por Oscar Cuervo
El perspectivismo es uno de los aportes decisivos de Nietzsche al pensamiento contemporáneo. Hay una pregunta que la filosofía se viene haciendo desde siempre: la pregunta por la verdad. Mientras la filosofía moderna pone al sujeto (el yo, la conciencia) como fundamento de la verdad, Nietzsche afirma que solo hay perspectivas, no existe una Verdad con mayúsculas, fundada en una mirada desencarnada. Sólo pueden existir verdades desde un punto de vista que es siempre singular. Pero esta noción del perspectivismo aparece expresada en Nietzsche de manera vacilante. No termina de definirse si esta perspectiva es una invención del singular o una necesidad que se le impone. En muchos pasajes de su obra Nietzsche le da peso a la idea de invención: el lenguaje se inventa, los ideales se inventan, el conocimiento se inventa. Si la verdad es una simple invención, entonces la verdad es una falsificación, un engaño, por pasar deliberadamente por lo que no es. Si depende de mi invención, se fundamenta en una voluntad subjetiva. Lo único real en esta versión nietzscheana sería el "Yo Quiero". Soy Yo el que otorga el valor a la realidad, Yo soy la fuente de la verdad y el valor. Estos pasajes hacen cortocircuito con la crítica nietzscheana al Yo. "Yo quiero" no tiene ninguna ventaja respecto del "Yo Pienso"; por el contrario, cuando Descartes explaya el campo que abarca el Cogito, incluye al "Yo Quiero" entre esas variantes. Es decir: cuando afirma el "Yo Quiero", Nietzsche no se mueve un milímetro del cartesianismo, por el contrario, se hunde definitivamente en él.
Pero, por otro lado, existe la posibilidad de interpretar la perspectiva como algo necesario, es decir: no podés salirte de tu época, de tu lugar de procedencia, de tu clase social y de tu familia y mirar a la humanidad desde arriba para encontrar una verdad que esté más allá de los puntos de vista singulares. En esa imposibilidad, el "Yo Quiero" encontraría un límite infranqueable. Lo que vos quieras importa un comino, querido Federico, la verdad es a pesar de tus pesares. No se trata de una ficción que vos propongas, cuyo valor dependa de tu voluntad, sino que acatás esa posición en la que ya fuiste ubicado, una posición que no inventaste y ni siquiera elegiste, sino que más bien se te impuso desde el nacimiento. ¿La perspectiva es invención o fatalidad? A veces parece que Nietzsche se inclina por una posibilidad, a veces por la otra.
Las interpretaciones de Nietzsche que tienen éxito en la Francia de los '60 -las lecturas post-estructuralistas- ponen un exceso de entusiasmo en la idea de invención. Es una palabra que Nietzsche usa y de la que los franceses abusan. [Fragmento de un largo texto titulado Nietzsche Largo, publicado en el blog Un Largo].
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