de este instrumento presenta alguna falla (en este caso la comunicación, 678, etc.), efectivamente, es de esperar un mar de críticas, esperando reparar la falla, desde posturas muy diversas, incluso contradicorias entre sí.

Ahora, el "campo" que circunstancialmente apoya al kirchnerismo, es un mar de diferencias. Algunos estarán simplemente conformes, otros criticarán desde una perspectiva, otros de otra. En cualquier caso, siempre el fin último es mantener o acrecentar la fortaleza de este bando.

Como el fetichismo ve que critican el fetiche, cree que eso es funcional al desbande, a la desunión y dilusión del bando (porque confunde el fetiche con el bando mismo).

Eso sería así, en la medida en que la crítica realmente esté fuera de lugar, fruto de algún capricho, o de intencionada mala leche. Pero para evitar eso alcanza con discutir el argumento, evaluarlo, sopesarlo.

Ni siquiera hay que mencionar la sospecha de mala intencionalidad, o superficialidad en la crítica. Es contraproducente. Eso se demuestra o se valora sólo en la discusión misma.

Y yo señalaría una vez más la indefinición a la que aludí antes. ¿678 pretende ser efectivamente parte orgánica de este nuestro "bando", o es una mercancía con dueño? Porque si es nada más que lo segundo, no hace ni falta que discutamos nada en relación a él, en realidad. Será lo que será, y punto.

Diego Quiles dijo...

bueno que cada cual lo vea como quiera, mi visión es que estamos en una guerra y por ej. Clarín que fue vencido por la Ley no quiere entregar sus trincheras esperando un gobierno peonista mas "tranca" que transe y arregle. Tengo 54 años y jamás pensé que podía vivir este tiempo, no dolarizado como Ecuador, tratando de llegar al 50/50 y juzgando milicos todavía.

respeto tu opinión, pero yo no estoy seguro de que estemos tan firmes como para hilar tan fino y dejo cuestiones que no conozco en manos de los que conocen.

después de todo 678 es sólo un programa que no ve nadie ¿no?

Oscar Cuervo dijo...

Cuanto menos firmes estemos más fino tenemos que hilar. Hilar grueso nos hace mal.

Y en cuanto a que 678 no lo ve nadie es falso y no sé por qué cerrás tu comentario con una chicana baja. Seguís hilando grueso.

Diego Quiles dijo...

no te enojés,no era para vos la chicana

hila fino, por mi parte no hay problema

son formas de ver la cosa.

creo que vos y yo y barragán estamos del mismo lado