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lunes, 2 de diciembre de 2013

Es inminente una tentativa de desalojo violento del restorán Ale Ale

El restorán se halla manejado por los trabajadores después de que los dueños anteriores vaciaran la empresa mediante maniobras fraudulentas. El juez Martín Christello interviene en la causa aliado a los empresarios fraudulentos
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La presencia de vecinos, legisladores y organizaciones políticas en el lugar es necesaria para evitar un accionar violento de la Policía



La otra.-radio cubrió el hecho en vivo y en directo, con la presencia en el lugar de Ricardo Romero y José Massón. Allí recogimos el testimonio directo de los trabajadores de Alé Alé. 


Hace un rato, en horas de la madrugada del lunes, la Policía Federal se hizo presente en el barrio de Villa Crespo con el fin de vallar la zona del restaurante Ale Ale (atendido actualmente por una cooperativa de trabajadores, despues de que sus dueños anteriores vaciaran la empresa). El vallado por parte de la Federal es ordenado por orden del juez Martín Christello que entiende en causa pero aún no se ha hecho presente en el lugar para garantizar que los procedimientos policiales se realicen respetando la ley. La Federal interviene cumpliendo un protocolo, pero se presume que la orden judicial se imparte con el fin de llevar a cabo un desalojo violento que quedará a cargo de la Policiía Metropolitana, caracterizada por una brutalidad que quedó a la vista en la represión en los talleres protegidos del Hospital Borda y en la Sala Alberdi, entre otros casos. El único acceso para peatones que quedaba hace un rato es por la calle Rocamora y Yatay, pero la Federal estaba a punto de cortar todos los accesos. Los trabajadores de Ale Ale están en asamblea permanente dentro dl local, con el fin de resistir el desalojo. Hace una hora, el vocero de la Asamblea de Trabajadores de Ale Ale declaró: "No queremos violencia, queremos defender nuestra fuente de trabajo".

Respetar esta decisión de la Asamblea es muy importante, porque es posible que algunos vecinos bienintencionados cometan el error de quemar un neumático o arrojar una piedra, o directamente los represores envíen a provocadores que intenten iniciar algún desmán que justifique la represión violenta.

Se espera que, después de haber vallado la zona para impedir la llegada de otras personas que pudieran ser testigos de la represión violenta, la Metropolitaa llegue a primera hora de la mañana del lunes a hacer el desalojo por la fuerza. La Asamblea de trabajadores convoca a los vecinos a acercarse al lugar a acompañar la resistencia pacífica, sin ceder a la tentación de los provocadores, pero llamando la atención de una represión que se cree inminente.

Hace unos días, Andrés Toledo, titular de la cooperativa, dijo en conferencia de prensa que "queremos establecer una negociación, un diálogo con los dueños del inmueble" para evitar el desalojo.

Toledo había explicado el miércoles último en conferencia de prensa que "la orden de desalojo es la misma que está firme desde hace más de un año, lo que nos preocupa es que pasó a manos de la Policía Metropolitana".

"No queremos llegar a una instancia en que la Metropolitana entre violentamente porque no estamos preparados para enfrentar a una fuerza pública y queremos dialogar", agregó.

Los trabajadores proponen "llegar a un acuerdo para poner fin a todo esto y lograr un contrato de alquiler por un tiempo razonable para conseguir el dinero y un nuevo inmueble", explicó Toledo.

"Pudimos mantener nuestros puestos laborales y sacar la empresa adelante porque mientras que en enero venían entre 3800 y 4000 personas por mes, ahora vienen entre 8500 y 9000, es decir, sostenemos los ingresos de 40 familias con el trabajo cooperativo", sostuvo Toledo.

La legisladora porteña por el Frente Progresista y Popular, María Elena Naddeo, aseguró que "nos ha sorprendido esta orden judicial" y consideró que la cooperativa Alé Alé "es un ejemplo de lucha, de organización social, de salir adelante en medio de la adversidad".

"Pensamos que la Justicia había interpretado que esta es una cooperativa de trabajadores que está sosteniendo una actividad productiva, una fuente de trabajo de una empresa que quebró de manera fraudulenta, hecho que está presentado en una denuncia penal, por lo que la Justicia por lo menos debería esperar a que concluya esta investigación", agregó.

"La Justicia piensa que la Policía Metropolitana, que está formada por (el jefe de gobierno porteño Mauricio) Macri con otro criterio represivo, va a ser más funcional a los intereses del desalojo, esta acción del juez nos alarma e indigna profundamente".

Por su parte, Aníbal Ibarra (Frente Progresista Popular) aseguró que "hay un proyecto desde los distintos bloques de la oposición para lograr una ley que garantice la ocupación temporaria y permita una salida a este conflicto".

"Lo que sucede es que el PRO está en contra de ese proyecto y de todos los proyectos que tienen que ver con la expropiación de fábricas recuperadas", precisó.

"Pedimos que la Justicia contribuya a darle una salida a esto, que no sea un desalojo violento abortando una experiencia que debe defenderse y promoverse, como es el rescate de las fuentes laborales a partir del compromiso de trabajadores y trabajadoras", dijo Ibarra.

Los trabajadores de Alé-Alé conformaron esta empresa social luego de que el grupo OJA, dueño de una cadena conformada por Los Chanchitos, Mangiatta, Don Battaglia y La Soleada, intentaran a fines del año pasado cerrar los restaurantes por presentar quiebra.

La misma actitud tomaron los empleados de los otros restaurantes, pero en Alé-Alé la situación se complicó debido a que los dueños de la propiedad dijeron no ser los mismos que los del fondo de comercio, situación que los trabajadores ponen en duda.

El 21 de mayo una orden judicial pretendió avanzar sobre el restaurante y desalojar, sin éxito, a los trabajadores y días después un grupo de legisladores presentó un proyecto de ley para expropiar el edificio y el mobiliario, pero la norma no avanzó.

De la conferencia de prensa del mércoles pasado participaron también los diputados porteños Juan Carlos Junio y Pablo Ferreyra, y el legislador nacional Juan Cruz Campagnolli.

Militantes de diversas agrupaciones - entre ellas Vatayón Militante- se hicieron presentes en el lugar esta noche para colaborar con la resistencia pacífica de los trabajadores. Se hallan sentados en el lugar.

El desalojo violento se podría frenar con la presencia de legisladores, funcionarios, militantes y vecinos que impidan la barbarie policial. Todavía es posible evitarlo.



Empieza a amanecer y el aguante continúa. Fotos: M.A.F.I.A, Vatayón Militante, MU y otros.

6 comentarios:

Mariano T. dijo...

El que pide el desalojo es el dueño del local que hace dos años no cobra el alquiler, ni de los empresarios ni de la cooperativa.
Seria bueno que entre los militantes hagan una vaquita para ponerse al dia con el alquiler y la cooperativa salga adelante.

Oscar Cuervo dijo...

Por suerte hemos logrado parar la tentativa de desalojo violento que propiciaban los empresarios fraudulentos en complicidad con el juez Martín Christello y la Policía Metropolitana. Veo que hacés una rigurosa defensa del derecho al vaciamiento de empresas y eso te lleva a ansiar violentas represiones como las que acostumbra a hacer la metropolitana. Pero esta vez, Mariano T, lamentablemente no se te hizo. Habrá que estar atentos para que el sector retrógrado que voz encarnas no se salga con la suya, porque seguramente lo van a seguir intentando. La cooperativa de trabajadores que pretende preservar su fuente de trabajo se ha mostrado dispuesta a dialogar. Además, tuvo la capacidad de hacer funcionar muy bien una empresa que sus anteriores propietarios habían vaciado fraudulentamente. No hace falta que los militantes hagan una vaquita, pero sí que todos nos mmantengamos alertas para que los partidarios de la represión como vos no se salgan con la suya. Esta vez nuestras advertencias fueron eficaces.

Oscar Cuervo dijo...

Suspendieron el desalojo de la parrilla Alé Alé en Villa Crespo
Lo resolvió la Justicia tras dos horas de tensión. Los dueños de la propiedad se reunirán con los trabajadores autogestionados en las próximas horas.

Tras dos horas de tensión en el barrio de Villa Crespo, se suspendió el desalojo del restorán cooperativo Alé Alé, donde los trabajadores resistieron pacíficamente a un operativo policial que había cercado la zona esta mañana con el fin de cumplir la orden judicial.

"Se retiraron los policías que cortaban las tres avenidas. Se suspendió la medida hoy, pero la orden de desalojo se mantiene y el conflicto continúa. No se sabe qué día volverán", aseguró a INFOnews Jaime Galeano, miembro de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), quien se encontraba esta mañana en el local de Estado de Israel y Jufré.

La Cooperativa Alé Alé se creó en enero pasado luego de que la Organización Jorge Andino (OJA) vaciara el negocio y se fuera adeudándoles tres sueldos y aguinaldos. El conflicto es que el contrato de alquiler está vencido desde enero y el dueño (que no es la empresa que los empleaba) no quiere renovarlo. Por tal motivo, el titular del juzgado civil 103, Martín Christello, ordenó el desalojo del lugar en abril y hace unos días, pasó el oficio a la Policía Metropolitana.

Los dueños de la propiedad en la que funciona el restorán recuperado llamaron esta mañana y estarían dispuestos a sentarse a dialogar con los trabajadores en las próximas horas. "Desde la comitiva se les va a plantear alquilarles el local y ellos lo van a rechazar como lo vienen haciendo sistemáticamente. Dicen que ya lo tienen vendido al local, pero no se sabe si es así. Igual sabemos que de acá nos vamos a ir tarde o temprano. Si nos dan un tiempo prudencial nos podemos organizar para mudarnos a otro lugar", explicó Galeano.

Ante la notificación del desalojo, los trabajadores realizaron una vigilia en el lugar, en la que fueron acompañados por legisladores porteños, otras empresas recuperadas y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).

De la Cooperativa dependen 40 familias y según los laburantes, el trabajo en el restorán se duplicó desde que comenzaron a autogestionarse. "Es increíble la cantidad de gente que viene a apoyarnos", resaltó más temprano, Andrés Toledo, presidente de la Cooperativa.

Tal como lo tenían previsto, los laburantes ratificaron la cena en defensa de sus puestos de trabajo que tenían prevista para esta noche a las 21. Estará abierta a todos los vecinos que quieran apoyarlos en su lucha. (Fuente Infonews)

Oscar Cuervo dijo...

En Infobae se lee:

"Pedimos un tiempo lógico para buscar otro inmueble y trasladar todo esto a otro lugar", aseguró el representante de los trabajadores. "Nosotros vamos a aguantar pacíficamente. No somos salvajes. No queremos violencia. Queremos un acuerdo para pagar un alquiler y que nos den un tiempo. Nada más", reclamó.

En declaraciones al canal Todo Noticias (TN), Toledo remarcó que "se van a quedar sin empleo 40 laburantes" y dijo que el trabajo "ha levantado más del 100 por ciento" desde que los empleados gestionan el comercio.

En el mismo sentido se expresó Sergio Cano, otro de los integrantes de la cooperativa que armaron los empleados, quien se quejó porque los dueños "no dan tiempo para nada". Y remarcó que van a resistir: "Estamos protegiendo lo nuestro".

En tanto, la abogada de los trabajadores de Alé Alé, Ornella Nociti, comentó que "la orden de desalojo viene de un juez civil por un convenio de desocupación". Al respecto, adelantó: "Estamos presentando el pedido de suspensión, apelamos, nos rechazaron el recurso pero vamos a ir a la Cámara. Y si esto sigue así, presentaremos un amparo para que no intervenga la Metropolitana, porque en cada desalojo que realiza se producen incidentes". Finalmente retornó la calma porque la policía de la Ciudad se retiró del lugar y el tránsito volvió a circular con normalidad.

El conflicto sigue vigente, por lo que habría novedades en las próximas horas. Al ser consultada en radio Del Plata por las intenciones de los propietarios del restaurante, la asesora letrada aseguró: "Quieren traspasarlo a otra de las sociedades que tienen, para hacer negocios inmobiliarios; como ya hicieron con otros locales".

Mariano T. dijo...

O sea quieren facturar la comida a los clientes y no pagar alquiler. Flor de pillos!
Un sinvergüenza mayor se piantó, quedaron unos vivillos que quieren lucrar con propiedad ajena.
Por lo que leo de todo este asunto, la única víctima es el propietario.

Oscar Cuervo dijo...

No te angusties Mariano T. por el hecho de que esta vez, gracias al alerta lanzado por las redes sociales hayamos evitado una represión sangrienta. No todo puede resolverse con balas de plomo, como esperabas. Los trabajadores de Alé Alé son unos vivillos que sanearon una empresa, la transformaron en exitosa, mantienen sus puestos de trabajo y piden negociar civilizadamente una solución al conflicto. La sangre nunca es la solución, pensalo. Si tenés ganas de ver correr sangre, siempre podés ir al cine. Pero ojalá no triunfen los que piensan como vos.