en revista La otra 23
[Sergio] Wolf [director del Bafici] agradeció primero a las autoridades porteñas la realización del encuentro y aseguró luego que esta edición del Bafici, la tercera bajo su dirección, propone "un festival muy político, de mucho riesgo y mucha discusión".
El énfasis de Wolf parece suponer que anteriormente el Bafici no habría sido “tan” politico. Pero un festival de cine independiente no puede sino ser un acontecimiento político: ¿a qué viene entonces la declaración? Pareciera que los programadores intentaron sentar posición respecto de la coyuntura interna por medio de las películas elegidas para la apertura (Secuestro y muerte, de Rafael Filippelli) y cierre (Los condenados, de Isaki Lacuesta). Son películas llamativamente funcionales a la posición de la derecha argentina (y porteña) sobre las luchas de los años 70 y sus repercusiones en la política actual. Pero después de todo se trata de sólo dos películas entre 422.
Sobre Los condenados de Isaki Lacuesta:
Lacuesta tiene la ambición de hacer un cine de tesis política que excede completamente sus capacidades. Todo film es político y, por supuesto, Los condenados también lo es. Pero las ideas puestas en juego acá son tan triviales que nada pueden revelarnos sobre la lucha armada, los procesos revolucionarios, la historia; apenas si la película nos dice algo sobre el punto de vista de un europeo joven, despolitizado, bien instalado en un conformismo neo-liberal. Pesa tanto esta perspectiva ideológica que su planteo estético queda impregnado por un convencionalismo vetusto, inesperado para el promisorio autor de La leyenda del tiempo.
Sobre Secuestro y muerte de Rafael Filippelli:
El general (Aramburu, no Perón) es secuestrado por jóvenes que lo acusan de haber sustraído el cadáver de esa mujer y de haber fusilado a un grupo de militares sublevados (se trata del levantamiento encabezado por el general Valle en 1956). El general se defiende, argumentando acerca de las situaciones revolucionarias que requieren medidas excepcionales. Los captores lo interrogan pero se niegan a hablar de política con el secuestrado; entre ellos tampoco se los ve discutiendo de política. Para la dramaturgia del film, el general tiene argumentos, ellos no. La caracterización que hace Enrique Piñeiro del general secuestrado recuerda más a un agobiado demócrata (quizás el propio Alfonsín) que a un golpista fusilador. Frente a él, los secuestradores son jóvenes frívolos e ignorantes. Son personajes sin carnadura histórica: su despolitización, su tics verbales y sus comportamientos parecen sacados de Todos mienten o de alguna otra película de la factoría Llinás.
Sobre Platero de Marco Berger:
Hay política también en la mirada que Marco Berger aplica a un relato erótico en su corto Platero, que integra el film Cinco, una película de cinco episodios dirigidos por Cinthia Varela, Cecilia Del Valle, Andrew Sala, Francisco Forbes y el propio Berger. Cinco se basa en sendos relatos eróticos extraídos de la antología En celo, de jóvenes cuentistas argentinos. El episodio de Berger parte del cuento "Platero y yo" de Natalia Moret. El original literario cuenta la historia de una chica que se excita espiando las fricciones eróticas de su hermana mayor con el novio, a quien le dicen "Platero" por su dotación de burro. En la adaptación de Berger, la hermanita se transforma en hermanito y así reencotramos a Marco (a quien descubrimos el Bafici anterior por su largo Plan B) explorando los límites de una sexualidad experimentada como peligro inminente. Pero este peligro es más gozado que padecido; o quizá habría que decir: el padecimiento de los personajes, que se descubren deseando lo “incorrecto” (el adolescente que se calienta con el novio de su hermana en Platero; los amigos ya grandecitos que terminan enamorándose en Plan B) es un ingrediente que potencia el deseo en lugar de inhibirlo. (Fragmentos de la nota "Bafici político", incluída en el número 23 de revista La otra, ahora en los kioscos).
El cine argentino durante la dictadura:
La fiesta de todos (1978), uno de los filmes que formó parte de las muestras en el extranjero, constituye, más bien, una propaganda deliberadamente indirecta de la dictadura y, en esto, es un paradigma del modo de adhesión episódica, conveniente u oportunista, del cine no oficialista. Es preciso notar en el film la discreción de los pocos planos de Videla y Massera (uno, cuando ingresan al estadio, mirando hacia abajo, descendiendo las gradas, y otros dos, cuando están en el palco, al comienzo y hacia el final de la película), de pocos segundos de duración; esto es, las únicas imágenes del gobierno que organizó el torneo mundial en un film que, sobre todo, quiere ser un documental de una fiesta por el fútbol. Salvo esos tres planos, todas las marcas posibles de una presencia del Estado en la organización, en los festejos, en las calles, faltan, y están ocultas en nombres probablemente falsos u ocasionales (la productora que financió el film se llamó “Inversiones cinematográficas” y su productor, “Árbol solo”). La fiesta de todos no muestra, con deliberación indudable, la entrega de la copa mundial a los jugadores por parte de los miembros de la Junta militar, como pudo verse, no obstante, en todas las publicaciones gráficas y en televisión en su momento, espacios que la dictadura reservaba para la publicidad de su gestión. Los conductores, periodistas, historiadores, directores técnicos que tienen la voz en el film, describen, explican y celebran el evento y la fiesta del “pueblo” (la palabra es del historiador Félix Luna), pero nunca atribuyen esa alegría popular al régimen que la hizo posible (sino, al comienzo, a los “hombres que con tanto trabajo y capacidad organizaron el mundial”, que forman parte de “tantos argentinos”, en términos del periodista Roberto Maidana). La película procedió, pues, como gran parte de las ficciones “serias” del período, evitando la presencia del Estado, aun cuando esa “fiesta de todos” que documenta, espontánea, fuera de toda vinculación con la política y el presente histórico, no haya sido sino innegablemente servicial a ese mismo Estado. En esto, La fiesta de todos fue concebida de modo análogo a la organización del campeonato por parte del régimen: una muestra hacia el exterior (así lo dice incluso una de las mujeres de los episodios ficcionales intercalados, pero también el locutor José María Muñoz y el técnico César Luis Menotti: el mundial es “la imagen del país ante el mundo”), sobre todo frente a la presión contemporánea de los organismos de derechos humanos internacionales, de una población en paz e inocente que festeja un deporte popular. (Fragmento de la nota "Quiebre del proyecto moderno. Entre terrorismo de Estado y democracia", de Silvia Schwarzböck y Emilio Bernini, publicada en el número 23 de revista La otra).
Edición de video: Martín Farina
6 comentarios:
Me dijo Jorge García (reencuentro de críticos y programadores ayer en la Lugones: estaban Emilio Bernini, Jorge Garcia y Marcelo Alderete , mas myself cobijados en las Next Atractions Raya martianas) que Los condenados se estrena cree que a fines de agosto,y que viene Isaki. Tiempo para renovar la polémicay pregunatrale: Qué quisiste contar Isaki?
PD: Next Atractions: el eslabon perdido entre Autohistorya y Posible Lovers??
Ayer estuve con varios amigos en la manifestación a favor del matrimonio de parejas del mismo sexo. Una linda fiesta !! Una de las oradoras fue La Maffía, quedé sorprendido por su discurso. Claro, sintético, certero. Había varios del Ari o ex Ari...tambien. Qué hacen con la Carrio? se puede coexistir con tremendas diferencias. Recordé mucho la no respuesta a tu carta Oscar. Que contradicción debe ser para Maffia!! Espero que el 14 de julio, dìa en que se trata la ley en senadores, podamos salir a festejar por la igualdad de derechos. "los mismos derechos con las mismas palabras" dijo Maffía
Lukas: me parece que el corte en la posición a favor/en contra del matrimonio gay no se deriva automáticamente del posicionamiento partidario en torno a la opinión de sus líderes. Es mas, no me sorprende que en una ¿partido? como la Coalicion Cívica dominen las posturas pro-matrimonio gay, en consonancia con su credo liberal democráta progresista. El PJ "disidente" y el FVP, por el contrario, tuvieron mas reparos al votar a favor: ahí pesa mas lo conservador de ciertas realidades provinciales. De todos modos, hay algunos síntomas positivos que hacen pensar en lo fecundo de ciertos cambios en el imaginario: que el titular de la CGT diga que "no le parece mal" que dos hombres se casen es un avance notable.
Yo también estuve. El ánimo no me pareció tan festivo, y la participación del "público" un poco fría y distante, para mi no le pusieron tanta onda ni se engancharon demasiado.
De todas maneras fue muy importante estar ahí para defender la igualdad de derechos de todos/as.
De los artistas que participaron destaco la presentación de Vicentico que cantó muy bien una de las canciones a capella y que todo lo que dijo fue cálido, simpático, amable al igual que su esposa que también pasó por el escenario. El que es musicalmente superior a todos los que estuvieron es Aznar, pero como fue el último la gente ya estaba cansada y se empezó a ir. Lástima que haya sido el último, aún así fue el mejor. Pero por supuesto esto no se trataba de la calidad musical de los artistas.
El 14 todos/ as vamos a festejar, me alegra haber ido.
No me extraña que Maffia se mueva con mayor comodidad en la profundización del ideario liberal universalista que cuando le preguntamos por la ley de medios, cuya respuesta todavía debe estar pensando. En realidad, lo que Maffía no puede contestar es qué piensa de lo que dice su jefa política sobre la adoración que siente por las corporaciones mediáticas. El día que Maffía me termine de responder qué piensa sobre la ley de medios,le voy a preguntar qué piensa sobre el caso de las adopciones irregulares que hizo la viuda de Noble durante la dictadura y cómo intepreta la frase "los hijos de Ernestina Noble son nuestros hijos". ¿Qué dirá el liberalismo universalista abstracto sobre un asunto tan concreto y particular como este? Es curioso, porque Maffía es especialista en filosofía empirista, pero se mueve mejor en el campo de las abstracciones. ¿O será que en el fondo la escuela empirista es abstracta?
Por otro lado, si Vicentico cantó bien, indudablemente se trata de un milagro.
Yo estuve también en la marcha, y fue emocionante ver cómo homosexuales, transexuales y heterosexuales estábamos allí, defendiendo juntos una causa que tiene que ver, estrictamente, con los derechos humanos.Y había mucha gente...Creo que fue un gran avance: esto era impensable hace algunos años.
Para mí fue una fiesta, también.
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